021.
🌈 Narración especial:
Min Laperramala Yoongi 🌈
Ha llegado el único, el inigualable, a quien todos esperaban y adoran por su fantástica personalidad. Con ustedes la culisuelta favorita del público que se encargara de averiguar que mierda oculta la pulga mutante que se interpone en el Kookmin. Min Yoongi, o más conocido como tu puto amo.
¿Se nota que yo escribí esa introducción? Quedo perfecta.
Hola, chamas. Esta vez yo les estaré narrando lo que pasa cuando ando vagando por las calles de una nueva ciudad tratando de arreglar la desastrosa vida amorosa de mi mejor amigo. Parece que a la autora le dio flojera escribirlo así que lo haré yo.
Pero creo que primero debo presentarme de una manera mas formal para que nos conozcamos un poco más, ¿no?
Soy Min Yoongi, pasiva escandalosa y fan de Adore Delano. Llevo 18 años derrochando estilo en este mundo, quizá Diosito no me regalo culo pero si me doto con una garganta profunda que sirve bastante. Me gustan las papas con queso y un pene grande que me acompañe por las noches.
Ok, no. Pero casi. Aquí deben todos estar pensando que soy una puta barata que se regala a cualquier adefesio que se me cruce en el camino y no. Soy una perra recatada, no cualquiera tiene el privilegio de pasar la noche conmigo... Pero digamos que con un par de copas ya no soy tan estricto.
En fin. Ya se estarán preguntando cómo es que un ser tan bello y perfecto como yo es amigo de una puta básica como Jimin, así que les daré el honor de conocer esa historia desde mi punto de vista. Es bastante entretenida, sobre todo porque yo soy uno de los protagonistas.
Hace diez años, creo, conocí a la bola regordeta (créanme que en ese tiempo era todo un cerdito con cachetes) ya que quedamos en la misma clase durante la primaria. Fuimos inseparables desde que nos vimos gracias a que ambos pertenecíamos al mismo grupo: "niños que no gustan de jugar fútbol y aman a las chicas superpoderosas". Era inevitable que fuésemos amigos si éramos dos pasivas desde temprana edad.
Pasando los años Jimin y yo nos unimos mucho más, sobre todo cuando sus padres fallecieron. Mi familia, poseedora de bastante dinero gracias a las empresas de mi padre, prácticamente adoptó a los Park para que no quedasen a la deriva. Así que sí, yo vi como aquel niño de mejillas regordetas se le congeló el corazón convirtiéndose en la zorra más despiadada.
Haré una pausa aquí para hablar de algo mencionado en el capítulo tres de esta historia, donde a la tarada de la autora se le escapó un secreto íntimo de Jimin y mío. Chamas, jamás le cuenten nada a esta sucia, lo escribirá en un fanfic y todos se enteraran.
Es verdad que perdimos nuestra virginidad juntos, pero no fue bonito o caliente... sINO DESASTROZO. De verdad, men. Si ya la primera vez es dolorosa e incómoda imagínense a dos pasivas tratando de dárselas de machos alfa. Creímos que era lo mejor porque confiábamos en el otro, blah, blah, blah. Pero salió tan pero tan mal, que mi conclusión de todo el asunto fue: definitivamente no sirvo para meterla. Y a Jimin le paso exactamente lo mismo.
Si hay un comentario mas pasiva que el anterior pues no lo conozco.
Siguiendo con mi relato, entonces el tipo se bajo los pantalones liberando la gran anaconda presa en su ropa interior y yo quede igual que el emoji con la boca abierta de WhatsApp...
Un minuto.
Me equivoqué de historia...
Siguiendo con la verdadera historia. Yo conocí a Jimin siendo la cosita más adorable del mundo, era bueno con todos aunque lo molestasen, pero después de la muerte de sus padres fue como si el chiquillo hubiese cambiado por completo. Se volvió manipulador, frío y poco le importaban los sentimientos de los demás. Si a mí me decían la princesa de hielo pues Jimin termino siendo la frozen.
A pesar de eso, se le quiere a la perra idiota. Hemos estado en los momentos más difíciles del otro, sin importar si estuviésemos enojados o si nos encontrábamos lejos. Somos prácticamente hermanos porque jamás pude ver a Jimin como un simple amigo. Desde que compartimos aquella paleta rosa y confesamos que a ambos nos gustaba el chico más popular de la primaria nos convertimos familia. Y es por eso que después de ser testigo de lo qué pasó en el centro comercial decidí que debía averiguar lo que pasaba con aquella chiquilla extraña que le estaba quitando su hombre a Jimin. Si ella ocultaba algo definitivamente lo averiguaría, todo por aquel ingrato.
Así que ahora volvemos al presente, donde estoy a punto de embarcarme en mi investigación.
Le di varias vueltas al asunto, créanme. Debía ser cauteloso y seguramente la tal Hani me vio en el centro comercial así que no podía ir por allí siguiéndola como si nada. La única solución que pude idear fue que era hora de ir de incógnito, como todo buen detective.
Jimin se había ido a la escuela mientras que Iseul estaba en el trabajo, eso me daba la total libertad para hacer de las mías y encontrar un buen disfraz.
En mi cabeza ya tenía más o menos ideado el outfit que usaría. Primero saque varias prendas del armario de Iseul, entre ellos una falda tabla más un chaleco que parecía ser tejido por mi abuelita, y luego fui hasta la habitación de Jimin a indagar en su cajón de cosas secretas, o como yo le digo: "Donde la puta guarda los dildos y cosas sucias para jugar". Allí encontré unas mallas de diversos colores además de una peluca negra de cabello corto que ni siquiera quería imaginarme para que la usaría. Listo con todo fui hasta al baño para empezar mi caracterización de pasiva escandalosa a chiquilla de ciudad bien educada.
Obviamente lo logré.
Chamas, no es por ser presuntuosa ni mucho menos, pero vestida de mujer la doy mucho más que algunas que conozco.
En fin. Era hora de marcharme y mi primera parada sería la escuela donde Jimin estudiaba. Debía seguir los pasos de esa chica para poder averiguar quien era el conductor de la motocicleta. A decir verdad, cuando llegue hasta allí gracias al gps ya tenía ideada toda una teleserie mexicana para que me dejasen entrar pero parecía que a nadie le preocupaba quien pasaba o no por allí, solamente una señora me pregunto quien era y le dije: soy estudiante de intercambio.
– ¿Esta resfriada, señorita? –Me pregunta la vieja– Su voz suena muy grave.
– Ay sí, el cambio de temperatura me ha echo fatal.
Eso me pasa por ser una pasiva con voz de macho azotador.
Deambulé por los pasillos de la escuela un rato, no pude ver a Jimin ni al cara de rata pero si encontré a mi objetivo cuando entre en un salón que parecía ser la biblioteca. Allí estaba la chiquilla con la nariz pegada a un libro de álgebra, así que me ubique a unas tres mesas de distancia para observarla mientras sacaba mi libretita de Sailor Moon para escribir las pistas.
1. La pulga es muy estudiosa, no como el cerebro de maní que es Jimin.
2. Me gusta la falda que lleva, se ve mejor que la que encontré en la ropa de Iseul.
La observe un rato, a decir verdad la tipa no hacía nada más aparte de leer el estúpido libro y me estaba dando sueño. No sabía donde estaba la cafetería pero si la pulga seguía sin hacer nada me iría a comprar algo para mi estomago que ya estaba sonando como burro con taquicardia.
Mientras me peinaba el cabello de la peluca de una forma bastante diva me di cuenta de que la tipa se pone el teléfono celular en la oreja. Yo me deje de mover y agradecí que estuviésemos en una biblioteca porque así no se me hacía tan difícil escuchar lo que decía.
– ¿Iremos al Mar's hoy? –le escucho decir contra el micrófono del teléfono– Esta bien, te esperare en la parte de atrás de la escuela. Por favor no llegues tarde.
Por el tono de su voz enserio parecía que estuviesen hablando de contrabando o algo parecido. Juro que si la pulga termina siendo una narcotraficante o participante de alguna mafia iré directamente donde la Doctora Polo, no correré el riesgo
Hani se levanta y yo hago como que estoy escribiendo en la libreta aunque si termino anotando una nueva pista.
3. Posible dealer, conseguirse el número de la Doctora Polo.
Ella sale de la biblioteca y con mi super agilidad gay la seguí a través de los pasillos. Se detuvo frente a unos bebederos donde esta vez distinguí al cara de rata esperándola. Por un segundo pensé que era con el con quien había hablado por teléfono, pero recordé que dijo algo de la parte de atrás de la escuela así que descarte esa idea, definitivamente ella iba a ver otra persona.
Me escondí tras un pilar para poder escuchar mejor. Si me pagaran por chismoso juro que sería millonario.
– Te noto distraído –le dice la pulga al cara de rata.
– N-no es nada... ¿Quieres ir por un helado después?
– Oh, no puedo. Mi padre me ha dicho que vaya directo a casa.
Bueno, ahora estaba seguro de que la chiquilla ocultaba algo, ¿no creen?
Quería seguir escuchando pero me distraje cuando vi a Jimin saliendo del salón de clases. La rubia mal teñida de mi mejor amigo iba cabizbaja y le regalo una triste mirada a Jungkook. Sinceramente yo creo que ambos son un par de idiotas que se gustan pero no son capaz de decirlo. Los observo compartir miradas un rato hasta que Hani vuelve a hablarle a Jungkook.
– Debo irme, Kookie –le informa y el tono meloso de su voz me dan ganas de vomitar.
– Yo...
Jungkook seguía mirando a Jimin pero este ya había desaparecido a través del pasillo. Me hubiese gustado salir de mi escondite y traer a esa perra de las orejas para que resolviese esta mierda de una vez pero ya había avanzado bastante en mi investigación, no iba a echarlo por la borda.
– Adiós, Kookie –dice la pulga plantandole un beso en la mejilla a la rata.
Ella comienza a caminar y yo la sigo, lo último que vi fue a Jungkook irse a través del pasillo.
Si me preguntan personalmente que es lo que pienso de mi mejor amigo con este chico sería: idiotas perfectos el uno para el otro. Jimin necesita a alguien que traiga de vuelta al chico que era cuando tenía sus mejillas regordetas y Jungkook debía estar con alguien que pudiese mostrarle el mundo que se estaba perdiendo.
Pero son tan idiotas que me dan jaqueca.
Así que yo debía salvar esa inexistente relación por eso caminaba detrás de la pulga quien fue directo a la parte de atrás de la escuela como había dicho por teléfono. La desgraciada iba tan rápido que yo apenas podía seguirle el paso, se me escapaba el aire de los pulmones y en cualquier momento sufriría de taquicardia. Ya habrán entendido que solo mi culo hace ejercicio.
Hani se detuvo frente a una puerta de metal y metió una llave que tenía oculta en el bolsillo de su chaqueta en la cerradura. Esa, señores, es una de las ventajas de ser la hija mimada del director. Apenas abrió pude ver al mismo hombre de la motocicleta esperándola, yo aún no estaba lo bastante cerca como para escuchar lo que decían así que acelere el ritmo sin fijarme por donde viva.
Y luego...
PUM.
Caí de bruces encima de un chico al cual no vi y entre que soltaba un par de improperios al aire me di cuenta de que tenía la falda levantada casi hasta el cuello, dejando ver mis lindos boxers color rosa con dinujos de Kumamon. Note que le chico me quedo mirando y yo balbucee sin saber que decir, lo peor de todo era que el maldito estaba muy guapo.
Tratando de hacerme la valiente mire hacia la puerta de metal justo en el minuto en que esta se cerraba dejando escuchar el ruido de la moto en marcha, Hani ya se había ido con el desconocido. Maldije un par de veces y me acomode la falda de colegiala para intentar levantarme.
– Yo te ayudo –me dice el chico sonriendo y no sé si es de forma amable o porque se esta aguantando una carcajada, aunque de todas formas acepte.
Se que a veces parezco una perra segura de si misma pero con ese castaño de piel bronceada mirándome juro que la alta autoestima que demuestro siempre desapareció en un instante. Por eso me levante y practicamente salí corriendo de allí.
– ¡Dime tu nombre! –Grita el chico pero yo no respondo.
Podía sentir mi rostro hirviendo y lo único que quería en ese minuto era un trago de agua por lo que corrí hasta el baño que había divisado cuando llegue. Mientras caminaba a través de los pasillos me di cuenta que todo el mundo ya se había ido, así que el hecho de escuchar a alguien corriendo tras de mí me asustó.
– ¡Oye, chica! –Escucho gritar al tipo con el que choque– ¡Dime quién eres!
Acelere mis pasos y trate de perderlo en los siguientes corredores. Podía escuchar su voz pero estaba muy lejos como para divisarlo. Preso del pánico abrí la primera puerta que vi adentrándome en un salón de clases para esconderme. Cerré tras de mí y solté un suspiro de alivio el cual duro menos de una milésima de segundo gracias al grito que escuche.
– ¡Mierda! –Y no era otra que la voz de mi mejor amigo.
Apenas mire hacia adelante me encontré con la escena más impactante para mis sentidos. Créanme que por un lado me alegraba de ver a Jimin siendo empotrado contra un escritorio de madera por Jungkook estando ambos con la ropa a medio sacar, pero la parte razonable de mi cerebro tenía ganas de vomitar.
Las aventuras de Min Yoongi se estaban tornando interesantes.
( ✧ )
Nota: Espero que esta vez todas puedan ver la actualización. Wattpad no me ha dejado subir ningún capítulo en días y estoy que lloro por eso.
En fin, un aplauso a nuestro invitado especial Yoongi. Ya la próxima actualización será narrada normal. Eso es todo, un beso, los amo.
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