- ¿Seguro?

- Creo que sí.

- Si quieres puedo acompañarte esta vez, no tengo problemas.

Camus suspiro para dejar ir los nervios y ganar valor. Miro firme y decidido a Milo esto era algo que debía hacer solo, él ya había hecho mucho acompañándolo a ese lugar.

- No te precupes, esperame aquí y gracias por traerme, no tardare.

Dejo un beso en sus labios que a Milo le supo a gloria, luego vio entrar a su pareja a ese hospital de salud mental, esperando que nada malo pasara cuando se encontraran ahí adentro.

Desde que volvió a ver una idea a se le habia metido en la cabeza: quería conocer las verdaderas razones detrás de tanta maldad en contra de Milo y suya por parte de quienes creía eran sus amigos. Comenzó con Aioria y Shura; el español dijo que había sido una medida desesperada,no tenia nada en su contra para querer lastimarlos de verdad, las circunstancias fueron las que lo llevaron a actuar de esa manera, se dio cuenta demasiado tarde que hiciera lo que hiciera terminaría en la cárcel de todos modos por no pago de deudas al banco, le pidio perdon por involucrarlos en sus problemas.

Con Aioria la historia fue otra, el castaño le rogaba que lo perdonara, solo queria hacerlo feliz como antes de que apareciera Milo, reconocía que actuó por despecho y celos, también que no fue la forma correcta de hacerlo pero ya no sabia que hacer, no podía seguir siendo solo un amigo y la oferta de Hyoga fue demasiado tentadora como para rechazarla, actuo sin pensar, fue puro impulso en ese momento, y ahora rogaba por el perdon para no ganarse su odio. No supo que responderle.

Ahora esperaba pacientemente para ver a Hyoga, no podía quedarse mucho tiempo en ese lugar, reglas del hospital y para no perturbar mucho la  tranquilidad de los pacientes. La calma que hasta hace poco tenia se le fue cuando vio al rubio llegar acompañado de una enfermera, los nervios se apoderaron de su cuerpo en un segundo.

- Hola, Camus. Me sorprende verte aquí, normalmente solo Isaac viene.

- Mi hermano te sigue amando a pesar de todo.

Hyoga sonrió con un poquito de tristeza. Con tantos años en el anonimato Isaac facilmente pudo rehacer su vida, a lo mejor hasta tener otra familia y no tener que hacerse cargo de un esposo que hasta él mismo se creía un lunatico, sentia que solo lo arrastraba con él a la miseria, no sabia que Isaac iría con el a donde fuera.

- A que has venido, no creo que solo a verme.

- Vine a pedirte explicaciones ¿Porqué hiciste todo... esto? - lo miro directo a los ojos, para que se diera cuenta de que solo buscaba saber la verdad y que no venia con malas intenciones.

- ¿En verdad quieres saber?- dudo unos segundos pero asintió- Fue por rabia, rencor, impotencia, venganza tal vez. Por ti perdí a Isaac, por ti él habia "muerto" eso me dolio demasido. Me dejo solo con un niño de cinco años que criar por proteger a su hermano. Cuando supe que quedaste ciego pensé que el karma te habia llegado, que pagarías esa muerte con tu vista. La llegada de Milo a tu vida no significo nada para mi, total ¿Que podía hacer ese niño para ayudarte?, hasta hace poco creía que nada, me equivoque. Cuando comencé a ver que reunía dinero para tu operación, que otras personas le ayudaban, una ira demasiado grande me llego, quitarían tu condena algo debía hacer. Y ya conoces lo demás.

Camus quedo perplejo, las suposiciones de Kardia fueron ciertas, el accidente que tuvo hace casi 13 años atrás significo y afecto  a una persona mucho mas de lo que él imagino. Otra duda llego a él.

- Eso puedo entenderlo, de cierta forma si fue mi culpa que ocurriera ese accidente, si no hubiera llamado a Isaac nada de esto hubiera pasado, pero Hyoga ¿Por qué secuestrarte a Dariela?

El mayor apretó los puños al escuchar el nombre de la niña, no fue por rabia u odio sino por culpa, si a él le hubieran secuestrado a Dégel no sabría que hacer.

- Yo lo siento, no estaba pensando esa vez, no sé que me paso fue como si me desconectara del mundo.

- No necesitas decirme nada más si no quieres. Tampoco quiero forzarte hacerlo.

El ruso iba a responderle pero el sonido del celular de Camus lo calló. Milo lo llamaba.

- ¿Que pasa Milo?... ¿¡Ahora!? Voy para allá espérame no tardo.- se paro del asiento con rapidez- Lo siento, debo irme.

- ¿Es por mi nieto cierto? Camus sé que no me lo merezco pero si vuelves alguna ves, podrías decirme al menos como se llamara ese bebé, Dégel no me perdonara tan facil y...

- No te preocupes, lo haré.- le sonrió-  Nos vemos.

Salio del lugar con una sensación extraña Hyoga estaba mejorando mucho y estaba empezando a pensar que despues de salir de ahí seria injusto que cayera preso.

Junto con Milo llegaron lo más pronto posible a la clinica: Kardia había llamado diciendo que Dégel entro en trabajo de parto. Cuando ambos llegaron encontraron en la sala de espera a Isaac quien estaba hecho un mar de nervios, su niño tendría a su bebé, estaba emocionado por en nacimiento de su nieto o nieta pero asustado a la vez, el medico encargado les dijo a él y Kardia que por la juventud de la madre si el bebé no podía nacer de forma natural acudirián a la cesárea.

Kardia queria gritar cuanta maldicion quisiera, Dégel apretaba con una fuerza de la que no lo creía capaz  su mano, ya la veía morada o que se le rompía un dedo. Quería gritar pero se contenía  estaba en ese lugar para darle apoyo a su niño no  para asustarlo más.

- Un intento más, si no tiene resultado habrá que practicar la cesárea.

Miro medio asustado a su pareja, le había dicho a Kardia que no quería una cesárea, nunca antes lo habían operado y tenia miedo de que algo malo pasara.

- Tranquilo, tu puedes, yo sé que puedes.- beso su frente sin importar el sudor- ¡Tortura mi mano si quieres! Es mi culpa que estes pasado por esto. ¡A la mier...!

Eso le dolió como nunca antes en su vida, ya se hacia la idea de que nunca tenia que hacer enojar a Dégel porque si le daba un golpe fácilmente podía noquearlo con la fuerza que tenia. Por suerte todo salio bien y la intervención no fue necesaria. Ninguno de los dos quiso conocer el sexo del bebé antes de que naciera por lo que era una sorpresa para todos los de la familia. Un pequeño bultito fue puesto sobre el pecho de Dégel, el pequeño infante movía sus manitos y abría sus ojitos tratando de conocer su entorno.

- ¡Ya doc! Digame de una vez que es.

- Es una niña hermosa.

Tomo a su pequeña hija en brazos,  viendo que había sacado la belleza y la cejas de su madre. Dégel del cansancio no tardo en caer dormido. Escondió a la niña de sus familiares hasta que llevaron al frances menor a una habitación para que descansara.

- ¡Ya maldito alacrán déjame conocer a mi prima y sobrina de una vez!

Milo estaba a un pelo de quitarle a la niña de los brazos para por fin conocerla, pero Kardia seria malo con su primo y primero la paso a brazos de Camus. El pelirrojo destapo la carita de la niña llevándose una sorpresa, se parecía mucho a Dariela, solo que sus cabellitos igual de lisos que los de Dégel eran de un tono azul oscuro, su piel clarita que los resaltaba mucho más, las cejas partidas, el color de sus ojitos habría que esperar un tiempo para conocerlo.

- Ay Dios Kardia, como te salio una niña tan linda si tu estas bien feo.

- ¡Callate Milo!

- Los que deberían callarse son los dos o no van a dejar dormir a Dégel.- Hablo Isaac que ahora cargaba a su nieta, creyendo que era la niña más hermosa que había visto en su vida.- Por cierto ¿Como se llamara?

Kardia sonrió el nombre que llevaría su hija significaba mucho para ambos, buscaron una infinidad de nombre pero ninguno lo convencía, no le gustaba como sonaba o no le gustaba su significado, costo pero encontraron el nombre perfecto.

- Esta niña hermosa lleva por nombre: Desa, significa "Promesa" como la que le hice a mi niño y a ella de protegerlos siempre sin importar qué.

Sus dos luceros en la vida, por quienes seria capaz de todo, por quienes daría hasta la vida de ser necesario. Haría hasta lo imposible para que su pequeña familia estuviera feliz y segura, jamas dejaría que nada ni nadie les hiciera daño alguno.

~•~

Con el paso del tiempo Hyoga tuvo el alta al fin, ahora se daba cuenta de muchas cosas que hizo mal, cosas que serian imperdonable y si su hijo no quería verlo nunca más lo entendía, no merecía su perdon o algo parecido, casi lo mata y junto a él se hubiera ido esa pequeña criatura que venia a alegrar sus vidas. No espero encontrarse con él esperandolo en la salida.

- ¡Mamá!

Ni tiempo le dio a reaccionar, solo sintió los brazos de su niño rodearlo con la suficiente fuerza para no aplastar al pequeño tesoro que traía entre sus brazos. Quiso llorar no se merecía su cariño si quiera que lo mirara.

- Te presento a tu nieta.

La pequeña Desa de tres meses de vida  lo miraba con sus ojitos violetas bien abiertos, su corazón se sintió más culpable por toda la maldad que había hecho, por poco se perdía de conocer esos ojitos hermosos que le recordaban a los de su hijo.

- Es hermosa. Creí que no querías verme nunca más.

- Eso ya quedo atrás, solo hay que disfrutar el ahora.

~•~

Cinco años habían pasado desde toda esa tragedia, los que quedaron en el pasado y solo fueron una triste historia en su vida que supieron superar.

Le toco una experiencia dificil, fue testigo de la crueldad que el dolor puede despertar, pero también la fortaleza que  dá, como con el apoyo y el amor de sus seres queridos los obstáculos o situaciones más difíciles pueden ser superados sin importar qué.

Ahora veía a su esposo tratar de despertar a su hija para que fuera a la escuela, fallando en el intento Dariela era tan tronco para dormir como su padre. ¿Cuantas cosas se hubiera perdido si todo esto no hubiera pasado?, ¿Si no hubiera tenido ese accidente? Posiblemente seria pareja de Aioria en este momento o quien sabe conociendo a Milo ese griego era capaz de hacer todo para que al final fuera su pareja.

Algo debia agradecerle a su ceguera, por ella pudo conocer al mejor hombre que le podía tocar, por ella se caso, tuvo una hija, por ella sufrio como nunca en su vida, pero también gracias a ella recupero a su hermano que creía muerto. Lo malo a largo plazo puede traer algo bueno.

- Esta niña no tiene remedio.

- Es igual a ti. No te quejes.

- Bueno, cuando vuelva de dejarla en la escuela podemos hacer algo interesante- le guiño un ojo, Camus negó ese hombre no cambiaba nada.

- ¿No tienes que trabajar?

- Estoy de vacaciones cariño mío, ademas quiero comprobar mis sospechas ¿Estas...?

Ya sabia de que estaba hablando, le sonrió con cariño sin poder ocultarle ese secreto ni un segudo más.

- Si Milo, tengo dos meses de embarazo.

- ¡Lo sabia!

No se espero que lo levantara en el aire solo atino a sujetarse de su cuello para no caer. ¿Así habría sido la primera vez? Solo que ahora se sumaba la alegria de su hija al saber que tendría un hermanito.

No sabia que le esperaba el futuro de lo que si estaba seguro era de que sin importar que fuera mientras tuviera a ese griego hiperactivo a su lado, nada podría vencerlo.

🔹🔹🔹

¡Llegamos al final!

Un año entero escribiendo esta cosita bella que no pensé que iba a tener el éxito que tuvo. ¡les gusta ver a los personajes sufrir no me lo nieguen! 😂

Ustedes saben que yo no me despido al cien de inmediato, esta vez los dejare escoger:

1) Capitulo extra.

2) Curiosidades.

3) Ambas.

Aviso que si gana la tercera opción el cap extra no seria muy largo para poder traer los dos especiales pronto.

¡Los amo mucho! 😍

ScorpioNoMilo.💕