023.
– Doce largos años de amistad en donde hemos sido el apoyo del otro durante las situaciones más difíciles. Prácticamente lo compartimos todo y nos conocemos a la perfección desde que éramos unos pequeños infantes. Somos como uña y mugre, hermanos de otra madre, separados al nacer y unidos por la vida –Jimin interrumpe su discurso para poner sus dedos sobre el puente de su nariz y evitar una jaqueca–... Pero aún así hay veces que no tengo idea qué mierda tienes en la cabeza, Yoongi.
El nombrado sonríe ladino mientras termina de aplicarse brillo labial sabor manzana. Jimin revolotea los ojos, Yoongi podía ser más exagerado que el en cuanto hablaban de su rutina de belleza.
– No sé a qué te refieres –responde su mejor amigo.
– Podrías partir por explicarme qué el Mar's y por qué vamos para allá.
Habían estado arreglándose durante una hora. Yoongi le había dicho que irían en una super misión y debían vestirse de forma presentable. Jimin no entendía ni un poco a que se debía tanto meollo pero discutir con su mejor amigo era como discutir con una piedra, una muy zorra además.
– Esta bien, voy a explicarte –habla Yoongi–, pero espero que entiendas todo de una vez así que pon tu cerebro de maní en modo atención.
Jimin revoloteó los ojos y asintió.
– Bien. Cuando fuimos al centro comercial y me besaste me dio tanto asquito que fui a caminar para que se me pasara. Salí de allí y me topé con el cara de rata hablando con Hani. Después de un rato se despidieron pero la pulga se quedo allí esperando hasta que apareció una moto misteriosa que se la llevo. No pude verle la cara al piloto porque le cubría el casco pero me dio mala espina así que me puse en modo detec...
– Espera –lo interrumpe Jimin–. ¿Esto tiene que ver con la razón de porque andabas vestido como colegiala necesitada?
– Exacto, viste que no eres tan tonto cuando usas tu cerebro de maní –lo felicita Yoongi–. La cosa es que fui de incógnito a tu escuela para averiguar quién era el piloto de la moto pero nuevamente se me escapó porque tropecé con un idiota que me vio los calzones.
– ¿Qué? Yoongi eres una sucia.
– ¡No fue mi intención! Deja que termine mi asombrosa historia, por favor.
– Está bien... Está bien.
– Gracias. Como te di...
– Sucia.
– ¡Basta, perra! Así nunca podré decirte que la escuche hablando por teléfono en la biblioteca y dijo que vería al tipo en una cosa llamada Mar's. Tuve que googlearlo para saber que era un maldito bar. ¿Sabes lo que eso significa?
– Que Hani no es tan santa como todos creen.
– Creo que el tema de Jungkook es solo una pantalla para que ella haga sus cochinadas. Así que tenemos que ir a sorprenderla allí y descubrir quién es el tipo enmascarado.
– Cuando hablas así y te imagino con la peluca siento que eres una copia chula de Dora la Exploradora.
– Y tu eres mi mono esclavo.
– Ya quisieras. ¿Nos vamos o no haz echado tu dildo en la cartera?
– Se me olvido traer la versión de bolsillo así que no podré hacerlo.
Terminaron de vestirse y se vieron una última vez al espejo. Jimin solo podía pensar en la nueva información que le estaba entregando Yoongi y el coraje le invadía súbitamente. El solo hecho de pensar que Hani estaba jugando con los sentimientos de Jungkook le hacía sentir ganas de quitarle las extensiones a tirones.
– ¿Listo para desenmascarar a una pulga malvada? –Habla Yoongi con una sonrisa malévola en los labios.
– Nací listo –responde Jimin devuelta porque hoy descubriría en que andaba Hani.
• • •
Después de perderse unas tres veces porque Yoongi no sabía seguir las flechitas del Google Maps lograron llegar hasta el bar ubicado en un barrio bastante apartado. Jimin ya estaba perdiendo la poca paciencia con la que había nacido y el hecho de que Yoongi estuviese revoloteando por allí sin dejar de hablar sobre el chico con el que chocó cuando fue a la escuela solo empeoraba la situación.
– ¡Concéntrate, Yoongi! –Chilla exasperado esperando que esta vez su mejor amigo ocupe las neuronas que le quedan.
– Ya, te me calmas, rubia teñida.
El bar se veía bastante decente. Las paredes estaban pintadas de un tono grisáceo y había un cartel gigante con luces de neón que iluminaba la entrada diciendo "Mar's". Yoongi estaba seguro que que aquel era el lugar que había escuchado en la conversación de Hani pero Jimin aún tenía sus dudas. Aún existía la posibilidad de que su mejor amigo se hubiese equivocado o simplemente escuchó mal.
– Sé que es el lugar –habla Yoongi tratando de tranquilizar a Jimin–, Hani debe estar adentro.
– Está bien. Entremos de una vez.
No les costó mucho entrar al bar, parecía que al guardia poco le importaba que tuviesen la mayoría de edad con tal de que consumieran algo en el interior del recinto. Jimin fue cegado por las luces del interior y la música retumbó en sus oídos dejándolo atontado. Apenas divisa a Yoongi quien seguía a un costado suyo, trato de afirmarse del brazo de este cuando nota como su mejor amigo ya está hablando con alguien de la barra.
– Ven aquí, zorra –dice tomándolo del brazo–. Prometo que después de que atrapemos a la pulga podrás prestarle el culo a quien tú quieras, ¿ya?
Yoongi se cruza de brazos haciendo berrinche.
– Todo porque te quiero, estupida.
Ambos caminan hacia el centro del bar. Había una pista de baile donde parecía que todo el mundo estaba disfrutando del momento. Jimin se alzaba de puntillas para mirar por sobre la multitud buscando algún rastro de la chica. Dentro de su cabeza ya se estaba creando el escenario de que ella no estaba allí y que no encontrarían nada.
– Yoongi, no la veo –dice lo bastante alto para que su mejor amigo lo escuche por sobre la música.
– Puede que...
Su mejor amigo fue interrumpido y cuando Jimin ve hacia atrás se encuentra con Yoongi siendo acorralado por un chico más grande con el cabello castaño y la piel bronceada. Al rubio se le hacía conocido, después de todo lo había visto más de una vez por los pasillos de la escuela pero jamás habían hablado por ir en grupos diferentes. Agudizó su oído para escuchar la conversación que estaban teniendo.
– ¿Eres la chica que estaba en la escuela hoy por la tarde? –Pregunta el chico y Jimin ahoga una risa. Definitivamente se trataba del tipo que persiguió a Yoongi.
– ¿Yo? ¿Quién fui? –Responde su mejor amigo haciéndose el idiota– Na. Mi no fue.
– Sí, estoy seguro que eras tú, no olvidaría esos lindos ojos por nada del mundo –insiste el chico sonriendo y besa la mano de Yoongi como en las películas–. Mi nombre es Hoseok, para servirle, damisela.
Yoongi se sonroja y Jimin no puede hacer otra cosa que partirse de la risa al ver a su mejor amigo en esa situación. Eso sacaba el chico por dárselas de detective y usar una faldita de colegiala. Yoongi golpea su hombro como si quisiera pedirle ayuda para sacarlo de esa situación y el rubio bufa cansado.
– Mira, Hoseok –habla Jimin aguantándose la risa– Creo que te equivocaste de persona, la damisela a la que le hablas tiene un microscópico pene colgando, aunque pene al fin y al cabo.
Hoseok mueve la cabeza como si no entendiera y Yoongi le da un golpe en la cabeza a Jimin por lo de micro pene. Todo era bastante divertido pero el rubio sabía que si seguía perdiendo el tiempo allí no podrían encontrar a Hani y esa la prioridad por ahora.
– ¿Y eso importa? –Pregunta Hoseok y gira la cabeza para dirigirse a Yoongi– ¿Como te llamas?
– Aquiles –dice Yoongi– y me apellido es Bailoyo.
– ¿Aquí les bailo yo?
Yoongi se ríe y Jimin rueda los ojos, las bromas de su mejor amigo eran lo peor de este mundo.
– Deja de joder, idiota –dice el rubio–. Hoseok, el es Min Yoongi, le gusta el vodka con juguito de naranja y los dildos tamaño africano. Llévatelo de aquí antes de que empiece a contarte sus chiste de toc toc.
Entre quejidos e insultos Yoongi fue arrastrado por Hoseok hasta la barra. Jimin respiró aliviado y volvió a su misión buscando a Hani entre la multitud que bailaba. Parecía que la fiesta estaba en su apogeo y eso le dificultaba mucho más las cosas para desplazarse en medio de la pista. Recibió empujones por todos lados mientras buscaba con la mirada a la chica. No sabía cuánto tiempo había estado en eso pero ya se estaba ahogando gracias al calor que había y se preguntó a sí mismo si debía seguir en una búsqueda que parecía no tener fin.
Cansado le preguntó a alguien donde estaba el baño para ir a mojarse el rostro. Se sentía algo triste, después de todo en su mente se había echo la idea de que existía una oportunidad para estar con Jungkook más todo era una ilusión por parte suya. Que tonto fue al pensar que descubriendo a Hani el menor correría a sus brazos, era muy estupido.
Mojó su cara y pensó en buscar a Yoongi para avisarle que se iba a casa. En ese momento lo único que necesitaba era una siesta de mil horas para que su cerebro se desconectara de toda la realidad. Quizá ya debía dejar ir todo lo que tuviese que ver con Jungkook, después de todo las cosas ya habían terminado entre ellos.
Cuando salió del baño con el semblante triste y alzó la cabeza lo primero que vio fue el cuerpo de Yoongi corriendo hacia el arrastrando a Hoseok. Jimin no entendía que pasaba hasta que escucha gritar a su mejor amigo:
– ¡La encontré, está con el!
Solo eso bastó para que Jimin comenzara a mirar por todos lados hasta que Yoongi señala directo hacia un rincón donde una pareja besándose estaba siendo alumbrada por las luces rojas del bar. El rubio reconoció de inmediato a Hani con los labios pegados a un chico que llevaba una gorra que no dejaba verle la cara. Sintió el cuerpo arder de rabia al pensar como esa chica se estaba burlando de Jungkook y de forma automática comenzó a avanzar hacia ella.
Le tomó menos de un minuto cruzar toda la pista para llegar hasta su objetivo. Poco le importó como la gente lo insultaba al pasar por allí, lo único que tenía en su mente era el hecho de que esa maldita pulga se estaba burlando de los sentimientos de Jungkook y el chico no se lo merecía. Sabía que debía calmarse pero estaban hablando del chico que le gustaba más que cualquier cosa en el mundo, no estaba dispuesto a verlo sufrir y menos por una chiquilla que no le interesaba el corazón de los demás.
Ya estando frente a ella separo a la pareja de sopetón. Hani lo miraba perplejo mientras que a su acompañante se le cayó la gorra dejando a la vista su identidad.
– ¡Así que juegas con Jungkook –grita Jimin a todo pulmón–, mientras te metes con...!
Pero cuando Jimin mira de quién se trataba simplemente no lo podía creer. Aquel cabello rosado lo reconocería en cualquier lado.
– ¿Hyesun?
Ambas chicas miran al piso avergonzadas, las habían atrapado.
( ✧ )
Nota: Solo diré que amo mi Yoonseok así que no me juzguen.
He estado tan relajada en la playa pero la internet es una mierda aquí y puedo actualizar muy poco. Ya mañana vuelvo a la ciudad, espero que allí pueda terminar algunas de mis ffs.
Eso es todo, los amo mucho.
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