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Finale 2/2.

Aquella noche todo había sido miedo y caos.

Después de la llegada de la policía Jimin no hizo otra cosa que permanecer al lado de Jungkook que había sido herido con la bala de Youngsoo. Todos el mundo estaban arremolinados sobre ellos y llamaron a la ambulancia para que se llevasen al chico. En ningún momento se separó de su lado, tenía miedo de que algo le pasara y el no estuviese allí para ayudarlo. Así que ahí se quedó, abrazándolo mientras se aseguraba de que en ningún momento dejase de respirar.

Llegaron dos camionetas con paramédicos, una se llevó a Youngsoo con la policía dentro y la otra se llevó Jungkook. Jimin de inmediato se subió a la segunda mientras colocaban al chico sobre la camilla, allí se aferró a su mano prometiéndole en voz baja que no lo dejaría solo en ningún momento. Las cosas se estaban moviendo bastante rápido pero Jimin aún estaba desesperado por llegar al hospital y que atendiesen a Jungkook.

Apenas pusieron un pie en el centro médico al castaño lo pasaron a una cirugía de emergencia para retirarle la bala. En esos momentos Jimin tuvo que quedarse afuera en compañía de su hermana y de Yoongi quien había sido despertado por uno de los paramédicos sin lesiones graves de por medio. Las horas cada vez parecían ser más eternas y por un momento pensó que moriría de angustia hasta que vio a un Doctor acercarse a ellos, aunque no venia de la habitación de Jungkook.

− Lamentó informar que Xan Youngsoo falleció en pabellón.

La noticia tomó por sorpresa a todos. La verdad era que a pesar de que no estaba saltando de felicidad el cuerpo de Jimin se relajó un poco. La pesadilla había acabado y no tendría que vivir con miedo nunca más. No le deseaba la muerte a su ex profesor pero sabía que era poco probable que lo dejase en paz si seguía con vida. Ahora faltaba solamente saber sobre el estado de Jungkook.

Los padres del castaño llegaron después demasiado preocupados. Jimin fue el encargado de explicarles todo lo que había pasado, tomando la responsabilidad de la situación. Pidió disculpas unas mil veces mientras hablaba, no deseaba conocer a la familia de Jungkook de esa forma. Cuando terminó de hablar fue examinado de arriba hacia abajo por la vista de la señora Jeon que le ponía nervioso. La mujer se veía impecable con un semblante bastante serio, de seguro ya lo odiaba por lo que había sucedido y con justa razón.

− Así que tu eres Jimin −dice sin dejar de mirarlo−. Mi hijo nos hablaba mucho de ti.

Las mejillas del rubio se tornan de un color carmesí y con suma timidez asiente.

− No te preocupes −concluye la mujer suspirando−.   Conozco a Jungkook como la palma de mi mano y aunque se arriesgue a si mismo siempre buscara ayudar a la gente que quiere. Nadie puede evitarlo.

Jimin se sintió más tranquilo. 

Siguió conversando con los señores Jeon en el pasillo del hospital hasta que el sol se asomó por la ventana y el Doctor salió de la habitación de Jungkook. Jamás había sentido tanta desesperación de saber que pasaba como en ese momento mientras miraba cada paso que daba el médico hacia ellos. Se quedó quieto mientras se frotaba las manos a causa del nerviosismo. Para sus adentros rogaba que todo hubiese salido bien.

− Jungkook había perdido mucha sangre y la operación se complicó −comenzó el Doctor−. Nos tomó mucho más tiempo del esperado estabilizarlo pero lo logramos, la bala fue extraída de su hombro con éxito. En un par de horas despertara de la anestesia y podrán pasar a verlo. Pueden estar tranquilos, el esta a salvo.

El corazón de Jimin volvió a latir.

Esperaron el tiempo dicho por el médico y los primeros que entraron a ver como estaba Jungkook fueron sus padres, mientras tanto Jimin se quedo afuera apoyado en el hombro de su hermana. Tan solo quería ver al chico, asegurarse de que la sonrisa que le gustaba tanto seguía ahí. Así que espero al menos media hora hasta que vio a los señores Jeon salir.

− Jimin −le llamó la madre de Jungkook−, él quiere verte.

El rubio asiente y practicamente sale corriendo a la habitación de donde tenían al chico. Al abrir la puerta lo primero que vio fue a un pálido Jeon Jungkook sobre la camilla, el castaño le miró y los ojos se le iluminaron. Con cuidado Jimin se acercó hasta él y lo primero que hizo fue tomarle la mano. Le gustaba esa sensación cálida que le la palma y dedos del chico le entregaban, como si ese fuese su lugar.

− Hola −le saluda Jungkook sonriendo.

− Hola, Kook −le saluda de vuelta.

− ¿Estas bien?

