Solo hay un camino, quisiera sacrificarlo todo para lograrlo.

-Teo-

He viajado por el mundo en busca de personas, no cualquier clase de personas, busco tezar.

Este mundo fue creado por una entidad celestial conocida como padre, el lleno la tierra con plantas, animales y humanos. Los cielos con ángeles y que posteriormente clasificó, sin embargo, no todos apoyaron este criterio, lo que ocasiono que muchos ángeles cayeran de lo alto de los cielos hacia la tierra, por desgracia no todos obtuvieron este beneficio, ya que la mayoría fueron condenados al infierno. En cuanto a mí, soy el ángel de la destrucción.

Cuando los ángeles cayeron, esparcieron sus poderes angelicales por toda la tierra, sin embargo, no todos los humanos pudieron beneficiarse de dichos dones, aquellos que lo lograron, se conocen como tezar. Mi misión es reunir a nueve tezar que posteriormente se unirán a mi organización, la colmena, con un simple objetivo, eliminar a luzbel.

Mi viaje empieza en el desierto de Sarah en áfrica.

Los tezar tienen poderes únicos, incluso pueden llegar hacer más fuertes que los propios ángeles, pero como nosotros pueden ser corrompidos, por esto es importante encontrar a estos rápidamente. Cuando baje del cielo tome apariencia humana y elimine mi aura angelical para no ser detectado por ángeles caídos o demonios, también me asegure de destruir y forjar una base en el gran cañón, Estados Unidos, en ese lugar las tezar y yo podemos planificar y entrenar para la batalla e incluso localizar a los otros tezar.

El ambiente no era muy diferente de donde estaba, sin embargo, había un alto nivel de energía tezar en esta área. En mi primer viaje no pude reunir ninguna tezar, pero conseguí información valiosa de actividad sospechosa, además de vídeos de personas con poderes especiales. Los humanos siempre han sido capaces de acceder a estos poderes, sin embargo, dejaron de creer en ellos y con el tiempo terminaron perdiéndose, en la actual generación aún es posible encontrar rastro de posibles tezar y de ahí mi búsqueda.

En un vídeo publicado en la web podía observar a un chico controlando la arena para hacer castillos de arena, pero para las personas lo que resultaba llamativo era que este chico era blanco y pelirrojo para vivir en Trípoli, Libia, puesto que la creación de los castillos de arena era un efecto cinematográfico para su perspectiva.

La ciudad es ligeramente muy grande, busco a un joven alrededor de los 18 años, blanco, pelirrojo y ojos azules, una apariencia muy curiosa para la zona y que puede facilitar la búsqueda. Caminando unas horas por la ciudad y hablando con las personas locales, el chico se había vuelto famoso por armas castillos de arena y hacer que estos desaparecieran, pero nadie de la ciudad había visto hacer el espectáculo, solo lo que este suministraba en su página web, donde creaba diferentes artículos, como carros, edificios y armas. Últimamente había muchos más visitantes en la ciudad, espero que no sean...

Mi pensamiento es interrumpido, porque la ventana de un edificio estalla al norte de la ciudad, cerca de la bahía, mientras que una gigante esfera de arena sale disparada muy rápido al este, rebosante de energía tezar, lo suficiente para deducir que un tezar va dentro de ella. Me despido de la persona con la que hablaba antes del ataque y salgo corriendo en esa dirección no me tomará mucho tiempo llegar al destino de la esfera. Pero sentía que algo se me estaba olvidando, algo muy importante, pero en estos momentos tenía que concentrarme en el tezar. No podía evitar la mirada de las personas de mi alrededor, después de todo, iba vestido con una gabardina negra que llega hasta los talones y deja descubierto los brazos y piernas, debido a que al llegar a la cintura se parte en la parte trasera, también, un pantalón negro que llega hasta las rodilla, este esta ajustado a la piel, en la pierna izquierda llevo un sujetador de pistola aunque no llevo ningún arma de fuego y en el brazo derecho dos correas negras separadas por unos centímetros, también unos guantes que dejan los dedos libres y finalmente unas botas negras.

