—El número que usted marcó no está disponible...—La molesta voz de la contestadora le estaba poniendo los pelos en punta, colgando la llamada antes de lanzar su celular sobre la mesa. 

Taehyung estaba perdiendo todo rastro de esperanza de poder dar con ChaeWon, desde hace una semana había estado tratando de comunicarse con ella a como de lugar, pero nadie sabía de su paradero, ni contestaba todos sus mensajes ni llamadas. Jiyoung había estado tranquilo en esos días, pero no significaba que podía cuidar de un bebé de poco tiempo de nacido, tenía un trabajo al cual atender y si seguía faltando probablemente se quedaría sin él. Las autoridades solo le habían concedido la custodía ante el papel que lo acreditaba y estaba siendo monitoreado una vez que reportó la desaparición de su amiga.

Quería llorar, pero no podía mientras tuviera al pequeño en su cuidado. Su mejor amigo, Jimin, iba a visitarlo todos los días para ayudarlo en lo que pudiera, agradecía aquello pero sentía que estaba perdiendo el tiempo sin moverse de ahí. Había buscado en el departamento de ChaeWon por alguna pista, alguna señal de donde pudo haber ido, contactó a sus familiares y amigos, pero todos solo parecían consternados con la noticia de su repentina desaparición.

Para el sábado, su jefe le había marcado dándole un ultimátum de que si no se presentaba el lunes, se encontraría despedido y manchando su kardex. Jimin se encontraba haciendo un par de llamadas mientras el pelinegro se encontraba recargando su frente sobre la mesa, su mente maquinando que otras soluciones llegar.

El mayor se acercó, colocándose a un lado suyo mientras extendía su mano para acariciar su cabello.—Tae, te estás mortificando mucho por esto. No te siento capaz de hacerte cargo de un bebé en la situación en la que estás, ¿Por qué no cedes a la autoridad para que puedan cuidarlo en un albergue? Y cuando soluciones las cosas por acá, puedas adoptarlo y asumir la responsabilidad.

—No, Jimin. No permitiré que vaya a un albergue y correr el riesgo que pueda sucederle algo, no cuando Jiyoung está bajo mi cuidado y debo de protegerlo.

—Pero ese es el problema, ChaeWon te lo dejó pero sigue siendo su bebé. Está bien que haya firmado esa carta y te haya hecho responsable porque confía en ti, pero no puedes asumir el papel de padre cuando estás descuidando todo lo demás, ¿Qué me dices de tu trabajo? ¿Qué harás si faltas un día más? Sin trabajo no lo podrás mantener, solo es cuestión que confíes en un buen albergue y luego lo adoptas, puedes hacer las cosas mejor.

Sabía Taehyung que debía de hacer el procedimiento de manera correcta, ¿Cuántas veces no lo meditó cuando se encontraba por irse a dormir? Pero el temor de que alguien más lo adoptara, que pudiera pasarle algún mal ajeno, repasar los mil y un escenarios en los cuales el bebé podría sufrir o separarse de él no lo dejaba dormir. Se sugestionaba de tal manera que sus horas de sueño se reducían a minutos, las pequeñas siestas que tomaba solo se tornaban en horribles pesadillas que le hacían llorar.

—No puedo, no pienso permitir eso.—Se negó nuevamente, recargándose nuevamente sobre la silla mientras mantenía sus ojos cerrados, aún analizando la situación.

—¿Y si lo llevas a una guardería? Es muy pequeño, no está en los días mínimos permitidos para llevarlo, pero tu urgencia para trabajar es mayor y yo no puedo cuidarlo por la misma situación. Puedo pedirle a mi hermana que me pase el contacto de la guardería donde mandó a mi sobrino, consiguió un par de personas de confianza y si le pido el favor podemos recurrir a ellos, creo que no tenemos nada qué perder.—Recitó, buscando de manera inmediata el número de su hermana.

—¿En serio?—Arqueó una ceja, la idea no pareciéndole mala.

El rubio asintió.—Ella tuvo que ir a dejar a mi sobrino a una guardería cuando ella y su esposo tuvieron que empezar a trabajar. Me contó en repetidas ocasiones que admitían bebés que tenían inclusive apenas unas tres o cuatro semanas de recién nacidos; lo que parece imposible por todos los cuidados que necesitan, apenas están comenzando la vida, pero también las necesidades de los padres lo requieren. Bae empezó a ir como por su quinta semana, así que no veo el problema de que Jiyoung también vaya mientras tú pones en orden tu vida.

—Pero no quisiera que tu hermana se implicara, ya estás haciendo lo suficiente por mí al acompañarme y tratar de encontrar a Chae, ahora que estés haciendo esto...—Tuvo que callar antes de que su voz que quebrara por completo, alarmando a su mejor amigo.

—¡Tae, no! Déjame ayudarte, estoy haciendo esto porque te quiero y no me gusta verte tan mal como lo estás ahora, solo quiero que estés bien y puedas afrontar esto. Es un tema delicado y no dudes en que estaré apoyándote hasta que ya no me necesites, pero por ahora seguiré aquí haciendo lo imposible para hacerte mejor las cosas, no estás solo y jamás lo estarás mientras estés conmigo.—Lo abrazó de tal manera que su celular quedó sobre la mesa, sus manos sosteniendo el rostro del pelinegro a la altura de su estómago, abrazándolo con fuerza cuando Taehyung envolvió sus brazos a la altura de su cintura, llorando contra su cuerpo.

El llanto que no se había permitido sacar durante todos esos días había salido, abrumándolo de tal manera que sentía como la respiración se le iba. Su rostro se volvió rojo, su cabello se pegaba a su rostro mientras Jimin acariciaba su espalda, murmurando palabras de aliento en lo que trataba de calmar su llanto, pareciendo imposible.

Cuando un celular sonó, el rubio se separó para contestar al ver la pantalla el nombre de su hermana.—Espera, ya vuelvo.

Taehyung limpió su rostro con la manga de su sudadera, percatándose que el pequeño había comenzado a llorar, levantándose de prisa para ir hasta su habitacón donde Jiyoung lloraba.

—Ya estoy aquí, cariño.—Lo cargó, meciéndolo contra su pecho en busca de un pañal.

El pelinegro estaba cambiándole la ropa al bebé, cuando Jimin se asomó por la puerta de la habitación con una sonrisa.

—Lo conseguí, Jiwoo me pasó el contacto de la guardería y dijo que estará también buscando los números de las personas que cuidaron a Bae cuando lo llegó a dejar, para poder hablar con ellos personalmente y decirles la situación.—Canturreó con emoción.

Solo esperaba Taehyung que pudieran ayudarlo lo más pronto posible, de lo contrario estaría embarcado con más problemas.