(Capítulo 2)
- Capitán, ¿por qué estamos en tierra firme? - Preguntó por undécima vez Inosuke, quién ya se estaba hartando de no poder ir a zarpar.
- No hagas que lo vuelva a repetir... - Respondió ante su pregunta el chico rubio, ya hastiado de su compañero. - Te dicen que es por los suministros, ¿qué no entiendes?
- ¡Claro que entiendo! Solo lo preguntaba para asegurarme que tu lo sabías, idiota. - Quiso replicar el chico con aquella máscara de jabalí. - Además ¿por qué tenemos que traer a una chica, eh? ¿Y si se nos acaba la comida? ¡No lo permitiré! Tenemos que sacarla del barco, ahora.
- B-bueno... - Es verdad que tampoco sabia la razón. - ¡Pero ey, puede que sea bonita! Ten cuidado, podrías estar hablando mal de mi futura esposa y eso no te lo perdonaré.
Una nueva discusión comenzó nuevamente en los dos idiotas, así que mejor los dejamos resolver sus problemas matrimoniales y nos enfocamos en otro lado.
- Oh, ¡mira Nezuko, ya se está moviendo! Me pregunto cómo será su voz. - Mencionó el chico pelirrojo mientras observaba como la adormecida comenzaba a dar indicios de despertar.
Nezuko por su lado solo asintió con una pequeña sonrisa a su vez que levantaba su dedo pulgar.
Era bonita, y realmente faltaban algunas mujeres en su tripulación. ¿Podrían ser amigas en un futuro? Aunque hasta ahora solo era una rehén.
- ¿Donde estoy? - Apenas Kanao se despertó sintió que algo pasaba, pero no lograba recordar mucho más que aquel pinchazo que había sentido. - ¿Qué sucedió? ¿Shinobu-san, Kanae-san? ¿Y quiénes son ustedes? - Por primera vez observó a los dos individuos que se encontraban a unos cuantos pasos suyos.
- Oh, perdón, ¿dónde quedaron mis modales? - Rascaba su nuca algo avergonzado, para responder con voz firme. - Kamado Tanjiro y esta belleza de acá es mi hermanita menor, Kamado Nezuko. - Apuntaba hacia ella mientras que la niña volvía a asentir.
Esto será algo difícil de explicar, pero tenía esperanza de que todo se iba a arreglar. O bueno, al menos con Zenitsu e Inosuke no fue tan complicado.
- ¿Dónde estamos y dónde están mis hermanas? - Tenía una leve sospecha de donde se hallaban, pero el cuarto era algo pequeño, si es que se podía llamar de esa manera.
- Oh, ahora mismo estamos en un barco, todos están abajo para poder cargar con suministros, ya sabes, comida, agua, negociar un poco... - Tuvo que ser detenido por su hermana, quien le agarró el brazo para que guardara silencio.
Ahí fue cuando olió el profundo miedo que emitía la chica que se encontraba en la cama, ¿qué sucedió? Tal vez se habrá dado cuenta que era una rehén, si, era lo más probable.
- Sácame de acá, ahora. - Exigió mientras sentía como su cuerpo temblaba. - Necesito encontrar a mi familia, ¡llévame fuera! - Aquel pinchazo y la profunda oscuridad que sintió después de eso comenzaba a recobrar sentido.
- ¡E-eso es imposible ahora mismo! La condición con la que te salvé la vida fue que seas nuestra rehén. - Lo que sintió unos segundos después aparte del infernal silencio fue un golpe en su cabeza, cortesía de Nezuko.
Oh, ¿eso fue muy directo?
– Tanjiro, ¿Por qué tardas tanto? Ya estamos listos. – El capitán se fijó rápidamente en la chica que ya se encontraba sentada. – Ya está despierta, ¿sacaste algo de información? – Daba igual si preguntaba en frente de ella.
– Aún nada... – Se puso un tanto nervioso al sentir que el miedo aumentaba en el cuerpo de la rehén.
Su corazón noble no aguantaría tanto. – ¿Podemos esperar un poco, por favor? Solo deme una media hora, la sacaré a tomar aire fresco. Ya sabe... Hay que tener una buena salud en los rehenes. – No tenía idea de que tan cierto era lo último.
