Había llegado el momento...

Los amigos de Jeon estaban en la sala de este, mientras que Kook y el pequeño se mantenían en la habitación de ambos.

El plan era fácil.

Jeon trataría de traer a Jimin, mientras que los demás esperarían en la sala para darle la privacidad que merecían, sin embargo no querían dejar a los menores solos. No sabían cuánto tiempo tardarían, tal vez estén intentando por unos minutos o puede que sean horas. Pero estaba decidido, Jimin volvería.

Y Jungkook... él tenía miedo, mucho miedo. Sentia temor de no poder traer a su amor nuevamente, era una situación difícil para él y se comprendía totalmente.
No se imaginaba una vida sin ese chico tan hermoso que le sonreía por las mañanas, que con su bella risa lo podía hacer el hombre más feliz del mundo. Nunca estaría preparado para dejar esas tardes de invierno que pasaba junto a su pareja, con una taza de café mientras veían alguna película, o las noches que cenaban juntos y contaban su día al contrario, riéndose de anécdotas y descargando cualquier inquietud, tampoco podría dejar esas noches en que se entregaban en cuerpo y alma para luego dormir abrazados jurando amarse lo que restaba de vida. Cada momento juntos era un tesoro, el más preciado tesoro que Jeon podía tener. Porque su mochi era literalmente su todo.

— Bien... Creo que es hora...— Jungkook tenía al bebé sobre sus piernas, este miraba atentamente al mayor, esperando a lo que sea que el de ojos castaños pensaba hacer.

Jungkook se acomodó mejor en su lugar, acariciando los cabellos del niño, pensando en que si el extraño plan llegase a funcionar, extrañaría mucho cuidar de un bebé. Aunque de igual forma, por esos mismos pensamientos se entusiasmaba aún más por tener un propio bebé con Jimin.

El más alto abrazó lentamente al pequeño, comenzando el plan...

Cerró sus ojos y se dispuso a susurrar.

—Por favor... por favor mochi... vuelve, lo deseo desde el fondo de mi corazón, con toda mi alma, te necesito de vuelta en mi vida. Alguien, a quien sea que le deba pedir por esto, por favor devuelve a mi Jimin, quiero que vuelva a ser ese joven cariñoso y de gran corazón que mostraba una sonrisa a cada situación... Solo lo quiero aquí, conmigo...

Y esperó...

Esperó y deseó, como había dicho su Hyung.

Pero...

Nada pasó.

Los ojos de Jungkook miraron nuevamente al niño que ahora dormía sobre su pecho, las luces tenues y el suave latido del mayor lo habían relajado totalmente.

Jeon frunció el ceño y volvió a intentar.

—¡Por favor! Esto no tiene sentido, lo estoy deseando, lo estoy pidiendo... ¡¿Por qué no sucede nada?! ¡Solo quiero a mi bebé a mi lado!... ¡Maldita sea! ¡¿Por qué no funciona?!

El desespero de Jungkook era palpable, aunque no levantaba demasiado la voz, no quería perturbar el sueño del infante.

Los ojos del castaño se cristalizaron, dejando al pequeño -aún dormido- en la cama, lo arropó y rodeó de almohadas, así evitando cualquier accidente. Lentamente salió de la habitación para dirigirse donde lo esperaban los demás.

Al verlos, simplemente negó y comenzó a llorar.

Los cinco restantes solo se acercaron a abrazarlo, el menor lloraba desesperadamente, haciendo notar lo cansado que se sentía, lo triste y desilusionado que estaba. Namjoon y Jin trataban de calmarlo diciendo que podía volver a intentar, mientras que Yoongi decía que tal vez se habían equivocado, que esa no era la manera.

Pero Jungkook no escuchaba, no quería hacerlo, solo lloraba aún más fuerte, haciendo un pequeño berrinche. Se sentía mal, estaba desesperado, quería a su chico. ¿Acaso era mucho pedir?

