Jimin tenía la boca bien abierta mientras con su mano derecha empujaba las caderas de Jungkook para que el miembro de este entrara y saliera de forma rápida.

¿Como habían llegado a eso?

Jimin estaba decidido a quitar la inocencia que existía en el cuerpo de Jungkook y por eso le había dicho que lo esperaba en el baño en diez minutos. Apenas llego se cercioró de que estuviese desocupado, el hecho de que fuera hora de almorzar favorecía sus planes malévolos.

Trataba de convencerse a sí mismo de que todo lo hacía por Jungkook, para que Hani dejase de tratarlo como un niñato. Pero no podía hacerse el idiota, Jimin quería follar con Jungkook de forma desesperada y eso lo hacía tramar todos esos planes descabellados. Si iba a convertir al castaño en un fuck boy lo disfrutaría.

No creyó que Jungkook se presentaría. Se miro al espejo y se rió de sí mismo. Al chico le daba vergüenza todo, ¿por qué se presentaría si sabía que Jimin quería terminar la mamada que dejaron pausada en su casa? Era tonto pensarlo pero al menos debía intentarlo.

Casi podía oír a Yoongi riéndose de el por hacer todas esas estupideces por un chico que con suerte se había visto su propio pene. Jimin sabía que era una locura, pero necesitaba a Jungkook dandole duro a su culo o no podría estar tranquilo. Ya lo tenía anotado en su lista de cosas que hacer antes de morir.

No era como si quisiese algo más con el castaño. Jungkook quería a Hani y Jimin lo sabía, aquello no se podía borrar aunque tuviesen mil polvos. Ademas el no tenía tiempo para relaciones, esas cosas solo absorbían a la gente y les traían problemas. No estaba dispuesto a pasar por eso... No nuevamente.

Se puso frente al espejo a esperar, no quería hacerse muchas ilusiones porque era mucho más probable que Jungkook no llegase, pero de todas formas se preocupo de estar lo más decente que pudiese. Acomodo un poco su cabello y la camisa que llevaba para que se viera mucho más su clavícula. Quería que el al chico tímido no viera otra opción que estamparlo contra la pared para follarlo sin control.

Los minutos pasaron y Jimin se dio por vencido. Jungkook no sería capaz de ir a verlo, ni siquiera sabía por qué se lo había pedido. Mojó un poco su cara dispuesto a volver a clases cuando la puerta se abrió lentamente dejando ver a un chico que miraba directamente al piso de forma avergonzada.

Maldito Jungkook, era demasiado tierno.

Jimin lo miro mientras se acercaba con cuidado, lo primero que hizo fue moverse por el costado y llegar hasta la puerta donde coloco el pequeño pestillo, así nadie los molestaría. Jungkook seguía evitando su mirada mientras frotaba sus propias manos, parecía un pequeño ciervo indefenso en la boca del lobo feroz.

– No pensé que vendrías –susurro Jimin con una sonrisa lasciva en el rostro.

– Yo... Yo creo que...

Jungkook tenía la lengua enredada y Jimin se mordió el labio. Tenía que actuar rápido o seguramente el chico se arrepentiría de lo que iban a hacer.

Dio tres pasos hacia el, Jungkook no era capaz de levantar la mirada. Jimin alzó su mano y con cuidado acarició los dedos del castaño tratando de que se sintiera cómodo. De verdad deseaba que en el interior Jungkook tuviese a un maldito maniático del sexo dentro, eso le haría las cosas mucho más fáciles.

Jungkook separo sus manos y trago saliva por el contacto que estaban teniendo.

– ¿Sabes lo que haremos? –pregunta Jimin.

– Tu... Tu dime qué hacer.

Jimin asintió y acorto la distancia que los separaba. Podía sentir el aliento de Jungkook chocando con su cara mientras el lo miraba hacia arriba gracias a la altura. Desde ese angulo tenía vista a la mandíbula perfilada de Jeon.  Era un chico tan guapo y ni idea tenía de ello.

– Pon tus manos en mi cintura –susurro.

Jungkook dudó un poco pero al final hizo lo que Jimin dijo. Sus palmas fuertes se posaron sobre su cintura con algo de miedo. El rubio soltó una risita y ayudo a Jungkook para que los brazos de este lo rodearan por completo. Sus pechos chocaban dejando sentir a Jimin la respiración entrecortada de su acompañante.

– No tengas miedo –dijo y lo abrazó por el cuello– solo bésame.    

Se observaban directamente a los ojos, Jungkook comenzó a acercarse despacio y junto sus labios. Jimin se encargó de llevar el ritmo, si su primer beso fue lento ahora quería que la pasión los inundara a ambos. Busco la lengua de Jungkook con la suya para así comenzar los roces y tactos más profundos. La inexperiencia del menor aún se hacia presente pero esta vez dejaba mucho más espacio para que Jimin pudiese guiarlo, lo que hacía las cosas más fáciles.

El beso era necesitado pero aún así Jimin se sorprendió cuando Jungkook puso más presión en su abrazo como si pudiera atraerlo un poco más cerca. Le gustaba sentir como el menor se dejaba llevar, además de que la calidez de su cuerpo  lo reconfortaba demasiado y lo hacía desear más de Jungkook.

Jimin se alejo dejando que ambos respiraran y con una agilidad impresionante saco su camisa por la cabeza quedando con el torso desnudo frente a Jungkook quien estaba perdido mirando su piel.

– No dejaras que sea el único desvestido aquí, ¿no? –pregunto el rubio coquetamente y Jungkook negó con la cabeza.  

A diferencia de Jimin, el menor se deshizo de su camisa con torpeza pero eso no evito que a Jimin se le cayese la baba de la boca. Quizá ya había visto a Jungkook sin camisa pero seguía siendo sorprendente el cuerpazo que el menor ocultaba.

Como imanes volvieron a unirse en un beso. Jimin comenzó a acariciar la espalda fornida de Jungkook tratando de ahogar los gemidos que querían escaparse de su garganta, no estaba dispuesto a asustar al menor ahora que las cosas estaban fluyendo de forma armoniosa. Iba a ir con cuidado para que Jungkook quedará loco por el.

Jimin comenzó a bajar su sesión de besos hacia el mentón del menor, luego a su cuello ganándose apretones en la cintura de parte de las manos de Jungkook. Sabía que le gustaba que hiciese eso, su pecho contraído y suspiros bajos se lo confirmaban. El cabello de Jungkook estaba desordenado dándole un aire seductor, a Jimin le parecía impresionante lo lejos que podía quedar su imagen de chico tímido con tan solo unas caricias.

Levanto la cara y Jungkook se le quedo mirando como si interrogara la razón de por qué se había detenido a lo que en respuesta Jimin le regalo una sonrisa.

– Hazlo tu ahora –le susurró al menor.

Jungkook asintió y tomo la mano de Jimin para acercarlo hacia si. Cuando el rubio sintió el tacto de los labios de Jungkook contra la piel de su cuello de forma automática una corriente eléctrica recorrió su espina dorsal. Se sintió débil, como si hubiese tocado el paraíso con esos simples besos. La lentitud con la que Jungkook jugaba sobre cuerpo era hipnotizante, aunque sabía que se debía a la inexperiencia este último no tenía idea de que eso solo ponía más duro a Jimin.

En un momento el rubio supo que era hora de terminar lo que habían empezado en su casa, más que mal esa era la razón por la que se encontraban allí. Alejo un poco a Jungkook para trazar un camino de besos desde el cuello de este, pasar por su abdomen y llegar más allá del ombligo. Tuvo que arrodillarse frente a el, en ningún minuto Jungkook dejo de mirarlo y Jimin sonrío por eso, quería que el estuviese atento a todo lo que estaba a punto de hacer. Si antes lo había vuelto loco ahora estaba dispuesto a desquiciarlo. 

Desabrocho el botón y luego bajo el cierre del pantalón lentamente. Dejo los pantalones de Jungkook en los tobillos de este y quedo con su cara frente a los boxers negros que llevaba ese día. Le encantaba cuando los hombres usaban ropa interior oscura y a Jungkook le sentaba de maravilla.

Con su lengua delineo el elástico del boxer logrando que Jungkook se afirmara de la pared. Se sintió victorioso y volvió a repetir su acción, esta vez ganándose el primer gemido de Jungkook por su causa.

Música para sus oídos.

Subió la mano derecha y descubrió la erección de Jungkook de la tela que lo cubría. El miembro quedo frente a el, Jimin se mordió el labio y miro hacia arriba encontrándose con el rostro expectante del menor. En ese momento pensó que era buena idea que se hubiese afirmado en la pared porque lo que venía lo haría perder el equilibrio.

Lo primero que hizo fue pasar la lengua lentamente alrededor de toda la extensión del miembro de Jungkook y luego sin previo aviso la metió en su boca. La mano del menor viajo hasta su hombro apretando, Jimin sabía que eso significaba que le había gustado así que de a poco comenzó a succionar con un ritmo tortuoso. Jungkook era un mar de jadeos y expresiones faciales, mientras hacia su trabajo Jimin no podía dejar de observarlo.

Tuvo que aumentar el ritmo y cuando tomo con sus dedos los testículos de Jungkook este soltó un gemido mucho más sonoro que el anterior provocando un montón de sensaciones cálidas en la zona baja de Jimin. Mientras seguía devorando el miembro del menor poso su mano libre en este para masturbarlo al mismo tiempo. Ahora Jungkook se había transformado en un total desastre de gemidos y Jimin se sentía el puto amo del mundo por eso.

Pudo sentir en su boca los espasmos de Jungkook indicándole que estaba cerca del limite. Tuvo que soltar sus testículos para tomar las caderas del menor y comenzar a moverlas en vaivenes rápidos, así el miembro de Jungkook podía entrar de forma más profunda en su garganta.

Yup, así habían llegado a eso.

Ahora Jimin buscaba el orgasmo de Jungkook, ya no había nada que los interrumpiese. Comenzó a mover su lengua de forma circular atragantándose un poco pero aguantando, Jungkook dejo caer su mano en su cabello y Jimin pensó que tiraría de el, ya lo habían echo antes cuando le daba mamadas a otros tipos y no le gustaba, pero en vez de eso sintió caricias suaves.

– Jimin... M-más... Me... Ah.

Solo eran jadeos pero gracias a ello Jimin acelero todos los movimientos. La cabeza de Jungkook descansaba contra la pared mientras este gemía como si su vida dependiera de ello. Jimin sabía que el momento se acercaba cuando la voz de Jungkook comenzó a entrecortarse y que volviera a apretar su hombro. Por ultima vez acelero el ritmo de su mano y boca hasta que escucho un grito escaparse los labios de Jungkook.

– ¡Jimin!

Sintió el liquido caliente escurrirse por su boca y lo trago todo de una vez. Los brazos de Jungkook cayeron a los costados mientras Jimin se saco su miembro de la boca para luego limpiarse los restos de semen de los labios. El menor con la respiración aun entrecortada se subió los pantalones y acomodo su ropa, mientras que Jimin se levanta mirándolo con una sonrisa traviesa.

– ¿Como estuvo tu primer orgasmo, virgencito?

Jungkook no dijo nada solo se acerco a tomar la cara de Jimin y depositar un beso en sus labios. Este último quedo en shock porque nadie lo había besado después de una mamada por ser algo "asqueroso", pero a Jungkook parecía no importarle en lo más mínimo ese detalle.

El beso casto de Jungkook fue interrumpido por el teléfono de Jimin que vibraba en el bolsillo. El mayor hizo una seña hacia Jungkook para contestar y este asintió. Apenas deslizo su pulgar y coloco el aparato en su oreja pudo escuchar la voz de Hyesun al otro lado.

– Jimin, reina de las zorras, si eres tu el que esta encerrado en el baño haciendo actos que no son de Dios tienes que salir de ahí de alguna forma. El Director llamo a un cerrajero y van a echar la puerta abajo.

Ok, era de esperarse que los atraparan de alguna forma.

– Gracias por avisarme, Hye.

– Sabía que eras tú. Ahora sal de ahí.

– De inmediato.

Colgó la llamada y miró a Jungkook quién parecía no entender lo que pasaba. Antes de hablar reviso el lugar para buscar algún tipo de salida y se topo con una pequeña ventana que estaba por encima de los cubículos. El tamaño era reducido pero con algo de suerte los dos cabrían por ahí.

– ¿Qué pasa, Jimin?

El nombrado lo miró y se río.

– Dime que eres bueno trepando paredes.  

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Nota: Después de vivir una de las peores semanas de la vida he revivido como el ave fénix con mucho porno para volver a mis actualizaciones seguidas:3 Un beso y gracias por la espera. 

Más tarde comenzaré con la votación para las ffs que se ganaran el maratón, atentooooos.