− Creo que yo debería hacer esa pregunta aquí. Arriesgaste mucho por mí hoy...

− No me arrepiento de nada, Jimin.

Le fue inevitable no inclinarse hacia el chico para depositar un dulce beso en los labios de este. Mientras sus bocas se movían al compás Jimin sentía que ahora sí tenían una oportunidad para ser felices. Ahora su vida se iluminaría de colores al tener a Jungkook en ella.

Durante las dos semanas en las que el chico estuvo hospitalizado por las terapias que recibía Jimin lo visitaba todos los días después de la escuela. Hablaban de todo, se besaban mucho y reían de cosas estupidas. Cuando las enfermeras los veían siempre decían que parecían estar el hechos el uno para el otro, a lo que ellos respondían asintiendo. Eran tan distintos que se lograban complementar perfectamente.

Cuando Yoongi comenzó a pedirle que fuesen al baile de primavera Jimin no estaba convencido. Jungkook seguía en el hospital y con la única persona que deseaba ir era con él. Pero como siempre pasaba su mejor amigo conseguía lo que quería, además de que Jungkook le había insistido en que fuera o se sentiría mal porque no quería que se perdiera algo que adoraba por estar con él. Jimin aceptó rendido aunque lo que de verdad quería era estar con Jungkook, aunque fuese en ese feo hospital. 

Así que verlo ahí con las flores y el traje lo dejó sin aliento.

Se acercaron al mismo tiempo. Jeon Jungkook llevaba esa bella sonrisa que lo dejaba en las nubes y cuando estuvieron lo bastante cerca este le estiro las flores hacia sus manos. Jimin no sabía que decir, estaba demasiado sorprendido.

− Me dijeron que te faltaba una pareja para el baile −dice el castaño−. ¿Me darías el honor de acompañarte esta noche?

Jimin río, Jungkook era un tonto. 

− ¿Y tu no estabas hospitalizado? −Le pregunta.

− Pedí el alta hace una semana, tuve que rogarle a todos que no te dijeran nada. Quería darte la sorpresa y Yoongi me ayudó.

Jimin mira hacia atrás y su mejor amigo alza las manos como que el no hizo nada.

− Ustedes son un equipo extraño−dice para ambos sonriendo.

− El cara de rata tiene mi bendición −le informa Yoongi−. Aunque ya sabe que si te hace daño le meteré un palo de béisbol por el culo y no lo disfrutará.  

− Ya acepté el trato −agrega Jungkook mientras pasa el brazo no lastimado por la cintura de Jimin.

− Ahora yo me voy para que se pongan melosos. Hoseok me espera. 

Con eso dicho Yoongi se aleja y Jimin mira a Jungkook. Todo parecía ser sacado de un trillado cuento de hadas pero le encantaba. No necesitaba nada más que sentir al chico al lado suyo para ser la persona más feliz del lugar.

− ¿Me concedes esta pieza? −Le pregunta Jungkook cuando comienza a sonar una canción lenta por los parlantes del dj.

− Yo encantado.

Caminaron hasta la pista de baile. Allí se pusieron frente a frente, Jungkook pasó su mano libre para posarla sobre la cintura de Jimin mientras que este colocó ambas sobre su cuello sin soltar el ramo que le había regalado. Cuando estuvieron listos comenzaron a menearse de un lado al otro siguiendo el ritmo de la música y sin dejar de mirarse. Sus pasos eran algo torpes pero no importó, todo era muy perfecto para ambos. 

Juntaron sus frentes para estar más cerca.

− Estuve pensando sobre algo... −susurra Jungkook.

− ¿En qué? −Pregunta Jimin en voz baja.

− Tu me estabas enseñando a conquistar pero nunca ocupe las técnicas que me diste más que contigo... Ósea que todo este tiempo te estuve conquistando a ti.

El rubio alza una ceja confundido.

− ¿A donde quieres llegar, Kook?

− A que quiero saber si te conquiste.  

Jimin se aleja un poco soltando una risa suave. Pensaba que la respuesta era bastante obvia pero si el castaño quería escucharla de su boca le daría en el gusto.

− Sí me conquistaste.

Jungkook sonríe victorioso.

− Entonces solo queda el último paso de mi conquista... ¿Park Jimin, quieres ser mi novio?

No puede evitar derretirse porque el chico que tenía en frente no era otra cosa que la perfección pura. Jamás pensó que caería tan profundo por alguien pero ahí estaba Jeon Jungkook desafiando todas las leyes de la ciencia posibles. Le amaba tanto que solo quería hacerlo feliz.

− Eres una ternura, Kook. Sí quiero ser tu novio.

Y se besaron para sellar la promesa.



Más tarde ese día...



Jimin cae a la cama con Jungkook encima suyo. Se habían desecho de la ropa con dificultad gracias a la herida de este último y eso tenía ambos riéndose. A pesar de que estaban calientes a más no poder las sonrisas iban y venían logrando que todo fuese demasiado romántico. Los gemidos resonaban en las paredes de la habitación al igual que los susurros que contenían palabras de amor.

Estando desnudos el rubio su puso de costado y dándole la espalda a Jungkook para que así quedasen en una posición que no le lastimara el hombro. Este último se acerco dejando que su miembro rozara la entrada de Jimin y con suma lentitud le comenzó a devorar con besos la parte de atrás del cuello. Jimin temblaba como una hoja de papel gracias a los espasmos y estirando una de sus manos hacia atrás comenzó a bombear el pene de Jungkook de forma profunda.

Era un lío de gemidos desesperados, desesperados por ser uno. Jungkook apretó las nalgas de Jimin con su mano libre y con cuidado comenzó a penetrar su entrada con los dedos. Cuando el rubio comenzó a sentir aquella extensión en su interior soltó un grito ahogado pidiendo más. El ritmo era rápido, Jungkook entraba y salía aumentando la cantidad de dedos hasta llegar a los tres. La entrada de Jimin ardía en busca de más contacto, ya estaba listo para sentir a su chico dentro.

− Estoy preparado −suelta entre gemidos−. Te necesito, Jungkook.

Con eso el castaño alineó su miembro entre las nalgas de Jimin y lo penetró hasta el fondo de una vez. Este último muerde la almohada para no gritar mientras siente como Jungkook comienza con un ritmo tortuoso en su interior. Cada estocada era dura, podía saborear cada parte del pene del chico en su interior mientras este seguía besandole la espalda con fervor. Jamás había sentido tanto placer y es que el sexo combinado con amor era un elixir celestial.

Poco a poco se acercaban al clímax. Jungkook había logrado llegar hasta aquel delicioso punto cerca su próstata con unas embestidas rápidas. Jimin estaba perdido en los gemidos cuando siente aquella conocida sensación en la parte baja de su estomago. Rogó más velocidad y Jungkook se la dio. Con unas últimas tres estocadas su semen salió disparado hacia las sabanas de la cama aunque no dejó de mover sus caderas hasta que su chico dejó salir un gemido gutural y se vino en su interior.

El pecho de ambos subía y bajaba. Cuando ya estaban mas calmados Jungkook salió de su interior dejando caer un poco de su semilla en la cama y Jimin se dio vuelta para mirarlo. Tenía una obra de arte frente a él, con las mejillas rojas, cabello desordenado y boca semi abierta.

− Te amo, Kook −le dijo.

− Te amo más −le responde Jungkook.

Se besan de forma tierna y después Jimin tapa la desnudez de ambos con las sabanas. Todo se sentía demasiado bien, después de tantas idioteces que cometieron durante el camino ahora estaban juntos como debió haber sido desde el principio. Por un momento lo dudó pero a pesar de las cosas que habían sucedido ambos habían aprendido, lograron crecer y dejar atrás sus miedos personales. 

Jimin sonríe listo para entregarse a los brazos de Morfeo pero la voz de Jungkook llama su atención.

− Un día que estaba en el hospital esperando por ti  −comienza a hablar el castaño algo ido gracias al sueño−, encontré una pagina en internet que hablaba sobre algo llamado Daddy Kink. ¿Crees que podríamos probarlo, Minnie?

El cuestionado se ríe fuerte. No podía creerlo.

− ¿Dónde me dejaron a mi virgencito que entraba en pánico cada vez que decían la palabra pene frente a él? Tu quieres matarme, Jeon Jungkook.

El castaño se encoge de hombros y Jimin le besa. Muchas cosas habían cambiado pero por fin las piezas del rompecabezas cayeron en su lugar.



♡ E L   F I N  ♡ 



   ( ✧ )   



Nota: Muchas gracias por acompañarme en este viaje. No puedo creer que ya llegó a su fin pero siento que le saque todo lo que podía a esta historia. Lo siento si las hice sufrir, espero que este epílogo les compense todo. 

Ternura fue una de esas historias en las que me cagué de la risa escribiendo, disfrute idear cada capítulo y me sentí demasiado bien al ver que recibió tanto amor estando en emisión. Espero que hayan disfrutado de ella tanto como yo lo hice. Dejaré claro de inmediato que no tendrá 2° Temporada porque enserio no me gusta estirar las historias como chicle y escribirlas de relleno. Se que me odiaran por eso pero tengo más historias en mi perfil, todas Kookmin para consumo.

Creo que eso es todo. De nuevo gracias por hacer llegar a esta historia a los 150k estando en emisión. Es increíble saber que disfrutan de lo que escribo. Los amo demasiado y nos leemos en otra historia. 

Atte: Anttonia.


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