— Quiero pelear contigo.

Jimin miró a Jinyoung sin entender, ella había dicho eso de golpe. Fue frenando lentamente hasta dejar el auto en reposo. En ese momento se dirigían al gimnasio.

— ¿Te refieres a un round?

— No. Me refiero hasta que haya caída.

— Imposible.

— ¿Por queeeeé?— Jini chilló.— ¿Piensas que no puedo contra ti?

— No es eso. Bueno sí. Pero, pero, es que, eres muy buena en el kick-boxing, pero nuestra fuerza es muy diferente.

— ¿Y planeabas golpearme con todo?— Ella preguntó ofendida, Jimin balbuceó de nuevo.— Es broma.— Sonrió acompañada de una risita.— Pero yo usaría patadas.

— No, Jini. En serio no.

— Entonces déjame usarte de saco.

— Eso lo haces siempre.— Canturrió mientras la acusaba. Ella se sonrojó por eso.

Al final, Jini consiguió pelear con Jimin, claro que él sólo podía usar sus manos, Jinyoung tenía permitido hasta llaves de lucha libre. Como era de esperarse, ella ganó. "Inteligencia antes que fuerza, mi estimado" fue lo que le dijo ella, arriba del abdomen de él una vez que quedó claro que Jini había ganado el combate.

Después de eso fueron a desayunar a un lugar de comida verde; poniendo de excusa que recién hacían ejercicio y no querían romper el régimen, igual era inútil, más tarde que temprano romperían ese cuidado saludable.

— ¡Qué calor!— Jini se abanicaba con las manos mientras caminaban al auto.

— Nos dirigimos a casa ahora, ¿no?

— Sí. Lo bueno es que podemos ir y dormir por horas, limpiamos muy temprano hoy.

— Yo creí que viviría en una pocilga, nuestro dormitorio está mucho más limpio que mi casa en Busan.

— Siempre me ha gustado que todo esté limpio. No puedo estar cómoda si hay mugre a mi alrededor.

Jimin sonrió divertido por las alegatas de limpieza que Jini le dio a continuación, las protestas cesaron y él se dedicó a conducir, Jini había puesto música de Young Thug todo el camino y no podía parar de rapear y hacer movimientos de rapero. Jimin se reía de ella.

Cuando llegaron a casa, bajaron y acomodaron las pocas cosas que habían comprado, él se encargó de alimentar a Bangji y jugó un rato con el cachorro. Jinyoung fue ducharse y salió rápido, como siempre, se vistió con unos shorts rasgados y la camiseta de los Red Sox que tanto le gustaba. En todo el tiempo que Jimin estuvo en el baño, ella habló por teléfono con Jiwoo y su hermano, estuvo con Bangji un rato y finalmente pensó en que hacer de comida. Jimin salió recién bañado y al igual que ella se puso cómodo, vistiendo solamente sus pantalones de pijama.

— ¿No tras camiseta, verdad?— Preguntó Jini sin siquiera verlo.— No entres, estoy cocinando y están brotando chispas de aceite.

— Bien.— Contestó y fue a sentarse en la mesada.— ¿Qué harás?

— Brochetas.

Hoy no era un día de fiesta o salida a restaurantes o bares, no, era un día normal en la vida cotidiana de Jimin y Jinyoung. Ella cocinaba y él esperaba por ello. Miraban horas la televisión o cada quien iba a refugiarse en su habitación. Pasaban tiempo con Bangji y charlaban de lo primero que se les viniera a la mente. Jini solía escuchar música todo el tiempo y Jimin estaba en su celular la mayoría del tiempo. Aunque claro, pasadas las semanas ellos se habían hecho más unido, ahora en lugar de cada quien estar en su alcoba, Jimin estaba en la de Jinyoung o Jini en la de Jimin.

Personalmente eran los días favoritos de Jimin. Estar con Jini todo el tiempo, pasándola bien. Era inevitable no pensar en ellos siendo novios, realmente le encantaban los días así en una relación.

— No quiero volver a la escuela.— Jimin chilló, seguido le dio una mordida a la gran brocheta.— Oye, que bueno está esto... Daebak.

— Tendrás que hacerlo, no estás pagando la universidad por nada. Además, estamos a poco de empezar un nuevo semestre, no quiero que lo empieces mal.

