CAPITULO 37
Wheein clava sus ojos en mi por unos segundos, luego mira con rapidez a Taehyung y vuelve a mirarme. Genial, que suerte la tuya Jeon. Miro al chico que la acompaña, es rubio y ojos grandes de color chocolate, debo admitir que es galán el tipo, tiene un cuerpo atlético y es un poco más alto que Wheein, esperen... yo lo conozco, sé que lo he visto antes, pero ¿dónde?
Lo que me enoja y evita que trate de recordar quien es, es que no deja de mirar a mi hombre, mierda, ¿Por qué todos se empeñan en verlo? Él es mío perro, aléjate, no lo mires, agh.
—Hola, Jungkook, no pensé que te encontraría aquí.
—Que tal Wheein, que sorpresa —volví a mirar al idiota que ya me miró, pero vuelve su mirada a mi sobrino. Juro que, si no deja de comérselo con la mirada, aquí mismo le saco los ojos.
—Hyungsik, él es Jungkook, mi... ex novio —le dijo al tipo, con algo de tristeza al decir eso.
—Hola Jungkook ¿Cómo estás? —estiró su mano, que ganas de dejarlo con ella estirada... Vamos Jeon, ante todo la educación.
—Hola. — La tomé y le di un buen apretón, un poco más de lo socialmente establecido.
—Y él es Taehyung, su sobrino —¡No te atrevas a tocarlo cabrón!
—Hola Taehyung, mucho gusto. ¿Cómo estás? —estiró su mano, le encantó, está loco por él, su mirada de idiota me lo dice. Taehyung, con una pequeña sonrisa en los labios le respondió el saludo.
—Hola, bien gracias.
—Yo soy Hyungsik, el hermano de Wheein —. Cierto, claro, yo sabía que lo conocía, recuerdo que mi ex me habló alguna vez de él, e incluso me mostró unas fotografías. Él va a la universidad en otra ciudad, y es por eso por lo que casi no se ven.
—No sabía que tenías un hermano, Wheein —dijo mi sobrino.
—Pues sí, solo que está en la universidad, estudia medicina, por lo cual nos vemos muy poco.
—Ahora estoy de vacaciones así que aproveché y vine a ver a mi hermana, y creo que serán unas lindas vacaciones —dijo mirando fijamente a mi Tae mientras decía esto último. Hijo de puta, se perfecto a lo que se refiere, pero no lo voy a permitir, nunca, él es mío, maldita sea, esta es una de esas veces en las que quisiera gritar toda la verdad a todo el mundo.
—Bueno me dio mucho gusto verte Wheein y conocerte a ti Hyungsik —mentí —pero debemos irnos, que estén muy bien —sin importarme nada, quise avanzar con Taehyung aun de mi mano pero el idiota de Hyungsik, el cual ya siento que detesto, nos detuvo.
—Esperen. ¿Qué les parece si hacemos algo los 4 esta noche?
—¡Seria increíble! —dijo Wheein entusiasmada —Vamos Jungkook, ahora somos amigos y los amigos salen a divertirse ¿no? —Carajo. No, yo no quiero salir con ella y menos con su hermano sabiendo que pretende algo con mi sobrino.
—No lo sé, saben suena increíble, pero...
—¿Te gustaría a ti, Tae? —le preguntó Wheein. Mi sobrino me miró con duda.
—Yo, no lo sé...
—Vamos, digan que sí, estoy seguro de que la pasaremos increíble —nos animó Hyungsik.
—No, mejor otro día, hoy tenemos planes con mis papás y no quisiera cancelarles.
—Cierto —la apoyé de inmediato —Sun-hee tiene unas ganas de ver una obra de teatro y ya habíamos quedado en ir hoy, mejor luego ¿les parece?
—Bueno, lo dejaremos para después —dijo el rubio con un poco de desilusión.
—Nosotros les llamamos, cuídense. Adiós —. Se despidió Wheein.
—Adiós —Taehyung se despidió con la mano y salimos caminando a toda prisa de ahí.
Llegamos al auto y aun no mencionábamos nada de lo que había pasado. Yo solo pensaba en como ese cabrón lo miraba, por fortuna logré alejarlo de la vista de ese tipo. Creo que le compraré algún tipo de ropa que no permita que su hermoso cuerpo y rostro se aprecien. No soporto que lo miren del modo que muchos lo hacen, sé que eso suena exagerado, pero así solo guardaría su cuerpo para mí.
—Tú y yo nos convertiremos en musulmanes —dije mientras arrancaba el auto dispuesto a salir del estacionamiento.
—¿Qué? —me dijo divertido, estaba a punto de estallar en risas.
—Eso, nos volveremos musulmanes, tu usaras velo y ropa larga y holgada, así nadie podrá comerte con la mirada —estalló en risas, condenado ¿de qué se ríe? ¿Acaso no sabe lo horrible que es para mí como lo miran otros hombres?
—Estás loco... completamente loco.
—No te rías. ¿Viste cómo te miraba ese idiota?
—No, no me di cuenta.
—Si, como no.
—De verdad. Yo no estoy al pendiente de quien me mira y quien no, yo solo tengo ojos para ti. Además, yo no me pongo así cuando las tipas te comen a ti con la mirada.
—A mí no me comen con la mirada.
—Claro que sí, al menos en este rato que estuvimos en el centro comercial, hubo muchísimas tipas que no te quitaban los ojos de encima.
—Claro, eso solo lo dices para excusarte de que todos te miran a ti.
—Obvio no, ¿Acaso no te das cuenta del efecto que causas en las mujeres y en los hombres? — Se señaló obviando el hecho de que le gustaba mucho.
—No, yo solo tengo ojos para ti.
—No me copies mi frase —me dio un leve puñetazo en el brazo y volvió a reír.
