Estaba acostado mirando fijamente al techo mientras Wheein acariciaba mi pecho desnudo, fue muy incómodo hacer el amor con ella y pensar en lo que pasó con Taehyung, "idiota", sus palabras seguían sonando en mi cabeza. Después de eso él y sus papás se fueron a su casa, él no volvió a dirigirme ni la mirada y eso... me dolió. No me gusta pelear con mi sobrino y me siento mal por haberle dicho que prefería la compañía de mi novia que la suya, eso no es verdad, me gusta pasar tiempo con Tae, es mi sobrino, pero lo que ha pasado desde ayer no puede continuar, está mal y si esa es la única forma de evitarlo, pues con todo el dolor de mi corazón tendré que hacerlo.
—¿Qué pasa, bebé? Te noto muy pensativo.
—Nada, linda, solo pensaba en la fiesta—. Más bien en lo que pasó después.
—Estuvo bien, claro para un niño como él.
—Él no es un niño. Y la fiesta estuvo muy bien, muy juvenil.
—¡Ay por favor! Eso de todo color moradito, es demasiado infantil, ni siquiera parece un... bueno nada, olvídalo. Supongo que tiene sentido por sus... bueno ya sabes... "preferencias"
—¡Claro que no lo es! A él le gusta y no veo el problema—. Le dije con voz elevada. Así como a mi sobrino no le permito hablar mal de de Wheein, a mi novia tampoco le permito hablar mal de Tae. Mucho menos de su orientación sexual.
—Tranquilo, no tienes porque ponerte así.
— Mejor cambiemos de tema—. Le dije exasperado. No quiero hablar de él, quiero dejar de pensar en toda esta locura y Wheein no ayuda en mucho.
No ayuda en nada.
—El martes ya cumplimos un año de novios, ¿no es increíble?
—Sí. ¿Qué te gustaría hacer ese día?
—Umm, no sé... Estaba pensando en algo así como...— ¿Qué estará haciendo ahorita? Me dijo idiota, él nunca me había hablado de esa manera. ¿Qué hago? Por un lado siento que estoy haciendo mal, es mi sobrino y me siento un maldito cabrón al verlo de otra manera, porque aunque me cueste admitirlo, me encantó su manera de besarme, de acariciarme, su trasero, ¡por Dios! Ese si es un buen trasero, carajo, mi amigo ya esta despertando de solo pensar en esa delicia...—¡Jungkook! ¿Me estás escuchando?—. Preguntó Wheein de repente. Creo que la dejé hablando sola.
—¿Eh?
—Estás muy extraño, ¿ya me vas a decir qué diablos te pasa?—. Dijo molesta, mierda no puedo dejar de pensar en él y ahora no sé ni que carajos me dijo mi novia.
—No tengo nada. ¿Qué me decías?
—Te decía que sería genial que nos fuéramos unos días de vacaciones, a la playa tal vez.
—Ah. Sí sería bueno, me gusta tu idea.
—¿De verdad?— Me preguntó entusiasmada. Perfecto, logré que se le pasara el coraje.
—Sí, claro. Hace tiempo no voy a la playa. ¿A dónde quieres ir?
—¿Qué tal Hawai?
—Perfecto, Hawai será.
—¡Si! Aww muchas gracias, mi amor. Te amo—. Me abrazó y me daba besos por todo mi rostro y una sonrisa bobalicona se dibujó en mi rostro. Recordé su forma de despertarme esta mañana, se veía tan sexy con mi playera puesta, su cabello alborotado, Dios, necesito verlo, no puedo estar más así.
—Sabes, linda, recordé que tengo un asunto pendiente y debo irme—. Le dije a mi novia levantándome de la cama, tomé mi bóxer para vestirme.
—¿Qué? Jungkook son las seis de la tarde, dijiste que pasaríamos todo el día juntos—. Hizo énfasis en todo.
—Lo sé y discúlpame pero ya te recompensaré los días que estemos en Hawai.
—Kookie, bebé, quédate conmigo—. Chilló, me enferma cuando usa ese tono caprichoso conmigo. Me apresuré a ponerme los pantalones y la playera.
—Lo siento. Te llamo mañana para ver bien lo del viaje. ¿Te parece?
—¿Qué puedo hacer para que te quedes?—. Preguntó coqueta, sé lo que se propone pero ahora Tae es mas importante.
—Nada. Debo irme—. Tomé mis zapatos, ya me los pondré en el camino, necesito ir a ver a Tae ahora. Me acerqué a Wheein que me miraba con el ceño fruncido, le besé la frente—. Nos vemos.
Salí de ahí y me subí al auto, sólo pensaba en llegar y verlo. No sé porqué me siento de esta manera, es como una necesidad y por algún motivo siento que estoy entrando en terreno peligroso, altamente peligroso.
En mi mente empezaban a recorrer imágenes de él, bailando, meneando las caderas, su forma de acariciarme, sus gemidos. Mmm, quiero tocarlo, quiero besarlo, quiero perderme de nuevo en ese trasero, lo quiero sobre mí, quiero estar sobre él. Soy un maldito enfermo de mierda, ¿cómo puedo estar pensando así de mi sobrino? Del niño que vi nacer, que vi crecer, el único hijo de mi hermano.
De un hombre, ¿será acaso que ahora soy gay?
Escucha bien, Jeon Jungkook, tú vas a hacer esto, llegas y le pones las cartas bien puestas sobre la mesa, lo que pasó fue un error y no puede volver a suceder, tú tienes novia, eres siete años más grande que él, es tu familia, y déjale bien claro que tú solo lo puedes ver como un hijo o un hermano tal vez, pero nada más. Tiene que entender por el bien de los dos. Sí, eso es, sé fuerte Jeon, tú puedes.
Ya estaba frente a la puerta y toqué el timbre, un minuto después fue el quien me abrió. Es tan guapo, mierda. No pude evitar posar mi mirada en sus labios, y en sus piernas, usaba un short de mezclilla bastante corto, sus piernas, sus hermosas, suaves y carnosas piernas, su cabello azul y despeinado casi estorbándole por completo, esos hermosos ojos que me miraban molesto.
—¿Qué haces aquí?—. Me preguntó secamente cosa que me desconcertó.
—Vine a ver a tu papá—. Mentí.
—No está, él y mamá salieron—. Dio media vuelta caminando a la sala. Yo entré cerrando la puerta detrás de mí, por algún motivo mis ojos solo veían ese lindo trasero menearse.
—Y... ¿A dónde fueron?—. Le pregunté, él se agachó a levantar un libro que estaba en el suelo por alguna razón, que sé yo. Por Dios, no pude evitar ver su trasero. ¿Qué mierda está mal conmigo?
—Al cine... ¿Tío?
—¿Eh?
—Mis ojos están acá arriba—. ¡Mierda! Maldita sean mis ojos traicioneros.
—Eh, sí... perdón, yo...— Tragué duro al sentir sus ojos sobre mí, una pequeña sonrisa burlona se asomaba en sus labios.
—No importa, da igual. Ahora si me disculpas, tengo tarea pendiente. Si gustas esperarlos o irte, como sea—. Se encogió de hombros y caminó pasando a un lado de mí, retirándose a su habitación.
No tengo ni idea de cómo decirle lo que tengo que decirle, no puedo irme sin haberlo hecho. Además su forma tan fría e indiferente de tratarme, me dolió. ¿Qué debo hacer? ¿Por qué siento esa necesidad de él, pero al mismo tiempo esa necesidad de alejarme? No puedo creer que mi vida se complicara tanto de la noche a la mañana, apenas ayer estaba todo bien, y ahora todo es una mierda. Yo vine aquí decidido a hacer lo que tengo que hacer, tengo que dejar claro todo, sí, así que ahora mismo tengo que ir allá arriba y enfrentarlo.
Subí las escaleras y fui directo a su habitación, su puerta estaba entre abierta, escuché que hablaba con alguien, así que decidí espiar.
—¿De verdad?—. Empezó a reír, su risa tan contagiosa que tanto me encanta—. Eres increíble de verdad... Tú también lucias muy bien... Jimin me ayudó a escoger mi outfit... Oww, Bogum, eres un amor—. ¿Qué? No puede ser, está hablando con ese cabrón. Entré sin llamar mirándolo acostado boca abajo, subía y bajaba las piernas una y una. Su sonrisa desapareció en cuanto me vio—. Lo siento, Bogum, pero surgió algo aquí, te llamo más tarde ¿si?... Gracias, yo también muero por verte... Cuídate, adiós.
Colgó y aventó el teléfono en la cama, puso los ojos en blanco, me miró unos segundos, estaba esperando a que yo dijera algo pero las palabras no salían de mi boca. Suspiró con fuerza como si estuviera irritado.
—¿Qué quieres?— Su voz tranquila, pero cargada de molestia.
—¿Por qué estabas hablando con Bogum?
—Qué te importa—. Tomó el libro abriéndolo dispuesto a leer e ignorarme. Me acerqué a él y le quité el libro de las manos para aventarlo a la cama.
—Claro que me importa. Ese cabrón te hizo sufrir y ahí estás de nuevo hablando con él.
—Yo ya arreglé con él lo que tenía que arreglar.
—No te quiero cerca de él—. Me miró sorprendido levantándose de la cama, caminó hasta quedar frente a mí.
—¿Por qué?
—No quiero que te vuelva a lastimar.
—Ya estoy acostumbrado. Él ya me lastimó una vez, tú ya me lastimaste, ¿qué puede ser peor?
No, Taetae, eres mi razón de alegría, no me digas eso
—Tae, yo no quise lastimarte.
—Pero lo hiciste. Preferiste a esa maldita barbie que a mi. Cambiaste nuestro día especial por irte con ella—. Quise hablar pero no me dejó y continuó—. No te atrevas a decirme que no hable así de ella, porque yo hablo de esa tipa como se me da la gana.
—Escucha... La verdad es que yo vine aquí para verte. No me gusta estar así contigo. Discúlpame por favor.
—Tú me abandonaste mucho desde que empezaste tu relación con... esa.
—No fue mi intención, pero necesito que tú entiendas que yo ahora estoy con ella. Wheein es mi pareja ahora y debes comprender que no siempre puedo estar solo contigo—. Se quedó callado unos minutos, estaba pensando mientras me miraba seriamente, pude notar en esos ojitos que algo trama pero ¿Qué?
—Está bien, estás disculpado... Trataré de entenderte y comprender que ahora ella forma parte de tu vida.
—Gracias, Taetae—. Quise acercarme para abrazarlo pero levantó su mano, deteniéndome.
—Solo quiero algo a cambio—. Fruncí el ceño confundido.
—¿Qué cosa?
—Quiero que ahora mismo me desnudes y me folles como nunca has follado a nadie.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro