Capítulo 25. Renuncia.
Capítulo 25
MELODY
- ¡que lindo! - Eli se tiró en el sillón de nuestro nuevo apartamento.
Reí y me tiré a su lado.
- ¿quieres pedir una pizza así miramos una película y estrenamos nuestro nuevo hogar? - asentí y Eli se levantó del sillón. Después de pedir una pizza se volvió a tirar a mi lado - ¿qué planeas hacer, Mel?
Entendí a lo que se refería y me encogí de hombros - creo que voy a renunciar.
-¿enserio?
Asentí - va a ser difícil, pero es lo mejor.
Eli asintió - si, no puedes seguir así.
- va a ser raro no tener que ir, he estado ahí desde hace cuatro años.
- no estés mal, es un buen trabajo pero no es lo tuyo. El ballet lo es. Además, no es que con la gente que más te llevas no los vas a ver más, eres amiga con Jace, y Kelly... es como tu madre... literal. Así que - se encogió de hombros.
- si - sonreí - tienes razón.
(...)
Mi último día último día llegó y sentía que cada cosa que hacía me emocionaba.
Me iba a servir café, me emocionaba.
Prender la computadora, me emocionaba.
Girar mi silla y ver a Kelly trabajar, me emocionaba.
¡Hasta ir al baño me emocionaba!
- te vamos a extrañar - el señor Anderson se me acercó y me abrazó - fuiste muy buena con tu trabajo y responsable, la empresa nunca te va a olvidar - sonrió.
- Gracias, yo también los voy a extrañar - sonreí y asentí.- ahora, me voy al baño por última vez.- dije viendo el reloj y que la hora de mi salida estaba por llegar.
Cuando llegué al baño ese olor que la señora de la limpieza dejaba llegó a mis fosas nasales y... me emocioné. ¡no me juzguen! ¡No iba a sentir éste olor nunca más!
Si que eres dramática.
Cuando salí, le dije un adiós imaginario al baño y también a la cafetera, que me salvó varios días. Estaba lista para decirle adiós a mi escritorio...
- ¡sorpresa! - gritos me hicieron saltar del susto y me llevé la mano al pecho. Sonreí y noté un cartel que decía 'te vamos a extrañar' y a Kelly sosteniendo una pequeña torta.
- ¡Gracias! ¿Cómo prepararon esto tan rápido?
- te conozco - Kelly se me acercó - sabía que te ibas a tomar tu tiempo en el baño. - sonrió y me abrazó.
Luego de comer la torta y de despedirme de los demás compañeros y de decir una y otra vez que iba seguir yendo a las cenas lo jueves, llegue a Jace.
- voy a extrañar verte todos los días.- sonrió y lo abracé. - y más tu mal humor, ¿quién más me va a desafiar para sacarle una sonrisa?
Sonreí - mi mal humor y yo te invitamos a que vengas cuando quieras.
- encantado - miró mis labios y noté como se empezó a acercar hasta mi.
- prácticamente - lo detuvo y sonreí - sigo trabajando acá hasta que salga de la puerta.
Jace sonrió a medias y bajó su mirada - tienes razón, entonces... ahora que estás más libre ¿me aceptas otra cita?
Sonreí - encantada - imité su tono.
- así que ahora me imitas - se hizo el ofendido - yo no sueno así.
- Cómo digas - reí.
Se me quedó mirando y sonrió - tienes una linda sonrisa, ¿alguna vez te lo dijeron?
Me sorprendí y bajé mi mirada - no, pero gracias - sonreí.
¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta!
(...)
- ¡hombre! ¿Te puedes calmar? - le dije a mi padre que caminaba de izquierda a derecha - ¿se puede saber por qué estás tan nervioso? Si ya los conoces a los hijos de Kelly.
- ¡si! Pero es la primera vez que vamos a tener una cena así. Si camino así me calmo, así que déjame.
- tienes la corbata mal puesta - me acerqué y se la arreglé.- tranquilízate, todo va a salir bien. No te preocupes.
Mi padre suspiró y él timbre sonó. Me dirigí hacia la puerta y dejé a la familia de Kelly entrar.
- ¿cómo andan? - les pregunté cuando mi padre entró al living.
- bien - Jackson contestó con una sonrisa.
El resto de la cena nos la habíamos pasando riendo y conociéndonos entre nosotros. Jonathan ya estaba por empezar la facultad para estudiar arquitectura y podía notar como Kelly se emocionaba a al escuchar su primer hijo sobre la universidad. Jackson, quien estaba todavía en la mitad de la secundaria, nos contaba cómo para él ya era especialista en computadoras. Empezó a usar palabras que no tenía idea que significan y por eso le creí. Y después, Julie, quien estaba en su último grado de primaria, hablaba... de mil de cosas. No paraba de hablar y de sonreír, era la niña más alegre que había conocido en toda mi vida.
Cada tanto miraba a mi padre quien sonreía toda la cena, supuse que todos sus nervios se habían ido cuando todos empezamos a hablar. Él y Kelly se miraban y sonreían, y hacían que yo sonriera por ellos.
Se los notaba feliz, y eso me hacía feliz a mi. A mi padre no lo había visto éste contento hace varios años. Notaba cómo Kelly lo hacia feliz y quería agradece a al destino por unirlos.
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"ver a mis seres queridos felices está en la lista de cosas que me hacen feliz"
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