💔→❤️
La agencia era un lugar normal.
Había gente con poca estabilidad emocional, poca atención paternal, había huérfanos, gente sin ganas de vivir, personas depresivas y payasos que ocultan su dolor con chistes sin sentido.
Entre esas personas existían dos que destacaban poco más que el resto.
Al menos en esta situación.
Dazai, ex mafioso, suicida, y todo lo que quieras usar para describirlo.
Es pesado admitirlo, pero a pesar de ser un flojo la mayoría de tiempo realmente aportaba más de lo que aparentaba.
Después estaba Atsushi.
El es una bonita de algodón, dicen que es un tigre pero siendo sinceros, parece un pequeño gatito suave y tierno.
Sensible, amable, generoso, leal, lindo. En una palabra podría ser descrito cómo: ideal.
Pero como aquí no idealizamos a nadie, podemos llamarlo un buen partido.
Cuando Atsushi salvo a Dazai de ahogarse, hay que decirlo, el castaño se irritó de cierta manera al sentir arruinados sus planes de suicidio.
Sin embargo, al ver los lindos ojos de su salvador, quedó embobado, sintió un vuelvo en el corazón y una sensación extraña en el estómago, hay que aclarar que no era precisamente hambre.
Al momento de escuchar su voz, sintió toda pizca de rencor arrastrarse lejos para darle paso a una sensación de calidez. Sin saber que hacer realmente solo se levantó y extrañamente lo único que se le ocurrió fue tratar de parecer genial ante el albino.
En un parpadeo Atsushi se volvió parte de la agencia cómo subordinado de Dazai, y eso realmente no le molestó a ninguno de los dos, al contrario, sin notarlo no pudieron haber deseado a alguien más para compartir tantos momentos.
Claro que no todo era color rosa porque también existían ciertos conflictos.
Había ciertos momentos en los que no coincidían en sus opiniones dando como resultado una riña.
Y este es uno de esos momentos.
✨...ᘛ⁐̤ᕐᐷ...ᘛ⁐̤ᕐᐷ...ᘛ⁐̤ᕐᐷ...ᘛ⁐̤ᕐᐷ...✨
-Atsushi-kun ¿Quieres galletas con mermelada? Ayer Naomi y yo estuvimos cocinando pero creo que hicimos un poco de más, así que pensamos en regalarte algunas. - dijo amistoso un pelirrojo acercándose al antes mencionado con su hermana pelinegra abrazada fuertemente de su brazo.
- oh... ¿Enserio? Muchas gracias hermanos Tanizaki. - agradeció tomando la bolsa de papel ofrecida por sus compañeros y les dedico una brillante sonrisa.
Todo esto bajo la atenta mirada de cierto moreno, quién tenia los celos a tope.
Tenía un aura mayormente asesina, aunque también tenía una pizca de esencia de tristeza.
Dazai fue flechado, no lo iba a negar, pero ver a su pupilo conviviendo con tanta confianza, verlo sonreírle a la gente de ese modo, dedicarle dulces miradas a personas que no son el claramente. Eso lo tenía como perro abandonado.
Se dio media vuelta con el rostro serio y se escapó del trabajo, llendo rumbo a la cafetería.
Cuando el albino lo noto no pudo evitar preocuparse, por lo que se levantó se su asiento y se despidió silenciosamente con una reverencia para después salir corriendo tras el mayor.
Kunikida no se dio cuenta hasta que vio como Junichiro y Naomi se preguntaban que paso en ese momento que ellos no se percataron de lo sucedido como para que se fuera de la nada.
Atsushi corría mirando a todos lados buscando a su superior, hasta que lo vio sentado en la cafetería de la agencia tomando un te, más serio de lo normal y con la vista perdida.
El pequeño tomo aire y trago saliva para acercarse lentamente el castaño.
Cuando estuvo lo suficientemente cerca como para que Dazai se diera cuenta de su presencia carraspeo y tímidamente comenzó a jugar con su pelo.
- Dazai-san, ¿Esta bien? Hace rato lo vi muy... Diferente...- pregunto con voz suave.
Y Dazai murió de ternura.
-Si, es solo que... Solo estoy pensando un poco de más, pero no hay nada grave Atsushi-kun- respondió quitándole importancia al asunto.
Atsushi se relajo y le sonrió dulcemente.
