¡Basta! Solo detente y no continues,

¡Basta! No mires y solo calla,

Porque ¿Acaso que logras escuchar?

¿No puedes verlo, o procuras ignorancia?

Quizás no ves su alma lastimada y agonizante,

Un alma que se camufla y se segmenta cada vez más,

Que grita en decibeles inaudibles que no capta el oído humano,

Y que es renuente a querer hacerlo.

¿Por qué, tendría algún sentido para ti?

¿Habría una diferencia ante la agonía que atormenta a un alma desolada?

Que declama a los vientos y las noches de luna llena por un fragmento de plena conciencia,

Que se escapa de su entendimiento y abarrota su lucidez;

Tan solo, por un momento su anhelo es la luz,

Una iluminación a su tórrida mente,

Que pesarosa y fragmentada clama,

Clama por piedad o guía a quien pueda escucharla,

Un alma que se aflige y se cansa,

¿No puedes ver la estela de su decadencia?

¿Logras ver como se desvanece poco a poco?,

Por favor, ¡Hazlo! Tan solo escucha,

No ignores su tormento

Que se refleja en sonrisas rotas y lágrimas evaporadas,

Acaricia su mejilla y bríndale soporte,

Un solo aliciente de compasión y empatía perdida,

Para que su alma continue su camino,

Aunque difuso y espinoso,

Espera por recibirla en el abrazo sempiterno de su finitud.