014.
En cualquier artículo sobre sexualidad te dirán que es muy normal para un hombre despertar con una erección matutina. Jimin lo tenía más que claro y la noche anterior pensó seriamente en que tendría una al estar durmiendo al lado de Jungkook, pero se equivoco.
El que tenía una erección, y bastante grande, era el chiquillo ese.
Además, el asunto no terminaba ahí precisamente. El clima había estado bastante raro durante la noche, al principio una helada brisa entraba por la ventana y luego, conforme pasaban las horas, el calor se hizo presente. Primero estuvieron abrazados pero tuvieron que separarse para que ambos pudiesen dormir cómodos, sin sudar. Lo último que Jimin recuerda es haberse dado vuelta y caer rendido en los brazos de Morfeo.
Ahora, ya despierto y con los rayos de sol golpeando su cara podía sentir la enorme erección de Jungkook contra su trasero.
Jimin tenía dos opciones. La primera era darse vuelta con cuidado para seguir durmiendo un par de horas más antes de levantarse y alistarse para ir a la escuela junto al chico. Esa, claramente, era la idea menos atractiva para el. Así que después le quedaba la segunda opción, que se trataba aprovecharse de Jungkook por unos instantes y dejar que sus aptitudes de zorra salieran a flote.
No se le hizo muy difícil decidir.
Jungkook respiraba serenamente en su cuello. Tenía que darse vuelta con sumo cuidado para que el chico no se despertara y eso arruinara su plan. De a poco comenzó a moverse mientras giraba su cuerpo hasta que quedo frente a frente con Jungkook. El castaño hizo una mueca adormilada y Jimin pensó que ya la había cagado pero no, tan solo hizo que Jungkook se pusiese de espaldas a seguir durmiendo.
Jimin soltó un suspiro de alivio y se dedico a observarlo. Las sabanas ya no cubrían el cuerpo de Jungkook dándole una vista perfecta hacia la montaña que se había formado en los pantalones de este. Jimin se mordió el labio inferior intentando mantener la poca compostura que le quedaba. Tuvo que analizar todas sus posibilidades para cometer su fechoría porque si hacía un movimiento muy brusco solamente lograría que Jungkook corriera despavorido lejos de el.
Sintió como el bulto crecía en sus pantalones gracias a la panorámica de la que gozaba. En su cabeza se imaginaba mil escenarios en los que sería follado de forma dura por Jungkook contra la cama, la pared, el piso de la habitación, una silla, etc. Pero luego caía en la realidad de que el castaño no tenía idea de nada sobre el ámbito sexual y de seguro ni siquiera podría meterle el pene si que este se saliera de su entrada.
El problema era que Jimin necesitaba probar al menos un poco de aquel delicioso miembro en su culo o no podría vivir tranquilo. Así que con cuidado paso su pierna derecha por encima de Jungkook hasta que quedo a ahorcadas sobre él.
Al principio se quedo sin si quiera rozar a Jungkook hasta que estuvo seguro que no se había despertado gracias al alboroto que le tomo llegar hasta esa posición. Cuando notó que la respiración del castaño se volvía a suavizar fue cuando decidió que era hora de comenzar. Con movimientos sutiles dio inició a los vaivenes lentos sobre la erección de Jungkook, restregando su trasero en círculos agobiantes.
– Mierda –susurro y luego se tapo la boca con la mano.
No debía despertar a Jungkook hasta que fuese inevitable, pero se le estaba haciendo imposible porque sentir tremendo pene tan cerca de su entrada era muy excitante. Tuvo que obligarse a si mismo a mantenerse callado y seguir con lo suyo, consiguiéndolo por un rato hasta que pudo escuchar claramente como Jungkook soltaba un gemido y empezaba a abrir los ojos.
Cuando sus miradas se encontraron Jimin pensó que el castaño lo empujaría y saldría corriendo.
En su cabeza se preguntaba a si mismo si montar a alguien mientras dormía y restregarse contra sus partes intimas era considerado violación. Debió haber hecho caso al consejo de Yoongi y esperar a tener el consentimiento de Jungkook para que follaran con total libertad. Esperaba que cuando la policía viniese por el no le tocara una celda tan sucia.
Contrario a lo que se imagino Jungkook se le quedo mirando sin entender y luego se enderezó sobre la cama para pasar una de las manos por su espalda y dejando un beso dulce en sus labios.
Jimin estaba en el paraíso.
El beso fue tierno pero no duro mucho porque Jungkook se separo y desvió la vista, tratando de evitar la mirada lujuriosa de Jimin mientras decía:
– ¿Podrías... Seguir lo que hacías?
Era como ver a un niño pidiendo un dulce, la cosa más linda que podría existir. Jimin no se hizo esperar y junto sus labios nuevamente para comenzar nuevamente con los vaivenes, aunque esta vez mucho más profundos.
Jungkook posó su mano en la espalda del rubio tratando de buscar algún soporte para aferrarse mientras la oleada de placer invadía la parte baja de su estomago. Antes de despertar había pensado que aquel cosquilleo se debía a algún sueño húmedo que había tenido y no recordaba, pero no, se trataba de Jimin haciendo de las suyas nuevamente y Jungkook no se iba a negar.
Jimin entrelazo sus dedos en el cabello de Jungkook tirando de el un poco, le gustaba las muecas que este último ponía cuando lo hacía, como si estuviera mal humorado y a la vez caliente. Aquello aumentaba de enorme manera las ganas que tenía de sentirlo dentro suyo.
Estaba tan concentrado en moverse sobre Jungkook que ni siquiera se dio cuenta cuando este soltó su cintura para viajar con su mano hasta donde estaba su miembro apresado su ropa interior. Apenas el castaño comenzó a palpar con inexperiencia sobre el pantalón de su pijama la cordura de Jimin se fue a la mierda.
– ¿Q-qué haces, Kook? –pregunta con la voz entrecortada y tratando de esconder los gemidos que querían escapar de su garganta.
– Enséñame a hacerlo, por favor.
Jimin se abstuvo de preguntar a que se referiría porque ya tenía una idea en su mente. Sin dejar de mirarlo a los ojos bajo el mismo parte de su pantalón y de su ropa interior para liberar su erección de la tela. Jungkook se le quedo mirando mientras tragaba saliva, así de poco comenzó a masturbarse el mismo mientras el contrario parecía estar absorto en el los movimientos de su mano.
– Ven, dame la tuya –susurra Jimin.
Jungkook obediente estiro sus manos y el rubio el ayudo a rodear la erección con firmeza. De poco ambos comenzaron a bombear de arriba hacia abajo el miembro de Jimin mientras este estiraba su cabeza hacia atrás a causa del placer. Jungkook estaba absorto en la imagen que tenía frente a el, Jimin perdido en el placer era la mejor obra de arte que alguna vez apreció.
– Más rápido –rogó el rubio.
El menor no se hizo esperar y empezó a mover su mano mucho más rápido ganándose los gritos ahogado de Jimin. Aunque se notaba la inexperiencia de Jungkook en las veces que el ritmo iba tan rápido y su mano soltaba el pene del rubio, parecía que este último solo estaba disfrutando de las caricias. Jungkook podía ser un chico demasiado virgen para este mundo pero con tan solo su tacto volvía loco al pobre de Jimin.
En medio de la masturbación el mayor retomo sus movimientos circulares logrando que ambos se deshicieran en un mar de gemidos. Jimin estaba disfrutando al máximo los dos roces que recibía de parte de Jungkook y tenía los ojos cerrados para guardar en su memoria las sensaciones que se creaban dentro de el.
Ahora si que haría lo que fuera para que Jungkook lo penetrara.
Pero se abstuvo porque su conciencia le decía a gritos que se trataba de la primera vez de Jungkook y no podía ser tan hijo de puta como para que sucediese de esa forma. Al menos le debía al menor una perdida de virginidad mucho más decente que su habitación y un revolcón matutino.
Así que simplemente siguió con lo suyo porque ya sentía como el orgasmo le abrazaba la parte baja del estomago. Mientras que Jungkook estaba con la boca abierta respirando entrecortadamente al sentir el miembro de Jimin tensarse en su mano. Jamás se había encontrado en una situación tan excitante como lo era ver que le estaba proporcionando placer a alguien más.
– ¡Ah, Jungkook! –chilla Jimin aferrándose a los hombros del menos con fuerza.
El rubio se corrió en la mano de Jungkook mientras que este le dejaba pequeños besos en el cuello para relajarlo un poco. El castaño aún tenía una erección enorme contra el trasero de Jimin y esperaba que pronto bajara. Ambos respiraban con dificultas y pequeñas gotas de sudor corrían por sus frentes delatando lo que había pasado.
– Debemos ir a la escuela... –susurra el menor después de un rato de silencio.
– Lo sé... Pero primero tendremos el segundo round, ¿o crees que dejaré que te vayas con tremenda erección?
Jungkook se sonroja y termina riéndose de las ocurrencias de Jimin. Le fue inevitable robar un casto beso de los labios del mayor mientras que este último caía cada vez más profundo por el chiquillo inexperto.
• • •
– Vaya cara de sexo que traes, Jimin –habla Taehyung antes de saludarlo.
Después de darle una mamada a Jungkook ambos se ducharon, por separado, y se dirigieron a la escuela entre bromas pesadas y jugueteos. Se separaron con un apretón de manos cuando llegaron a la entrada, yéndose cada uno por su lado, casi como si lo de esa mañana no hubiese pasado.
Jimin fue directo a hablar con sus amigos quienes lo miraron con cara rara apenas llego, de seguro gracias a la sonrisa boba que traía en los labios.
– Casi pero no –contesta– ahora estoy bastante cerca de lograr mi objetivo.
– Ya te estabas tardando –lo molesta Hyesun.
Estaban en el pasillo y los tres se dieron cuenta cuando chicos de clases menores comenzaron a pegar por el lugar carteles en las paredes. Jimin alzó una ceja sin entender a que se debía el alboroto y Taehyung fue el indicado para contestar sus dudas.
– Son para el baile de primavera, lo hacen todos los años. Muy americano para mi gusto.
– ¿Esos donde hay que ir con pareja?
– Sí –contesta Hyesun– son bastante aburridos.
A Jimin le gustaban las cosas de ese estilo, siempre que organizaban bailes en su anterior escuela el y Yoongi se dedicaban a planear todo con lujo de detalle. Les gustaba combinar sus esmóquines o agendar la cita en la peluquería para deslumbrar con algún tinte nuevo en el cabello. Pero ahora que su mejor amigo no podía ser su pareja a su mente de inmediato se vino el rostro de alguien más. Era bastante tonto de su parte pero le preguntaría a Jungkook si le interesaba ser su pareja.
Lo malo fue que su idea se desecho de una vez cuando alzo la mirada y a lo lejos encontró el cuerpo de Jungkook inclinado en uno de los carteles que habían pegado mientras conversaba con alguien más.
Obviamente se trataba de Hani.
Jimin quedo atento a los gestos que hacían ambos y se dio cuenta cuando Jungkook señalaba el cartel con timidez y Hani asentía en forma rápida. El rubio rogaba en su interior que no se tratase de lo que el estaba pensando y espero a que dejasen de hablar para ir al encuentro de Jungkook.
Cuando Hani desapareció de su vista, Jimin se disculpo con sus amigos y camino hasta el menor quien estaba con cara de embobado mirando el cartel. Tuvo que hacerle una seña con la mano para que notase su presencia.
– No vas a crees lo que paso –dice Jungkook sonriendo de oreja a oreja.
Jimin solo lo miro porque de verdad no quería saber.
– He invitado a Hani al baile de primavera y me dijo que sí, ¿no es genial?
¿Escucharon eso? Fue el corazón de Jimin rompiéndose, porque el jamás dejaría de ser la zorra con la que Jungkook pasaba un buen rato y era su culpa.
[ ♡ ]
Nota: El lemon hace bien para la salud, no lo digo yo, lo dice la 100cia fjdlsk. Después del maratón quede seca de ideas pero ya volví al juego con todaaaaaaa. Creo que los capítulos que más me cuesta escribir son los de Ternura y Tentación porque los hago super largos.
Por cierto, aunque ya lo puse, este capítulo va dedicado a mi Esposita linda dueña de mi corazón que me cela en los grupos de wsp sdkfjldks, pueden shippearnos pls, Lunttonia es 100% real no fake.
Ya, me marcho, nos leemos en la próxima actualización.
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