Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

013.

Cuando se dio cuenta de que Jungkook estaba durmiendo salió de la habitación y bajo las escaleras para llamar a Yoongi por teléfono. Apenas escucho los cansados insultos de su mejor amigo desde el otro lado de la línea las lagrimas corrieron por su cara.

– Ya sabe que me fui con Iseul, me mando un jodido mensaje.

Yoongi dejo de hablar impactado mientras que Jimin sollozaba por lo bajo intentando relajarse y sin poder lograrlo.

– Maldito hijo de puta, juro que mañana mismo le daré la paliza de su vida.

– No hagas nada, Yoongi. No quiero que tu te metas en problemas por esto.

– ¡El bastardo te esta acosando, Jimin! –grita Yoongi– No puedo quedarme de brazos cruzados.

– Por favor no hagas nada, sabes que solo saldrás mal tu y quizá herido...

– Lo odio y siempre lo haré, lo juro.

– Yo también...

Hablaron casi por una hora, contar con su mejor amigo lo hizo sentir mejor. Yoongi sabía las palabras justas que decir para que la ansiedad no lo consumiera, así que comenzó a sentirse más tranquilo aunque no del todo.

– Creo que me iré a dormir, mañana tenemos escuela con Jungkook.

– Cuando me dijiste que el niño con cara de rata se estaba quedando en tu casa ya estaba comenzando a pensar que tu lo habías drogado y amarrado en la cama para violarlo.

– Perra, por favor. No soy un necesitado.

– Zorra, por favor. No me mientas a mí.

Jimin se río soltando las tensiones que tenía acumulada en su espalda. No era mentira cuando Yoongi decía que se estaba comportando como un necesitado en cuanto a Jungkook se trataba, pero por lo menos ahora eso estaba bastante lejano en su mente. Tan solo quería dormir a su lado como lo hizo durante la tarde.

– Sabes que pienso que esta mal lo que haces, ¿no? –Jimin asintió aunque sabía que Yoongi no podía verlo.

– Lo sé, ha sido una estupidez.

– Pero ya lo estas haciendo, así que será mejor que te lo folles.

– Supongo, de eso se trata.

– Solo que... Siento que se esta metiendo en tu corazón más de lo que debería. Pero esa es tu culpa, Jimin.

– Lo sé, soy un idiota.

– No quiero que te hagan daño pero si pasa esta vez es porque tu te lo buscaste. Recuerda que el chico esta enamorado de alguien más. 

– Ni me lo recuerdes. Esa enana ni siquiera lo toma en cuenta.

Yoongi se río tan fuerte que su retumbó por toda la casa de Jimin. Por un segundo el rubio pensó que había despertado a Jungkook e Iseul pero al ver que no había más ruidos volvió a colocar el teléfono en su oreja.

– ¡Joder, deja de ser tan escandaloso, Yoongi!

Su mejor amigo dejo de reírse y dijo:

– ¿Acaso no te oíste? Eres una maldita gata celosa.

Claro que no, Jimin no estaba celoso. Solo le molestaba la forma en que Jungkook miraba a Hani en la escuela, o como hablaba de ella cuando estaban juntos, o como se trababa con su presencia o como se frustraba por no poder pedirle una cita, o lo linda que era ella, o que...

Mierda.

Si estaba celoso.

– No puede ser –soltó contra el telefono.

– Claro que si lo estas, zorrita.

– Esto no puede estar pasando.

– Ya esta pasando, ¿y sabes cual es la mejor parte?

– ¿Qué?

– Que te esta esperando en tu habitación. Buenas noches, Jimin.

Escucho el bip y supo que Yoongi había terminado la llamada. Quiso decirle que era un idiota pero no tuvo oportunidad. Ahora debía volver a la cama y enfrentar lo que había descubierto hace unos segundos.

Subió las escaleras cabizbajo. Todo lo que había planeado para simplemente tener un buen polvo no le estaba resultando. En vez de eso se estaba confundiendo con un chiquillo que estaba totalmente enamorado de alguien más. ¿Como podía ser tan idiota?

Cuando abrió la puerta de su habitación creyó que se encontraría con Jungkook profundamente dormido pero no, el chico estaba despierto jugando con su teléfono. Revoloteo los ojos porque nada se le iba a hacer fácil si el chico estaba ahí en sus cinco sentidos.

– ¿Que haces despierto? –le preguntó y el castaño se encogió de hombros.

– No te sentí al lado así que te estaba esperando.

– Estaba hablando con Yoongi.

– ¿A el le contaste por qué estás tan raro?

Jungkook se había dedicado a preguntarle cada dos minutos que había pasado y Jimin tan solo respondía con un "nada importante". Obviamente el castaño no le creyó y siguió insistiendo hasta que se quedó dormido sobre la cama. Jimin había pensado que no despertaría hasta el otro día pero claramente se equivocó.

– No, estaba preguntándole otras cosas –mintió intentando evitar su mirada.

– ¿Ahora me vas a decir por qué estabas tan mal que me pediste que me quedara?

