CAPITULO 12
Sentí una pequeña corriente de aire, y solo eso hizo que me sintiera más nervioso. Wheein me miraba curiosa, sus ojos marrones me hacían sentir... no sé, carajo.
— ¿Qué pasa, bebé?
—Wheein, de verdad que esto es algo que me sobre pasó. Sabes que Hyun hyung es mi hermano y lo adoro.
— ¿Le pasó algo? ¿Debemos cancelar el viaje?
—No, él está bien—. Mierda, Jeon, dilo ya—. TaevendráaHawáiconnosotros.
Lo dije muy rápido, sin tomar aire.
— ¿Qué? —. Sus ojos marrones pasaron de la curiosidad a la furia en cuestión de segundos, parecía que sus ojos se saldrían de su órbita. Dios mío, soy hombre muerto.
—Hyun y Sun-Hee, salieron de viaje y no pudieron llevarlo con ellos y...
—Claro y tú si puedes ¿no? —. Dio media vuelta y entró a la casa. Yo la seguí y al cerrar la puerta giré y vi como Taehyung reía divertido, mientras hablaba por teléfono. Sí que lo está disfrutando, condenado, ya me la pagará. Cerré y seguí a Wheein hasta la sala, la verdad es que le agradezco que hayamos entrado, no quiero dar un espectáculo en la calle.
—Wheein, mira de verdad lo lamento, pero el viaje de mi hermano fue algo imprevisto y apenas consiguió dos boletos de avión.
—Se supone que este es nuestro viaje de aniversario de novios, Jungkook. ¿Cómo puedes ser tan idiota e insensible?
—Wheein, de verdad lo siento, pero Hyun no iba a estar tranquilo si se quedaba él solo y yo tampoco la verdad—. Y porque así no coge con el idiota de su ex.
—Claro y por eso tienes que llevarlo con nosotros.
—Linda, te prometo que la pasaremos tan bien que ni siquiera te darás cuenta de que está con nosotros.
—No, Jeon Jungkook, esto sí que no te lo perdono—. Se cruzó de brazos y me dio la espalda.
—Vamos, Wheein, por favor. Además, él estará en otra habitación. Te juro que, aunque Tae vaya con nosotros, la pasaremos increíble—. Se quedó callada un buen rato y yo no me acerqué a ella para darle su espacio, sé que está furiosa y lo entiendo, hice las cosas demasiado rápido y no pensé en ella, soy un cabrón egoísta, no pensé en mi novia, pero es que no iba a dejar a Taehyung solo para que hiciera no sé qué con ese tipo—. Por favor, linda, discúlpame ¿sí? Pero te prometo que nuestras vacaciones serán inolvidables.
—Está bien—. Giró de nuevo quedando frente a mí—. Pero te juro, Jungkook, que si tu sobrino arruina mi viaje, me la pagas.
—Eso no va a pasar, te lo prometo—. Me acerqué a ella, tomé su rostro entre mis manos y la besé suavemente.
— ¿Entonces él estará en otra habitación?
—Sí, yo haré todo porque su presencia no afecte en nada... Ven, vamos que nos deja el avión—. Le di un fugaz beso y salimos de la casa. Yo fui a la cajuela y metí la maleta, nos iríamos en mi auto, ya más tarde Namjoon, mi amigo y compañero de trabajo irá a buscarlo al aeropuerto. Dios, la maleta de Wheein pesa demasiado ¿Qué trae? ¿Pierdas?
—Yo soy su novia, así que vete atrás—. Escuché decir a Wheein ya con voz elevada. Cerré la cajuela, ¿ahora qué?
—Pues yo ya estoy aquí, súbete atrás y deja de fastidiar.
—Hey, ¿qué pasa? —. Me acerqué a ellos y tomé a Wheein por la cintura.
—Pasa que tu Barbie no se sube de una buena vez al auto.
— ¿Barbie? ¿Me llamaste Barbie?
—Ya súbete o no llegamos—. Dijo Taehyung, fastidiado.
—Me subo hasta que te pases al asiento de atrás, yo voy adelante con MI novio.
— ¡Ya, basta! — Suspiré exasperado, carajo, aún no nos vamos y ya están peleando—. Tae, pásate hacia atrás, por favor.
Él me miró con una mirada fría, era una mezcla de sorpresa, decepción y coraje. No le gustó nada que le pidiera que se pasara a la parte trasera del auto. Se bajó y pasó a mi lado empujándome. Perdóname, príncipe, pero debo contentar del todo a mi novia. Wheein tomó mi rostro y me besó en los labios lentamente por unos segundos, se alejó y miró a mi sobrino, sonrió victoriosa y se subió al auto. Miré a Tae que me miraba con los ojos entrecerrados muy molesto, y por alguna razón sentí... extraño que él me haya visto besarme con Wheein.
El avión despegó, yo estaba sentado a un lado de mi novia, Taehyung estaba unos cuantos asientos atrás, pues ya no encontré lugar con nosotros y bueno, pensándolo bien, así es mejor porque ya me imagino a estos dos peleando. El capitán avisó que ya podíamos movernos por el avión, mi Wheein estaba entretenida leyendo una revista de chismes, así que aproveché para ir al baño.
En mi camino vi a Taehyung quien me miró con coraje, aún sigue molesto, bueno, ya pensaré en algo para que se calme. Entré al baño e hice mis necesidades y pensaba en este viaje, va a ser algo difícil con dos fieras que no se soportan entre ellos, creo que me metí en un buen lio, pero es comprensible porque no iba a dejar a mi sobrino solo, ¿sería correcto que hable con él de sexualidad? Oh, vamos, Jungkook ¿qué mierda le vas a decir? Creo que la altura te está haciendo delirar y decir estupideces.
La puerta se abrió del golpe sacándome de mis pensamientos y también un buen susto. ¿Quién mierda entra estando ocupado?
—Hola, Jungkook—. Metí a mi amigo de inmediato en el bóxer al escuchar su voz.
—Tae, ¿qué haces aquí?... Está ocupado.
—Creo que no pusiste el seguro.
—Bueno, igual ya terminé. — Quise abrochar mi pantalón para salir de ahí, pero me tomó de las manos acorralándome en el lavamanos.
—Tú me vas a quitar este coraje que tengo... ahora—. Me bajó de un jalón el bóxer liberando de nuevo a mi amigo, yo lo tomé de los hombros y lo alejé de mí.
—Estás loco, si crees que yo...— Me calló besando mis labios, con una mano me tomó de la nuca para que no me alejara de él y con la otra comenzó a acariciar a mi miembro, el cual reaccionó de inmediato, es un traidor. Me terminó de acorralar en el lavamanos. Mordió mi labio y gruñí desde lo más hondo de mi ser, su caricia era lenta pero cada que subía apretaba un poco haciéndome temblar.
—Estoy... muy... molesto... contigo—. Me dijo entre besos, y jaló fuerte de mi vello púbico.
—¡Ay! —. ¡Mierda! Sí duele.
—¿Te dolió?
—Sí... mucho—. Dije con la voz entrecortada. Mordió mi labio inferior fuertemente y me volví a quejar del dolor.
—Vas a sufrir... Jungkook—. Besaba mis labios salvajemente mientras seguía dándome placer con su mano lentamente. Se alejó de mí y con la lengua lamió mis labios sensualmente, yo solo jadeaba con la boca entre abierta. Se hincó frente a mí y lamió la punta de mi amigo.
—Hola, Garu—. ¿Garu? Otra vez llamó Garu a mi amigo y no sé ni que mierda es eso.
—Tae...—. Le llamé apenas en un susurro, ya estaba demasiado excitado.
—Shhh... No hables—. Entonces metió todo mi pene en su boca, apretó al salir y volvió a meterlo, mientras con la lengua lamía a lo largo de arriba abajo cada que entraba y salía de su boca. Empezó con un ritmo lento, pero la forma en que lo hacía era único que... Dios, esto es delicioso. Tembloroso y excitado, con una mano me aferré al lavamanos y sin querer abrí la llave del agua, el ruido me exaltó, pero a él no pareció afectarle pues seguía cogiéndome con su boca de lo más delicioso. Cerré la llave rápidamente y me agarré con fuerza de donde pude, mientras los dedos de mi otra mano se enredaron en su cabello y lo apretaba más y más a mi para que siguiera.
—Suéltame—. Exigió y con su mano quitó mi mano de su nuca.
—Más rápido—. Le dije agitado y empezó a acelerar el ritmo, apretaba con sus labios, lamía con su lengua y me raspaba delicadamente con sus dientes, haciéndome temblar aún más. Eché mi cabeza hacia atrás disfrutando de él, de su boca, del mejor sexo oral que jamás me han hecho. Con las uñas de mis manos rasguñaba el lavamanos, lleno de placer, estaba cerca, muy cerca de venirme en su boca, y eso quiero, llenarlo de mí y que me saboreé por completo. Mi pequeño sobrino sucio, me encanta que sea tan sucio y solo conmigo, es único.
Estaba por venirme, pero entonces paro, que diablos, ¡no! Mi amigo comenzó a dolerme y un gruñido de desesperación se escuchó desde el fondo de mi garganta.
—¿Te duele? — Me preguntó cuando se puso de pie, con sus dedos se limpió la boca y mordió su labio sensualmente.
—Sí, carajo... No pares—. Le supliqué mientras lo tomaba de las manos, trataba de hacer que se hincara de nuevo y continuara para que yo me libere de este orgasmo que tengo atorado. Se soltó de mi agarre.
—Me alegro de que te duela, con esto has pagado lo que me hiciste.
—¿Qué? —. Pregunté aún agitado, con el ceño fruncido. Se acercó a mí y besó mis labios, con mis manos lao tomé del rostro y hundí mi lengua en su boca, él se aferró a mis brazos mientras nuestro beso se hacía más y más salvaje, haciendo que por un momento olvidara el dolor que sentía.
—Tío—. Gimió entre besos haciéndome estremecer más, lo tomé del trasero y lo levanté, giré con él sentándolo en el lavamanos, desabroché su short de mezclilla y rodeé su cintura con él brazo para levantarlo mientras con mi mano libre bajaba su short junto con su ropa interior. Dejé su boca y con besos y mordiscos bajé por su mandíbula y su cuello. Me agaché y puse sus pies sobre mis hombros y abrí lo más que pude sus piernas, pues el short y sus boxers impedían abrirlas de más. Me acerqué a su miembro, el cual ya goteaba su esencia. Rodeé con mis labios su pene y él exhalo una vez más, esta vez no perdí tiempo y lo lamí, Dios, no pensé que estuviera tan bien esto. Comencé a hacer lo mismo que me hizo y ahora él tuvo que ahogar sus gemidos, metió sus dedos en mi cabello y tiró de él, mientras yo continuaba con mis lamidas, no pensé que fueran tan bueno en esto, pero a Tae le gusta. Cuando llegó al clímax salió de mi boca ya que no sabia si yo estaba listo para recibirlo, tal vez después.
Le tomé el cuello con mi mano derecha, acercándome mucho a sus labios.
—Termina lo que empezaste—. Le exigí, me miró sensual y una sonrisa torcida apareció en su coqueto rostro, me empujó y choqué con la puerta a mis espaldas, bajó del lavamanos y se hincó y de inmediato volvió a meter a mi amigo en su boca y al salir apretó aún más, las rodillas me temblaron, así que me sostuve de las paredes del pequeño baño. Estoy en el cielo, bueno, técnicamente sí, pero, esto es más aún.
—¡Jungkook!
—Mmmm—. Entonces se detuvo. No, otra vez no.
— ¡Jungkook! Bebé, ¿estás ahí? —. Oh no, es Wheein
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