EL LETARGO ECLIPSANTE DEL DESPERTAR
Los canticos que en murmullos suenan
Aun siendo potentes y contundentes,
Evocan la permanencia
Y demandan la continuación
Surrealista del sueño convertido en realidad,
Porque mientras el ser duerme
En su mente se proyectan imágenes
Formadas secuencias que burlan la consciencia,
Y escapan de la represión que "el yo"
Como entidad psíquica que establece el equilibrio
Entre los imaginativos y los mandatos,
No logro determinar y acorralar
En los dominios del inconsciente,
Donde la contradicción avasallante no habita
Las paradojas de una ilusión verdadera.
¿El ser puede ser señalado y enjuiciado por la rendición de su alma, cuando la travesía incinero su espíritu y lacero su cuerpo, degenerando su sentido y prolongando su suplicio?
El alma que abrumada estaba
Tomo una decisión
Que no esta sujeta a juicios de valor
Ni mucho menos idealistas,
Porque la soledad ardiente
En constante pena y sufrimiento,
Obligo a la acción de ejecución,
A la escenificación de una treta a la mismísima parca,
Ideada por el alma
Siendo el sacrificio y el perpetrador,
Utilizando su erario como fuente de entrada,
Una máscara que disfrazaba
Las intenciones que oscuras brotaban,
Es así como el sometimiento llega
Y se impone como obediencia ante su condena,
¡Tan astuta y frívola como la muerte, el alma decidió actuar, entrar en el mismo juego una vez la ruleta dejo de girar!
Porque una decisión que apresurada pudo ser,
Carece de irracionalidad y emotividad,
La lógica siendo la guía y el faro
La isla segura a la que zarpar,
Analizando incansablemente,
Mientras el cuerpo resistía y se empeñaba en continuar
Y el espíritu que fatigado quería renunciar,
El alma desquiciada sonreía
Y presagiaba su ventaja.
Un instante que fugaz resplandece
Como un trueno que ilumina el cielo
De una noche que vaticina un desenlace siniestro,
Que cruza el cielo y lo fragmenta,
Es la semejanza de la astucia del alma,
Que mesurada y alerta se encontraba,
Tan calculadora y sombría,
Resiliente y valerosa,
Empeñada en un último asalto,
La salvación que en su momento la cegó
Y termino perdiendo,
Porque la primera muerte
No fue más que una desvalorización del ser
Que auspiciada por el alma fue guiada
Y entregada a las fauces devoradoras,
Por lo que, el resarcimiento pende de su ingenio
De un misero aliento de esperanza,
Y una chispa de escarmiento;
Un plan que trasado
Comienza con la renuncia,
Con las palabras que el alma susurra al cuerpo que dulce entona:
"Da el salto, acepta el consuelo y descanso prometido, será doloroso y agónico, pero necesario para nuestra salvación, confía una vez mas en mi"
Y este es el vaticinio del desenlace conocido,
Hacia el cuerpo que reposa sobre el lecho de seda y almíbar,
Que respira tan apaciblemente en suspiros encantados,
Siendo este momento el regocijo del alma
Y su primera ficha acomodada
Que traza y garantiza su obra ideada.
Ceder no fue más que su primer movimiento,
El cual le permitió obtener descanso,
Recobrar fuerzas del respiro soñado,
Que vigilante permanecía
Velando en el asilo de la sombra,
Esa conocida y vieja amiga
A la cual en tiempos remotos temía
Ahora es una gran aliada,
Que le permite camuflarse una vez del sueño ha despertado,
En vela se mantiene cual cazador al asecho,
Bajar las barreras que ha implementado
No es una contemplación para su reposo,
Habiendo aprendido de un pasado glorificado,
Que un parpadeo puede simbolizar la derrota
Y un aleteo desencadenar un sismo que termina en escombros,
¡Ahora es tiempo para resurgir y dar alumbramiento a la inmensidad del ser, que ha emprendido un viaje de autodestrucción moldeado en renacimiento materializado!
Como un centinela permanece el alma
Evaluando el momento idóneo
Para despertar el espíritu y levantar al cuerpo de su letargo,
Pero la decisión toma tiempo,
Sin apuro e intereses,
Porque una rebelión temprana
Manifiesta la opresión irrevocable.
El momento idóneo ha llegado,
Ha arribado con el ocaso tornasolado que imanta a las nubes,
Se siente en la densidad del aire
Que tenue y ligero se mueve
Agitando las hojas marchitas,
Desplazándolas por los rincones maltrechos
De un mundo trastornado,
Sonando y retumbando por el espacio
Como una advertencia ante la tragedia,
Pero no habrá palabra que detenga
Ni perjurio que confine
¡Porque el ser se ha levantado, su alma ha implosionado con la fuerza de una supernova, que se ha desintegrado en borbotones de energía que insuflan la sangre que recorre por las venas de un cuerpo revitalizado!
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"Una travesía que comenzó al alba de la noche, con un ser temeroso y angustiado, que huía de la verdad y exiliaba al alma a un lugar árido y sanguinario, a una prisión donde la degradación del ciclo de la realidad se paralizara y se extinguiera, siendo esa la condena que marco su vida, el yugo que el cuerpo no logró soportar y terminó cediendo ante el perpetrador que sediento de poder quería poseer a un ser nacarado, obteniendo su victoria que clamaba de ser perpetua, no obstante, el verdugo se castigó a si mismo con la facultad de la ignorancia al subestimar a su enemigo, porque el alma indomable y aguerrida impulso su resarcimiento para libertar su resurgimiento bravío, bendecido por la luz del ocaso"
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Ecos que declaman con sus cantos líricos el anuncio de un nuevo ser transmutado
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