— No lo haré, no lo haré. En serio, deberías ir a Master Chef.

— Jimin, deja las brochetas en el olvido, ¿sí?— Ella lo empujó, riendo.— Aunque, sí me salieron bien.

Siguieron comiendo mientras miraban un drama que habían comenzado a ver juntos y nunca se lo perdían. Jimin no solía ser de las personas que miraban serios o dramas, pero Jini le había generado un gusto después de ver que ella miraba mucho la televisión en su tiempo libre. Dejaron las cosas cuando terminaron, lo lavarían más tarde, Jini se acurrucó en Jimin y así estuvieron hasta que el episodio acabó.

—¡Déjame en paz!— Suplicó Jini mientras se lavaba los dientes. Él ya lo había hecho y había aprovechado para molestarla.— ¡Me voy ahogar!— Ella apenas podía hablar por lo que hacía y las cosquillas de Jimin. Entonces se enjuagó la boca.— ¡Te voy a matar!

Jimin salió corriendo del baño, riendo escandalosamente como un pequeño. Cuando Jinyoung lo atrapó, él la retuvo con un agarre de las manos, Jini intentaba empujarlo pero Jimin estaba duro como una piedra.

— Oh, oh, tranquila fiera, tranquila.— Dijo con intención de molestarla.

— ¡Te voy a golpear muy fuerte, Park Jimin!

— ¿Y si mejor me besas?— Mostró una sonrisa ladina.— Un beso rudo podría ser equivalente a un golpe.

Ella lo miró con cinismo, pero lo consideró un rato.

— Okay.

— ¿En serio?

Jimin se emocionó, ella le sonrió y asintió. Jimin fue soltando su agarre y ese fue su gran error porque Jinyoung le dio un puñetazo en el abdomen, haciendo que él se caiga y antes que de Jimin hiciera algo ella se echó a correr, de la misma manera que él hace rato, riendo. Asustada pero aún riendo, fue oprimida por él en el pasillo.

— ¡Era broma, Jimin-ah!— Gritó ahora en sus brazos.— ¡Yo no te iba a pegar! ¡Se me pasó!

— Sí ajá.

— ¡En serio!

Pero las excusas y disculpas de Jini fueron inútiles; Jimin de una maniobra la lanzó a la cama y antes de ella pudiera salir corriendo, empezó una guerra de cosquillas de la cual no hubo ningún ganador, al contrario, terminaron exhaustos, acostados uno al lado del otro.

— Deberíamos tomar una siesta de mi años.

— Apoyo eso.— Jini soltó un bostezo y empezó a acomodarse, se acostó de lado y Jimin aprovechó para abrazarla por la espalda, ella entrelazó su brazos con el de él y posteriormente su mano. Dormir de esa manera le gustaba mucho, era tan placentero. Aunque la tranquilidad no duró mucho, Jimin aún tenía ganas de molestarla y le mordió la oreja.— ¡No putas jodas! ¡Jimin quiero dormir por una mierda!

Jini se limpiaba la poca baba de Jimin en su piel y le soltó un codazo en el estómago.

— Me encanta molestarte.

— Déjame dormir.— Jini cerró los ojos, buscando conciliar su sueño, pero él lo hizo de nuevo.— ¡Jimin, ya!— Pero por más gritos de ella, Jimin la molestaba cada vez más, su solución fue voltearse y estar frente a frente con él.— Si intentas algo más, me voy y ni creas que te dejaré entrar a mi habitación.

— Está bien, ya no haré nada. Lo juro.

Ella asintió y se acurrucó en su pecho, sin embargo, abrió sus ojos después de un rato porque sentía la mirada de Jimin sobre ella. Le pidió una explicación y él tan sólo dijo que le gustaba verla, entonces Jini le pidió que dejara de hacerlo. Jimin soltó una rista y aceptó no sin antes darle un beso, uno dulce y tierno. Jini finalmente empezaba a caer dormida, pero Jimin le mordió la punta de la nariz.

— ¡Te odio, eres un hijo de puta!

Enojada se llevó la manta y almohada de Jimin con ella y salió furiosa de ahí, Jimin estaba muriendo de un ataque de risa pero a la vez le suplicaba a Jini para que lo dejara entrar a su habitación.

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