ᚐ҉ᚐ 13
La cena fue bien. Perfecta si le preguntaban a Chan. Comieron un poco de pescado a la plancha con una salsa de champiñones y una buena Coca-Cola. Hablaron de muchas cosas, como por ejemplo de cómo le iba en la escuela al rizado.
Ahora, se encontraban sentados en un puente a pedido de Jeongin. Se veía sereno, pero su mirada tenía un tinte de tristeza. Él fumaba tranquilo su cigarrillo de marihuana mientras Chan veía los autos pasar debajo de ellos.
—Mi papá solía traerme aquí cuando tenía como 15 años —el castaño habló. Desde que habían llegado al lugar ninguno había dicho algo—. Nos sentábamos aquí y sacaba uno de estos, lo prendía y lo fumábamos. Siempre me decía que necesitaba hacerme un hombre y olvidar todas esas cosas gays —rio sin gracia—. Era sólo un niño.
—Hmm, debió ser duro.
Jeongin asintió.
—Dijo que, si algún día me descubría con un chico o algo así, él mismo se encargaría de traerme hasta aquí y empujarme al vacío. Yo sólo temblaba y juraba que lo olvidaría. Después de eso comenzó a llevarme a las carreras de motos y esas cosas de hombres. Voy a ser sincero, me encantaron.
—Ya lo creo.
—Sí, mi madre no quiso, pero al final aceptó. Todo... pasó tan rápido, sólo recuerdo a papá gritándole a Wheein que era una zorra ofrecida por haberse embarazado de alguien mayor. Y que en un futuro nadie iba a querer a una puta con una carga, después de eso, salió por la puerta. Sólo así, no se llevó nada y nunca volvió por algo.
Paró de hablar, dándole una larga calada al porro, sintiendo como sus pulmones se llenaban del humo haciéndolo sentir relajado y menos pesado.
—Hoy lo vi. Lucía feliz, estaba con un bebé como de dos años, jugaba y reía con él. Y.... sentí ¿envidia? Creo que sí, porque yo siempre quise ser bueno para él, pero nunca lo logré. Siempre había algo que él no aceptaba. Desde mis calificaciones hasta mi forma de vestir. Esa es una de las razones por las que dejé la escuela. ¿Te estoy aburriendo? Perdón, pero siento la necesidad de decirlo.
Chan negó rápidamente.
—No. Nunca. Al contrario, me gusta que me cuentes eso. Eso significa que confías en mí, creo.
—Siempre me preguntas por Hyunjin. Y no te digo porque en verdad me da vergüenza hablar sobre eso. Fui muy estúpido, ¿sabes? Por eso nunca lo cuento. Pero... creo que es hora de hablar de esto... sólo Minho lo sabe, agradezco que nunca le haya contado mucho a Jisung.
—No, si no quieres no tienes por qué.
—Estoy bien. Quiero hacerlo.
Dijo y apagó el cigarro, guardando lo que restaba en el bolsillo de su chaqueta.
—Conocí a Hyunjin cuando tenía catorce en un bar gay, sólo no preguntes cómo llegué ahí. Él tenía como unos 20, bastante mayor. El caso es que esa noche la pasamos juntos, no hicimos nada, pero después de eso comenzamos a salir más y me gustaba, era bueno conmigo, siempre me cuidaba y me daba lo que quería.
» Salimos un tiempo y estuvo bien. En realidad, llegué a quererlo mucho y sentir que lo necesitaba cada vez más conmigo. Perdí mi virginidad con él, ya sabes, era muy tonto e inmaduro y creía en esas cosas de —La persona indicada".
» Él decía quererme de igual manera y me prometía muchas cosas para un futuro. ¿Puedes creer que me tragué toda su mierda? Cuando cumplimos 15 Wheein y yo, por si no sabías somos gemelos. Entonces, un día llegué después de una cita con Hyunjin, y mis padres estaba con ella en la mesa, mi madre me pidió que me sentara porque mi hermana tenía algo importante que decir. Entonces, la bomba explotó.
Rio como si en verdad le diera risa y pausó rápido, con ojos llorosos.
—Ya sabes lo que pasó. Mi papá hizo su show y desapareció. Mi madre siempre estuvo con nosotros, cuando le dije que era gay y cuando Wheein dijo que quería quedarse con el bebé. ¡Era una jodida niña de quince años! Dime, Chan, ¿qué carajos iba a hacer ella con un bebé? Ni siquiera sabíamos que tenía un novio o que se veía con alguien. Mucho menos que era más grande que ella.
» Lo recuerdo bien, era sábado y yo no estaba haciendo nada. Wheein tenía tres meses de embarazo y nos encontrábamos viendo la tv mientras mamá cocinaba el almuerzo. La puerta sonó y mi madre abrió. Era Hyunjin, entró diciendo que el niño no era su hijo y que jamás se haría cargo de él. Me dio un ataqué de pánico ahí mismo. No sé qué ocurrió después, pero nunca vi más a Hyunjin y tampoco nunca me habló dándome una explicación de por qué... De por qué había jugado con Wheein y conmigo al mismo tiempo. Creo que eso es todo.
Chan estaba sorprendido. ¿Su primo había sido capaz de todo eso? Es verdad eso de que las apariencias engañan.
—Y... ¿tu mamá nunca lo denunció o algo? Ya sabes, tu hermana era menor.
—Esto no es una película, Chan. Ojalá lo fuera. No teníamos tiempo ni dinero para hacer tal cosa, Hyunjin hubiera salido ganando.
—Bueno, wow... lo siento por todo eso. Nunca pensé que tu odio a Hyunjin sea tan verdadero.
—No es odio. Es coraje y no por mí, sino por mi hermana. Ella tenía muchas cosas por delante, tenía buenas notas y estaba planeando entrar a una buena universidad.
—¿Te sientes mejor ahora que me has contando?
Chan se acercó a Jeongin y lo abrazó por detrás, poniendo su barbilla en el huesudo hombro de Jeongin. El moreno recargó la espalda en el cómodo pecho del rizado, y por si no sabían, era la posición que más le gustaba a Jeongin.
El de ojos azulados suspiró antes de contestar.
—Sí. Me siento mejor, un poco más tranquilo. Channie... tú nunca me vas a mentir o algo así, ¿verdad?
Negó con la cabeza el rizado.
—Nunca.
Jeongin sonrió y se acomodó para poder besar los labios de Chan.
Se quedaron un rato más ahí, besándose y acariciándose levemente hasta que Jeongin dijo era tarde y necesitaba irse porque al día siguiente tendría que ayudar a su hermana con los preparativos de la fiesta de Yongbok.
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