A lo que el contrario solo pudo disimular el hecho de que se estaba embobado en esa dulce mirada, dorada como la dulce miel, con el brillante violeta que le llamaba e invitaba a perderse en se belleza, sus lindas pestañas largas y sus finos labios rosados.
Sacudió su cabeza de un lado a otro, si el albino llegará a notar sus nervios que le ocasionaba con su sola presencia lo vería como alguien patético.
O eso pensó el, nadie sabe cómo funciona su cabeza.
El reconocía los puntos fuertes en la belleza del joven agente.
Y vaya que eran muy fuertes.
Cada aspecto de el, era de lo más bello.
Toma una pequeña bocanada de aire y siguió actuando como siempre, invitando a el pequeño a tomar asiento, gustoso acepto y tomo lugar frente a Dazai aunque todavía con dudas tomando en cuenta que se escaparon en horas de trabajo y probablemente Kunikida los regañaria y haría trabajar el doble, pero son problemas para Atsushi y Dazai del futuro, ellos tenían prioridades.
-Dazai-san... Usted, dijo que está bien pero... Solo quiero asegurarme que no le pase nada malo.... Me promete que está todo bien?- agachó la mirada con un tierno sonrojo mientras jugaba con sus dedos.
Doble golpe de ternura para Dazai.
- Yo... No quiero agobiarte con mis asuntos pequeño tigre- aunque terminó bromeando no quitaba el hecho de que por una vez en algún tiempo había hablado con la verdad, de una forma sincera.
- porfavor, dígame qué le pasa, tal vez no pueda ayudar pero se que hablarlo con alguien le puede hacer menos pesada la carga - El mayor suspiro y analizo las opciones, pensó por un momento hasta que la imagen de los hermanos llegó a su mente, y otra vez su razonamiento se nublo.
Apretó sus vendadas manos sobre sus muslos bajo la mesa tratando que el contrario no notará su reciente falta de juicio ocasionado únicamente por aquellos dos integrantes de la agencia.
-Me molesta que atsushi-kun hablé tan animadamente con otras personas que... No son yo-dijo con una gota de frustración.
Atsushi se sorprendió completamente y curioso se atrevió a preguntar.
-¿Pero porque? Si sabe que solo son amigos- no pudo evitar mostrar su sorpresa ante tal mención ¿Eso en qué le afectaba y porque?
-¿De verdad? pues yo no veo que sean como lo llamas "amistosos"- lo soltó con más enojo del que hubiera querido.
-Dazai-san ¿Que está pasando con usted? Ya le dije que solo son un poco más cercanos ¿Porque eso le molesta tanto?- indignado solo frunció el ceño completamente confundido tratando de entender el comportamiento del mayor.
-Me molesta por qué te dejas abrazar tan fácilmente con ellos, pero cuando yo lo hago tú te tensas y te pones nervioso- el asunto se empezó a salir de sus manos, mientras veía el rostro de completa confusión y molestia de Atsushi, eso lo puso peor.
Ambos habían comenzado a levantar la voz y los comensales solo miraban entre curiosos y nerviosos, disimulando el hecho de que se sentían apenados y enviaban condolencias silenciosas al par que antes tenía una atmósfera tan agradable como lo era una de pareja.
-Eso no es verdad! Porque... Ellos solo me abrazan de vez en cuando... ¿Y no había dicho que no abrazaba hombres?- refutaba nervioso tratando de desviar el tema, cosa que logro perfectamente, el defendía fielmente a sus amigos.
-...Se lo que dije, ¿acaso estás usando mis propios palabras en mi contra? Te estas volviendo descarado Atsushi-kun.- esta vez fue Dazai quién desvío el tema olímpicamente, no sentía ganas de recordar sus palabras del pasado, se sentía estupido al pensar que con eso pudo haber evitado sus sentimientos.
- ¿Descarado yo? Usted es quien está en contra de que yo sea libre y tenga amigos con quienes pasar el rato- ninguno de los dos noto en qué momento empezaron a gritarse con una muy notable furia, y que a ninguno de los les hacía bien.
Las palabras cortaban cómo cuchillos al alma, sentían como el corazón se les rompía poco a poco, y su vergüenza se derretir como nieve al sol.
-¡Es que ellos no te ven como solo un amigo Atsushi!, Te quieren alejar de mi y ponerte en mi contra.- ya no encontraba más argumentos que poner sobre la mesa, diciendo únicamente lo que pensaba sacando a flote sus inseguridades.
- El único que me pone en contra suya, es usted, si no me ven como un amigo es porque me ven como su hermano- lágrimas amenazaban con salir, sentía impotencia, impotencia por no saber entender a Dazai, impotencia por no saber que sentía, que pensaba, que hacia, no lo podía entender, y eso lo hacía sentir como si estuviera amordazado.
-¡No te ven como amigo ni menos como hermano! Te ven de la misma manera que yo te veo y eso me molesta mucho- eso estaba yendo por mal camino y sabía que debía detenerse, pero no podía, el ego y el orgullo lo cegaban, los celos terminaron por seducirlo completamente culpando a la gente por el comportamiento de su pequeño gatito.
-¿Ah si? Y cuénteme ¿De que manera me ve que le molesta tanto mi lazo con ellos?-
-Te ven con amor!- soltó finalmente.
Y ambos se quedaron en un silencio sepulcral de unos segundos, estáticos, y ajenos al mundo exterior. Ahora solo importaban esas palabras que habían paralizado a ambos en un momento.
-...¿Cómo? Dazai-san ya no lo puedo entender, ¿A qué se refiere con amor?- en contraste al momento anterior, esta vez hablo en un leve susurro.
-...yo...Te amo, no como un compañero ni un amigo. Te amo de manera... Diferente, especial, algo más... Algo más profundo. - El castaño tomo la mano ajena, comenzando a acariciar lentamente los suaves nudillos que portaba su subordinado.
Pero Atsushi no le creyó, ni un poco.
Sus inseguridades eran más grandes, pensó en que tal vez el mayor solo jugaba con sus sentimientos.
Aparto su mano lentamente y se aferró a ella contra su pecho.
Y la primera lágrima escapó.
-Dazai-san... Creo que deberíamos dejar aquí la plática ¿no lo cree? Lo veré en otro momento, cuando decida que quiere aclarar su mente, y cuando eso pase, hablamos. Buenas tardes Dazai-san, con permiso.- se levantó lentamente y salió del lugar caminando con la cabeza baja.
Dazai sabía que la había cagado en grande.
Y ahora tenía que buscar la manera de arreglar las cosas con el menor si no quería perderlo.
Se quedo un rato solo pensando, sentía las miradas de la gente y escuchaba los murmullos de la gente a su alrededor, al final pago y con paso lento regreso a la agencia tomando fuerza mental para ver a Nakajima después de la escena en la cafetería.
Abrió la puerta y cruzó la entrada, lo primero que vio fue a Atsushi siendo abrazado por Junichiro, cosa que le molestó todavía más, pero está vez se controlo.
Ambos se miraron a los ojos y en un segundo el albino aparto la mirada.
Dazai solo se encamino a su lugar para seguir "trabajando".
Recibieron un regaño de Kunikida, pero ninguno de los dos hizo caso, sus mentes estaban en otra parte.
Cuando terminó la jornada laboral, el castaño se levantó en silencio y dio un vistazo rápido de reojo a el joven tigre, tomo sus cosas, se despidió del presidente y se fue.
Con dolor en el corazón el ojibicolor imitó su acción y también se retiró no sin antes darle un abrazo rápido a sus amigos Tanizaki.
Ranpo miraba todo en silencio mientras comía dulces.
Y sin mencionar una palabra dejo que Atsushi se fuera, sabiendo perfectamente que pasaría.
- Vaya... Dazai si que se lució esta vez- pensó metiéndose una paleta a la boca.
El ex mafioso llegó a su departamento, devastado por dentro arrepintiendose de las palabras que le dirigió a su tierno tigre, recordando las lágrimas en sus bellos ojitos y eso solo lo hizo sentir peor.
Entro al baño quitándose la ropa junto con las vendas para darse una ducha caliente esperando que lo ayude a relajarse y pensar.
Se quedó ahí en la bañera durante al menos 20 minutos cuando decidió que era hora de salir.
Se cubrió de la cintura para abajo con una toalla encaminándose a su habitación para poder vestirse con ropa cómoda y dormir un rato, no tenía hambre por lo que la cena se canceló eventualmente.
Cuando abrió el clóset y saco su pijama sintió como las cosas que estaban hasta el fondo cayeron.