Finalmente, casi he llegado, desde esta distancia puedo ver que la esfera se fue deteniendo hasta llegar a centímetros del suelo y luego volvió a haber otra explosión, pero esta vez alrededor de la esfera, despidiendo por los aires al muchacho del vídeo y en ese momento recordé porque estaba tan preocupado, porque me había preocupado esa explosión del edificio, un demonio lo había encontrado primero.

No pude evitar la segunda explosión, pero pude llegar a tiempo para recoger el cuerpo del cielo y dejarlo sobre la tierra. Es un terreno despejado al noreste de la ciudad. Él aún continua con vida, pero respiraba forzosamente

-Todo estará bien ahora, no te muevas-le digo mientras me pongo de pie y miraba en la dirección en que venían los ataques.

Una paloma negra, eso vería cualquier humano cerca de la zona, sin embargo, yo podía ver su verdadera forma, mis sospechas se hacen realidad al ver un demonio que vuela tranquilamente en nuestra dirección. Iba vestido de negro y poseía muy poca ropa, una falda negra que le alcanza a tapar el muslo y un top que le cubre el pecho y el cuello, dejando descubierto los brazos, como el ángel que una vez fue, tiene toques angelicales, como unos labios rojos y una piel blanca, tiene el cabello negro, ojos rojizos y alas negras.

- ¿Que eres tú? - me pregunta- ¿cómo puedes verme?

-Soy de tu misma sangre, sin embargo, mi sangre no está podrida-le contesto.

En ese mismo instante sale disparada hacia mí empuñando una espada, pero varias cadenas salen de la tierra para defenderme y crear un muro que detiene la espada, sin embargo, ella no se detiene y gira a la derecha para intentar golpearme, pero le sujeto el pie con una cadena y la arrojó al cielo, cuando la suelto lanza una esfera de energía hacia el muro de cadenas, haciendo que exploten y salgan disparadas en varias direcciones, la cantidad de humo no me deja ver con claridad, si no, cuando está muy cerca veo el filo de la espada dirigirse a mi garganta e inclino la cintura un poco, para que la espada pase cortando mi cabello dorado. Coloco mi mano derecha en el suelo para sostener mi cuerpo, mientras pateo su cuerpo, que se encuentra encima de mí, pero choca con su pierna, que posteriormente usa para impulsarse hacia arriba y mueve la espada hacia mi dirección, viendo esto, saco más cadenas de la tierra y las arrojo en su dirección, desvía la primera y la segunda, pero la tercera la sostiene con su espada, evitando que la punta de la cadena en forma de cono traspase su pecho, sin embargo, las cadenas que había desviado se dirigen a su espalda, percatando lo que sucede, logra desviar y esquivar la cadena, mientras que una de las cadenas alcanza a pasar cortando su brazo derecho, haciéndole una pequeña cicatriz, donde empieza a sangrar, pero su sangre es negra, debido a que perdió toda divinidad.

- ¿Cuál es tu rango ángel? -Me pregunta, mientras desciende y se postra sobre el suelo

-Soy el ángel d...-no puedo terminar la frase porqué la arena sostiene sus pies.

-Te tengo maldita-responde un susurro detrás de mí, me volteo para ver al muchacho de pie sostenido por la arena. En ese momento, nuestra oponente dispara las mismas esferas de luz a la arena para liberarse, mientras salta y lanza otras hacia nosotros, pero un muro de arena sólida se levanta frente a nosotros, protegiéndonos de la explosión.