– Tu decidiste hacerlo, yo no te obligue.

– Y lo hice porque me preocupas, Jimin.

Aquella frase hizo que su corazón diera un vuelco tan fuerte que casi se mareo. Aunque estaba a un costado de la cama bastante alejado del contacto de Jungkook sintió aquella electricidad recorriendo su espina dorsal como si lo tuviese encima de el.

– Pues por idiota dormirás incómodo conmigo... –dijo intentando ignorar su pulso acelerado.

– Deja de cambiar el tema y dime qué pasó.

No quería mostrarse débil frente a Jungkook y eso iba a pasar si empezaba a relatar lo que había vivido. Se preguntaba por qué el chico no podía quedar tranquilo con sus respuestas, era como si enserio necesitará saber que había pasado con el y eso ponía los pelos de punta a Jimin. Si le contaba a Jungkook iba a traspasar aquella barrera que había construido para que nadie supiese quién era en verdad.

– Duérmete, Kook –le pidió mientras se quitaba la camiseta para ponerse su pijama.

– No hasta que me digas y hablo enserio.

– ¿Te han dicho lo desesperante que eres?

– Solo explícame. No me gusta verte así... Siento que sea lo que sea qué pasa es muy serio.

Y vaya que lo era, pero no podía decirle. No quería meter a Jungkook en todo eso. Ya bastante había obtenido con que quisiese pasar a su lado esa noche, no podía también aprovecharse de lo buena persona que era y usarlo de pañuelo de lagrimas por sus desgracias.

– No pasa nada –contestó rendido.

Se metió a la cama arropándose con las sabanas hasta la cabeza. No quería seguir viendo la cara de Jungkook mientras le reprochaba por no contarle. Tan solo quería quedarse dormido lo antes posible y dejar atrás ese día.

Pero la mano de Jungkook acariciando su cuerpo sobre la cubierta no le ayudaba ni un poco.

– Puedes confiar en mí, Jimin...

La voz de Jungkook era sincera y a Jimin le hubiese gustado que eso fuese suficiente, pero lo que escondía era mucho más que un secreto de adolescente despechado. Era algo que estaba fuera de sus manos y que deseaba olvidar.

– Lo sé y te diré si algo malo pasa.

Jungkook no estaba satisfecho con esa respuesta y destapó a Jimin para ver su cara que estaba perdida en algún punto de la nada. Casi no sabía nada del rubio y eso le causaba conflictos en su interior, no le gustaba verlo tan ido, eso solo aumentaba las dudas que tenía sobre lo qué pasó cuando iba a irse.

Jimin sintió como Jungkook tomó su mentón de forma tierna para que así se mirasen a los ojos.

– Está bien, no puedo obligarte a decirme nada. Pero quiero que tengas claro que cualquier cosa que te moleste puedes contar conmigo para escucharte. Sé que no nos conocemos casi nada pero estoy dispuesto a mostrarte más de mi si tú lo haces conmigo.

Jimin estaba perdido en la voz de Jungkook. Ver al chico tan preocupado por el hacia que se sintiera en las mismísimas nubes.

– Gracias, Jungkook...

– Ven aquí, al menos deja subirte el animo con un abrazo.

Ni siquiera tuvo que hacerse de rogar porque Jungkook lo estrecho entre sus brazos con cariño. Jimin se sentía tan afortunado de tenerlo ahí porque todo el miedo que había sentido hace unas horas se disipaban de su ser. Le gustaba sentirse así, querido.

– Jungkook... –le llamo.

– ¿Sí?

– Hani es una idiota por no darse cuenta del chico que está frente a sus narices...

Jungkook se rió y comenzó a hacerle cariño en el cabello. Pequeños masajes en forma de círculos que relajaban a Jimin por completo.

– Creo que eres el único que ha visto eso, Jimin.

El rubio frunció el ceño con rabia, no le gustaba que Jungkook se menospreciara de esa forma siendo que era un chico que cualquiera estaría afortunado de conocer.

– No seas idiota, Kook. Tienes que empezar a tener más confianza en ti mismo. Eres inteligente, guapo, amable...

Su cátedra fue interrumpida por los labios de Jungkook moviéndose sobre los suyos con lentitud.

Así pasaron el resto de la noche, entre pequeñas caricias y besos robados. Conversaron de las cosas más banales y rieron de chistes que a nadie le gustaban. Jungkook fue el primero en quedarse dormido mientras Jimin acariciaba su pecho. Se quedó observando al chico por un rato más hasta que sus párpados comenzaron a pesar.

– Jungkook... –susurra sabiendo que este último no lo escuchara– Creo que me estás empezando a gustar.

Esta vez tenía miedo pero de lo profundo que podía Jungkook encajarse en su corazón.

[ ♡ ]

Nota: Maratón 3/3.

Muchas gracias por leer, siento que los capítulos quedaron muy kiut así que para la siguiente actualización le pondré algo de lemon sjdkks Buenas noches y mañana subiré el maratón de Agridulce!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro