Capítulo 11.

MELODY

Empecé a preparar la cena con tiempo de sobra, estaba emocionada con el reencuentro de mi padre y Kelly.

Había preparado unos fideos con una salsa que aprendí en un show de cocina, y quedó como la famosa salsa de Melody.

— ¿estoy bien así? - mi padre apareció en la cocina con una camisa color celeste y un pantalón negro en combinación con sus zapatos.

— Estás perfecto.- sonreí.

— Tengo que ser honesto - se acercó a mi — estoy algo nervioso.

Yo sonreí — No tienes porqué estar nervioso, sólo sé tú mismo y todo va a salir bien. No puedo creer que le estoy dando consejos de amor a mi padre.- sonreí y mi padre rió.

— Aunque no lo creas, yo era todo un galán en la secundaria. Las chicas caían a mis pies.- yo reí — ¡No te rías! Es verdad, era capitán del equipo de baloncesto y las chicas amaban eso.- hizo una sonrisa de galán y yo volví a reír — ¿hiciste la famosa salsa?

— Sabes que siempre la hago para ocaciones especiales. Pa, ¿puedes poner la mesa? Así yo me voy a cambiar.- mi padre asintió y yo me dirigí hacia mi habitación para cambiarme.

Bajé en seguida después de prepararme y miré la mesa que había preparado mi padre, pero noté que había puesto sólo tres platos.

¡Diablos! ¡No le dije que venía Jace!

— Papá.- lo llamé y éste se giró hacia mi.

— ¿Te gusta cómo preparé la mesa?

Asentí — Está perfecta. Pero... tienes que agregar otro plato...- dije sonriendo a medias.

— ¿Por qué? - preguntó confundido.

— Un compañero nuevo escuchó que la había invitado a Kelly y ella lo invitó, pensando que era cena de compañeros de local.

Mi papá rió — Si que no serías una buena espía, no piensas muy a fondo tus planes.

Me hice la ofendida — ¿qué sabía que iba a estar escuchando? No quería que Kelly dijera que no sabiendo la verdadera razón por la que la invité.

— Está bien, cuántos más mejor.- me dio un beso en la frente y en ese minuto el timbre sonó. Mi padre suspiró nervioso y yo sonreí.

— Tranquilo.- lo abracé y me dirigí para la puerta.

La abrí y me encontré con Jace, quien vestía una chaqueta marrón oscuro, que combinaba con su remera y botas. Diablos, si que sabía vestirse.

— Hola.- sonrió y me miró de arriba abajo.

Ugh, idiota.

¿Idiota? ¿Un chico ASÍ te mira y le decís idiota?

Sh.

— Hola, Jace. Pasa.- me corrí hacia un lado para que pudiera pasar y cerré la puerta una vez que entró.

— Linda casa.- dijo mientras miraba a su alrededor. Miró la botella de vino que tenía en sus manos y me la estiró — Espero que les guste.- sonrió.

Ay, que tierno.

Cállate conciencia, no digas estupideces.

— Gracias, Jace.- le sonreí a medias y mi padre apareció por la cocina.

— Jace, el es mi padre, papá, él en Jace. El compañero nuevo.- los presenté y se estrecharon la mano.

— Un gusto, señor Parker.

— Jace, el gusto es mío. Así que, ¿fan de los autos, eh?

No no... ya escuchaba bastante de autos todo el día en el trabajo, no necesito también en la casa.

¿Kelly dónde carajos estás?

Gracias a Dios, el timbre sonó y me dirigí rápidamente hacia la puerta.

— ¡Kelly! - la abracé.

Después de que mi padre y Jace hablen sobre autos, serví la cena y noté como mi padre y Kelly se tiraban miradas de vez en cuando.

— Esto está delicioso, Mel.- Kelly comentó mientras se metía un buen bocado de fideos en su boca.

— si, ¿dónde aprendiste a cocinar? - Jace preguntó con una sonrisa en su rostro.

Ugh, la verdad que quiero borrarle esa sonrisa de arrogante de la cara.

Ay, cállate que te encanta.

— Programas de television.- me encogí de hombros y sonreí.

— Así que, Kelly, Melody me comentó que tienes tres hijos.

Kelly asintió — Jonathan, quien tiene 20. Después está Jackson, quien tiene 15 y Julie, con 12.

— Ahora que lo pienso, hemos sido compañeras de local por cuatro años y creo que los he visto solo una vez.- apreté mis labios pensando — Si, solo una vez.- asentí.

— Deberías traerlos para otra cena, Kelly. Me encantaría conocerlos.- mi padre sonrió y Kelly asintió contenta.

Sonreí y me giré hacia Jace, quien me miraba levantando una ceja pero confundido, sobre Kelly y mi padre.

La cena siguió excelente, temas tras tema. Y mi padre y Kelly tenían un montón de cosas en común, ambos empezaron a ser padres solteros cuando sus hijos eran pequeños. Les gustaba la misma clase de música, ya que venían de la misma época y recordaban varias cosas sobre ésta.

Después de terminar, empecé a levantar los platos.

— Déjame ayudarte.- mi padre se ofreció a ayudarme.

— Oh, no déjame. Ustedes dos sigan hablando.- Jace detuvo a mi padre y sonrió. Me dirigió una mirada y empezó a levantar los platos.

Me dirigí hacia la cocina seguida por Jace y puse los platos en la lavadora.

— Si que tu padre y Kelly se llevan bien.- Jace se apoyó en la encimera a mi lado, mientras yo preparaba el helado.- no sabía que se conocían desde hace cuatro años con Kelly.

Asentí — Empecé a trabajar cuando tenía 17 años.

— Oh - noté que Jace dudó en preguntarme algo pero se detuvo —¿quién lo diría? Tu padre y Kelly, ¿te lo imaginas?

Yo reí — Mi padre no sale a citas desde hace años, quise hacer algo lindo. Cuando se conocieron noté algo entre ellos dos.

— ¿ahora eres cupido? - Jace rió.

Rodé los ojos y sonreí — Debería dejar de serlo, porque a mi no me está dando suerte.

Al segundo que dije esas palabras me arrepentí. ¿Por qué le diría al chico con el que "salí" una vez, que no tengo suerte con los chicos?

Pensé que lo odiabas y que no te importaba saber nada de él.

¿Por qué nunca estás de mi lado?

— Lo romántico no es lo mío.- Jace se encogió de hombros y rió — Soy más del grupo de las fiestas y... lo informal.

¿Por qué mierda me está diciendo esto?

Me giré hacia él y me detuve en seco, ya que su cuerpo estaba enfrente mío apoyado en la encimera a centímetros de mi cuerpo. Jace no movió ni un pelo y yo intencionalmente miré sus labios, eran de un color rosado oscuro y tenían un poco de brillo. Jace suspiró y bajó su mirada.

— Creo que deberíamos volver, el helado ya se va a derretir.

— Claro.- dije desconcertada y me giré para agarrar las cosas para el postre.

¿Qué carajos acaba de pasar?

(...)

La alarma sonó y lo único que quería hacer era apagarla y volver a cerrar los ojos para poder volver a dormir. Puse posponer, pero parecieron segundos cuando la alarma volvió a sonar.

Gruñí por lo bajo y apagué la alarma, me levanté lentamente de la cama y me dirigí al baño. Me miré en el espejo y parecía un zombie de la serie The Walking Dead.

Me bañé lo más rápido posible y después de cambiarme, me dirigí a la cocina para poder preparar mi desayuno. Pero cuando bajé una gran sorpresa me esperaba.

—Papá... - dije cuando vi la mesa llena de comida.

— Hoy tengo que entrar más tarde y pensé en sorprenderte con el desayuno.- sonrió y yo caminé para abrazarlo.

— ¿hace cuánto que no desayunábamos juntos? - pregunté una vez que me senté y empecé a comer medialunas.

— Desde hace varios meses, princesa. Los extrañaba.- sonrió.

— Yo más.- dije tomando un sorbo de mi café — Alguien está contento por cómo fue ayer la cena... - levanté una ceja inocente y sonreí.

— No seas - mi papá rió — La pasamos bien, pero no creo que ella quiera salir conmigo.

— ¿pero por qué lo dices?

— No lo sé...

— ¿Acaso ella te lo dijo? ¿O te dio alguna señal?

— No...

— ¿entonces? - papá suspiró — ¿tienes miedo, verdad?

— Un poco... ayer, cuando tú y Jace se fueron a buscar el postre, Kelly y yo nos quedamos hablando y hablando. Me encantó ese momento, y le quería preguntar para salir, pero... hubo algo dentro que... - iba a decir algo pero se detuvo.

— ¿qué?

— Nada, nada.- siguió comiendo su desayuno — No quiero aburrirte con problemas de gente vieja.

— ¡Papá! Esta bien, pero sabes que puedes hablar conmigo.- mi padre sonrió y yo asentí comiendo mi desayuno — ¡diablos papá! si que eres bueno para hacer desayunos.

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"¿por qué los sentimientos son tan confusos?"
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