Como cada mañana despierto de escuchar ese golpeteo, ese llamado que mi hija piensa proviene de mi bastón para que me otorgue el medicamento.

La escucho en la cocina preparando el té y las pastillas.

Yo se de donde proviene el ruido, el tormento de mi vida.

Pobre de mi pequeña, le hizo tanta falta su madre, mi Serena y Dios sabe que me hizo mucha falta mi esposa.

Esa hermosa mujer de cabellos dorados, mirada azul celeste y ternura sin igual.

Ellas se parecen un poco, aunque no en el carácter, pues mi Rini es más temperamental.
Me levanto y observo a mi tormento en la ventana, se lo que necesita, pero aun no se lo daré.

Rini me entrega los fármacos y le devuelvo una sonrisa, la que apenas corresponde.
Un golpeteo en la ventana la hace voltear y se encuentra con él, quien la mira a los ojos igual que ella, no le da importancia y se retira.

La escucho despedirse en la puerta pues ya va tarde al trabajo  y de pronto murmura, seguramente se encontró con mi visita. Cierra de golpe y me levanto dirigiendome a la salida sosteniendome de mi bastón.

Abro la puerta y ahí la veo, la hermosa gatita negra con calva en forma de luna y su listón amarillo.

Se adentra y se sienta en mi sillón, y yo cierto la puerta y hago lo mismo.

Comienzo a platicar con ella como cada viernes, en realidad cada vez tengo menos que contarle pues mis salidas ya son nulas y Rini ya no me cuenta mucho.

Así que se posa en mi lecho y la acaricio hasta que ambos nos quedamos dormidos......

~....El golpeteo en la ventana me despierta de nuevo, han pasado horas pues ya es de noche, me sorprende ver que Rini no esta.

Le llamo al celular y no contesta, observo al cuervo que me atormenta y aletea sin volar, como si me hiciera señas.

Busco a la gatita pero no esta por ningún lado tampoco.

Empiezo a desesperarme pues Rini es muy puntual y nunca apaga su celular.

Me dirijo a la puerta para salir a buscar a Rini y en cuanto la abro ahí la veo, de espaldas despidiéndose de un joven lo que me parece lindo, pues después de terminar con Rubeus, no ha salido con nadie, al menos no que yo sepa.

Luna, la gatita aparece detrás de ella me observa y se desaparece del mismo modo.
Cierro la puerta para que no vea que la observé y me siento en el sillón haciéndome el dormido.

Escucho que abre y cierra sigilosa acercándose a darme un beso en la frente, hace tanto que no lo hacia, desde que era una niña.

Se va a la cocina y viene a "despertarme" cuando la cena esta lista.

Comienza a platicarme del chico y como lo conoció, lo llamó "superman región 4" Seiya Kou.

Yo sólo la escucho y veo el brillo en su mirada, aquel que poseía mi Serena, volteando a ver en la ventana, a mi tormento cubriéndose con sus alas por el frío.

- ¿Crees que sea correcto haber aceptado salir con él papá? - me dice mi pequeña.

- Por supuesto que si hija, puedes invitarlo a cenar mañana aquí en la casa, de hecho debes invitarlo quiero agradecerle, salvar a mi tesoro -

Me ayudó a llevarme a mi cama y me arropó, pareciera que ella es mi madre y no yo su padre.

Se retira y me quedo dormido.

Dadas las 3am me despierto como siempre, pues la pesadilla se repite desde aquel día, sueño el accidente que me arrebato a mi Serena.

< Caminábamos a casa después de la cena anual de la empresa en la que trabajaba y un hombre de cabellos plateados que conducía completamente alcoholizado nos embistió con su vehículo, dejandome sin esposa y con una pierna dañada.

Diamante Black, se quedo hasta que llegó la ambulancia y pago los daños, pero eso no me devolvería la vida de mi esposa, así que nunca le otorgue el perdón. >

Agitado por mi sueño, que es más un recuerdo latente, volteo a la ventana y esta dormido.
Decido levantarme y abrir la ventana y se despierta entrando a mi alcoba posándose en mi cama.

- Esta bien, es hora, necesitas mi perdón y yo necesito a mi Serena - le digo mientras me escucha atento.

Me agacho hacia él y le digo

- Diamante Black yo Darien Chiba, te perdono por haber provocado el accidente que asesinó a mi esposa Serena Tsukino, eres libre y puedes descansar en paz -

El ave graznó, voló por la ventana hacia el cielo, perdiendo su forma y transformándose en el peliplata quien parecía decir adiós con sus manos.

De pronto Luna la gatita, apareció sobre mi cama, acercándose a mi, transformándose poco a poco en mi Serena.

- Darien, ¿estas seguro? - me dice y yo me acerco a ella.

- Completamente - la beso y siento como mi pierna deja de doler y es funcional de nuevo.

Me dirige a la ventana y ambos nos arrojamos al vacío, elevandonos hacia las nubes del mismo modo que hizo Diamante anteriormente, la alegría me embarga de nuevo, al fin estoy con mi amada...~

... Regreso puntual del trabajo y mi padre no esta en el sillón, veo la ventana abierta y corro esperando que no haya cometido alguna locura, pues desde el quinto piso el que salta se mata.

Siento que todo sucede como en cámara lenta. Al acercarme puedo ver un cuerpo boca abajo.

- ¡Noooooo! - Grito y corro desesperada esperando que no sea él, bajo las escaleras tan rápido y lo levanto y lo abrazo, la gente que pasa me mira escandalizada.

- ¡Nooooo! ¡PAPAAAA! - mis gritos son desgarradores y se empiezan a acercar a mi los transeúntes curiosos.

- Alguien llame una ambulancia - escuchó que alguien dice mientras sigo presionando el cadáver de mi padre que se empapa de mis lágrimas.

Me quede sola, completamente sola......

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- ¡Nooo! - una pequeña niña despierta gritando en medio de la noche haciendo que sus padres vengan a verla asustados.

- ¿Que pasa Rini? ¿Porque gritas mi amor? - pregunta una rubia de ojos azules.

- Mi princesa ¿tuviste pesadillas? - le dice un moreno de cabello negro azabache.

- Mamá, papá, soñé que se morían, no vayan a la fiesta mañana papá - suplicaba la pequeña.

- Sabes que tenemos que ir, me obliga la empresa, pero te prometo que todo va a estar bien y el domingo te llevaré al parque de acuerdo. -

Después de arrullarla hasta que se durmió por completo de nuevo, se quedaron hablando.

- Me preocupa mi pequeña, quizá debamos hacer caso a su temor - dijo Serena.

- Pero no podemos faltar, es el requisito para que nos den el aguinaldo y el premio por asistencia laboral - recalcó Darien.

- Por lo menos hay que dejar el auto, así no correremos peligro conduciendo - sugirió la rubia.

- Me parece genial la idea, además es aquí cerca, podremos y volver caminando y Rini estará tranquila -

Y así lo hicieron...
😈