Capítulo 21. Fin de semana.
Capítulo 21
MELODY
- ¿crees que cinco remeras está bien? - dije mientras miraba mi bolso sobre mi cama.
Eli asintió - te vas un fin de semana, creo que está bien.
Asentí - la verdad que lo necesito esto. - sonreí y suspiré.
Eli sonrió - pero no hagas nada alocado - me apuntó con el dedo índice.
Reí - me voy con mis compañeros de trabajo, ¿qué cosa alocada puedo hacer?
Se encogió de hombros - que se yo. Los adolescentes de ahora... - movió su mano de un lado al otro y suspiró.
- no te preocupes - reí - nada va a pasar.
(...)
Acomodé mi bolso en el micro que nos llevaba hasta el hotel y subí para poder sentarme con Kelly, pero cuando llegué hasta su asiento noté que tenía más de tres bolsos a su lado.
- el jefe me dejo sus bolsos para cuidar, te puedes sentar con Jace.- sonrió y señaló con su cabeza a Jace quien estaba sentado atrás.
La fulminé con la mirada, sabía que lo estaba haciendo a propósito porque fácilmente podía poner los bolsos con Jace, así yo me sentaba con ella.
- que ahora estés saliendo con mi padre no significa que no me caigas mal - susurré y le saqué la lengua.
Kelly sonrió y se sentó en su asiento guiñándome el ojo. Me senté al lado de Jace después de poner mi mochila debajo del asiento. Me sonrió y sacó un paquete de papas fritas de su mochila.
- ¿quieres?
Asentí - ¿trajiste comida?
- si, es una hora y media de viaje. Necesito alimento.
Reí - si que va a ser un viaje divertido.
(...)
Después de dormir lo que quedaba del viaje, Kelly nos despertó a mi y a Jace y nos bajamos del micro. Agarramos nuestros respectivos bolsos y cada uno se fue a la habitación que le dieron. Con Kelly siempre compartíamos habitación así que ambas subimos la ascensor para el piso tres. Dejamos nuestros bolsos y enseguida nos pusimos ropa cómoda para la playa.
Bajamos a la planta baja y nos encontramos con un grupo agrande que ya iba a la playa. Jace hablaba entretenidamente con Lucy y mi corazón saltó. Bajé mi mirada y salí con Kelly para ir a la playa.
Al llegar, estiramos unas lonas y nos sentamos en la arena. El viento me golpeaba la cara y hacia que mi pelo se mueva al compás de como se movía. El sonido de las olas me relajaba y cerré mis ojos. Cuando los volví a abrir, mi mirada se dirigió hacia Jace, quien estaba a mi derecha, sacándose su remera para meterse al agua.
Mamita sea.
Sus tatuajes quedaron al aire y mi vista los apreció. Sus músculos se podían ver a kilómetros y se notaba que iba al gimnasio. Rió por algo que dijo el señor Anderson y mi corazón volvió a saltar. Mi mirada lo siguió cuando se dirigió hasta el mar, en su espalda tenía otro gigante tatuaje y parecía como si estuviera admirando arte.
- ¡Mel! ¿quieres meterte? - Kelly me sacó de mis pensamientos y me giré hacia ella.
- está bien, prefiero quedarme acá leyendo. - saqué el libro que estaba leyendo actualmente y Kelly asintió dirigiéndose hacia donde estaban todos.
Después de un rato y de leer algunos capítulos, levanté la mirada y enseguida me crucé con Jace quien venía caminando hacia mi. Volví a bajar mi mirada rápidamente hacia el libro.
- Mel... - se sentó a mi lado - deberías meterte. Está linda el agua.
- está bien - asentí y traté de volver mi atención al libro pero era imposible ya que tener su cuerpo sin remera a mi lado hacia que no pueda concentrarme.
- ¿quieres un abrazo? - Jace preguntó.
Me giré hacia él con cara de confusión y lo vi con los brazos abiertos y noté que estaba todo mojado.
- no, gracias - sonreí y volví a mi libro.
- ¡dale! - se me acercó a mi y cerré mi libro rápidamente y lo tiré a mi lado.
- ¡no, Jace! - me levanté riendo.
- ¡dale! ¿No quieres un abrazo del querido Jace? ¡Me ofendes! - empecé a caminar más rápido pero él me alcanzaba con facilidad.
- ¡Jace! - puse mis manos en su pecho y traté de hacer fuerza para que se alejara pero mi esfuerzo fue en vano ya que a los segundos lo tenía a Jace rodeándome con sus brazos.
El agua llegó a mis cuerpo y reí. Su cuerpo calentó el mío y sentí como ya mis pies no sentíamos más la arena y Jace me ponía en sus hombros.
- ¡Jace! ¡Bájame! - quería enojarme pero no podía evitar reír.
- ¡Jace! - Kelly decía entre risas.
De inmediato sentí el agua tocar mi cuerpo y sentí un escalofrío por el agua fría.
- ¡Jace! ¡Te odio! - reí.
- te lo mereces, ¡me ofendiste cuando no quisiste mi abrazo! - Jace rió y lo salpiqué.
Después de estar un rato en el agua, todos decidimos jugar un partido de volley-ball. Aunque no era para nada buena, decidí unirme y armamos dos equipos.
Al terminar y cuando estábamos todos cansados, todos volvimos el grupo al hotel. Con Kelly me dirigí hacia nuestra habitación y nos preparamos para la cena que el hotel tenía preparados para nosotros.
La cena era increíble, siempre me sorprendían por la comida maravillosa que hacían y terminábamos felicitando a los chefs.
Se escuchaban risas y murmullos que salían de donde estábamos nosotros. Cuando terminamos de cenar, todos volvieron a sus habitaciones temprano ya que mañana nos levantamos temprano. Pero yo decidí disfrutar un poco más de ésta noche llena de estrellas y me dirigí hacia la playa para poder caminar por la orilla.
Eso siempre me relajaba y me hacía pensar en miles de cosas. Cuando empecé a caminar miré al cielo y después de unos minutos sentí un cuerpo llegar a mi lado.
- ¿te molesta si te acompaño? - Jace me preguntó.
- no, está bien - sonreí y seguí caminado seguida por Jace.
- ¿así que... cuando te mudas con Eli?
- primero tenemos que buscar departamento, espero encontrar rápido.
- me acuerdo cuando con Félix buscábamos departamento, nos llevó unos cuántos meses.
- ¿y Zane?
- Zane llegó después. Lo conocimos en las carreras, nos llevamos bien y nos comentó que estaba buscando lugar para vivir. Y le ofrecimos venir con nosotros. Ahora somos muy buenos amigos. - sonrió.
Asentí - son fácil de gustar. - reí.
- tienen sus cosas, pero son mi familia. - Jace sonrió mirando la arena y sonreí.
Después de caminar un rato en silencio decidí parar ya que nos estábamos alejando mucho y me quedé en el lugar admirando las estrellas.
- si que son bonitas las estrellas.- comenté y Jace asintió.
- si. - dijo casi en un susurro y giré mi mirada hacia él. - son hermosas.
Sonreí. Jace dirigió su mirada hacia mis labios e inconscientemente los lamí. Noté como se empezó a acercar a mi pero por alguna razón volví a girar mi mirada hacia las estrellas.
- deberíamos volver, se está haciendo tarde. - dije empezando a caminar.
Jace asintió y me siguió.
¿Qué acaba de pasar? ¿Me quería besar? ¿Por qué me corrí? ¿Lo quería besar?
¡Diablos!
(...)
El agua caliente del jacuzzi llegó a mis cuerpo cuando me metí al lado de Kelly. Cerré mis ojos y estiré mi cabeza para atrás. Unas risas llegaron a mis oídos y abrí mis ojos. Jace y Lucy entraron a donde estábamos nosotros y hablaban entretenidamente. Mi corazón saltó y me odié a mi misma por eso.
Un cuerpo llegó a mi lado y giré mi mirada hacia éste. Un chico que no había visto antes me sonrió y le sonreí de vuelta.
- James - se presentó.
- Melody - sonreí.
- ¿vienes con la empresa? - asentí - no pensé que alguien tan joven y bonita sea parte de alguna empresa así.
- ¿así como? - levanté una ceja.
- no lo dije como algo malo... - dijo rápidamente - sólo que... perdón, digo cualquier cosa cuando estoy al lado de chicas bonitas. - sonrió.
- deberías parar con las frases de coqueteo - reí y volví a acomodarme en el jacuzzi.
- perdón.
- y con decir tanto perdón. - bromeé y el chico rió.
Las risas de Jace y Lucy volvieron a mis oídos y rodeé los ojos. Me levanté del jacuzzi y me dirigí hacia mi habitación.
Una vez que crucé la puerta cerré los ojos con fuerza y me golpeé la frente con la palma de mi mano.
¿Por qué mierda me sentía así?
¡Dios! ¡Cálmate! ¡¿Qué mierda te pasa?!
Suspiré con fuerza y me dirigí hacia la puerta para poder volver, pero el golpe llamando en la puerta me sobresaltó y la abrí.
- ¿Mel, estás bien? - Jace me preguntó.
- si, ¿por qué estaría mal?
- te vi saliendo rápidamente, pensé que te había pasado algo.
- no, no tienes que vigilarme como a una nena. - levanté una ceja.
- es que...
- puedes volver con Lucy, ahora. - cuando lo dije inmediatamente me arrepentí.
- ¿qué? - iba a decir algo más pero se detuvo - y vos podrías volver con tu chico del jacuzzi.
- ¿qué?
- si, con el que hablabas entre risas.
- ¿eh? ¡No lo conozco!
- pero parecía que lo conocías bastante - empezó a elevar su voz y se calmó suspirando - ¿qué mierda nos está pasando?
No sabía que decir. Las palabras no sabían aunque mi corazón iba mil por hora. Jace se empezó a acercar y mi cuerpo no me respondía. Miré sus labios y en seguida sentí su respiración mezclándose con la mía.
- ¿te acuerdas nuestro primer beso? - acarició mi mejilla con su pulgar y cerré mis ojos con fuerza.- porque yo últimamente no me lo puedo sacar de mi mente...
Al ver que yo no respondía, Jace eliminó la distancia que nos separaba y nos unió en un beso.
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"si te esfuerzas, la tormenta se puede convertir en un arcoíris"
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