•AÑOS ANTES•

A mitad de la noche,Morrigan se despertó sobresaltada,con una extraña sensación en su estómago. Hace semanas venía soñando lo mismo.

Era lo mismo casa semana y Morrigan se estaba hartando de no saber su significado.

Pasaban los minutos,y sin embargo la rubia no podía dormir y eso le molestaba,muchas cosas le molestaban. Ella odiaba a todos y a todo. Era una mujer llena de odio y desprecio,cegada por la sed de poder y venganza.

Rendida ante sus fallidos intentos de dormir,la mujer se encaminó hacia su enorme balcón y de allí observo la fría y silenciosa noche. Las nubes empezaban a tapar las estrellas a una gran velocidad y el viento cada vez soplaba con más fuerza. No debías ser especializado en el tema para saber que una gran tormenta se aproximaba. Pero la rubia sabia que no era cualquier tormenta.

Ella sabía que había algo entre esas nubes,sabia que ese viento quería trasmitir algo. Ella lo sabía. Fue por eso que decidió quedarse en el mismo lugar,sin si quiera pestañear,ni siquiera cuando las gotas de lluvia mojaron su cabello decido moverse. Se mantuvo allí,quieta como una estatua.

Lo siguiente que paso,fue un suceso inexplicable,ni los mas grandes especializados pudieron comprender lo que había sucedido. Unas extrañas siluetas de rayos de color verde,iguales a los de sus sueños,alumbraron la mansión por completo,dejando a Morrigan con la boca abierta.

Se rumorea,que un joven fotógrafo que pasanñba en un su coche por una carretera cercana a la mansión Mansonn,tomo la fotografía en el momento perfecto y dos días después,la foto era viral en el mundo entero,tanto el mundo mágico como el mundo muggle.

Minutos después de lo sucedido,las grandes campanas,usadas como timbre, de la mansión fueron tocadas permitiendo que Morrigan salga de su estado de schok. La refinada mujer bajo lentamente preguntándose quien seria el idiota que se atrevía a molestarla. Pero al llegar a las grandes puertas,se sorprendió aun mas por lo que vio. Una pequeña bebe llorisqueaba en la puerta de su mansión. La mayor la miro con desprecio,odiaba a los niños,puso uno de sus pies sobre su cuello,en un intento de ahorcarla,y lo iba a hacer,hasta que recordó su sueño. Rayos verdes,iguales a los de esa noche,y una niña.

Morrigan no creía en las coincidencias, sabia que estaba pasando por alguna razón. Y estaba en lo cierto,todo estaba pasando por algo,que en ese momento ella no comprendía.

Con mucho asco y desprecio,cargó a la niña en sus brazos y la metió a la enorme casa. La pequeña fue atendida y cuidada por las sirvientas,mientras Morrigan pensaba en todo lo que había pasado esa noche. La mujer decidió llamar a ese insoportable ser,Terrwyn,y oficialmente la nombro su hija.

Al cabo de dos meses la noticia de que Lord Voldemord se había ido se expandió por todo el mundo mágico,llegando a los crueles odios de Morrigan. La furia de la mujer era impresionante. Su sed de poder y venganza era inimaginables y locura aumento. Sus pocos vecinos se fueron tan rápido como pudieron,sabían perfectamente que estaba loca y le temían.

Pero mas allá de lo que paso o dejo de pasar con Morrigan,hay algo de lo que no me puedo olvidar. Esa misma noche,la mujer de cabello platinado hizo un juramento de sangre,jurando destruir a este tal Harry Potter y a todos los que no halagaran a Lord Voldemord... La clave para cumplir su promesa,era nada mas y nada menos,que la pequeña Terrwyn Mansonn.