Su padre le dijo una vez cuando era niño, que por favor aprendiera a vivir con aquella maldición sin dañar a los demás, pues eso eran los licántropos a sus ojos, unas bestias que al final terminaban lastimando a los que le rodean.

El no entendía porque tanto odio a los hombres lobo, pero el hecho que él mismo fuera uno le lastimaba de cierta forma, aun cuando su progenitor le aseguraba que él era una excepción. Le fue enseñado todas las formas que pudo de suprimir y ser discreto con su maldición de sangre, pues será difícil para un niño y para un hombre sobrevivir a un mundo tan purista como lo era el mágico británico en ese entonces.

Lord Voldemort estaba resonando en las calles, su padre temió que llegara el día en el que vinieran por ellos, considero muchas veces sacarle de Hogwarts para irse en soledad a Gales, donde las flamas de la inminente guerra no les alcanzaran pronto. Pero Remus no tendría oportunidad de ser lo más normalmente posible sin la educación del colegio.

El nunca opino nada, dejándose hacer de su padre, pues al fin al cabo este lo hacía por su bien, eso hacían los padres. No tendría que poner en duda la persona que más le ama sin importarle su asunto peludo.

No te enamores, y tampoco siquiera consideres la esperanza de enlazarte. Nadie puede considerarnos de primer lugar, Somos y seremos marginados para la sociedad; soy un loco para ellos, a tu madre la creen un estorbo, y a ti, te verán como a un monstruo.

Para su adolescencia, con un brillante Sirius que le aseguraba que no le importaba que fuera una criatura mágica, considero que tal vez su padre estaría equivocado y esta sería una excepción a la regla...debió escuchar.

Voldemort no solo se llevó a sus amigos, sino también arraso y asesino a su familia. El solo pudo viéndose en nada coger las sobras y construir un refugio con lo que quedaba. Porque te encariñas, te aferras la idea y luego caes y te rompes en mil pedazos.

Harry había quedado huérfano y de verdad quiso interceder, pero Albus no se lo permitió, pues al fin al cabo, un licántropo cuidando de un niño jamás seria lo viable frente a la ley.

Mientras daba paseos por la comunidad mágica después de la primera caída de la oscuridad, los celos, la rabia y la tristeza de ver aquellas familias y parejas enamoradas le enfermaba el alma. Él estaba maldito, y todo lo quiere nunca podría serle concedido, ¿Quién le consideraría en verdad? Él siempre fue en el colegio, en la orden y en la vida el ultimo a lugar, ¿Por qué sería diferente esta vez?

Esa fue su filosofía mientras pasaba los años, en lamentos y rencores contra la vida y el universo por ser siempre ultimo y nada. Para cuando pudo reunirse con Harry, se prometió por esa vez así mismo y sin importarle los demás, ser al menos su soporte hasta donde pudiera todo su débil corazón, a pesar que era igual de huérfano, la diferencia estaba en que al menos tenía la posibilidad de ser considerado por los que le rodeen, protagonizar y brillar en su historia. No sabía porque, pero Harry sobrevivirá a la guerra, y la vida le recompensara enormemente por todo el sacrificio que ha hecho siendo el elegido. Mientras él... solo se dedicará a ver con alegría y tristeza que ese momento llegue.

Así sería la vida, solo un servidor para que otros sean felices. Pero no conto que un par de terroristas volcaran toda su frágil y cuidadoso proyecto diseñado por él mismo.