Uno de esos ruidos en especial llamo su atención.
Se vistió lo más rápido que pudo con la pijama azúl, y rápidamente comenzó a rebuscar entre sus cosas antiguas, hasta que finalmente encontró lo que buscaba.
Cuidadosamente saco una guitarra antigua que tenía guardada, la dejo al fondo pensando que nunca la necesitaría, se sentó en su futón con el instrumento en sus brazos, lo afino como recordaba y con una monedita le dio el primer toque.
Escucho el sonoro sonido que produjo aquel instrumento, que removió recuerdos, de aquellos días en los que Odasaku le enseñaba a escondidas.
Dentro de la guitarra había un papel algo gastado, ahi estaban escritas algunas notas algo despintadas de una canción que había escuchado en aquellos tiempos pero no les dio mayor importancia.
Lo penso un poco y después de un par de segundos analizando las posibilidades, se decidió a volver a tocar aquella canción, pero está vez, le pondría los pensamientos y sentimientos que tenía hacia el muchacho.
Ninguno de los dos durmió esa noche.🎤🎵Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ🎵🎤
A la mañana siguiente Atsushi se despertó con los finos rayos del sol saludándolo, al abrir los ojos la luz mañanera lo obligó a levantarse y con el peor de los ánimos se dispuso a preparar un desayuno decente para el y su compañera de hogar la cual aún no despertaba debido a que estaba completamente tapada impidiendo que los leves ruidos que hacia al cocinar y la luz del día la despertarán.
Terminó por hacer unos deliciosos hot cakes con fruta picada, leche con chocolate para Kyouka y jugo de naranja para el. Era algo bastante sencillo para iniciar lo que el intuía, un buen día.
Aunque la discusión con su superior todavía lo mantenía algo deprimido sus amigos lo consolaron de tal modo que no creía que le fuera a afectar tanto verlo en el trabajo.
Seguían consumiendo sus alimentos cuando el teléfono de la chica sonó.
Ambos se sobresaltaron al escucharlo pero automáticamente se relajaron al recordar que ya no había nada que temer, o eso esperaban, si algo pasaba ya estaban listos para pelear.
La joven miró el teléfono y se sorprendió cuando vio el nombre de la persona que llamo, contesto con algo de incredulidad y después de unas cortas palabras se levantó para ir a un lugar privado y continuar hablando, al cabo de unos minutos, la fémina regreso con una pequeña sonrisa.
- ¿Quién llamo?-Atsushi la miro sospechoso a lo que la joven solo hizo un puchero y siguió comiendo, dando a entender que no hablaría, el lo entendió e imitó la acción de la contraria.
Ambos terminaron y emprendieron camino hacia la agencia.
- Atsushi, debo ir a un lugar primero- dijo la chica deteniendo su caminar.
- ¿A dónde vas? Te acompaño - respondió el albino también deteniendo su camino.
La contraria negó con la cabeza.
- No gracias, es un asunto privado- dijo guiñandole un ojo y seguidamente comenzó a correr en dirección contraria con unas cuantas carcajadas.
- ¡No te preocupes! ¡Llegaré temprano al trabajo, te veo en la agencia!- le gritó de lejos despidiéndose con la mano.
Sin poder detenerla o siquiera cuestionar el motivo no pudo hacer más que resignarse y continuar su trayecto.
Al llegar, lo recibieron unos buenos días por parte de Kunikida y Yosano, los demas no llegaban aún.
Se sentó y comenzó su trabajo aún pensando en su hermanita no de sangre pero si de conexión.
Algo traía entre manos y no se lo decía.
Al cabo de un rato, entro Naomi junto a su hermano y Kyouka, susurraban algo que no comprendia pero sabía que tenía que ver con el hecho de que salió corriendo de la nada.
Detrás de ellos venía Dazai algo... ¿Nervioso? El mayor no era de mostrar sus emociones, pero en ese momento toda la acencia se dio cuenta.
Y no iba a mentir, Atsushi si se sintió mal por el pero no se iba a acercar en ese momento, todavía estaba resentido.
De alguna manera milagrosa, Dazai solo hizo enojar una vez a Kunikida, cuando esté se situó a su lado para regañarlo le dijo algo en voz baja y le entrego un papel. Después de unos golpes en ese momento, por alguna razón, Dazai comenzó a trabajar sin problema.
- "¿Que están planeando?" -penso el albino. No era estupido sabía que algo sucedía, y no solo con Kyouka, Junichiro, Naomi, Kunikida, y Dazai tramaban algo pero no podía decifrar que.
Al cabo de 3 horas aproximadamente Atsushi recibió una misión bastante simple.
Solo tenía que detener a una bola de asaltantes con reenes.
En esa ocasión, irían Kyouka y Atsushi, por lo que salieron a paso rápido y se apresuraron a llegar a la escena.
Al llegar se encontraron con todos los criminales riendo mientras ataban las manos de una señora y su hijo.
- uuhhh llegaron los niños buenos. ¿Que? ¿Acaso la agencia se quedó sin gente que ahora contratan niñitas?- se burlo uno de ellos.
- uy, el niño blanquito va a llorar no le hables así a su pequeña hermanita- otro le siguió el juego.
Sinceramente, Atsushi se quería desquitar, Dazai lo hizo enojar y alguien debía pagar.
Miró a Kyouka esperando que lo detuviera o algo así, le sorprendió que en su lugar su joven compañera le asintió con la cabeza mientras sacaba una pequeña navaja de su yukata.
Estaba agradecido con ella por dejarlo pelear con todo, solo porque estaba enojado.
Y en unos minutos todos y cada uno de los maleantes termino en el suelo mientras los reenes estaban a salvo.
Eran un gran equipo, mientras Atsushi derriba y distrae a todos los criminales Kyouka libera a la gente y los pone a salvo, bastante eficaz.
La policía llegó, se los llevó, misión cumplida, ya no tenían nada que hacer ahí.
- Atsushi, hay un lugar que quiero visitar, está cerca de aquí así que no duraremos mucho fuera del trabajo.- la pelinegra se giro mirando a el albino con una pequeña sonrisa.
- claro, siempre y cuando no afecte la llegada, kunikida-san son mataría si llegamos tarde de la misión - comprendia la emoción de la pequeña, sin embargo, noto algo en su mirada, había algo que no podía decifrar y eso lo hizo sospechar todavía más.
Sin renegar más, ambos se dispusieron a caminar en dirección desconocida para el tigre.
Se estaban acercando cada vez más a un parque bastante frondoso.
- ¿Un.. parque? ¿Aquí querías venir Kyouka-chan? - cuestionó a lo que la contraria asintio con la cabeza.
- si tú lo dices...- y se adentraron cruzando una gran entrada de metal pintado de negro con una imagen gigante de un osito pequeño.
- ¿Hacia donde estamos yendo? No es que desconfíe, solo... ¿No es algo raro?
- solo quería romper el silencio, las hojas caían de los árboles mientras la luz abrazaba el camino que los llevaba directo a algo incierto, solo las aves cantoras dedicaban su dulce voz al ambiente que tenían ambos amigos.
- Que desesperado, relájate un poco Atsushi, casi llegamos- hablo sin voltearlo a ver, tenía sus dudas pero vamos, era Kyouka, su protegida casi hermana, compañera de trabajo y mejor amiga ¿Que podría hacerle?
Decidió solo confiar en sus palabras, suspirando y finalmente quedando en completo silencio.
En cierto punto del camino comenzaron a verse muchas flores, cada vez eran más y esto fue algo que noto. Las mariposas revoloteaban cerca de su pálida cara provocando leves carcajadas.
El camino de flores comenzó a ser guiado por varias velas que señalaban un camino, pero la azabache no aprecia inmutarse ante esto.
Se dedico a admirar el bello panorama que presenciaba, se asomaban los animales, y continuaban con su vida después de hacer acto de presencia junto a Atsushi.
En un descuido perdió de vista a la joven, a lo que se alarmó por un momento, aunque sabía que ella no podía perderse tan abruptamente y probablemente solo se desvío para admirar conejos o algo así, además de que había un camino marcado por lo que seria más fácil solo seguirlo antes que crear una ruta propia.
Antes de que se diera cuenta, se encontraba en medio del parque que parecía un bosque de cerezo, los pétalos alfombraron el húmedo suelo, las flores adornaban los alrededores había una linda mesa con cubiertos finos, el olor a tierra mojada y el perfume de la naturaleza lo invitaron a quedarse.
Se veía muy bello a decir verdad.
Respiro profundo y dejo que la brisa jugueteara con su pelo.
