CAPITULO 22
Después de días volvía a escuchar esas hermosas palabras que eran como música para mis oídos.
Metí mi mano en sus pantalones y comencé a masturbarlo, al instante se arqueo lleno de placer mientras con mi otra mano seguía jugando con sus pezones. Mordí su lóbulo una vez más y comencé a bajar por su cuello con leves mordiscos y besos. Mi mano no abandonaba su miembro, el cual bombeaba de arriba abajo sin darle tregua. Abrió la boca por un grito que no permitió que saliera, comenzó a mover las caderas rozando más y más a mi miembro así que comencé a moverme también.
—Sigues sin contestarme.
—Jungkook...
—Tío... soy tu tío.
—Tío
—¿Por qué regresaste con él?
—Porque... lo quiero. Me... gusta.
—¿Ya te acostaste con él?
—No.
—Perfecto... Porque esto...— Quité mi mano de su miembro, me escupí en ella y volví a masturbarlo.
—¡Ah! ¡Dios!
—Esto... es mío—. Mi mano comenzó un movimiento mas rápido aun, la respiración de Tae comenzó a ser mas trabajosa, su trasero se restregaba en mi paquete, quería empinarlo, bajarle los pantalones y cogérmelo ahí mismo, pero no podía, no estábamos solos.
—No me gusta que estés con él.
—¿Por qué... no?
—Porque no lo soporto—. Quite mi mano de su pene y la otra de sus pezones, se tuvo que sostener de la pared para no caerse.
—Que...—. Susurro.
—No puedo creer que hayas sido tan tonto como para haber regresado con ese cabrón, el día que te lastime por favor dame la dicha de ser el primero en saberlo para poder reírme en tu cara.
—¿Qué?
—Pero bueno que se puede esperar de una niño como tú, les gusta que los hagan sufrir.
—No me digas eso...
—Te veo abajo, deben estar esperando—. Llevé mi mano que un minuto antes lo masturbaban deliciosamente, lamí un par de mis dedos—. Delicioso como siempre.
Sonreí cínicamente al tiempo que le guiñaba el ojo y salí de ahí. Bien hecho Jeon, lo hiciste perfecto, le diste su merecido al condenado de tu sobrino. Jungkook 2- Taehyung- 0
Llegué abajo y antes de ir directo al comedor me acomodé mi miembro, seguía palpitando de deseo por ese... niño, y el bulto de mi pantalón esta más que sobresaliente y no puedo entrar así. No puedo creer que pude contenerme las ganas de cogérmelo, se los dije, tengo una fuerza de voluntad envidiable, y luego teniendo esas nalguitas, ese pene, y recordar como los he disfrutado, carajo Jeon, deja de pensar en eso o se te va a romper el pantalón. Traté de pensar en otras cosas para que mi erección se relajara y poco a poco lo logré y fue entonces que entré al comedor.
—¿Hey dónde estabas? Morimos de hambre—. Dijo Hyun y todos me miraron.
—Estaba en el baño, perdón es que recibí una llamada de la oficina y me entretuve... ¿Y Tae? — Pregunté para que nadie sospechara si quiera que estuviera con él.
—Me dijo que iría a su habitación—. Dijo Bogum, cabrón no lo soporto.
—Iré a ver por qué tarda tanto. Ya vuelvo—. Mi cuñada salió en busca de su hijo y entonces decidí comenzar con la última parte de mi plan.
—Y dime Bogum, ¿Hace cuanto conoces a mi sobrino? —. El tipo me miró unos segundos, en sus ojos pude notar que decía, ¿Qué te importa? Pero obvio no lo diría en voz alta.
—Hace aproximadamente dos años.
—No sé si lo sepas, pero además de ser el tío de Tae también soy su mejor amigo. Y hace un tiempo él tenía un novio que lo hizo sufrir porque lo dejó por otro... ¿Sabes de quien se trata? — Tómala idiota, a ver que mierda contestas. Me di cuenta como tensaba la mandíbula y su mirada ahora estaba más llena de coraje.
—Si supe, pero por lo que se ya se arreglaron, el cometió un error como todos los jóvenes a nuestra edad, le pidió perdón y ahora están bien, debo decir que mejor que nunca. Y si, lo conozco—. Asentí lentamente y comenzamos una guerra de miradas, sabía que no sería capaz de decir que es el al pendejo del que le hable. Así que está arrepentido, claro como no.
—Y bueno, Bogum cuéntanos sobre tu familia—. Dijo mi hermano haciendo que detuviéramos nuestras miradas amenazadoras.
—Mis padres son Antropólogos, viajan a menudo, pero siempre tratan de estar al pendiente de mí y de mis dos hermanos, yo soy el más chico y mis hermanos son gemelos, tienen veinte tres años.
—¿Te gustan los Lakers? — Pregunté rápidamente y volvió a mirarme y sonrió de lado.
—No, yo le voy a los Celtics.
—Mi sobrino es Lakeriano y ama ver los partidos y nada como verlos con tu pareja y que sea tu equipo favorito, ¿no te parece?