– Tanjiro... No tenemos tiempo. – De hecho, si. Pero ya consintió bastante al pelirrojo.
– ¡Por favor!, solo tomaremos aire. No la dejaré escapar. Y comenzaré a hablar bien de usted con mis compañeros, así lo van a querer de verdad. – A pesar de ser un pirata, no quería ser cruel con los desconocidos, pero teniendo a Tomioka como su superior se le hacía difícil.
– Ellos ya me quieren. – Estaba seguro de eso. Después de todo les salvó la vida.
– A decir verdad, Tomioka-san... Le conviene aceptar. – Tampoco quería sonar muy despiadado, pero aunque fuera el salvador de practicamente toda la tripulación no era exactamente el más querido.
– Quiero ver a mi familia, ¿También son rehenes? – Al fin luego de mucho tiempo pudo hablar, mirando a los 3 individuos.
Uno podría decir que estaba bastante calmada a pesar de la situación, pero no era así. Se encontraba aterrada, pero si quería información de ellos no podría mostrarse de esa manera.
Tanjiro miró a su hermana algo incómodo. ¿Cómo podría decirle que era probablemente la única que quedaba viva? Además el olor a miedo aumentaba cada minuto.
Comenzaba a ser sofocante.
– No. Ellos están muertos. – Respondió finalmente el capitán. – Tanjiro, esta chica no puede salir, de seguro intentará escapar o algo. Nos vamos ahora. – Con esas palabras dejó el pequeño cuarto, quedando en un ambiente tenso e incómodo que cada vez se extendía.
"Esto no salió como lo planeamos" fueron los pensamientos de Nezuko, quién, suspirando, intentaba encontrar la manera de consolar a Kanao, pero teniendo la incapacidad de poder hablar era un tanto complicado.
– Lo siento. – ¿De verdad, Tanjiro? Lo único que se le ocurrió decir fueron esas palabras que de seguro pondrían peor a la contraria, quien ya parecía tener la mirada perdida y alguna que otra lágrima saliendo de sus ojos.
Pero ningún sollozo salió de ella, ni tampoco hubo movimiento alguno como se lo esperaba. Incluso estaba hasta preparado para un ataque producto de una crisis, pero nada.
– No tiene nada de malo descargarte, ¿Sabes? – El único que parecía estar alterado era el chico pelirrojo, quien se supone estaba en el lugar para mantener la calma. – Eres fuerte, pero no siempre debes hacerlo, si quieres... Te ayudo, uh, mira, puedo llorar contigo así haremos que tu carga sea menor y... – Ya, suficiente habladuría por parte de su hermano, así que lo mejor que Nezuko optó por hacer fue agarrarlo de la mano para comenzar a caminar.
"No empeores las cosas, ahora mismo necesita tiempo para pensar" Era increíble como a pesar de solo demostrarlo con sus acciones, la ahora menor de los Kamado podía transmitir su mensaje, así que rápidamente abandonaron el cuarto.
– Comenzaremos a andar en 10 minutos, eso es todo lo que puedo hacer por ti, pero aún no entiendo tu afán de ser amable con la rehén.
– Oh, capitán, no me esperaba que nos estuviera esperando afuera. – Las comisuras de sus labios se elevaron levemente, formando una pequeña pero triste sonrisa. – Me encariño mucho con las personas, aún si son desconocidos. Además, ella olía a miedo, no podemos dejarla así sin más. – Desde que se enteró que estaba en el barco, para ser más específico.
– Solo 10 minutos. – Solo se quedó para avisarle, así que se fue esperando que aquella chica por lo menos sirviera de algo.
– Hmm, esto me recuerda cuando se unieron Zenitsu e Inosuke, ¿Qué dices, Nezuko? – Miró a su hermana esperando una respuesta por parte de ella, pero al no recibir nada se dio cuenta de su pequeño error. – Oh, lo siento. – Menciono divertido mientras le revolvía los cabellos a la pequeña niña, causándole una risa silenciosa.
"10 minutos... Me pregunto si luego podremos conversar cuando pase ese tiempo" Fue el pensamiento de ambas cabecitas que ahora mismo se encontraban en un pequeño momento fraternal.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro