CAPITULO 9
No puedo creer lo que acabo de hacer, pero de verdad que no me di cuenta. Vine aquí a que Wheein me ayudara a sacar todo este maldito coraje, pero solo conseguí enojarme más de lo que ya estaba y lo peor; logré lastimarla de una manera horrible y ella no se lo merece, hice todo menos deshacerme de esta furia que me está carcomiendo cada vez más. Jamás había marcado así a nadie, es más, me atrevo a decir que odio los chupetones, se ven mal y ahora yo le hice no sé cuántos a mi novia por todos lados, soy un bestia, ¿qué diablos me pasó?
Bueno, ¿para qué me hago pendejo? Ya sé que me pasó, pero solo Taehyung tiene la culpa. ¿Ahora qué le digo a Wheein?
—Perdón, yo... No sé— Tomé mi cabeza entre mis manos y la apreté. No puedo creer que ahora Taehyung venga a arruinarme un momento como este. Salte de mi cabeza ya, ¡carajo!
—Tú estás enojado por algo, dime que es, la verdad es que me gustaría saber qué es lo que descargas conmigo—. Me dijo esto último con ironía y coraje.
¡Dios, Wheein!
De verdad que yo no quise.
—No, linda... De verdad no tengo nada, no sé qué me pasó, por favor, perdóname.
—¿Seguro que estás bien?
—Seguro... Estoy bien.
—Pues no sé por qué no te creo. Algo tienes, porque no es nada normal que tú vengas a buscarme, así como así, luego lo primero que haces es besarme y traerme a este sillón para hacerme el amor y lo peor de todo es que me lastimaste y me marcaste como si fuera no sé qué o quién.
—Ya te dije que estoy bien.
—Y yo ya te dije que no te creo.
—¿Sabes qué, Wheein? Piensa lo que quieras, ¿si? Ahora si me disculpas, estoy muy cansado y quiero dormir, no te molesta que me quede ¿verdad? —. Me miró con el ceño fruncido unos segundos, era como si tratara de averiguar algo con solo estudiar mi rostro.
—No, no me molesta—. Dijo por fin, yo solo asentí con la cabeza, tomé mi boxer y me lo puse rápidamente, sentía su mirada así que me apresuré, me coloqué el resto de mi ropa y me fui a la habitación, necesito dormir, tal vez así ya Tae salga de mi cabeza de una vez por todas.
Me acosté y puse mis brazos detrás de mi cabeza mientras miraba al techo. ¿Qué me está pasando? Ya no quiero sentirme así, quiero dejar de pensarlo, de desearlo. Aún se me hace increíble todo el cambio que dio mi vida así de la noche a la mañana, si pudiera regresar el tiempo lo haría sin pensarlo, quiero mi vida normal de vuelta. ¿Qué estará haciendo?
¿Qué mierda te importa, Jungkook? Ya basta, así jamás lograrás sacártelo de la mente. Vamos, piensa en otra cosa, como por ejemplo; en mañana, sí, será una buen día, por fin te alejarás de toda esta locura.
Tu novia merece unas lindas vacaciones y tienes que olvidar este tipo de obsesión con tu sobrino, la cual es insana.
Definitivamente me volví loco, en algún punto de mi vida algo se torció, o tal vez los aliens vinieron y me hicieron algo. Sí, eso debe de ser.
Estás loco, Jungkook.
"Sex On Fire" de The Kings Of Leon empezó a sonar, ¿Quién mierda pone música a estas horas? Carajo, ya no hay respeto. Entonces caí en cuenta, es el tono de mi celular, idiota. Medio abrí los ojos un poco y estiré la mano para tomar el teléfono que no dejaba de sonar y de vibrar, solo sentí a alguien moverse un poco a mi lado, cierto, estoy en casa de Wheein, lo había olvidado, ¿Qué hora será? Y lo más importante ¿Quién me está molestando a estas horas? Bien, salgamos de dudas.
—Hola—. Respondí con voz ronca y adormilada.
—¿Cómo está el tío más hermoso de este mundo? —. Un escalofrió recorrió mi cuerpo al escuchar su voz y terminé de despertar.
—¿Taehyung?
—Yep, el mismo mismo—. Empezó a reír, alejé el teléfono y miré la hora, son las dos de la mañana—. Solo llamaba para decirte que a pesar de lo cobarde que eres... te quiero.
—Taehyung, por qué me llamas a esta hora?
—O sea, uno se acuerda de ti y tú te pones loco. — Fingió estar ofendido y comenzó a reír de nuevo.
—¡¿Estás borracho! —. Carajo, no puede ser, mi sobrino me está llamando a las tantas de la madrugada completamente ebrio.
—Un poquito, sí—. Empezó a reír—. Solo así tengo el valor de decirte que te odio, no entiendo por qué eres así conmigo, por qué no aceptas lo mucho que te gusto.
—Tae, dime donde estás—. Primero me quiere y luego me odia; adolescentes. Me senté en la cama rápidamente. Wheein se movió de nuevo y gimió dormida.
—Yo sé que me deseas tanto o más de lo que yo te deseo a ti, pero hay un maldito problema, soy virgen... ¡Así es, chicos, soy virgen! —. Gritó y a lo lejos se escucharon varias personas gritar y aplaudir, mierda, no puedo creer que esté borracho no sé dónde, con no sé quiénes y contando sus intimidades.
—Tae, por favor, dime ¿en dónde estás?
—Pero si tú no quieres follarme porque soy virgen, no te preocupes porque esta misma noche lo soluciono.
—¿Pero... qué estupidez estás diciendo? Dime ¿en dónde carajo estás? Iré por ti en este mismo instante.
—¿Sabes quién me va a ayudar? — Me dijo susurrando como si me fuera a decir un secreto—. Bogum y ya me está esperando, él se va a encargar de eso—. Volvió a reír divertido—. Y ya mañana haces conmigo lo que se te dé la gana—. ¿Qué? No, no por favor no, ¿qué mierda está diciendo? ¡Por Dios!
¡No puedo creer lo que estoy escuchando!
—No se te ocurra hacer una estupidez como esa ¿entendiste? Dime ¿en dónde estás? — Le dije más que desesperado. Mierda, mierda, mierda.
—Te veo mañana tío... te quiero, bye—. Colgó. Maldita sea, pero ¿Qué mierda? Sabía que no tenía que haberlo dejado ir a esa disque celebración. ¿Por qué, Dios mío? ¿Por qué te empeñas en hacerme la vida más difícil? Yo tan buen cristiano que soy, carajo, no puede ser, mi sobrino, mi niño esta a punto de hacer una estupidez.
Salí de la cama rápidamente y me puse la ropa a una velocidad de la que yo ni siquiera sabía que era capaz.
—¿Qué pasa, bebé? — Escuché la voz adormilada de mi novia entre la oscuridad.
—Tengo que irme, linda, te veo mañana ¿sí? —. Le dije mientras me ponía mi chamarra y entonces prendió la lampara de su buro.
—Jungkook, son las dos con diez de la mañana, ¿a dónde vas a estas horas?
—Luego te explico, ahora debo irme, duérmete—. Salí de ahí de inmediato.
—¡Jungkook!... ¡Jeon Jungkook! — Escuché gritar a mi novia mientras yo salía de ahí.
Subí al auto y arranqué, ahora el primer puto problema; ¿En dónde está? Carajo, no me lo dijo. Piensa en algo, Jeon, piensa. Mi mente empezó a trabajar mientras arrancaba al centro de la ciudad, para empezar y para mi buena suerte, no hay muchos bares así que será un poco más fácil. Ok, ¿qué más? Vamos, piensa, piensa. Recuerdo una vez que me dijo que a él y sus amigos les encantaba ir al Karaoke, yo conozco dos, están cerca el uno del otro. Perfecto, seguro en alguno de ellos lo encuentro, tengo que encontrarlo, por favor, Dios.
"Pero si tú no quieres follarme porque soy virgen, no te preocupes porque esta misma noche lo soluciono. ¿Sabes quién me va a ayudar? Bogum... Y ya me está esperando, él se va a encargar de eso." ¡Maldita sea! Juro por mi propia vida que, si ese hijo de puta le pone una mano encima lo mato, juro que lo mato, ni él ni nadie le pondrá un dedo encima, yo me voy a encargar de eso. Pisé el acelerador hasta el fondo, tengo que llegar antes de que sea demasiado tarde, estoy lleno de desesperación y coraje. Imágenes de él con ese cabrón me están enfureciendo, no me imagino a mi pequeño Tae, cogiendo con otro tipo, y menos con ese infeliz. Lo odio, lo detesto demasiado. Solo yo y nadie más puede tocarlo, saborearlo, besarlo, acariciarlo... ¿Pero ahora qué diablos estoy diciendo? Cada momento estoy peor, no puedo pensar así, yo voy porque no quiero que haga una locura, porque soy su tío y su amigo y debo cuidarlo, sí, solo por eso, no por otra cosa, que se te quede bien grabado en la cabeza, Jeon.
Llegué al primer Karaoke, entré corriendo vi a una chica cantando Born this way, en el pequeño escenario mientras cuatro personas más le aplaudían y le gritaban. No había mucha gente y desesperado busqué a mi sobrino con la mirada, recorrí el lugar como tres veces y nada. Maldita sea, no está aquí, así que salí corriendo de ahí me subí al auto a dos calles estaba el otro, aparque como pude y baje. En este se escucha más ruido así que tengo esperanza, corrí a la entrada y justo iba saliendo un grupo de chicos y entre ellos iba Jimin, gracias a dios.
—¡Jimin! — Le grité mientras me acercaba a él, todos giraron a verme. Jimin me sonrió sorprendido.
—Hola, Hyung, ¿Qué haces aquí? —. Dijo con un poco de torpeza, parece que las copas de mas también le hicieron efecto, aunque se escucha mejor de lo que se escuchaba Taehyung.
—Wow, Jimin... ¿No me presentas a tu amigo? —. Dijo una chica morena de cara afilada, tenía grandes ojos marrones, era linda.
—Contrólate, Lisa, es Jungkook, el tío de TaeTae.
—¡No! ¿Enserio eres tío de ese pesado? Tú sí te ves agradable—. Dijo coqueta, por lo que veo no tiene buena relación con mi sobrino.
—Basta, Lisa. Perdónala Hyung, no sabe lo que dice.
—Descuida, Jimin. ¿En dónde está mi sobrino?
—Justo se acaba de ir con Bogum—. ¡No! Maldita sea—. Salieron poco antes que nosotros, dijeron que tenían cosas que hacer—. Sí, ya sé que cosas.
—Si quieres yo puedo hacerte compañía—. Dijo Lisa con una risa divertida, ¿Acaso hoy es la noche de borrachos o qué?
—Cállate, Lisa—. Dijo Jimin exasperado—. Yo creo que todavía los alcanzas, dejaron el auto en la calle de acá atrás, hoy no hubo servicio de valet.
—¿En la calle de atrás? Perfecto, gracias.
Salí corriendo de ahí en busca de mi sobrino. Por favor que los alcance, por favor que los alcance, por favor, por favor. No quiero que cometa una tontería y menos por mi culpa, sí, ahora es lo que siento, una enorme culpa, jamás me perdonaría que él hiciera eso solo para que yo... ¡Agh! Soy un idiota.
Llegué a la calle que me dijo Jimin y rápidamente los busqué con la mirada hasta que escuché su risa, su hermosa risa y entonces los vi a lo lejos. Caminé rápidamente y vi que estaban riendo antes de subir al auto, a Tae se le cayó su cartera y lo vi tambalearse. Mierda, está perdido de borracho, se agachó y la tomó, se incorporó. El estúpido ese lo tomó por la cintura y lo acercó a él besándolo en los labios. Aceleré aún más mi paso al mismo ritmo que se me aceleraba la respiración, un coraje inmenso invadió cada parte de mi cuerpo, ¡aléjate de él! ¡No lo beses! Lo apretó con más fuerza, Tae se colgó de su cuello, mierda, lo está disfrutando y eso me enoja mucho más aún. Vi como sus manos comenzaron a deslizarse hacia abajo... ¡No te atrevas! Te juro que si...
¡Lo hizo!, este cabrón le está acariciando el trasero. ¡Maldito!
Me planté frente a ellos y apreté los puños con fuerza.
— ¡Quítale tus putas y asquerosas manos de encima!
Lo Jeon se me subió a la cabeza.
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