—¿Qué es lo que quieren?, dinero, lo tengo, solo no toquen a mi hermano. No deben hacernos daño, y tendrán el dinero que quieran.

Hubo una ligera risita ante las palabras de Hoseok, al mirar de dónde provenía, su mirada se cruzó con la de un hombre, que vestía un largo abrigo de piel y colores oscuros, mantenía una apariencia joven, el cabello ligeramente largo, castaño oscuro, ondulado y despeinado, ojos grandes, nariz recta y perfectamente definida, labios gruesos, mentón ligeramente recto, unas pulgadas más alto que él, era hermoso como peligroso, el hombre se encontraba sentado en una roca y tenía un aura a su alrededor de liderazgo.

—Hablas como si fuéramos criminales, ustedes fueron los que cayeron en nuestras trampas para animales.

—¡No te hagas el digno!, ¡Entonces por qué me tocaron! —Jimin grito encontrando confianza de quién sabe dónde mientras acomodaba su ropa.

—Jimin, calla por favor —Hoseok pidió, aún tirado en el suelo boca abajo, manteniendo una apariencia igual de lamentable que la de su hermano menor y con el pie de un hombre apoyando sobre su espalda, manteniéndolo quieto.

—Disculpa a mis amigos, se ponen un poco locos cuando ven carne joven y fresca —el hombre dijo como si tenerlos en estado de sumisión fuera una cosa insignificante. Jimin lo miró con odio, como si quisiera comérselo vivo.

—Vete a la mierda, ustedes asquerosos, deberían soltarnos. No saben quiénes somos. Mi hermano es...

—Basta Jimin, calla —Hoseok volvió a pedir temiendo que si hermano hiciera enojar a estos hombres y ellos los golpearan en respuesta o algo incluso peor.

—Deberías hacerle caso a tu hermano, no grites, ni insultes en mi territorio.

—¿Tu territorio?, Este bosque le pertenece a la familia real. ¡No es tu territorio! Maldito mugroso —Hoseok nunca había escuchado a Jimin decir tantas malas palabras, quería levantarse y cubrir su boca. Simplemente su hermano no le tenía respeto a la vida, solo había dos posibilidades o era un tonto o era un idiota, solo algo así justificaría su actuar.

—Jimin por favor solo cállate —volvió a pedir Hoseok, entonces paso de mirar a su hermano, a mirar al hombre sentado en roca—. Déjanos ir, pronto se darán cuenta que no estamos y vendrán a buscarnos, yo me llamo Jung Hoseok y soy el prometido del príncipe Kim Namjoon, como puedes ver soy una persona muy importante y es seguro que no los dejaran ir sin pagar el precio si algo nos llega a pasar.

—Sólo míralos Taehyung, lo pretensiosos que son estos jovencitos, del tipo que más odio, creen que por tener dinero pueden hacer y deshacer lo que quieran.

—Basta Jungkook no asustes a los invitados —el hombre volvió a hablar, no trataba de ejercer autoridad en su voz, pero el hombre de nombre Jungkook tomo en cuenta sus palabras y se alejó de ellos—, y tú quita el pie, no seas grosero con mis invitados.

Finalmente, el hombre que lo había sometido y humillado, lo había hecho caer boca abajo y tragar lodo, retiro su pie de su espalda y se apartó permitiendo que Hoseok se levantara.

—¿Qué es lo que quieren de nosotros?

—No me interesan nada de ustedes chicos, esta zona es peligrosa como pueden darse cuenta, mis amigos sólo querían asustarlos un poco, no es bueno que dos jovencitos tan guapos estén lejos de casa y sin compañía adulta —el hombre sentado en la roca volvió a decir—, y si quieres mi consejo si yo fuera tú, no iría pregonando mi nombre y mi posición a cualquiera, el rey tiene muchos enemigos. Enemigos que se volverán tuyos una vez que hables y podría pasarte lo peor. Yo soy un hombre bueno, por eso permitiré que se vayan y espero que no vuelvan a pasear en nuestro territorio.

Ambos jóvenes se pusieron de pie y trataron de arreglar sus atuendos.

—Gracias por su gentileza —Hoseok comento con una mueca y sarcasmo en su tono de voz.

Los caballos ya estaban listos para ser montados de nuevo por lo que Jimin no se tomó más tiempo, rápidamente salto a su caballo mientras le dirigía una mirada matadora al hombre que lo sostenía, el tal Jungkook.

—Es un placer —Taehyung se levantó y se acercó al muchacho que todavía estaba tratando de limpiar la suciedad de su ropa. Taehyung tomo su mano entre las suyas y con una inclinación se acercó para besarla—, Felicidades de antemano por tu compromiso.

El cuerpo de Hoseok se estremeció y se apartó rápidamente. No había ni una pisca de amistosidad en sus palabras, mucho menos en el rostro del hombre frente a él. Los demás hombres sólo se rieron burlones, como si Hoseok fuera un payaso de circo.

—¡Tan tímido, justo como me gustan! —un hombre grito a lo lejos.

El caballo de Jimin relincho mientras se alzaba en sus dos patas traseras y luego volvía a ponerse en cuatro, listo para empezar a andar.

—Es hora de irnos —dijo el menor de los Jung, su ceño estaba fruncido y parecía que quería gritar y maldecir, Hoseok se apresuró y subió a su propio caballo, apenas estaba acomodándose cuando el caballo de Jimin empezó a correr despavorido entre el bosque.

—Anda que te deja —Taehyung golpeo el lomo del caballo para que empezara a andar, Hoseok le dio con el fuete para que fuera más rápido, Jimin le llevaba varios metros de ventaja.

—No crees que es peligroso dejarlos ir, podrían decirles a los guardias que estamos aquí —otro de los hombres comento a Taehyung pero este negó.

—Dos doncelitos es medio del bosque rodeados de un montón de hombres salvajes, nadie creerá que no han sido tocados, eso los arruinaría. Da miedo lo mucho que se preocupan por las apariencias, no hablaran.

El viaje de regreso al castillo fue demasiado largo para el gusto de Hoseok a pesar de que los caballos iban a toda velocidad.

Jimin no dijo nada en todo el camino, pero cuando bajo del caballo en el establo, Hoseok pudo darse cuenta de que su cuerpo estaba temblando ligeramente.

—Ya verán esos desalmados, le diré a su majestad que los atrape y los azote por su insolencia.

—No —Hoseok lo tomo del brazo—, si lo haces estaremos arruinados, estaré arruinado, ellos crearan que nos hicieron algo. Namjoon definitivamente no me elegirá como su prometido si tiene la mínima duda de que no soy puro. Me he preparado para esto toda mi vida, no tengo nada más, si lo arruinas no te lo perdonare nunca.