11.
- Esta...ciego.
Quería llorar, y la primera lagrima salio sin que se diera cuenta. Estaba seguro que hizo hasta lo imposible para que su hermanito saliera ileso de ese accidente, recordaba perfectamente haberlo rodeado con sus brazos, alejandolo lo más que podía de la ventana, recibío cada golpe y cortada por él. Pero algo se le paso, y ese algo lo daño quitandole la visión por completo. No podía sentir otra cosa que no fuera culpa, había fallado en el trabajo más importante de un hermano mayor.
- Si, pero su ceguera fue un precio pequeño, por lo que sé, pudo haber muerto por unos fierros que se salieron cerca de su asiento. No estoy seguro, Milo sabe más que fue lo que paso.
- Pero ¿Como fue que...?
- Por unos vidrios pequeños que le entraron a los ojos, terminaron dañando la cornea, según los doctores con el tiempo mejoraría pero fue al revés.
- Dioses.
Ya no sabía que sentir, si alivio porque de alguna forma pudo salvarle la vida, o culpa ya que si hubiera manejado más despacio esa tarde tal vez hubieran podido evitar el accidente.
- Hey, no se sienta culpable- Kardia le daba ligeras palmaditas en la espalda- los dos están vivos que es lo importante, ademas ¡Cuando demonios pensaba aparecer! Mire que ha hecho sufrir bastante a Dégel...
- ¡Dégel! Kardia tienes que decirme ahora quien esta a cargo de la investigación del caso de Milo, tengo informacion que le servirá.
- Soy yo, ¿Que informacion tiene? - se puso serio cualquier cosa que le dijera, aunque fuera un misero detalle podria servirle para dar con alguno de los culpables.
- Como sospecharas hace más o menos un año y medio salí de un coma, por lo que tengo que venir a constantes chequeos y esas cosas. En uno de esos días decidi pasar a visitar a tu primo; me encontré a Dégel llorando a mares, y alcance a escuchar que alguien, no sé quién, lo estaba amenazando de muerte
- ¿¡Que!?
La rabia lo consumió en un segundo. Ahora todo tenia sentido, por eso ese día que lo interrogo no quiso decirle nada y a la primera oportunidad huyo, era demasiado obvio y aún así no lo dedujo. Apreto los puños con fuerza maldiciendo en cuanto idioma conocía, ¿Quién demonios estaría amenazando a su niño? No podía quedarse ahí, debía ir ahora mismo a buscar al menor y hacerlo hablar.
- Isaac hágame un favor, quédese con Camus en lo que llega mi tío Krest, hagase pasar por lo que sea un doctor un enfermero, pero que no lo deje solo. Tengo un asunto importantes que atender.
El asunto de Kanon podría esperar, despues de todo él era solo una sospecha por confirmar. Sin darle tiempo a Isaac de responder salio del hospital con un rumbo fijo. El de cabellos verdes no supo que hacer, quedo con las palabras en la boca, no teniendo de otra se armo valor para entrar en la habitación de su hermano. Camus al escuchar la puerta abrirse pensó que Kardia había vuelto.
- Kardia, ¿Como esta Milo?
- No soy él, Kardia me pidió que le hiciera compañía mientras su familiar llegaba. Él tuvo que irse.- cambio su voz lo mejor que podía para que no lo reconociera, pero aún así a Camus se le hacia un poco familiar su voz.
- ¿Quién es usted?
Invento en menos de un minuto un nombre y apellido falso, junto con la historia de que estaba en ese hospital terminando una practica profesional, no muy convencido Camus decidió creerle, y aprovechar su presencia para que lo llevara con Milo. Nunca había podido negarse a una peticion suya y hoy no sería la excepción, lo ayudo a subirse a la silla de ruedas para llevarlo a la habitación del rubio.
Una vez ahí fue testigo de todo el amor que le profesaba, como le hablaba con ternura, tomando su mano para dejarla en su vientre para que sintiera a esa pequeña criatura que crecia en su interior, como trataba de ahorrarle preocupaciones al no contarle nada de su casi aborto.
- Podría preguntar ¿Cuanto tiempo llevan juntos?
Camus sonrió, acariciando los cabellos de su amando griego.
- Nueve años de relacion, dos de ellos de matrimonio. Lo conocí meses despues del accidente que me quito la vista y la vida de mi hermano, por lo que no lo conozco físicamente pero eso no me importa. Milo me ayudo en muchos sentidos, sin él puede que aún estuviera encerrado en mi casa con la sobreproteccion de mi madre, con ganas de cambiar mi vida por la de mi hermano, de haber muerto en ese accidente también, pero cuando lo conocí todo eso cambio, es como si hubiera vuelto a nacer, de no ser por él quién sabe lo que hubiera hecho, y ahora no tendría a esta personita creciendo dentro de mí.
Isaac nunca había visto esa expresión en el rostro del menor, era una de completa felicidad a pesar de la situación tan difícil en la que se encontraba. Y se daba cuenta que de ese accidente algo bueno había resultado. Su hermanito habia encontrado alguien para estar el resto de su vida.
~•~
K
ardia por su parte llegaba a la casa de Dégel, se encontro con Hyoga en la salida, este le dijo que se encontraba en su habitación y que él volvería en unos minutos. Tenia poco tiempo para sacar la verdad a la luz. Se despidió del ruso y fue en busca de su adoración.
Tal y como le dijo Hyoga, estaba en su habitación leyendo un libro.
- Dégel.
el pobre chico se asusto, estuvo más de una semana evitando a Kardia y este lo venia a buscar a su propia casa.
- ¿Que quieres, Kardia? Si vienes otra vez a preguntarme cosas, déjame decirte que pierdes tu tiempo.
Otra vez no quería hablar, pero esta vez no dejaría que se saliera con la suya, no importaba como pero no se iría de esa casa hasta que supiera quién era el maldito que lo amenzaba.
- Si, viene a eso, pero esta vez es solo una pregunta y me vas a escuchar, o voy a acampar en tu cuarto y sabes que soy capaz.- amenazo.
- No voy a decirte nada, lo sabes.
- Dégel, dime en este instante ¿Quién es el infeliz que te amenaza de muerte?
Se había puesto serio, demasiado serio, tanto que termino asustando más al pobre adolecente, que estaba más blanco que un papel, ¿¡Como se había enterado de eso!?
- ¿Como lo...?- aunque lo intentara no podría ocultar su sorpresa y terror a Kardia, ya que el griego lo conocía bastante bien- No, ¿Que cosas hablas? Nadie me esta amenazando. Es una locura.
- No me mientas, sabes perfectamente que no me gusta.
- ¡No te estoy mintiendo! Es la verdad, nadie, absolutamente nadie me esta amenazado de muerte. ¿Entendiste?... ¡o te lo dibujo!
- ¡Silencio cara de Ángel!- se le acerco para rodearlo en sus brazos, y hacerlo sentir seguro con la suficiente confianza para que le dijera la verdad.- Dégel, sabes que puedes confiar en mi, no haré nada que pueda dañarte o ponerte en peligro; alguien de confianza me dio esa informacion y estoy seguro que es cierta, por favor, dime ¿Quién fue?
- Antes, prométeme algo.- su corazón se apretó al escuchar su voz quebrada con evidentes ganas de llorar.
- Lo que sea.
- Que no vas a odiarme por no decírtelo antes.
- Jamas podría odiarte.- lo abrazo más contra su pecho.
Aún estaba asustado de las consecuencias que le podría traer, pero sabia que Kardia no mentia y que podía sentirse seguro con él. Soltó un suspiro armandose de valor.
- Fue... Aioria Lincer.
🔹🔹🔹
Hola!
Ya conocemos un poquito más de lo que paso con Isaac y porque el muy put* se la pasa en el hospital.
⚠¡ALERTA!⚠
Se busca a gato sarnozo. Recompensa de un millón de pesos ¡VIVO O MUERTO! A quién engaño. ¡MUERTO
¡Que comience la cacería!
ScorpioNoMilo. 🐯🔫
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro