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Capítulo 31. Pasado 2/2

Capítulo 31

MELODY

"BASADA EN HECHOS REALES" apareció en la pantalla cuando la película de terror terminó.

- ¿Me estás jodiendo? - me quejé y me acosté más en el sillón.

- Menos mal que es de día porque sino me estaría yendo a mirar una serie más humorística ahora mismo.- Jace rió y se levantó del sillón.- ¿A qué hora viene Eli?

Miré el reloj de mi celular - Dentro de una hora. Igual me tendría que empezar a preparar porque tengo la cena en la casa de mi padre.- me levanté del sillón pero Jace me alcanzó y me giró sobre mis talones para que lo enfrente.

- Quédate conmigo un rato más.- me besó y me acarició la cintura.

- Jace... tengo que ducharme.

- ¿Me puedo unir? - sonrió y volvió a besar mis labios.

Negué con la y me separé con él.- La ducha es tiempo mío.

- Que egoísta.- se hizo el ofendido y me dirigí hacia mi habitación sonriendo como una enamorada.

Jace Peterson, ¿qué carajo me hiciste?

(...)

Mientras limpiaba los platos después de la cena, escuché a mi padre despedirse de Kelly y sonreí porque parecían dos adolescentes enamorados.

Cruzó la puerta de la cocina y seguía sonriendo. Reí por lo bajo y seguí limpiando los platos.

- ¿Cómo van con Kelly? - pregunté cuando apagué el agua y me secaba la manos.

- Todo bien.- empezó a secar los platos y sonrió - No podría estar mejor.

- Me alegro - reí.

- ¿De qué te ríes?

- Parecen dos adolescentes.

- Así me siento. ¿Quién diría?

Reí y cuando me acerqué para secar los platos, el timbre sonó y me dirigí hacia la puerta. Al abrir la puerta me paro en seco y mi corazón saltó. Mi cuerpo no respondía aunque mi cabeza me decía que cierre la puerta.

Cuando mi madre quiso decir algo, mi cuerpo reaccionó cerré la puerta con toda mi fuerza haciendo un ruido increíble que sonó por toda la casa.

Mi padre llegó al living corriendo con cara de preocupación preguntadme qué había pasado y quién estaba en la puerta. Miró por el agujero de ésta y se alejó lentamente hasta llegar al sillón. Se tiró y se tapó la cara con las manos.

Parecía un sueño y quería golpearme varias veces para verificar que era la vida real, aunque no lo quiera que sea. Cerré mis ojos con fuerza y suspiré. Cuando los volví a abrir noté que mi padre ya no estaba en el sillón y lo escuché subir por las escaleras. Miré por el agujero de la puerta y noté que nadie estaba allí. Un lágrima quería salir por mi rostro pero recordé la promesa que me había ehh o cuando era pequeña; que nunca más iba a llorar por ella.

- ¿Dónde está tu papá? - Jace me preguntó cuando llegó a mi departamento y que le cuente por teléfono sobre la extraña visita.

- Tuvo que ir a trabajar.- se sentó a mi lado y me abrazó - Jace... tenías que ver la cara de mi padre, no la había visto esa expresión desde hace quince años. No sé qué hacer.- me tapé la cara con mis manos y me lavé re del sillón por lo nervios - ¿Por qué? ¿Por qué está acá? ¿Qué debe pensar? ¿Qué la vamos a perdonar después de todos éstos años?

- Melody... tal vez deberías escuchar que es lo que tiene para decir.- Negué con la cabeza y Jace se levantó para abrazarme. Una lágrima cayó por mi rostro y apoyé mi cabeza sobre el pecho de Jace - Te quiero ayudar cómo lo hiciste conmigo, Melody. Creo que es lo mejor, que la escuches.

Me separé de y más lágrimas caían por mi rostro - Eso era total diferente, Jace. Tú sabía que tus padres te amaban con todo su amor. Tus tíos te amaban con todo su amor. Ellos no decidieron dejarte. Ella si. Ella me dejó sola. A mi y a mi padre. Con tal sólo siete años...

- Te entiendo, Mel.- me volvió a abrazar y me secó la lágrimas con su pulgar - Pero tienes la oportunidad de volver a tener una madre. La deberías escuchar. Todo el mundo necesita una segunda oportunidad, tú me dijiste eso mismo con lo que me ayudaste, Mel.

Volví a negar con la cabeza - Después de todo lo que me hizo pasar, no creo que pueda Jace.- más lágrimas caían y cerré mis ojos con fuerza, sintiendo como mi garganta se cerraba lentamente.

(...)

Sabía que se acercaba la hora de que mi padre iba a llegar a casa, así que me dirigí hacia allí para poder estar con él. Estar juntos.

Abrí la puerta y me paré en seco al ver a mi madre con el hablando juntos en el sillón. Mi padre estaba en la mitad de gritar algo pero cuando me vio se cayó.

Bajé mi mirada porque se me hacía difícil mirarla a los ojos. Sentía las lágrimas que querían salir por mi rostro y como no quería que ella me viera llorar, salí corriendo hacia mi vieja habitación.

- Melody... - la voz de mi padre habló por el otro lado de la puerta - ¿puedo pasar?

Porque no contesté, mi padre abrió la puerta y me encontró sentada en mi cama. Se acercó a mi pero yo me levanté rápidamente y me dirigí hacia la ventana.

- ¿Qué hace acá? - pregunté sin mirarlo.

- Se la pasó todo el día en la puerta, esperándome. Se merece que la escuches, Melody.

Me giré hacia él enojada - ¿Cómo puedes decir eso? ¡Después de todo lo que nos hizo pasar?

- Melody... ella tiene muchas cosas para decir. Lo que nos hizo pasar nunca lo voy a olvidar, nunca. Cómo te lastimó nunca se lo voy a poder perdonar. Pero aún así, la escuché. Y creo que tienes que hacer lo mismo.

Lo escuché alejarse de mi y bajó por las escaleras. Dudé por unos segundos pero decidí seguirlo.

Bajé por las escaleras y cuando llegué al living ambos se giraron hacia mi. Bajé la mirada y me dirigí hacia el sillón dónde estaba sentado mi padre, y mi madre sentada en el sillón individual a nuestro costado.

- Melody... mírala, por favor.- mi padre me pidió en un susurro y me giré hacia él.

- ¿Sabes por qué no la puedo mirar, papá? - aunque no quería llorar enfrente de ella no pude evitar que las lágrimas salgan de mis ojos - Porque todo lo que me puedo acordar ahora mismo es de una niña de siete años sentada en éste mismo sillón al lado de su padre, imaginándose a su madre sentada ahí mismo. Deseando que ella vuelva. Todas las noches llorando, porque se dio cuenta que ella se fue porque no la quería... que iba a tener que hacer cosas yo sola. Cosas que una madre le enseña a su hija.- se me quebró la voz - con tal sólo siete años. Por eso no la puedo mirar.

Mi padre se quedó callado y volví a bajar mi mirada.

- Melody... - escuché su voz por primera vez después de quince años y mi corazón saltó.

- ¿Por qué? - la interrumpí y la miré. Sus ojos estaban tan rojos como los míos por estar llorando. Su mirada me hizo acordar a todos esos momentos que habíamos pasado juntas... pero que después se destrozan.

- Estaba asustada...

La volví a interrumpir - ¿Asustada? ¿Y qué? ¿Papá y yo no éramos lo suficientes para ayudarte o qué? - iba a decir algo pero no la dejé - ¿Sabes qué? Ni siquiera se porque te estoy hablando ahora mismo. ¡Nos dejaste por quince años! ¿Y crees que te voy a poder perdonar? Después de lo que una niña de siete años tuvo que aprender sola, cosas que se necesita a una madre. ¡Después de quince años! ¿Cómo te atreves? - me levanté del sillón y me dirigí hacia la puerta. Pero me paré en seco y me volvió a voltear hacia ella - ¿Cómo pudiste dormir sabiendo que tu propia hija no se podía acordar de tu rostro? Porque yo no pude, por meses.- lo mire a mi padre - No quiero hablar con ella. No puedo. No, por esa niña de siete años.- me voltee y crucé la puerta de salida.

(...)

- Papá, ya te lo dije.- le dije a mi padre por teléfono - No quiero escucharla. No puedo.

Jace me alcanzó una taza de té que me había preparado y se sentó a mi lado.

- Hija, se que no se lo merece. Pero créeme, es algo que debes escuchar.

- ¿Entonces si ya lo escuchaste por qué no me lo cuentas?

- Porque te lo tiene que decir ella, en persona.- tomé un sorbo de mi café y me froté el rostro.- El odio se te tiene que ir, en algún momento u otro.

- No la odio. Sólo... duele.- lágrimas quien salir pero las detuve.

- Si me quieres y confías en mi, hazme caso y escúchala. Por favor.- me acosté en el sillón y suspiré.

- Está bien.

Terminé la llamada después de despedirme de mi padre y Jace me abrazó.

- Tu padre tiene razón.

- Tendrías que estar de mi lado.- me acosté en su pecho y cerré los ojos.

- Si quiero lo mejor para ti, ésta vez no podría estar de tu lado.- besó mi frente y suspiré.

Mierda.

(...)

- Gracias por acompañarme. - le agradecía a Jace quien estaba a mi lado de piloto.

- No me tienes que agradecer, Melody.- me sonrió y sentí los nervios subir cuando Jace estacionó el auto.

Al encontrarnos los tres, le presenté a Jace y nos sentamos en una mesa alejada, pedí algo sencillo y la agradecimos al mesero.

- ¿Desde hace cuándo trabajas en la empresa, Jace? - mi madre le preguntó cuando el silencio se apoderó de la situación.

- Desde hace ya unos seis meses.

- Hace un montón, entonces. Por lo que me contaba su padre parecía aún más.- ella sonrió y sentí su mirada sobre mi - Melody... se que nunca me vas a perdonar. Pero te quería agradecer por escucharme.

- Entonces cuenta lo que me querías decir.- dije cortante mirándola.

- Seguro no te acuerdas, pero cuando tenías seis años mi padre quedó en cama. No se podía mover, no podía hacer nada. Así que lo teníamos que cuidar cada hora de cada día. No podía dejar a mi madre sola y no teníamos el dinero suficiente para poder pagar a una niñera. Así que me pasaba trabajado y cuidando a mi padre, y también cuidándote a ti. Me sentí terrible, no podía verte nunca. Era a la mañana bien temprano ir a trabajar, almorzar en casa, volver a trabajar y después cuidar a mi padre con mi madre hasta que se duerma. El único momento que tenía para verte era en el almuerzo. Pero al saber que estabas feliz eso me hacía seguir adelante. Pero, cuando cumpliste los siete años, papá murió, y días después mamá. Me quedé sin mis dos padres en menos de diez días. - Jace bajó su mirada sabiendo a la perfección como mi madre se hubieses sentido en ese momento - Entré en una depresión bastante grande. Tomaba alcohol, pastillas para dormir, no comía porque no tenía hambre. Me desmayaba más de tres veces por día. Tu padre intentó todo lo que pudo para ayudarme, pero el no sabía lo mal que estaba ya que le ocultaba cosas. No era una buena madre, y eso me deprimía más. Por eso... decidí dejarlos. Tenía miedo de lastimarlos. No me podría perdonar a mi misma si lo hiciera. Así que me fui. Me arrepiento de no volver antes, pero nunca me pude curar por completo. Me lastimé mucho a mi y a mi cuerpo esos meses después de que mis padres fallecieron. Pero, desde hace un año es que estuve limpia. Nada de nada. Quería volver tanto, tenía tantas ganas. Pero sabía que me ibas a odiar, como lo hiciste.

Lágrimas y más lágrimas caían por mi rostro y sentía las manos de Jace acariciando mi espalda. Me sentía horrible. Nunca va a poder reparar el dolor que yo sentí cuando era pequeña, pero sabiendo el lado de mi madre en la historia algo dentro de mi cambió. Algo que sabia que se cambió para el bien.

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"Es difícil entender que tus padres también son humanos"
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