Cuando repentinamente tras el escucho el sonido de una guitarra que era tocada con pasión y suavidad.
Rápidamente se giró para encontrarse con su superior, Dazai Osamu, con un traje blanco y una guitarra entre sus brazos.
Abrió los ojos grandes cuando se dio cuenta como eran los únicos ahí.
Se iba acercando cada vez más al menor con un fuerte sonrojo que el albino noto fácilmente.
Y antes de que pudiera soltar palabra alguna, fue sorprendido todavía más por la voz que dedicaba una suave canción que decía más de lo que podía expresar con otra cosa.
https://youtu.be/u4khmnpsxP8
-Thank you for everything that you do
I don't think you realize the true extent of how happy you make me
And I promise you, that by the time that this is through
I'll never forget how incredible you are
No creía lo que veía, Dazai estaba ahí, frente a el, dedicándole una canción. Si estaba soñando esperaba no despertar pronto.
-And I'm not going anywhere anytime soon
So please promise me that you won't leave my side for now
I'm so sick of the suspense of knowing things will end
And I'm tired of losing all my friends
I'm losing all my friends
Estaba en completo shock, fue demasiado repentino y no sabía cómo debía de actuar, por lo que solo se dedico a escuchar la voz de el castaño destapando sus sentimientos.
-Thank you for being calm with me when
Things are gettin' kinda rough, it's like I am dying all the time
And thanks for being there when it's cold
It's like you're my coracle and together we're gonna ride out this storm
Podía sentir como su corazón se aceleraba cada vez más, palpitaba con fuerza y sentía que en cualquier momento su pobre corazón saltaría alegre y escaparía para poder juntarse con el contrario.
-And I'm not going anywhere anytime soon
So please promise me that you won't leave my side for now
I'm so sick of the suspense of knowing things will end
And I'm tired of losing all my friends
I'm losing all my friends
I keep losing all my gosh darn friends
Por otro lado, Dazai admiraba cómo los lindos ojitos del menor lo veían con cierto brillo especial, y si le dijeran que el tenía el mismo brillo lo creería, porque a su parecer, Atsushi era lo más bello que había visto en muchísimo tiempo.
-I'm never gonna let this one slide
I wish that we could hang out all the time
But the distance between our minds is unmetaphorically an ocean
I wonder if one day I'll be the guy that you think of first when you cry
Cause I'm always here by your side, just as you are by mine
Mentiría si dijera que no se sentía terriblemente nervioso y agobiado por lo que acababa de hacer, se sentía feliz al pensar que había sido claro cuando quiso decir que lo apreciaba y mucho, y aunque fuera como amigos solo quería estar con el.
Pero también sentía miedo, si no resultaba probablemente Atsushi pensaría que es un patético cursi cuando le conviene.
No quería que tuviera esa imagen de el.
Lentamente dejo la guitarra a sus pies y atrapó por la cintura al pobre tigre que estaba rojo hasta las orejas, sonrió dulcemente al apreciar la escena frente a el, era demasiada dulzura y probablemente moriría de diabetes solo con verlo.
Atsushi no aguanto más y se lanzó sonriente al más alto con lágrimas de alegría corriendo por sus mejillas.
Ahora el sorprendido era Dazai, no esperaba como tal esa reacción pero era mucho mejor de lo que había imaginado.
Se miraron a los ojos por unos segundos para unirse en un lento y tierno beso que buscaba transmitir todas y cada una de las emociones que podían sentir en ese momento.
Al separarse Atsushi acuno el rostro contrario en sus manos, y Dazai hubiera hecho lo mismo si no estuviera sosteniendo a su ahora pareja.
Una dulce risita escapó de los labios del albino y eso basto para terminar de derretir el corazón antes frío de un ex mafioso que ahora mataría solo si aquella pura alma de la que se había enamorado se lo pidiera.
O también si le hacían daño, dos motivos por los que volvería a matar.
- ¿Te invito a comer? - dijo el castaño con tono suave aún cargando a Atsushi.
- ¡Si! - sin poder contener su emoción acepto gustoso. A lo que el de ojos marrones solo pudo sonreír más.
Se acercó a la mesa que estaba adornada con velas blancas y sobre la mesa también había un bello jarrón con margaritas.
