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La vida esta compuesta de las casualidades, la mayoría se pueden sentir negativas pero existen esas casualidades que nos acompañan toda la vida aquellas que se sienten maravillosas. Dahyun no pensó que Momo era una bonita casualidad hasta muchos años después, pero si lo pensaba con detenimiento, la japonesa era una de las tres casualidades más lindas de su vida.

La primera casualidad bonita que sucedió en su vida fue conocer a Nayeon, su mejor amiga, una amistad que había nacido a causa de una pelea de primaria pero que se había convertido en un fuerte lazo. Nayeon conocía todo de ella, desde lo más superficial hasta lo que ella misma desconocía. Una de sus conversaciones recurrentes era la de irse a vivir juntas en un futuro cercano pero eso no sucedió, al menos no de la manera de la que ellas esperaban. 

No podía recordar de manera clara su segunda casualidad bonita pero sucedió durante la escuela media, en aquellas épocas en donde quería encajar con los demás pero a la vez no quería seguir creciendo, quedarse ahí durante toda su vida pero con el tiempo aprendió a que tenía que soltar esos momentos y recuerdos. Tenía que acostumbrarse a seguir creciendo.

Y la tercera era Hirai Momo, la molesta hija menor de la mejor amiga de su madre que de manera conveniente era su vecina. Sus padres se habían mudado a Corea antes de que ella naciera pero habían conservado su apellido, desconocía la manera en la que su madre y la de Momo se habían convertido en amigas pues lo único que le era relevante en aquellas épocas era que Momo era la chica molesta que pasaba mucho tiempo en su casa.

Pero ella fue la primera persona con la que había hecho un postre, la primera persona que la había animado para aprender a cocinar. Todos en su familia, y amigos cercanos, pensaban que Momo era el primer amor de Dahyun pero no era más que una vil mentira para ocultar su vergonzoso primer amor.

Kim HeeJin, la chica más linda que había visto a la edad de quince años. Ella fue su primer amor y a la vez su primer corazón roto, pero fue ella misma quien se había ilusionado pues en ningún momento fue correspondida.

A diferencia de Momo, quien era menos creyente de las casualidades y del universo en general, pensaba que uno de sus mejores momentos fue cuando conoció al grupo con el que debuto. Twice no solamente eran sus compañeras de trabajo sino que también se había convertido en su familia con el que compartía un sueño en común.

La segunda era Tzuyu, la maknae de Twice; aun podía recordar la primera vez que la conoció, era más alta que todas y tenía un rostro que te asustaba un poco pero era bastante tímida y en algunos momentos hasta un poco torpe, el instinto de querer cuidarla fue lo que las hizo cercanas. No lo mencionaba en voz alta muy seguido pero admira la fuerza de voluntad que tenía.

Y Kim Dahyun fue la casualidad más bonita que pudo pasar en su vida, aún podía recordar la primera vez que habían hablado y los insultos que le había proporcionado, era más baja que ella y parecía un chihuahua enojado. 

El universo sabe en que momento necesitamos conocer a las personas, esas son las bonitas casualidades sin embargo no siempre son duraderas, están ahí brindandote felicidad pero pueden irse de manera fácil.

— Feliz aniversario cariño — Dahyun se sorprendió al escuchar a su novia a través del teléfono.

— ¿Era hoy? — La coreana quería que la tierra se la tragará. ¿Cómo se le había olvidado una fecha tan importante? — Lo siento, lo he olvidado... 

— No te preocupes. Debería ser yo la que debería de disculparse, no puedo ir a casa hoy... el fin de semana estaré libre así que celebremos hasta el sábado. ¿Cómo va el trabajo?

— Uh... Me acaban de regañar por el error de un pasante que tenemos en la cocina — Dahyun suspiro intentando olvidar aquel mal momento— El sábado solo tendré turno en la mañana así que por la tarde seré toda tuya.

— Yo me encargaré de llevar el postre, ¿viste las fotos que te envié en la mañana? 

— ¡Sí! ¿Son de tu nueva canción? 

— Si, eres la primera en verlas

Dahyun dio un pequeño grito de emoción, el solo recordar lo adorable que se veía Momo en aquel disfraz de Tinkerbell hacía que su corazón latiera de emoción.

— Cada vez te vez más guapa momoring — la japonesa rió al escuchar a su pareja— No te rías, soy tu fan número uno recuerda eso.

— Lo sé y es por eso mismo que el sábado le daré un bonito regalo a mi fan número uno 

— Me pones nerviosa si dices cosas así 

— Me gusta ponerte nerviosa — unos pasos se escucharon al fondo— ¡Unnie! ¿es tu novia?

Dahyun frunció el ceño intentando recordar a quien pertenecía la voz que acababa de interrumpir la conversación.

— ¡Unnie! ¿Me recuerdas? Soy Tzuyu — Dahyun sonrió al recordar a la chica que había llegado más de una vez a su casa.

— Si te recuerdo, ¿has estado bien? 

— Momo Unnie me ha regañado mucho últimamente — un "no le hagas caso" se escuchó por parte de Momo en el fondo.

— Me encargaré de regañarla a ella así que no te preocupes 

— ¡Gracias! — el celular le fue devuelto a Momo, se pudo escuchar un murmullo de fondo que no podía distinguir muy bien— Debo ir a ensayar, te amo

— También te amo, escribeme cuando tengas tiempo 

Al menos con esa llamada, tuvo la suficiente fuerza para volver a trabajar.


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