-Puedo manipular la arena, parecerá raro, pero puedo hacerlo, sin embargo, te he visto manipulando unas cadenas, así que somos los mismos fenómenos-me dice el pelirrojo a mi lado

-No eres un fenómeno, ni yo tampoco, eres especial para el mundo, ayúdame a ganar y te mostraré un nuevo camino-le respondo

-Definitivamente es una locura, pero es mejor que vivir en la completa frustración y soledad-dice esto mientras me mira directamente, asiento con la cabeza e intentó demostrar comprensión, sin embargo, no dura mucho, debido a que ella regresa al ataque atravesando el muro de arena y luego haciéndolo estallar, mientras dirige su espada hacia él. Hago surgir cadenas cerca de su cuerpo, pero como si hubiera presintiendo esto me lanza su espada, que alcanzó a esquivar rozando la oreja izquierda, no había notado que se había acercado demasiado y lanza un puño en mi abdomen, impulsando mi cuerpo hacia atrás, mientras lo hago miro al muchacho que se encuentra paralizado en la misma posición. La hago retroceder creando cadenas en su posición y me centro en crear un escudo para el muchacho, mi deber es proteger ese tezar.

- ¿qué se debe el interés de un ángel cualquiera como tú en un fenómeno como ese tezar? -me pregunta con el menor mínimo interés, pero siento todo su desprecio, deberían estar agradecidos con nosotros que eliminamos esos Idiotas

- ¿Eres...t...tu un ángel? - Me pregunta el pelirrojo, con expresión de mucha impresión. Desde esta perspectiva pareciera que estuviera en una prisión, me concentro en la respuesta.

-Así es, soy un ángel, soy de nivel élite- le respondo, pero parece más confundido que al principio, así que no le doy más detalles por ahora.

- ¡No es posible! ¡Un ángel de nivel élite no puede estar en la tierra a menos que él se lo haya ordenado! ¡Mientes! -se altera la muchacha que hace unos segundos parecía tranquila

-Sabes que tenemos prohibido mentir, recuerda que yo no he caído como tu- se abalanza sobre mí, recogiendo la espada y golpeando mi muro de cadenas, pero hago surgir otros más donde ella golpea veloz y furiosamente.

- ¡Maldito! ¡Mentiroso! ¡Eres detestable! -me respondía ella con cada varios golpes sin ningún éxito de acertar, en medio de su frustración salto al cielo y crea miles de esferas de poder y las dirige hacia mí, como contraataque, creo miles de cadenas con punta de cuchilla en las direcciones de las esferas, que estallaron en el cielo con cada una de ellas, finalmente la atravieso con esas cadenas y la bajo lentamente hacia el suelo. Pronto regresara al infierno.

- ¡Mal...dito! ¿Qué es lo que quieres? ¿Cuál fue tu misión asqueroso serafín? - me cuestiona en su lecho de extinción.

-No, te equivocas no soy un serafín...- dicho esto, abrió mucho los ojos y en un grito se consumió en fuego.

- ¿Te encuentras bien? - Le pregunto al muchacho una vez retire las cadenas.

- si, gracias, me llamo Gaara, señor- extiende la mano hacia mí, hasta este momento no nos habíamos presentado, así que aprieto su mano.

-Un placer Gaara, soy Teo y soy un ángel, pero no cualquier ángel, soy el ángel de la destrucción- respondo, mientras abre la boca perplejo, siento aflojar su mano

-Entiendo, no es que tenga miedo, pues tampoco conozco la jerarquía angelical, pero sé que eres un ángel y se supone que velan por nosotros, pero, ¿porque estás aquí?, ¿Porque me salvaste? -me pregunta, bajando su cabeza y soltando mi mano, para apretar sus puños, pongo una mano en su hombro y contesto.

- Tienes razón los ángeles nos encargamos de protegerlos y ayudarlos, sin embargo, yo estoy aquí por una misión muy importante, respecto a ti, eres una tezar, en otras palabras, tienen poderes especiales y debo protegerte, y ahora mismo si estás en tu voluntad, me acompañaras- respondo tranquilamente mientras, él se estremece e intenta asentir con la cabeza todo lo que le digo.

-Gracias por salvarme, ella entró en mi habitación y me atacó, solo pude defenderme como pude, estaba...- no lo deje terminar, lo rodeo con mis brazos e intento calmar sus lágrimas.

-No te preocupes, puedes estar tranquilo ahora, yo te protegeré, no tienes que decirme nada más- luego de un rato se calma y separo un poco de él

-Gracias señor Teo, lamento esto, pero estaba muy confundido, he estado solo todo este tiempo, que busqué apoyo en Internet mostrando mis habilidades, pero no pude conseguir a nadie-agacha la cabeza avergonzado.

- Te equivocas Gaara, gracias a eso pude encontrarte, sin embargo, no estarás seguro aquí, así como yo, muchas fuerzas malignas vendrán en tu búsqueda, suponiendo que no estén en el perímetro, pero no debes preocuparte, yo estoy aquí- le digo con el mayor tono de seguridad, para que pueda sentirse tranquilo.

Levanta la cabeza, mira a su alrededor y luego se fija en mí, empieza a analizarme como si fuera un tesoro raro que acaba de encontrar, luego se queda mirando, suspira y dice en un murmullo.

- ¿Puedo confiar en ti? -Me pregunta

-Claro que puedes-contesto rápidamente, esta pregunta me toma desprevenido

-Si eres un ángel como dices, ¿porque tienes una cola de demonio? - me pregunta mirando mis ojos y señalando la cola negra con una flecha en la punta, que cuelga entre mis piernas

-Para poder pasar desapercibidos en la tierra, es necesario un cuerpo y aura humana, para ello acumulamos todo nuestro poder y ser en alguna deformación que hagamos de nuestro cuerpo, yo decidí una cola-contesto calmadamente y con el menor detalle para que pudiera comprender.- debemos darnos prisa, acabas de liberar demasiada energía tezar, no es problema para los humanos, puesto que ellos confunden los poderes como efectos de la luz o la oscuridad y en algunas ocasiones con animales u objetos, sin embargo, cosas como lo que acabamos de enfrentar deben dirigirse hacia acá, por favor ven conmigo-al ver que aún hay confusión en su rostro, le digo-si hubiera querido lastimarte ya lo hubiera hecho.

Parece meditar la situación, al parecer está solo en el mundo, es la razón por la que está muy delgado, parece que no ha tenido una buena alimentación, su cabello es lacio y está en puntas como una piña. cuando nota que llevo observando mucho tiempo se voltea hacia un lado

- ¿Dónde se supone que iremos? -Pregunta con la vista perdida en la ciudad

- Construí un refugio en el gran cañón, Estados Unidos- gira a mirarme, supongo que pensara en cómo llegaremos ahí, antes de que pueda preguntar desprendo mis 6 alas.

-Increíble, porque tienes...- me pregunta perplejo e interrumpo, sabiendo cuál es su pregunta.

- Soy un ángel de nivel élite, lo que significa que tengo seis alas como los serafines, pero soy diferente de ellos, estas alas representan los 6 días en que el padre creó al mundo-tomo un pequeño suspiro, lo miro y parece comprender, entonces le pregunto- ¿podemos irnos?

-Anónimo -

En algún lugar de Trípoli-Libia, la chica baja sus binoculares.

-Parece que llegue tarde, el chico fue interceptado por un ángel, es demasiado raro, además tiene seis alas, será difícil seguirlo. Ya cuando pensaba que por fin había encontrado un aliado-se levanta y salta del tejado hacia un callejón, donde sube a una motocicleta- bueno creo que sé cuál será su próximo objetivo- sacando su smartphone con la imagen de un chico en medio de electricidad y con una guadaña.

-Teo-

Luego de unas horas de viaje, llegamos a el gran cañón, una zona desértica rodeada de rocas montañosas. cuando descendemos, suelto a Gaara y guardo mis alas que son energía, en mi rabillo.

-Llegamos, esté en el gran cañón, viajamos de un continente a otro en menos de una hora, sorprendente ¿no te parece? - aún perplejo por el viaje y el lugar en el que estamos, y más aún por el bicho raro que está mirando fijamente y acaba de hacerle una pregunta- bueno, creo que quieres descansar, así que entremos- abre los ojos, como si le acabara de decir que la tierra es plana. Antes de que pueda preguntar, lanzo una esfera de luz blanca hacia el cielo para crear un campo de energía en forma de domo, vuelvo a crear otra esfera de luz y la situó en la pared de piedra frente a nosotros para que desaparezca bajo tierra y muestre un túnel oscuro.