—No es tu frase —reí con él —pero lo de ser musulmanes es verdadero.
—Yo respeto, pero esa religión se me hace demasiado... ¿machista? Y un chico homosexual no vendría bien. Y no seas "macho", no te queda.
—Yo no soy macho.
—Claro que lo eres... además no sé porque te preocupas, yo solo te quiero a ti, y lo mejor es que ellos miran por encima de la ropa —se acerca a mi oreja y susurra —y tú me miras por debajo de ella, y me tocas y me tienes todo para ti — solté un pequeño jadeo y chupó el lóbulo de mi oreja.
—Basta cariño, o vas a ocasionar un accidente. Tenemos que llegar sanos y salvos a casa para poder disfrutarte.
—Qué bueno que ya te quedo clara la diferencia.
—Muy clara, no tienes ni idea.
Pisé hasta el fondo y me apresuré, quiero y necesito llegar a casa, mi pene esta más que duro y me duele, el pantalón no lo deja estirarse como sé que lo necesita y además vamos a jugar con ese señor Pinky, recuerdo perfecto lo delicioso que fue ver a Taehyung darse placer él mismo y ahora quiero que lo haga de nuevo. Jamás desee a alguien de esta manera e incluso no imaginaba que existiera el sexo divertido, lo mío siempre fue lo tradicional en la cama, y con él lo he hecho en varias partes de mi casa, y en lugares públicos, frente a un espejo, y con un juguete, me pregunto que más descubriremos juntos.
Llegamos a casa, estacioné el auto como pude y bajamos casi corriendo. Entramos a casa, cerré la puerta y lo tomé de la cintura, lo besé con desesperación hasta quedarme sin aliento.
—Dios, cariño.... No sabes cuanto necesitaba tus labios —tomó mi rostro y ahora fue él quien me besó con profundidad.
—Yo también lo necesitaba tanto. Vamos que ya quiero que me hagas gritar —se bajó el short, pegó un brinco y se subió sobre mi rodeándome con sus piernas y brazos, froto su pene sobre el mío y sentí que ya goteaba, justo como yo.
Lo tomé con fuerza de las nalgas y fui hasta la habitación con él en mis brazos, sin dejar de besarle y morderle el cuello y los labios.
Lo coloqué sobre la cama y ambos con rapidez nos desnudamos.
Me puse sobre él y volví a besarlo y a acariciarlo. Abandoné sus labios para chupar sus pezones, cuando se endurecieron los mordí como le gusta que lo haga, bajé por sus abdominales, chupé y lamí su ombligo, incluso ese es el ombligo más hermoso y sensual que he visto jamás. Llegué a su vello y tras darle un fuerte jalón que la hizo gritar, hundí mi lengua en su interior, haciendo que su grito se convirtiera en un gemido lleno de placer. Me dejé llevar por el momento y jugaba con su pene mientras chupaba gustoso el jugo que brotaba de él, era dulce, era amargo, era la combinación perfecta. Cuando sentí sus testículos hincharse aun más. Mi lengua comenzó a recorrerlos, los lamia como si se trataran de un helado. Taehyung se sostuvo de las sabanas haciendolas girones.
—¿Dónde está el señor Pinky? —le pregunté, él sonrió y me señaló su bolso. Lo tomé y saqué el vibrador rosado. Lo prendí al mínimo y comencé a pasearlo por sus piernas, lentamente desde la rodilla hasta su pene y entrada. Volvió a jadear gustoso.
Llegué hasta su ano y comencé a recorrerlo, las ligeras vibraciones le gustaban. Cuando metí la punta dentro de él, subí el nivel de vibración un poco, se arqueó al sentir y abrió más las piernas, me encanta tener el control de su placer, pero por ahora quiero ver como se lo da a sí mismo. Tomé su mano e hice que tomara el vibrador que aun vibraba con la punta aun dentro de él.
—Ten, quiero que juegues con él para mí. Date placer, tal como lo hiciste hace una semana.
—Tus deseos son órdenes. —Habló con ese tono de voz tan profunda que hizo a mi pene endurecerse aún más de lo que ya estaba.
Lo tomó y yo me senté sobre mis talones al filo de la cama y observaba como comenzaba a hacer círculos con el vibrador, el cual lentamente entraba en él y cada que entraba más él aumentaba el ritmo de la vibración. Cuando ya estaba hasta el nivel más alto, ya estaba completamente dentro, comenzó a sacarlo y meterlo primero lento y cada vez más rápido, con su otra mano acariciaba sus pezones y los pellizcaba, movía sus caderas marcando un ritmo entre ellas y el vibrador, sus gritos y jadeos cada vez eran más fuertes y cuando me di cuenta yo estaba dándome placer con mi mano que acariciaba mi pene de arriba abajo, lo hacía como sé que Tae me lo hace y como tanto me gusta. Mi respiración era cada vez más acelerada y mi mano seguía dándome placer. No podía dejar de ver como se daba placer a él mismo. Eso es algo que me vuelve loco y que me fascina. Dejó de tocarse sus pezones y con su palma estirada bajo por su abdomen hasta su pene y sin dejar de meter y sacar al señor Pinky comenzó a jugar con su pene con su mano completa, volvió a arquearse, pero esta vez más, cada vez se retorcía más, temblaba, estaba disfrutando ese momento tanto como yo. En cada movimiento recogía más y más sus piernas. Después gritó cuando vi que llegó al orgasmo, tiras blancas salían disparadas de su miembro, yo apreté la mandíbula y sentí el caliente semen escurrir por toda mi mano después de haberme venido yo también.
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LES AVISO QUE YA QUEDAN COMO 12 CAPITULOS NADA MÁS.
ABRAZOS VIRTUALES.
YAYIS 💜💜💜💜💜
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