Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

( Capítulo 1 )

Oscuridad, llantos, dolor, muerte, gritos.

Era todo lo que se podía percibir en ese pequeño pueblo, donde lo más controversial que podría llegar a ocurrir eran discusiones que no pasaban de mayores, el como cada persona conocía a la otra y en los festivales todos se reunían pareciendo una gran familia que alegraba el corazón de varios.

«¿Qué fue lo que ocurrió?»

Esa pregunta no paraba de recorrer en su mente, intentando buscar una respuesta lógica –aunque en el fondo, sabía lo que estaba pasando, pero aún no lo aceptaba–.

Quería cerrar sus ojos y recordar, simplemente eso.
Hacerlo como si no hubiera un mañana, aferrarse a su equivocada idea de que todo saldría bien. Que sus amigos (ni ella) corrían peligro en este momento, despertar de la que ahora era una de sus peores pesadillas, pero no, esa era la realidad, una donde su futuro se tornaba borroso y sentía la muerte acercándose a una velocidad inquietante.

—Lo siento, Kanao, lo siento tanto... —¿Por qué su hermana mayor se estaba disculpando? No lo entendía, ella nunca hizo nada malo, al contrario, fue una de las mejores personas que conoció —si no fuera por eso, tal vez, sería más fácil para ti poder librarte... —seguía lamentándose, logrando que su curiosidad y miedo aumentaran con cada minuto que pasaba.
Necesitaba un respiro.

—¡Shinobu, no tenemos tiempo para esto, solo hazlo rápido! —a unos cuantos metros de ambas hermanas se encontraba la mayor de la familia, Kanae.

—Seguro...

Lo siguiente que ocurrió fue un pequeño pinchazo en algún lugar de su cuerpo que no pudo describir con exactitud debido a que el cansancio comenzó a recorrer su cuerpo como si fuera una especie de droga.
Sus dudas se incrementaban con cada segundo que pasaba, apenas y escuchando murmurar a las dos chicas que se encontran frente a ella.

Y luego, no hubo nada.

Solamente una nostálgica, fría y triste oscuridad.
La cual solo la abrumaba aun más, causando que volviera a preguntarse, ¿que fue lo que ocurrió?

[ *** ]

—¡Capitán, hay un barco aproximándose! —gritó uno de los tripulantes de la nave.

—No grites. El capitán está justo al lado tuyo —le recriminó otro mientras ponía su mano en su oreja, pues era sensible en cuanto a los ruidos.

—¡Cállate Monitsu, no te hablaba a ti! —aumentó su tono de voz solo para hacer enojar más al rubio, cosa que funcionó a la perfección —creo que es pequeño, ¡JA! no tendrán oportunidad contra nuestra tripulación.

—Es Zenitsu, idiota... Y asco, no tendrán oportunidad, pero contra tu aliento, buagh.

—Ustedes dos, paren de parlotear. Ya saben que hacer —mandó el capitán que estaba a unos cuantos pasos alejado de los dos chicos.

Con esas palabras –mandamientos– todos los subordinados empezaron con el protocolo que ya se sabían por excelencia para poder embarcar aquel pequeño barco.

Tal vez contenga algunas reliquias u objetos prestigiosos, incluso con alimentos eran felices.

[ *** ]


— Mira Benisu, te escribieron una carta de amor —habló un muchacho que portaba una extraña pero original máscar de jabalí.

—Ya te dije que es Zenitsu maldito descerebra... Espera, ¡¿Qué?! ¡Trae para acá! –le quitó de un golpe la hoja a la vez que se sonrojaba y la leía —¡esto es una receta medicinal! Además ni entiendo bien lo que dice —sus esperanzas de tener una linda novia se habían destruido en segundos.

—Caíste, además tampoco sé leer —se cruzó de brazos, orgulloso de su deficiencia.

—¿Siguen discutiendo? —preguntó un chico pelirrojo, con una marca en su frente el cual llegó a causa del ruido.

—Estarán así toda la vida —respondió por ellos el hombre más pequeño de la tripulación —tal vez olviden que tenemos que volver al barco y se queden aquí.

—Eso sería terrible, Tokito-san. Me aseguraré de recordarles que deben volver al barco, de ser así —estaba decidido a hacerlo. No le gustaría dejar a nadie de su tripulación.

—Tanjiro, asegúrate de que no quede nadie —apareció el capitán mientras envainaba aquella espada que tenía un gran manchón de color rojizo oscuro.
No quiso preguntar de quién era la sangre ni mencionar nada al respecto, pobres vidas humanas.

—¡Si capitán! —a decir verdad, al pelirrojo nunca le gustó pelear, es por eso que solo se encargaba de descubrir algunas reliquias o objetos interesantes.
Incluso su gran olfato le fue de ayuda múltiples veces en esos descubrimientos.

Aunque si era sincero, le daba pena tener que acabar con esas vidas, pero tampoco quería irse en contra de su capitán.
Después de todo le salvó la vida a él y Nezuko, su hermana menor.

Emprendió la pequeña travesía cuando notó un cuarto el cual aún no habían abierto. ¿La razón? No lo sabía, supongo que solo seguían el guión.

Se acercó con cuidado, abriendo la puerta y encaminándose por la habitación, notando de inmediato a una chica que parecía estar profundamente dormida.

"No darse cuenta de todo el alboroto que causamos al atracar su barco... Debe tener el sueño pesado"

Pero lo que más había llamado su atención, fue el tranquilo olor que ella transmitía, deduciendo con facilidad que parecía ser una persona tranquila y amable.
O bueno, ¿quién sabe? Ya que ahora mismo se encontraba dormida. Y como era de esperarse, tuvo compasión por ese ser.

—¿Por qué demoras tanto? —Tomioka, el capitán, se detuvo al notar que aún quedaba alguien con vida. "¿Sigue durmiendo, acaso? ¿Pero qué pasa con ella?"

—Oh, lo siento, solo... se me hizo extraño que siguiera durmiendo —$
sabía el destino que a esa niña le esperaba, por lo que suspiró con pesar. ¡Se veía tan joven como él! —¿Y si...?

—No sigas, recuerda que tu amabilidad nos ha traído muchos problemas —le cortó rápidamente.

—¿Problemas? Pero si por mi tenemos a Zenitsu e Inosuke —aún recordaba cuando hace 2 años se unió el chico rubio, mientras que el último hace apenas unos meses.

Todo gracias a la misericordia del pelirrojo.

—Por eso mismo, no aguantaría tener a otro idiota recorriendo por acá —bueno, si, es verdad que a veces dan más problemas que privilegios, ¿pero qué importaba aquello? Ahora eran una tripulación, una familia.

—Siento que ella será diferente a ellos, y en el buen sentido —por eso mismo ya casi no lo mandaban a las peleas, aveces ni siquiera lo dejaban bajar del barco.

—Tanjiro...

—¡Vamos Tomioka-san! Sé que estás considerando la idea, además ¿recuerdas lo que dijo al mirar el barco? Este parece ser de una familia reconocida... Puede servir como rehén.

Contando a ella, eran 3 personas en el barco, todas mujeres.

La razón por la cual navegaban por acá era porque se enteraron de una guerra en un pequeño pero tranquilo pueblo.

Más de alguna persona quiso salvar sus riquezas transportándolas en aquellas naves olvidando por completo a los piratas que se hallaban por la zona, pero estas chicas no tenían mucho más que algunas joyas, comida y cosas medicinales.
Ellas habían intentado huir.

—Tu te encargarás de ella. Al primer problema que suceda no tendremos más opción que asesinarla —respondió finalmente.

—¡Gracias, capitán! —Tanjiro sabia por excelencia que el contrario no se resistía a su gran fuerza de la voluntad.
Podía parecer muy frío por fuera y alguien sin piedad, pero esa solo era una fachada.

—Por cierto, esta chica no está dormida.

—¿Qué?

Volvió a mirar a la joven que se hallaba en la cama, incluso intentó moverla pero esta no daba indicios de despertar.
Suponiendo que tenían algunas medicinas, pudo ser posible que le hayan inyectado alguna sustancia adormecedora.

—¿Pero por qué lo harían? No tiene sentido.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro