Noritoshi puede contar con los dedos de sus manos las veces que han peleado y discutido con gravedad, está seguro incluso le bastan y sobran con los de una sola mano. Su relación siempre ha sido en su mayor parte tranquila, claro que discuten por tonterías pero nunca ha sido nada de qué preocuparse. Estaba seguro esta no sería la excepción.

— Podrías haberme consultado antes de aceptar — Comento, dejando los palillos en la mesa. La cena podía esperar — podríamos a ver visto la opción de escoger otro día.

— aunque no estoy de acuerdo con lo poco profesional que es el cambiar una cita a último minuto, vi poco viable la opción de escoger otro día debido a la visita que programamos con tu familia. De no haber aceptado tendríamos que haber pospuesto cualquiera de los dos.

Explico con simpleza, esperando fuera una respuesta que dejara el tema por terminado. Cosa que no sucedió.

— Eso no hubiera sido problema, no me importaría retrasar la visita a mi familia. Menos si así puedo estar ahí contigo.

El mayor respiro profundo, intentando calmarse. Aun con todo lo que había pasado durante su día jura haber llegado con el mejor humor posible, después de todo Noritoshi se había esforzado en cocinar la cena, sería la primera vez que lo hacía sin recibir ayuda y estaba impaciente por probarla. Lo que menos quería era discutir por algo así, no había necesidad si aún se podía solucionar.

— llamare mañana al consultorio y cambiaremos la cita. En caso no podamos podría que-

— No es necesario te preocupes. Puedo ir por mi cuenta, cuando llegues a casa podremos ver las imágenes del ultrasonido juntos.

— No solo se trata de eso. ¿Por qué no quieres cambiar la cita? — pregunto, la voz de ambos comenzaba a subir de tono.

— ¿Porque te importa tanto si voy solo? no sería la primera vez que hago algo así.

— Lo sé, y siempre respete esa decisión, pero esto es diferente. No pienso dejar vayas solo.

— Esto no debería estar siquiera a discusión. Iré a la cita mañana, y no debes preocuparte por llegar o no.

Choso no respondió de inmediato, respiro hondo una vez más y suspiro exasperado antes de hablar. ¿Porque a veces era tan difícil hablar con Noritoshi? El mismo Kamo se considera una persona razonable pero es tan obstinado que a veces lo duda.

— Esta bien, no discutiremos más esto, ve solo si crees es lo mejor — se retiró de la mesa, dejando al menor solo en la cocina.

Noritoshi no hace el esfuerzo por seguirlo, si lo hacía quizá terminarían discutiendo seriamente, si, por que el no contaría aquello como una discusión real, solo un pequeño desacuerdo de ideas que se seria olvidado dentro de un par de horas.

¿Pero si es así porque el tema sigue dando vueltas en su cabeza?

Cuando entra a la habitación para componer las cosas no recibe respuesta. Intenta pensar en cómo disculparse pero el problema está en que no entiende que es lo que específicamente está mal con toda la situación. Es el primer ultrasonido y quiere estar ahí, es comprensible, pero habrá más ocasiones donde podrá acompañarlo. Después de todo no se trataba que él y él bebe llegaran a ser una carga o intervinieran en sus demás responsabilidades, si había algo que pudiera hacer para no causarle problemas a Choso lo haría.

Pero para el mayor no se trataba de si sería una molestia o no, porque no lo es. Está acostumbrado a cuidar y ver por las personas que quiere. Y aunque a Kamo pareciera olvidarlo el entraba en esa lista, el realmente quería estar involucrado en todo el proceso lo más que pudiera.

Sabe que el menor está acostumbrado a un tipo de trato distante donde el prácticamente él se tenía que preocupar por el mismo. Recuerda la vez donde este le conto que su padre solo estaba presente en aquellas ocasiones donde el seria reconocido por algún logro, o para asegurarse estuviera cumpliendo con lo que se esperaba de él. Fuera de eso estaba muy ocupado para estar ahí. Así que entiende que ir a una cita solo no representa problema, pero creyó que con todo el tiempo que llevan saliendo y con el hecho de que le ha demostrado quiere tanto a ese bebe como el Noritoshi estaría un poco más consciente de que él se quedara a su lado y no debería preocuparse de ser una molestia.

Quizá si ambos hubieran sido más directos en cuanto a sus sentimientos no hubieran dormido cada quien mirando a la pared.

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Las cosas se supondría estarían más calmadas a la mañana siguiente, pero Noritoshi despertó solo para darse cuenta que Choso se había ido esa mañana sin despedirse. Decir que no le dolió de cierta forma seria mentir, pero orgulloso como era simplemente decidió seguir con su día como lo había planeado. Cosa de la que se arrepiente en el momento en que ha llegado a la clínica.

Sentado solo en el área de espera es que considera que puede se haya equivocado en su decisión. Ha estado en esos lugares por su cuenta la mayor parte de su vida (por que no contaría como compañía o soporto emocional a alguien que solo estaba a su lado por órdenes de su padre) y creció sintiendo que eso estaba bien, pero en ese momento se siente todo menos correcto, podría decir que incluso se siente incómodo e intranquilo.

A veces deja pasar por alto todas esas cosas a las que Choso realmente le ha ido desacostumbrando, pensando que ralamente no ganan peso y podrá seguir como de costumbre. Pero aquí esta, deseando no haber sido tan terco y pensando si será muy tarde para hacer algo al respecto.

Pero no tiene mucho tiempo para pensar aquello, alguien ha llegado a sentarse a su mano y tomar su mano.

— Choso — llama al mayor, sorprendido. Por la forma en que respira es obvio que está cansado, debió de haber corrido parte del trayecto para llegar a tiempo. —creí...

— Pensé en no venir, por que seguía molesto... pero no quiero repetir sus errores de ninguna forma. — Confiesa — Mi padre biológico nunca estuvo para mi madre en ningún momento que no fuera para quitarle dinero. La dejo pasar por tanto sola y no le importó cuidar de ella, o de notros. Prometí hace mucho no hacerlo mismo.

— Siempre pensé que el señor Itadori era tu padre. Nunca te referiste a él como tu padrastro.

— Todos tomamos a Jin como nuestro verdadero padre. Nos recibió sin poner siquiera un pero y nos cuidó como a si fuéramos sus verdaderos hijos, incluso nos dio su apellido aunque no tuviera que hacerlo. Sumando a eso ayudo a mi madre como no tienes idea.

Noritoshi escucha atentamente. No era un tema fácil para Choso, por algo decidió enterrarlos y fingir no paso, pero sin olvidar lo que le habían dejado con tal de no convertirse en la basura que le toco de padre. Tomando como ejemplo lo de lo que no quería ser.

— Lo siento, por todo. Creo comprendo un poco mejor porque esto era importante, es una oportunidad para ser mejor que tu padre y yo no copero mucho que digamos.

— No tenías como saberlo, y yo no he sido tan abierto contigo sobre mi vida. Creo ninguno lo hemos sido en su totalidad. — Kamo asintió, por distintas razones ninguno se había inmiscuido mucho en los temas familiares de otro.

A su manera cada uno había puesto ciertos límites sobre lo que compartían con el otro, teniendo así solo una parte de todo el rompecabezas, sabiendo solo aquello que se había escapado de una forma u otra pero que solo era una pequeña parte del todo, y quizá siempre seria así, nunca se termina de conocer a una persona al final de todo.

— Pero no es solo eso. Noritoshi, te amo, a ti y a este bebé. No quiero que sientas estas solo en esto, porque, si no lo has notado, deseo tanto esto como no te imaginas. ¿Lo entiendes?

Noritoshi se queda callado, solo asintiendo ante la pregunta, apretando más el agarre en su mano. Sabía que lo amaba, Kamo le correspondía aunque a veces le costara expresarlo con palabras, por algo había ido a buscarlo aquel día, por eso fue tan feliz cuando Choso le pidió lo conservara y quisiera estar con él. Sin embargo sus viejas costumbres a veces le impedían demostrarlo de la forma correcta.

Choso acepto aquel asentimiento como ultima respuesta y los ojos brillantes de Noritoshi le dijeron que lo entendía. Besos sus labios para calmarlo y decirle que todo estaría bien. Kamo le echará la culpa a las hormonas por llorar solo por algo así.

— Kamo Noritoshi— llamo la enfermera— puede pasar.

Sin soltar su mano siguieron a la enfermera.

La doctora los saluda, piándole a Noritoshi recostarse y descubrir su vientre. Explicándole lo que pasara a continuación y lo que podrán ver. Aunque claro no es como si ellos vayan a entender mucho de lo que la pantalla mostrara salvo lo obvio.

Mientras la doctora revisa el monitor los nervios se alojan en ellos de apoco, claro que esperan tener buenas noticias pero el contemplar la posibilidad de que no pueda ser así está presente. No es hasta que Ieiri menciona que el corazón late con normalidad y todo está en orden que ambos pueden dedicarse a prestar atención a la pequeña cosa en el monitor. Como es de esperarse apenas y va tomando la forma de un bebe, pero puede ver sus manitas y su piecitos.

— Es tan pequeña — remarco Choso, quien veía embelesado la imagen. Su ojo brillando con emoción y una sonrisa adornaba su rostro. Si así estaba emocionado en este momento no imaginaba como lo estaría cuando él bebe creciera más a lo largo de los meses — ¿no te parece adorable?

Nunca le hayo sentido a la emoción de las personas por ver la ecografía de un feto, solo eran manchas que formaban siluetas de un ser apenas formándose o en caso de ya estarlo era una forma de un bebe cualquiera. Pero vivirlo en carne propia le presento otra perspectiva, el hecho de saber a su hijo bien y creciendo dentro suyo le traía felicidad, y al ser suyo podía encontrar adorable aquel ser que apenas y estaba tomando las características de una persona.

— Lo es, aunque también podría ser un el — le recordó. Aunque sabía que a Choso poco le importaba la lógica detrás de su afirmación y estaba terco en que sería una niña a tan temprana etapa de la gestación.

— Si todo sale bien, dentro de tres meses podrán saberlo. Necesitaremos hacer otras dos por control. — dijo la doctora antes de dar por terminada la sesión.

Ambos asistieron y preguntaron por la copia del ultrasonido antes de retirase. Necesitaban compartir el momento con sus seres queridos, además de que los amigos de Noritoshi insistieron que irían a visitarlo para poder ver cómo iban las cosas hasta el momento y deseaban ver la ecografía. Los amigos de Choso ni ocuparon pedirlo, por medio de una foto de su celular les presumió las primeras imágenes de su hijo en cuanto pudo en el trabajo.