- Hey, James, ¿me ayudas? -dijo Kirk Hammett mientras se acercaba al rubio vocalista de Metallica.

- Depende -Hetfield alzó una ceja-; ¿en qué quieres que te ayude? -cruzó los brazos- Ojalá no me quites tanto tiempo porque tengo que pensar qué puedo regalarle al enano antes de que despier...

- Shhh... -el moreno colocó un dedo sobre los labios del rubio para que guardara silencio, luego rió con perversión- Hablas demasiado -el otro rodó los ojos-. Yo ya tuve una idea, de parte mía, tuya y de Jason. Lo estuve pensando bien porque sabía ninguno de los dos iba a comprar algo y lo iban a hacer ahora porque querían aprovechar la mañana porque Lars ahora duerme hasta el medio día, ¿no?

James se quedó en silencio, asintió.

Se trataba de la mañana del día 26 de Diciembre, cumpleaños del baterista de la banda, nadie excepto Kirk había tenido alguna idea sobre qué regalarle alguien tan extraño como Lars.

- ¿Y qué le regalarás?

- Sorpresa -sonrió con malicia-. Pero oye, me lo he currado, eh -alzó una ceja y el rubio rodó los ojos, después suspiró.

- Vale, ¿es en eso en que quieres que te ayude? -el chico de cabello rizado asintió- ¿Qué quieres que haga?

- Hace un rato hablé con Jase acerca de ésto, lo mandé a buscar una caja grande -explicó-. Muy grande.

- Ya, ¿y? -frunció el ceño.

- Tú anda a ver si ya la trajo, de ahí la llevas a mi cuarto, ¿sí?

- ¿Sólo eso?

- Eso y algo más, pero en mi cuarto te digo, ¿sí?

- Ok, ok...

Hetfield de mala gana subió escaleras, con cuidado de no despertar al cumpleañero -aunque éste duerme sólo por las mañanas, una vez que queda sobado, parece tronco-, se dirigió a la habitación del bajista de Metallica y este último al verlo, se asustó bastante.

Se podría decir que Jason estaba acostumbrado a que James sólo se le acercara para hacerle bromas pesadas o insultarle.

- Eh, cuidao' que hoy vengo en paz -el castaño de pelo rizado suspiró en alivio-. ¿Ya tienes el "encargo" de Kirk?

- Ehh... ahí está -señaló en frente suyo: una caja enorme y bien forrada con papel de regalo, abierta todavía-. ¿Se la llevarás a Kirk?

- Sí - la cogió con cuidado-. ¿Sabes qué meterá el negro en esta mierda tan grande? -negó- Oh...

- Debe ser algo carísimo o demasiado chulo, ¿no?

- Ah... -concordó con una mueca- Cierto.

Tras pronunciar esas palabras, salió de la habitación confundido, fue hacia la habitación del guitarrista y dejó la caja frente a la cama.

- ¿Y ahora qué? -el cantante posó ambas manos en sus caderas.

- Mientras yo meto el regalo y termino de empaquetar -continuó explicando Kirk-, tú busca una cinta bonita para pegarla en la parte superior y hala, con Jason le entregas ésto a Lars. 

- ¿Sólo eso?

- Sólo eso.

- Vale -con eso, volvió a salir de una habitación lleno de confusión.

El rubio del la banda no tenía ni una sola intención de querer gastar dinero en una cinta o de salir a la calle para comprar, optó por algo mucho más simple: aprovechó que el día anterior fue navidad y buscó en el basurero alguna cinta bonita, al rato buscó cinta adhesiva por toda la casa, demorándose unos cinco minutos o un poco más porque tenía flojera.

Se sorprendió que cuando regresó al cuarto, Hammett ya no estaba y sólo se encontraba sellado el regalo. Sin tomarle gran importancia, pegó la cinta de regalo y llamó a Newsted.

- ¿Y Kirk? -consultó el bajista.

- Ni idea -hundió los hombros-. ¿Se lo llevamos a su habitación?

- Acuérdate que ahora duerme en el cuarto de abajo... -recordó y James rechinó los dientes.

- Supongo que me ayudarás a bajar por las escaleras esta mierda, ¿no?

- Claro -sonrió de manera nerviosa.

Arrastraron la caja hasta llegar al borde de las escaleras, James suspiró agotado.

- Si esta mierda no fuera tan pesada, la cargaría -comentó, el otro se limitó a asentir sin más-. ¿Y si la tiramos cuesta abajo? 

- Se ve que es frágil, Kirk me lo dijo...

- Pff, él qué va a saber. Es negro y marica, para él TODO es frágil -rodó lo ojos y levantó un pie para prepararse con la intención de patear el presente.

- No creo que sea una buena idea, James... -murmuró preocupado Jason.

Entonces, el obsequio fue chuteado cuesta abajo, casi rodando por las escaleras.

- ¿Crees que se haya roto o dañado? -el frontman de Metallica hundió los hombros.

Ambos bajaron escaleras, de milagro la caja estaba intacta.

- ¿La cargamos mejor?

- Ok, Newkid.

Y eso hicieron, entre los dos se fueron quejando el resto del camino hasta la habitación de Lars por el peso de la caja, ¿cómo un regalo podía pesar tanto? Se quejaban además porque Kirk desapareció y no podría ayudarlos, aunque éste fuera un enclenque, demás que una ayudita les echaba.

Abrieron la puerta de una patada casi y dejaron el presente sobre el piso, frente a la cama. Encendieron la luz. De inmediato el baterista de cabellera castaña claro empezó a rezongar en medio del sueño, a moverse en la cama hasta que abrió de a poco los ojos hasta despertar bien.

 - ¿Ahh...? -murmuró con cara de muerto, los otros se aguantaron la risa.

- Feliz cumpleaños, Lars -dijeron los dos casi a unísono, con un segundo y medio de diferencia.

- ¿Ah? ¿Pa' mi? -asintieron con obviedad- ¿Qué jodido día es hoy? ¿Mi cumple? -frunció el ceño y ellos rieron por la cara de tonto que se gastaba. Se sentó en la cama y contempló la caja- ¡Dios! ¡Es enorme! ¿De quién es eso?

- De toda la banda... -ahora si hablaron a unísono.

- Ah... se lo han currao, a ver qué  tan bueno es -se levantó y bostezó lo más casual posible.

Justo en el momento en que abrió la caja, el "regalo" pegó un salto mientras gritaba "¡sorpresa!", cosa que hizo a Ulrich asustarse, se echó para atrás y el "regalo" le dio un cálido abrazo, el cual el morocho no se negó a corresponder.

Cuando se separaron, el cumpleañero pudo admirar mejor el regalo:

Kirk. Desnudo. Con una cinta de regalo cubriéndole sus partes.

Las intenciones estaban más que dadas.

Entretanto, los otros dos presentes ya les entraban las moscas a la boca de tan abierta que la tenían, ¿y cómo no? Ninguno se esperaba con que saliera su compañero de banda como Dios lo trajo al mundo y con una cinta que no dejaba mucho para la imaginación.

- Ehh... -balbuceó con torpeza Hetfield- ¿Perdón por arrojar la caja por la escalera? 

- No es nada, ni sentí el golpe -Kirk sonrió y volvió a abrazar a Lars, quién le devolvió el mismo gesto.

- Sí, se lo han currado -aseguró el baterista y le dio un beso en la mejilla a su novio-. Justo lo que yo quería.

James frunció el ceño por lo incómodo que se tornó el momento, a su vez que Jason miraba hacia otro lado, sintiendo que tocaba el violín allí.

- ¿Qué? Váyanse de acá -bufó Lars, apretujando a su regalo más contra su cuerpo-. Ya me entregaron el regalo, ahora déjenme jugar solas con él, ¿Oc? Oc.

Traumatizados, Hetfield y Newsted salieron de la habitación.

Buscaron un botiquín para sacar algodón y metérselo en las orejas para bloquear su sistema auditivo. Iba a ser una larga mañana y no creían poder sobrevivir si no se ponían algo para tapar sus oídos de lo que podría ser la mañana más ruidosa y candente que tendrían que soportar un día 26 de Diciembre.

Mientras unos gozaban, otros sufrían. Cada loco con su tema a final de cuentas.