—Se que es lakeriano y de corazón, pero creo que el que dos personas que estén juntas le vayan al equipo contrario lo hace más interesante, ya sabes, puedes apostar, hacerle burla en caso de que pierdan, todo eso se me hace más divertido que irle al mismo equipo.
—En eso tienes razón Bogum, yo soy Yankee y Sun-hee es Media Roja y cada que juegan la rivalidad lo hace más emocionante—. Condenado Hyun mal hermano, no tiene por qué darle la razón, la idea aquí es incomodarlo y hacerle ver que no tiene nada que hacer con mi principe.
—Pero bueno comparto otras cosas con él.
—¿Ah sí? ¿Cuáles? —. Le pregunté mientras ponía mi mano en mi barbilla. Abrió la boca para contestarme, pero justo en ese momento entraron mi cuñada y Taehyung y solo sentí como mi corazón se apachurraba. Tae tenía los ojos rojos y levemente hinchados. Mi hermano al verlo se levantó de inmediato y tomó a su hijo de los hombros.
—Pequeño ¿qué te pasó?
—Nada papá es solo que me dio un dolor muy fuerte en la cabeza y ya sabes que soy muy llorón.
—Oh mi niño—. Lo abrazó—. ¿Pero ya te sientes mejor?
—Si ya, todo bien.
—Igual mañana vamos al médico, no es normal que te haya dolido tan fuerte así de repente.
—Ok—. Todos se sentaron y mi cuñada sirvió la comida. Tae ni siquiera me miró y entonces comprendí que ese dolor de cabeza era tan solo una excusa para tapar su verdadero dolor. Yo lo hice llorar, soy un maldito desgraciado, ¿Cómo pude ser capaz? Yo lo único que quería era demostrarle mi molestia porque había regresado con el idiota de Bogum, jamás quise lastimarlo de verdad. Creo que me pase y mucho, Mierda eres un puto infeliz Jeon, eso eres. Tienes que arreglar esto, no puedes dejarlo así.
Disfrutamos de la comida, que estaba más que deliciosa como siempre, Sun-Hee y Hyun le hacían preguntas a Bogum e incluso Wheein intercambio puntos de vista con él. Yo solo estaba pensando en lo imbécil que fui hace un rato con mi príncipe y me maldigo, me maldigo mil veces, ¿cómo pude ser tan hijo de puta? Yo acá reclamándole al pendejo de Bogum por que la hizo sufrir y llega Jeon Jungkook más pendejo todavía a hacerlo sufrir también. Carajo. Lo miraba y en ocasiones participaba en la plática, aunque la mayor parte solo reía o sonreía. Seguía mirándolo y mirándolo pero él parecía no notarlo, así que decidí de hacer algo para que me mirara aunque sea una vez.
—¿Tae, ya viste que saldrá un nuevo juego de Halo?
—Si —. Dijo sin mirarme.
—Tenemos que ser los primeros en comprarlo.
—La verdad es que ya no me llama la atención ese juego.
—¿Por qué? Era tu favorito—. Pregunté sorprendido y desesperado porque seguía sin mirarme.
—Leí que esos juegos de guerra llegan a hacer a las personas más frías e insensibles—. Lo dijo de forma rápida y sin expresión alguna y de nuevo sin mirarme. Mierda, no mi niño yo no quise. Tan solo mírame una vez principe, por favor. Tras varios intentos no lo logré, diablos. Jungkook 2 – Taehyung 10000, con su indiferencia me dio con todo.
Después de comer Bogum se fue y Tae subió a su habitación con el pretexto de querer dormir un rato. No puedo creer que es todo este rato no me mirara siquiera de reojo. Un dolor enorme ha comenzado a crecer en mi pecho y juro por lo que quieran que es horrible, me hizo sentir que no estaba presente. Mi venganza y todo mi plan se volvieron en mi contra y fue como si me hubiesen dado una patada en el culo o peor aún, en los huevos.
Lleve a Wheein a su casa y después regrese a la oficina, seguir con mi trabajo es la única salida que tengo para tratar de olvidar lo que paso, aunque no creo poder dejar de maldecirme por lo poco sensible que fui con él. ¿Por qué si según yo mi Tae es la persona a la que menos quiero lastimar, es a la que más lastimo? Porque soy un idiota cerdo egoísta, si eso es lo que soy. Si Tae ya decidió retomar su relación con el tipo ese, no tengo porque meterme, no soy nadie para decirle con quien y con quien no, pero es que el solo pensar que el lo besa, que el lo acaricia me da una rabia enorme. No lo soporto, no me soporto yo, lo que paso entre nosotros dos fue algo sexual y ya termino, porque yo así lo decidí entonces ¿Por qué me comporto de esta manera?
Llegué a la oficina y de inmediato continué con los planos del centro comercial y no sirvió de mucho pues seguía pensando en la frialdad con la que me trato hace un rato, incluso el solo recordarlo me hace estremecer. Mierda, necesito a alguien que me golpee, tal vez solo así me sienta mejor. Entonces la puerta se abrió de golpe y al girar solo sentí una fuerte y bien propinada bofetada que hizo girar mi cuello.
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