Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

8.

Cuando Surt llego, Kardia le dijo que Camus se encontraba en su habitación descansando, y también que por su culpa casi se desmaya, termino ganándose un buen zape por parte del otro. Le rogó que lo mantuviera al tanto si algo pasaba.

Con pasos apresurados fue en busca de Dégel, por la hora lo más seguro era que estuviera apunto de salir de clases. No se equivoco, al llegar varios estudiantes ya salían, para su suerte pudo ver los inconfundibles cabellos verdes desde lejos. Una vez cerca lo tomo de un brazo para detenerlo, el pobre adolescente dio un salto del susto.

- Kardia, ¿Que haces aquí?

- Te vienes conmigo Dégel, tenemos que hablar.

Su seriedad le pareció extraña, solo la tenia cuando encontraba alguna pista que de verdad fuera mala o muy importante.

- ¿Ese es el Kardia del que siempre hablas? Esta bastante guapo.

- ¡Seraphina!- su cara estaba más roja que un tomate, su mejor amiga era la unica que sabia de la relación tan extraña que tenia con el griego. Un pequeño apretón en su brazo lo hizo poner toda su atencion de nuevo en él.

- Tenemos que irnos, un gusto conocerte Seraphina.

Sin más ambos se marcharon.

- ¡Usen protección!- se alcanzo a escucha a lo lejos el grito de la chica, asiendo reír al de cabellos azules.

Dégel estaba preocupado, Kardia no le había dicho ni media palabra en el trayecto a su casa y eso no le agradaba, tenia un muy mal presentimiento. Una vez en su destino, el griego le mostró una serie de videos en los que pudo identificarse. Eran los videos del día del ataque a sus tíos.

- Dime, ¿Este eres tú verdad? - señalo la silueta que se mostraba en la imagen, el otro solo asintió- Bien, ahora vas a explicarme ¿Porque demonios no me dijiste que uno de esos sujetos paro en tu dirección diciendo quién sabe que cosa?

- Yo... no estaba escondido ahí.- un fuerte golpe en la mesa lo hizo saltar y dar un pequeño grito del susto.

- Maldición Dégel, ¡No me mientas! Se puede ver perfectamente como sales de ese lugar y direccion.- Kardia estaba furioso, no le gustaban las mentiras y menos de alguien que para él era importante.-Te pone como un claro sospechoso, ¡y quiero evitar eso!, dime la verdad.

- No, no puedo hacerlo...

- ¡Por los Dioses!, dime de una maldita vez que fue lo que viste o escuchaste, ¡Quiero sacar las sospechas hacia ti, pero no me ayudas!

Estaba mas que furioso, colérico. Miro al menor y se pudo dar cuenta que este se apretaba los dedos nervioso, aguntando las inminente ganas de llorar de la desesperación, tenia informacion valiosa lo sabía, pero no podia decirle nada a nadie ni al mismo Kardia.

- Dégel, estas acabando con mi paciencia.

- Lo siento... no puedo.

Quería golpearlo, se estaba callando algo demasiado importante, pero por más que quisiera no podría lastimarlo, no se perdonaría nunca levantar su mano en su contra. Ademas, alguna razón valida debía tener, no podía callarse solo porque se le dio la gana.

El sonido de su celular lo saco por unos momentos de su rabia, contesto mirando de reojo a su acompañate.

- ¿Que sucede Camus, estas bien?

- Si, no me pasa nada, no te preocupes. Recordé algo que te puede servir para investigación.

- Tú dirás.

En un descuido le dio la espalda al menor, la cual este no dejo pasar, aprovecho para escaparse sin que se diera cuenta. A una cuadra de distancia de la casa se detuvo para pensar a donde iria, ¿A su casa? Demasiado obvio, no podía ir con Camus, ¿Al cementerio? No, tambien lo encontraría pronto, ¿Al hospital? Si, serían difícil que pensara que fue a esconderse con Milo. Corrio al centro de salud lo más rapido que sus piernas se lo permitieron.

~•~

- A dos de esos sujetos, los que tuve más cerca, se les escuchaba la voz extraña, como distorsionada.

- Algo se la estaba cambiando para que no los reconocieras por la voz.

- Si, exacto. Si eran personas que conocía después de todo.

Su voz se oía con un pequeño tono de tristeza.

- No te preocupes Cam, descubriré a los desgraciados que se atrevieron a atacarlos.

-Gracias.

Suspirando derrotado se giro para seguir interrogando a Dégel, solo para darse cuenta que el jovencito ya no se encontraba en donde lo dejo, apretó los puños conteniendo la rabia.

- Maldición.

~•~

Desesperado y casi al borde del llanto entro en la habitación de su tío, no le gustaba mentir y mucho menos con algo tan importante, pero si abría la boca correría peligro y no solo él, no queria que ese sujeto lastimara a su tío Camus, a su madre o el propio Kardia. No sabia que hacer, y tenia muy claro que se había ganado la furia de su griego al no decirle nada.

La primera lagrima cayó, junto con un fuerte sollozo.

Cayó de rodillas frente a la cama de Milo, llorado con fuerza, por toda la frustacion que cargaba, sin sabe que el mencionado estaba más inquito en su interior por saber que le había pasado y tratar de alguna manera de ayudarlo. Fue el propio Dégel el que le dio la respuesta.

- Perdón... perdón por ser un cobarde y no atreverme a ayudarte ese día...- los sollozos no lo dejaban hablar- por ser un idiota... un maldito cobarde... lo vi, vi el rostro de uno de eses desgraciados... y él a mi...

Espera ¿Que?, lo había visto, vio el rostro de uno de esos idiotas, ¿Que hacia ahí perdiendo el tiempo? ¡Tenia que decírselo a su primo!

- Me amenazo... de matarme o lastimar a mis seres queridos...- se abrazo a si mismo- no quiero, no quiero que lastimen a nadie por mi culpa... todo por verle el rostro al maldito de...

Un fuerte portazo lo hizo callar.

Dioses no, alguien lo había oido.

🔹🔹🔹

Hola!

El niños es inocente! Alguien malvado lo quiere silenciar.

¡Oh, Dioses! Alguien escucho a Dégel. 😱

ScorpioNoMilo.💙

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro