Con una sonrisa despidió a Harry y a sus amigos, del cual se le habían acercado para comentarle lo competente que era en comparación a cierta estafa vendedor de libros del año pasado. Al menos sabe que ha estado mejor que a comparación de sus predecesores, pero el puesto esta maldito, y al menos ruega que pueda durar el año. Sea superstición o una realidad.

No había dicha consolante de al menos estar haciendo las cosas bien hasta ahora, le ha agradado a Harry, y no puede esperar el momento en el que sepa quién es realmente. Harry estaba sano, en sus facultades, con una mirada temeraria al futuro, no dudaba que podrá sobreponerse y salir adelante, a tener un futuro maravillo, y bueno, hallara consuelo que él pudo contribuir unas migas a ello.

Tal vez era triste pensar así, pero Harry crecerá, tendrá a alguien a su lado del cual le cuide y se hará a un lado, existiendo en las memorias.

- ¿Puedo ayudarle señor Malfoy? -no tenía que verle para saber que estaba a sus espaldas.

Miro con algo de curiosidad casi morbosa al Slytherin, parecido a Lucius, pero los caracteres Black predominaban en él. Cabello rubio perfectamente ordenado, piel inmaculada pálida con los mejores aceites y cremas para su cuidado, uniforme pulcramente ordenado y unos ojos grises dolorosamente conocidos para su bien.

Este le miraba, cambiando el peso de sus piernas, agarrando la correa de cuero de su bolso, emanando un aroma a duda y confusión.

Casi le hacía gracia al recordarle a dos Black con los que estudio, aunque no sabía cuál de los era más parecido, Regulus a su edad era así tan reservado y tímido, pero cuando sacaba aquella personalidad bromista y arrogante era como ver a una versión del perro negro que corría en las lunas llenas hace unos años.

Draco le miro, sin saberse como proceder con el -Usted siente...-aquellos ojos grises le miraron con mucha confusión, esperanzados a que entendiera lo que quería decir entre líneas. Pero al verle de no entender, toda iniciativa se apagó, recordando claramente las dolorosas lecciones de su padre en el caso que no obedeciera sus órdenes.

- ¿Sí? -alzo una ceja algo preocupado al oler el aroma a miedo.

El rubio negó con la cabeza, restándole importancia. -No importa. Buenas Tardes-se giró con caminar digno hacia la salida. Se sobresalto al ver parado al director en la entrada, pero recupero la máscara y salir en huida estratégica de ahí.

Arqueo la ceja, definitivamente eso fue raro, pero su vida estaba llena de peculiaridades, que un Malfoy se salga del molde seria lo le falta para su colección completa.

De todas maneras, estaba cansado, hoy fue un día difícil y lleno de estrés, la mirada asesina de Snape cuando iba a su oficina por una dosis era lo que corono el día, solo faltaba irse a la casa de los gritos para completar un día difícil en la vida de Remus Lupin.

-Buenas tardes, veo que se ha ganado la admiración de los alumnos, incluido el señor Malfoy, que curioso-Comento distraídamente el anciano, sacudiendo la suciedad con su mano en uno de los pupitres.

-No fueron tan difícil como imagine-Encogió de hombros en humildad. - ¿Pasa algo señor director? -

Este no más le miro conocedor de una verdad que él no conocía, a veces odiaba lo misterioso que se ponía - ¿Cómo te ha ido con Harry? Me he dado cuenta que te tiene...cierto afecto-murmuro eso ultimo con algo de énfasis que le hizo perderse.

-Le agrado, creo sí que le explicamos las cosas tal vez se lo tome a mejor. Podría...-quiso sugerir la custodia, pero este le miro con algo de lastima, negando con la cabeza. -Bueno, no siempre se gana-no quiso sonar muy amargo, pero se le salió evidente.

-Es mejor que las cosas se pongan en su curso natural-Eso le llamo la atención, había algo que no le estaba contando, teniéndose en cuenta la escapa de Sirius cualquier cosa podría hacer el director para su conveniencia- De todos modos, te quería advertir que tengas cuidado con Harry, puede que le quieras como un cachorro, pero debes tener cuidado, podría haber...factores que complicarían las cosas-

Él no estaba entiendo nada, sentía que amaba a Harry con cada día que pasaba, cuidarlo y velar por su felicidad sin duda, pero no estaba siguiendo la línea de Dumbledore, pero le sonaron a una advertencia que debía tener en cuenta y no olvidar, y seria más fácil si se dejara de acertijos.

-Lo menos que queremos son problemas, ahora mismo tal vez no sea conveniente, pero dentro de unos años entenderás-