-Sígueme, luego podré responder todas tus preguntas- asiente y empieza a acercarse a mi posición.

Doy un paso adelante en el túnel y empieza iluminarse de color blanco mostrando un camino que termina con unas escaleras subterráneas, la roca está cubierta por unas placas metálicas dando forma de cubo. Caminamos por el pasillo hasta llegar a las escaleras para descender y llegar a un gran salón circular, donde hay muchos sillones, una cocina al fondo y una gran pantalla frente a nosotros y en el lado derecho hay 10 puertas, la que está en el centro sobresale de las demás.

-Muy bien este nuestro hogar, espero te puedas sentir a gusto, puedes elegir cualquiera de esas nueve habitaciones- señalando cada una y saltándome la de la puerta más grande, que es la mía.

-Muchas gracias, entonces ¿soy el primero que toca este lugar aparte de ti? -me pregunta

-Así es- dirigiéndome al sillón y abriendo el notebook, para encontrar alguna pista de otra tezar-puedes decorar y diseñar la habitación que escojas a tu gusto, usa la computadora que se encuentra en ella y encarga cualquier cosa que necesites- levanto la mano- nada de preguntas luego las responderé, adelante estás en tu casa.

-Gracias...-baja el último escalón y se dirige a las habitaciones, duda un momento, pero finalmente escoge la número 5 que está izquierda de la mía.

-Gaara-

Giro el picaporte de la puerta, entro a una habitación gris, tiene una cama, un armario, una pequeña mesa que tiene una laptop encima de ella y una puerta que deduzco que es el baño, me dirijo rápidamente a este último. Abro la puerta, la habitación es completamente blanca, tengo un lavamanos y arriba de el, un espejo. Contemplo mi reflejo unos minutos, tengo una apariencia terrible, me encuentro lleno de tierra, sangre seca y algunas quemaduras, miro a mi izquierda para toparme con un inodoro y más al fondo una ducha separada por un cristal, salgo de la habitación, me quito mi ropa y la dejo encima de la cama.

-Teo-

Escucho el sonido de la ducha, Gaara debe estar en el baño. Me levanto, dejo la laptop en el sillón y me dirijo a la habitación número cinco, abro la puerta sin hacer ruido, el sonido de la ducha se intensifica, esto porque dejó la puerta abierta, veo la ropa que tenía puesta encima de la cama, está sucia y llena de huecos, la tomo y salgo de la habitación. Aún no he encontrado nada, así que me dirijo a la cocina, coloco la ropa en un contenedor, tomo un vaso de agua y vuelvo al sofá.

-Gaara-

Cierro la regadera, tomo la toalla que está, en el toallero frente al inodoro. Seco mi cuerpo y la dejo donde estaba y salgo de la habitación. La Ropa que usaba no está, seguro Teo entró y la tomó. Miro el armario, para mi sorpresa hay demasiados conjuntos de ropa, sin embargo, todos son los mismos y son iguales a la vestimenta que Teo lleva, tomo una de ella y me la pongo, salgo de la habitación y lo encuentro aun sentado con la laptop.

- ¿Dónde está mi ropa? - Le pregunto, mientras me siento en uno de los sillones cerca de él.

-No la necesitas-cierra la laptop y me mira fijamente-es hora de responderte todo lo que necesites saber

-dime todo lo que necesite saber- le digo

-Muy bien, presta mucha atención. Soy un ángel mandado por padre, para cumplir una misión, derrotar a Lucifer, para lograr eso, es necesario buscar a 9 guerreros, conocidos como tezar, tú eres uno de ellos, eres el número cinco y necesito reunir a los otros ocho restantes. Este lugar es nuestra base de operaciones, aquí podemos entrenar y buscar a los demás. Lo que enfrentamos hace un rato fue un demonio, hay muy pocos en la tierra y son los más bajos en la jerarquía demoníaca, ahora mismo debes estar a su misma altura, pero luego no resultará mayor problema. Es necesario que lleves esa ropa, es nuestra identificación, además no es una vestimenta común...-es interrumpido por una alarma y las luces comienzan a parpadean.

- ¿Qué sucede? -pregunto, en ese momento enciende la computadora y automáticamente el televisor cobra vida, mostrando el mapa de nuestro planeta y un punto rojo está palpitando en una parte del mapa, América del Sur.

-Hemos encontrado energía tezar, lo que significa que, quien se encuentra detrás de ella no está solo...y se encuentra en peligro. ¿Nos vamos? -me pregunta

-Anónimo-

-Colombia, cerca del río Orinoco-

- ¿Quién eres tú? -Pregunta el muchacho, sosteniendo la guadaña en mi dirección.

-Una aliada, tu eres igual que yo- le respondo

-Así que eres una tezar, lo lamento, pero tendrás que quitarte de mi camino- le responde el muchacho, mirándome fijamente con sus ojos azules.

-Entonces si te derrotó vendrás conmigo- le insinúo.

Apenas terminó de hablar me lanza su guadaña, que desvío por los aires con una explosión, pero la guadaña se mantiene suspendida en el aire y se dirige nuevamente a mi posición, una vez está lo suficientemente cerca, la despido por los aires con otra explosión y vuelvo a mirar al muchacho, a su alrededor se formó una barrera eléctrica. Saco mis pistolas.

-Tonta es inútil, las balas no tienen efecto en mí- me dice.

Disparo, pero no disparó balas, sino esferas explosivas que al acercarse a su objetivo explotan. Al hacer contacto con la barrera eléctrica estallaron y en un instante está frente de mi tocando mi cuerpo, sin embargo, su mano estalla automáticamente. Esto debido a que todo lo que me hace daño explota como si fuera un campo minado, sin embargo, mi cuerpo está diseñado para que las explosiones no me puedan lastimar y por eso el muchacho sale despedido por los aires, lanzando corrientes eléctricas al suelo donde estoy de parada. Las explosiones me hacen saltar evitando el daño eléctrico, uso mis pistolas y le disparo, pero las esferas son detenidas a mitad de camino.

- ¿Cuál es Tu nombre tezar? - Me pregunta, cuando está levitando a centímetros del piso.

- Mi nombre es Elodia, ¿tu cómo te llamas? -Le pregunto, en ese momento mi espalda explota, impulsando mi cuerpo hacia delante, en ese momento, alcanzó a girar para ver la guadaña ser impulsada por los aires- Parece que no juegas limpio.

-"El fin justifica los medios", mi nombre es Alvaro-mientras la guadaña gira a su alrededor. -qué poder más impresionante el tuyo, parece que todo tu cuerpo es una dinamita y a pesar de eso sales ilesa, desearía continuar, pero tenemos compañía.

-Gaara-

El mapa reflejaba una gran cantidad de energía tezar liberada, eso nos trajo a Meta, Colombia. tuvimos que descender por el río Orinoco, el lugar era plano y con mucha vegetación, lo suficiente en comparación a los lugares que he visitado. Una vez vimos varias explosiones y relámpagos rechazarse, salimos en esa dirección, frente de mí se encuentra una chica de pelo ondulado que le cae hacia los hombros, una piel morena y ojos negros, sostiene dos pistolas, lleva puesto tacones negros, con unos vaqueros ajustados negros que tienen agujeros en varias partes de él y un suéter de tiras ajustado del mismo color. Del otro lado está un chico de cabello negro y ojos azules como el zafiro, una guadaña gira alrededor de él, él se encuentra en el aire, levitando, va vestido de una chaqueta de cuero negro que deja ver sus brazos, abdomen y pecho, usa una pantaloneta negra y unas botas negras con símbolo de nubes rojas a los lados.

-Tezar...-Antes de que Teo pueda contestar, la Chica de pelo ondulado dispara en su dirección haciendo que Teo surja cadenas del suelo, al mismo tiempo el chico lanza su guadaña en mi dirección, pero la detengo con mis manos cubiertas de roca y arena. Me siento más fuerte, como si mis poderes tuvieran más libertad, me siento más hábil, veloz, fuerte y destructivo. El chico corre velozmente en mi dirección, en un segundo está frente de mí, tomando la guadaña, la cual fue atraída hacia él como un imán y luego de tenerla la lanza lejos. Empieza a golpearme, pero puedo ver sus movimientos, aunque sé que son a la velocidad del rayo. El primer golpe rebota con mi escudo de arena, el segundo uso mi mano, al hacerlo siento una ligera corriente en mi brazo. Eso hace que me distraiga y él salte al aire, frota sus manos rápidamente y lanza corrientes eléctricas encima de mí, sin embargo, mi cuerpo es de tierra, y soy inmune a ellos ya que la misma tierra es un sumidero natural de electrones, no obstante, las ráfagas limitan mi visión. Y empiezo a recibir muchos golpes, no puedo moverme, parece que intenta paralizar mi cuerpo completamente.

-Ten cuidado Gaara- mientras una cadena separa al muchacho de mí y me brinda el tiempo suficiente para moverme.

-lo lamento Teo, gracias- le digo.

- La batalla es conmigo infeliz- responde la muchacha reanudando los disparos, miro mi reloj, solo acaba de pasar un minuto, para mí fue como si hubieran pasado más de una hora.

Teo se defiende creando cadenas para detener los tiros.

-Detente, no quiero pelear contigo-le dice

- Cállate, te mataré - le responde de nuevo la Chica cada vez más furiosa- ¡pelea maldito cobarde!

Teo surge cadenas con punta de esfera, eso con el fin de no lastimarla.

La chica Salta al aire, lanza las pistolas y saca de su espalda dos subfusiles que atraviesan la barrera de cadenas y obligan a Teo a saltar, destruyendo el suelo donde se encontraba, en ese momento, Teo crea cadenas del suelo donde se encuentra la muchacha, pero cuando intentan acercarse una explosión las destruye. ¿Será igual de rápida? Me pregunto. Busco al muchacho con el que peleaba hace un rato, se encuentra sentado en el pasto, mirando la batalla.

-Pelear contigo es inútil, tienes ventaja elemental, observa la batalla.

Hago lo que dice y regreso mi mirada a la muchacha, ella ha evadido la cadena que Teo lanza desde sus manos y empieza a caminar sobre ella, cuando levanta las armas, una pequeña cadena sostiene su tobillo haciendo que se resbale y la bala llegue a mi dirección, pero creo un muro de arena que no es suficiente, así que lo penetra y el suelo que estaba atrás de mi explota.

- ¡Gaara! - Escucho su grito. Salgo de la nube de humo, si no fuera porque cargo con una armadura de roca pegada a mi piel, hubiera salido lastimado.

-Estoy bien, no te preocupes, cree una armadura antes de llegar- digo jadeando.

-Todos son iguales, solo quieren ver nuestra destrucción, tu ángel, no te perdonaré por lo que hiciste- responde la muchacha.

-lo lamento, nuestras intenciones eran sinceras- le responde Teo

- No lo digas, fuimos unos tontos en crearlos y estuvo mal, a medida que fueron muriendo, mi odio hacia ustedes fue creciendo.

- Fueron engañado por el ángel que portaba la luz, luzbel. Sin embargo, eso fue hace 100 años, ¿cómo pudiste sobrevivir?

- Mi...madre...-lo dice mientras su voz se ahoga y se arrodilla en el suelo- sus poderes permitían compartir sus ojos, sus sentimientos y pensamientos. Creó un hechizo que me durmió y detuvo el tiempo para mi durante 100 años, para llegar a esta generación y detenerte.

- Tu madre poseía una de las 50 habilidades más fuertes, lo lamento por ella- le responde Teo, no puedo decir nada, aunque tengo muchas preguntas en mi cabeza, me limitó a escuchar- ese ángel los engañó, él es el portador del mal y debemos detenerlo.

El chico con el que peleaba lanza una descarga eléctrica en nuestra posición, como si de una prisión se tratará, me muevo hacia Teo, pero el suelo delante de mí explota y nos vemos envueltos en una nube de humo inmensa. Creo una tormenta de arena, para que Teo pueda entender. La tormenta hace que la nube de humo se disipe y pueda verlos, le lanzo una esfera de roca en su dirección. El chico se pone frente de esta y envía un puñetazo que la destruye, sin embargo, un pedazo de cadena sale del interior atrapando al muchacho en una esfera de cadenas, dejándolo en el suelo.

-Maldición -dice el muchacho entre gruñidos

-Suficiente, basta de pelear, no podrás romper la cadena está limitando tus poderes tezar, no quiero lastimarlos- responde Teo calmadamente, mientras elimino la tormenta de arena.

- ¡Mentira! Tú, ¿que haces con él?, te engañara créeme, debes alejarte de él- me mira fijamente con lágrimas en sus ojos.

- Porque él me salvó, no sólo del enemigo, sino que, de mí mismo, sé que hago lo correcto estando a su lado, porque él es mi...- Mi voz quedó ahogada.

-Elodia-

En ese momento al chico de cabello rojo, pierde la cabeza, esta sale disparada. No puedo moverme, estoy otra vez de rodillas en el suelo, sin poder hacer nada, mi cuerpo empieza a temblar, solo veo la guadaña girar y caer en el suelo frente del cuerpo que ahora se posiciona débilmente en el suelo. Mira hacia el ángel, veo su cara llena de sorpresa y confusión, el suelo empieza a temblar. En ese momento el ángel grita.

Miles de cadenas salen de la tierra, estas con punta de espada, empiezo a explotar y rebotar entre cadena y cadena, cada vez son más fuertes y mis explosiones no pueden destruirlas, miro hacia donde estaba Alvaro, aún se encuentra en el suelo, parece que la esfera evita que las cadenas lleguen a él. Miro a mi alrededor, todo el campo está cubierto de cadenas que llegan muy alto. En ese momento siento daño, por primera vez en mi vida, veo mi sangre. Miro hacia mi herida justo en mi cadera, un leve rasguño, la cadena aún sigue ahí, mi cuerpo no hace nada para rechazarla. Al menos ya no salen más de estas, me separó de ella y bajó cuidadosamente al suelo. Las cadenas regresan a la tierra, busco al ángel, estaba equivocada, tengo que decírselo, pero por alguna extraña razón mi cuerpo se empieza a sentir débil. Lo veo está de rodillas golpeando el suelo. Estoy lo suficiente cerca para ver la tierra mojada, siente aprecio por el muchacho y no deben tener más de 24 Horas de conocerse, realmente estaba equivocada.

-Ángel...lo lamento, yo no quería que esto sucedería, sólo seguí el consejo de mi madre de cuidarme y creí que todos los ángeles eran malos. - le digo con la cabeza agachada por el agotamiento que siento y la vergüenza.

-No te preocupes, él está bien...- me responde señalando el cuerpo, su cabeza está en su lugar. Si no fuera por el rastro de sangre, pensaría que fue imaginación mía. - su cuerpo es de arena, así como tu amigo es de electricidad, ellos pueden recuperar partes de su cuerpo. Sin embargo, les toma mucho tiempo recuperarse mentalmente. No lo note hasta hace un momento. Lamento lo de tu herida, no te obligare a venir conmigo.

- ¡Sí iré, quiero ir contigo!, Llévame, no me dejes sola, quiero estar contigo...-lo digo entre lágrimas, nunca pensé que diría eso, pensé que sería pecado el simple hecho de desearlo- quiero vivir - le grito- llévame contigo, no quiero estar más sola.