Capítulo 10.

MELODY

Creo que no tuve una semana tan mala como ésta hace meses.

Primero que nada; el ballet. Todos los días eran un desafía distinto. Las audiciones se acercaban y mi entrenadora no me daba ni un minuto de descanso. Ya estaba acostumbrada a vivir con el dolor en mi cuerpo, pero sentía que no podía más y que necesitaba un descanso.

Segundo; el trabajo. Hemos tenido muchos clientes nuevos. Aunque eso sea genial para la compañía, significa aún más papales que llenar y más horas extras. Y no nos olvidemos del galán nuevo, Jace Peterson. Quien ésta semana se convirtió en el idiota más grande del universo.

Todos lo amaban, su arrogancia en el trabajo aumentaba día tras día. Definitivamente el chico con el que tome un café era otro. Éste era el gemelo malvado. Pero lamentablemente, eso sólo pasa en las películas. Éste Jace Peterson que tenía adelante ahora mismo no era el mismo que hace unas semanas.

¿Qué mierda había pasado con el chico con el cual podía hablar por horas?

Lo único que me ponía de buen humor era saber que mañana a la noche era la cena con Kelly y mi padre.

— ¿a qué hora paso mañana? - Kelly preguntó tratando de sonar indiferente.

Sonreí mirando para abajo y dirigí mi mirada hacia ella — ¿a las ocho y media te parece?

Kelly asintió y sonrió. Quería burlarme de ella juguetonamente y  decirle que estaba nerviosa pero sabía que iba a salir con lo mismo de siempre; "¡no digas pavadas, Melody!"

Seguí con mi trabajo cuando la campana de la puerta sonó y pude ver a el señor Anderson entrar. Lo saludé una vez que llegó a mi escritorio.

— ¿dónde está el señor Peterson? - preguntó.

Me encogí de hombros y miré a Kelly, quien le indicó que estaba mirando uno de los autos en la vidriera. A los minutos el señor Anderson apareció seguido por Jace. No pude evitar admirar su traje. Diablos, si que estaba atractivo. El traje le quedaba a la perfección y dejaba ver sus tatuajes de las muñecas. Tenía el primer botón de la camisa desabrochando y dejaba ver un poco del tatuaje del pecho...

¡Contrólate, quieres!

Miré mi atuendo y me fijé en mi pantalón negro y mi camisa básica blanca. Mi pelo estaba atado en un rodete bajo, y no tenía nada de maquillaje. Quería que la tierra me tragara al ver mi aspecto. Nunca me había arreglado mucho para el trabajo, un pantalón y una camisa era suficiente para mi, total, estaba siempre atrás de un escritorio. Gracias a Dios no nos exigían ir tan formal al trabajo, porque a la mañana ni ganas de arreglarme. Pero al ver a Jace tan formal me daban ganas de ir a comprarme un vestido, maquillaje y arreglarme para dejar bocas abiertas.

Me giré hacia Kelly y miré su atuendo, ella siempre estaba lo más formal posible. Y ahora que lo pienso, nunca la había visto sin maquillaje.

— Kelly - la llamé y ésta se giro hacia mi — ¿qué es lo que te da fuerza para arreglarte a la mañana?

Kelly rió — Cuando me veo en el espejo y me siento bien.- me guiñó el ojo — Me visto para mi misma.

Huh, buen consejo.

— ¿y qué me pongo mañana? ¿Voy formal?

— Como más te guste.- me encogí de hombros pero en el fondo quería aplaudir emocionada como cupido.

— ¿tienen algo mañana? - Jace apareció en frente de mi escritorio

— Melody me invitó a su casa a cenar... - Kelly me sonrió y levantó una ceja — uh, ¿qué me dices si vienes Jace?

La miré a Kelly con cara de "¿que mierda estás haciendo?"

— Oh, no quiero meterme.- Jace volvió a sonreír.

Maldita sea.

Que Satán prenda fuego mis próximas palabras.

— No, por favor. No te estarías metiendo; eres parte de nuestro grupo... - dije sonriente y la sonrisa de Jace se abrió aún más.

— Perfecto.- me guiñó el ojo y se dirigió por donde había venido.

— ¿qué mierda fue eso?

Kelly solo se encogió de hombros y sonrió, antes de volver a su trabajo.

Diablos, ahora no solo lo tenía que aguantar en el trabajo si no también en mi casa.

Genial.

(...)

¿Pero cómo mierda se compra esto?

¡Tienen miles de tonos de piel!

¿¡Como se supone que averigüe cuál es la mía!?

¿Qué no hay nadie en este lugar para que me salve de ésta miseria?

Después de comprar algunas cosas de maquillaje gracias a la ayuda de una amigable vendedora, me dirigí hacia unas tiendas más de ropa.

Llegué a mi casa con miles de bolsas en mano y la llamé a Eli.

— Código rojo.- dije cuando Eli atendió el teléfono.

— En cinco estoy en tu casa.- reí y colgué el teléfono.

Y así fue, a los cinco minutos Eli ya estaba en la puerta de mi casa, con unos pantalones que le quedaban enormes al igual que su remera.

— Date cuenta lo mucho que te amo que salí así por el código rojo.- Eli comentó y yo reí — Ahora, ¿qué pasó?

— Necesito que me enseñes a maquillarme.

Eli abrió sus ojos como platos y alzó sus manos al cielo — ¡nunca creí que éste día llegaría! - reí por lo exagerada que estaba siendo Eli y le di todo lo que había comprado.

Después de horas y horas de una clase de maquillaje, pude aprender algunas cosas. Pero eso no significa que no me vea como un payaso cuando me maquille.

— Listo, ya estás lista para que mañana a la mañana te puedas hacer tu maquillaje.- Eli sonrió mirándome en el espejo.

— ¿segura? - pregunté haciendo una mueca.

— Si lo crees lo puedes hacer.- asintió.

Suspiré y me miré en el espejo.- ¿y te gusta la ropa que compre?

— Si no te conociera diría que eres una modista.- Eli sonrió asintiendo y haciendo una mueca de aprobación.

Ahora lo único que quedaba era despertarme más temprano para poder hacer todo el arreglo.

Eso... si que me va a costar.

JACE

Que trabajo de puta madre.

Estaba rodeado de autos todo el tiempo y me pegaban por eso. Algo mejor no podía pedir.

Mientras prestaba atención a uno de los autos blancos que estaba a la venta, la campana de la puerta sonó y Melody apareció en mi vista.

Maldita sea, si que estaba atractiva. Llevaba algo más formal hoy, caminaba con más confianza mientras sonreía y se acercaba a su escritorio. Después de saludar a Kelly, se sentó y pude notar bien su rostro ya que estaba sentada, por primera vez note sus largas pestañas, tenían un color más negro que hacían que se le noten más. Llevaba un color rojo en sus labios... diablos.

Dile que se ve bonita.

No.

¿Por qué no?

Porque no, y listo.

Eres un idiota orgulloso.

Somos la misma persona, así que calla.

MELODY

Kelly tenía razón. La manera en que me sentía era con más confianza. Lo que me costó prepararme hoy a la mañana no lo pienso repetir, así que hoy va a ser el único día que venga así de arreglada. Pero Jace se me había ido de la mente hace rato, ya no quería vestirme bien porque él se vestía bien, si no porque me hace sentir bien. Me gustaba lo que veía en el espejo, pero eso no significa que la otra Melody era menos... sólo; me gustan las dos.

Me giré hacia éste y me encontré con su mirada, pero enseguida la corrió. Sonreí por lo bajo.

Jace, si prefieres a la otra chica; perfecto. Pero mira lo que te pierdes...

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"miles de veces me han preguntado por qué me visto de una manera si no quiero que los hombres me miren... me visto así porque me hacen sentir confianza... me visto para mi misma y nadie más"
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