— ¡Basta! Basta... No... ¡NO!— Los demás se alejaron, sorprendidos por el repentino grito.— ¡¿Es que es tan difícil?! No creo que lo sea, pero el maldito mundo está contra mí... ¡Solo quiero a Jimin conmigo! ¡Solo quiero que vuelva a ser mayor! A ser el chico que decía amarme infinitamente todos los días, ese que amo un poco más cada minuto. — Sus ojos seguían desbordando lágrimas. Dirigiéndose hacia el pequeño patio trasero, salió y miró a las estrellas, pues era de noche. Enfurecido comenzó a gritar. — ¡TÚ, QUIEN QUIERA QUE SEAS!... ¡DEVUELVE A MI PEQUEÑO, TRAELO NUEVAMENTE!... SOLO... S-solo deseo que vuelva a mí, porque lo amo...

Luego de la escena, todo quedó en silencio, como si ningún alma habitara allí. Jungkook volvió dentro de la casa, con sus amigos detrás. Ninguno decía nada, todos se sentían increíblemente mal, decepcionados, desilusionados, tristes... Ese resultado no era el que esperaban.

— Jungkook, se que es difícil pero no siemp– Hoseok fue interrumpido.

Interrumpido por una voz que no escuchaban hace bastante tiempo.

— ¿...J-jungkook?

Y lo reconoció. Jeon abrió los ojos sorprendido y rápidamente corrió hasta la habitación donde anteriormente dormía el pequeño bebé.

Encontrándose con él. Con su Jimin. Con su amor, el cual volvía a ser adulto.

No esperó más y se abalanzó sobre él, riendo y soltando pequeñas lágrimas de alegría.

— Mi amor... Vida mía, volviste... — El más alto se alejó lentamente, tomando el rostro del chico frente a él, como si no lo creyera, acariciando lentamente las mejillas de este.— Eres tú, realmente estás aquí bebé...

— Si amor... Si Jungkookie, soy yo, soy tu Minnie... Te amo tanto...— El chico también desbordaba alegría, no podía creer que por fin había vuelto.— Por dios, te quiero Jungkook, gracias por no rendirte y por seguir luchando por mí... Oh dios, te amo demasiado...

Ambos soltaban risas mientras seguían diciéndose palabras de amor y demostrandose cariño mediante caricias inocentes. Estaban en su mundo.

Si, estaban.

Pues una pequeña tos los distrajo, llamando su atención.

— Estamos aquí también... creo.— Habló Taehyung, detrás de sus Hyungs, todos miraban la escena felices de tener a su mochi nuevamente con ellos.

— Oh chicos... Lo lamento.— Jimin rió por lo ocurrido y los miró agradecido.— Gracias a ustedes también chicos, no saben cuánto los extrañaba... Los quiero demasiado.

Los demás se acercaron tratando de abrazar al dulce hombre de cabellos rubios, siendo interrumpidos por el menor, quien se interpuso para evitar el abrazo.

— Les recuerdo que ese chico, que por cierto, es mi novio, y está desnudo, siendo cubierto solo con una insignificante sábana.— Los alejó suavemente.— Los invito a retirarse y esperar por él en la sala, y así pueda vestirse tranquilo. Por favor...

Los contrarios rodaron los ojos.

— Como diga señor celoso.— Dijo Yoongi, para luego mirar a Jimin.— Te esperamos Minnie, queremos hablar contigo luego.

Jimin solo asintió, riendo por la graciosa escena.

Esperó a que todos se retiren y comenzó a vestirse tranquilamente. Miro hacia la ventana y miró a las estrellas, notando una levemente más brillante que las demás.

— ¿Eres tú, no es así? — La estrella brilló un poco más fuerte. — Será mejor que vengas, tienes mucho que explicar porque solo no podré... Gracias por devolverme a mi edad original, no quería ser un bebé por siempre. — Sonrio y se dirigió a la puerta, dispuesto a ir con sus amigos.— Te espero, hay que explicar esto juntos...

Terminó de hablar para luego salir, sería una larga charla llena de anécdotas, risas, explicaciones y demás.

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Ok... oficialmente quedan solo dos capítulos para el final.

¿Que les pareció?

No se como explicar como me siento al saber que ya está por terminar...

Por otro lado... ¿Que les pareció Black Swan?
Yo estoy enamorada de la canción y del video, esos chicos cada vez me sorprenden más y me enamoran con el arte que hacen.

Lo más gracioso de la situación es que en borradores tengo un fic que se llama Black Swan, lo escribí hace unos meses y no lo quería publicar. Siento como si hubiera visto el futuro jaja. Esto me anima a seguir escribiendolo y tal vez subirlo en un futuro...

Un besito!!!!

-Yaz.