Bajo cuidadosamente al pequeño y lo invito a sentarse, empujo la silla hacia la mesa una vez que estuvo ocupada y después se dirigió al lugar propio.
- Atsushi... Quiero disculparme por mi actitud, es solo que me cuesta controlar los celos que siento cuando sonríes de manera tan brillante, y en esos momentos solo quiero besarte y saber que no estarías con nadie más.
- explico pasando un mechón de pelo tras la oreja del contrario.
- Lo perdono, pero si vamos a formalizar que quede claro que yo no dejaré a mis amigos- dijo comprensivo pero seguro de lo que decía.
- Aceptare los términos si con eso puedo besarte con seguridad- dijo con un toque de indiferencia, aunque los dos sabían que moría de celos.
- Bien, y otra cosa, yo no tolero escenas innecesarias- ...se puso exigente el nene.
- ¿Acaso quieres que cambie completamente?- Dijo Dazai con un puchero.
- No, si fueras completamente diferente no me habría enamorado de ti- soltó confiado. Y segundos después, cuando Atsushi se dio cuenta de lo que dijo se puso completamente nervioso. Ambos estaban mas rojos que un tomate y con la cara ardiendo fuertemente.
El albino se congelo y después de unos momentos comenzó a balbucear excusas incoherentes diciendo que si lo quería mucho pero no se refería a eso aunque si quiso decir eso pero no de ese modo. Y Dazai se confundió.
Dazai volvió a ser golpeado por la ternura.
Soltó una risita y después lentamente tomo una de las manos del albino, la acerco a el y procedió a darle un beso suave en los nudillos para después mirarlo con una sonrisa con malicia al saber perfectamente como iba a reaccionar el ojibicolor.
Y efectivamente, tal como el castaño imagino el peliplata se sonrojo todavía mas si era posible, se tapo la cara con las manos y se maldijo a si mismo por lo bajo.
Dazai le ofreció agua para que intente relajarse y sin mirarlo acepto.
Cuando terminaron de comer ambos se levantaron y ambos se fueron juntos de regreso a la agencia.
Era algo nuevo para ambos.
Ninguno sabía nada sobre parejas, claro que el castaño había tenido parejas en el pasado pero nada serio ocurrió en esas relaciones.
En contraste, el albino no había tenido contacto alguno que siguiera algo romántico con una chica.
Ninguno sabía sobre amor.
Era algo inexplorado, la calidez sensible que sentían en el ambiente era completamente nuevo.
Y aunque no tenían ni idea de cómo manejarlo, ambos se dispusieron a caminar juntos hacia el mejor destino que pudieran tener.
Uno al lado del otro, con las manos entrelazadas y miradas llenas de regocijo y gozo puro, seguían su sendero sin importar que.
Al llegar a la agencia el albino se sorprendió al ver que no había nadie en la agencia. Repentinamente recordó a Kyouka y el hecho de que la dejo sola en medio de un parque tan frondoso como bosque y palideció completamente.
-Calma Atsushi-kun, Kyouka-chan esta bien- Dazai le hablo al oído como leyendo su mente.
-Ya sabia, ella es fuerte. - Se defendió volteandose para darle la espalda y cruzando sus brazos.
- Perdón gatito - Aprovecho para abrazar al menor por la espalda y le dio un pequeño beo en la nuca.
Serian días agitados, adorables y con un poco de celos, pero alegres a fin de cuentas.
Atsushi continuo su trabajo mientras Dazai pensaba en los nombres de sus futuros hijos, pero eso ya era otro tema.
✨...ᘛ⁐̤ᕐᐷ...ᘛ⁐̤ᕐᐷ...ᘛ⁐̤ᕐᐷ...ᘛ⁐̤ᕐᐷ...✨
Dazatsu canon perras.
No me funen por no subirlo porfa, este one shot lo escribí con brillitos para que no me maten por lo que haré en under the rain ;-;
ekis.
rusherqueen gracias por tu ayuda, me hubiera tardado mucho mas sin ti bella :,3
y habia alguien mas a quien le iba a decir algo pero se me olvido a quien, voy a editar esto cuando me acuerde :v
en fin, tomen awa y recuerden que oficialmente voy a cambiar la fecha de publicaciones a domingo. ¿porque? porque me dio la gana.
Y también voy a hacer un extra de esto. ¿Que por que? Porque me dio la perra gana.
y ya. chau.
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