POR FAVOR LEAN EL AVISO DE ABAJO.

Sin más preámbulos, a leer.

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– ¿Aún no te lo follas?

Taehyung parecía sorprendido cuando Jimin terminó de narrar los acontecimientos del día anterior en el parque.

– No, pero ya lo haré.

Quería sonar más convencido pero le salió fatal y es que no podía quitarse de la cabeza el hecho de que era muy jodido lo que le estaba haciendo a Jungkook. A ratos cuando estaba en compañía de la soledad su estomago dolía como aquella sensación que a uno lo persigue cuando sabe que está haciendo algo incorrecto.

Más no se rendiría porque ya había avanzado mucho.

– ¿Y qué es eso de que lo ayudarás a conquistar a Hani?

Al principio Jimin había querido ocultarle esa parte a sus nuevos amigos y hasta a Yoongi. No era algo de que se sentía orgulloso. Pero al ver que su historia no tendría sentido si obviaba esa parte tuvo que contarle a Taehyung todo, hasta cuando le dijo a Jungkook que le gustaba con el fin de retenerlo y que no se fuera.

– No tengo otro plan –admitió Jimin cabizbajo– así que tendré que ayudarlo con ella.

– Estas jodido, enserio.

Jimin asintió porque esa era la definición perfecta a como se sentía. A veces se arrepentía de haber comenzado con ese maldito juego pero enserio quería llegar hasta el final. Si debía soportar que Jungkook anduviese baboso por una chica pues lo haría.

Aquel día había llegado a la escuela con la esperanza de ver a Jungkook por los pasillos pero este último brillaba por su ausencia. Lo peor era que en la única clase que tenían juntos, Historia, la profesora había faltado y tenían un pequeño descanso por eso. Con Taehyung se sentaron en el césped de la escuela a hablar de la vida mientras el tiempo pasaba. Jimin estaba hablando y a la vez levantaba la mirada disimuladamente para ver si Jungkook estaba por allí.

– Si sigues doblando el cuello así te dará torticolis –dice Hyesun cuando llega después de haber ido a comprar algo para comer– ¿Estas buscando a Jeon?

– Claro que no –contesta Jimin.

– Claro que sí –interrumpe Taehyung y luego se dirige a Hyesun– ni siquiera se lo ha follado.

– Pensé que te demorarías menos, parecías una zorra decidida.

– ¡Y lo soy! –grita Jimin– pero no puedo llegar y abalanzarme sobre el siendo que ni siquiera sabe utilizar su pene, mi culo sufrirá las consecuencias si lo hago.

– Pero lo de ayudarlo con Hani está de más –insiste Taehyung mientras roba un poco de las golosinas de Hyesun.

– ¿Tú qué? –interroga la chica con los ojos abiertos como platos.

– No es de importancia, así me acercaré a el.

– Jungkook tiene cero posibilidades con Hani –dice Hyesun.

– ¿Y eso por qué? –la interroga Jimin– Se que Jungkook es un ñoño pero si se lo propone puede conquistarla, con lo poco que le he enseñado de seguro la chica cae a sus pies.

– Hani ve a Jungkook como un hermano menor, ¿no ves como lo trata? Hasta le hace cariño en el cabello como a un niño de cinco años.

– Pues eso tendrá que cambiar o yo no conseguiré que folle conmigo.

Jimin se levantó acomodando su ropa mientras sus dos compañeros lo miraban sin comprender. En su mente estaba la frase latente: "Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas".

– ¿Dónde vas? –preguntó Taehyung.

– ¿Dónde crees? A averiguar qué le ve a esa Hani.

Sin más que agregar comenzó a caminar para dejar atrás a los chicos y alzando la mirada para encontrar a la hija del Director.

– Está loco –le dijo Taehyung y a Hyesun.

– Definitivamente.

• • •

Estuvo quince minutos observando a la chica escondido detrás un pilar. Se sentía un tanto idiota por hacerlo pero al menos así tenía la vista perfecta para analizar a la susodicha.

Jimin tenía un grave problema entra manos y era que Hani parecía ser perfecta.

¿Conoces a esas chicas que tienen el cabello perfecto y sus gestos parecen sacados de una película de princesas? Pues así era Hani. Desde lejos se podía ver que era una chica educada, que le regalaba una sonrisa a todo el mundo. A Jimin le llegaba a enfermar como la gente la miraba, como si fuera la cosa más preciosa que existiese. Entendía todo el rollo de chica perfecta, por ser hija del Director tenia que mantener una reputación o eso se imaginaba.

Hasta su forma de vestir era muy Blair Waldorf de Gossip Girl. Con la falda a tres dedos de la rodilla, blusas abotonadas hasta arriba y una cinta rosa adornando su cabello. Llevaba el "estilo de chica buena" hasta otro nivel.

Jimin revoloteo los ojos, nadie podía ser tan perfecta.

En su cabecita loca existía un ángel bueno y un demonio malvado. El primero le decía que debía buscar algunos puntos débiles de la chica para así ayudar a Jungkook en su plan de conquista, mientras que el segundo se encargaba de engatusarlo con la idea de que desenmascarar aquella fachada de perfección sería mucho más divertido.

Aún no se decidía y fue ahí cuando vio a Jungkook entrar al comedor con su característica sonrisa de conejo en el rostro, obviamente dirigida a Hani. Jimin frunció el ceño por que enserio detestaba aquella cara de idiota que el menor ponía cada vez que ella estaba cerca.

Vio como Jungkook se acerco hasta la mesa donde Hani estaba con dos de sus amigas, las cuales desaparecieron cuando la hija del Director les diera una ceña para que la dejaran a solas con el menor. Jimin no entendía como todo el mundo le hacía caso como si fuese la reina del lugar... Bueno, técnicamente era algo parecido.

Jungkook y Hani estaban conversando, Jimin quería escucharlos así que con cuidado salió de su escondite moviéndose entre los demás alumnos para no llamar la atención. Encontró una mesa cercana a la de ellos donde podía ubicarse de espaldas y no ser descubierto. Apenas tomó asiento pudo escuchar la risa melosa de Hani a causa de algo que había dicho Jungkook.

Jimin revoloteó los ojos nuevamente.

– ¡Eres muy gracioso, Kookie! –gritó Hani.

¿Kookie? Mierda.

– Mis bromas son muy idiotas –contesta Jungkook.

– Claro que no, son graciosas, no me contradigas.

La enana definitivamente era una mandona, ¿acaso solo Jimin se daba cuenta de ello? No entendía como Jungkook podía estar tan colgado de ella.

– Debo irme, Kookie. Tengo que terminar mi tarea de matemáticas.

– Si quieres puedo ayudarte hacerla.

Aquello era bastante patético. Se notaba que Jungkook no tenía idea de como hacerse el difícil. Tan solo se entregaba en bandeja de plata esperando un poco de atención de Hani. Jimin no sabía si sentir pena o golpearlo por ello.

– No te preocupes, Kookie. Sabes que se me hace fácil matemáticas.

Perfecto, además de ser una dama la enana era un cerebrito como Jungkook. Ahora entendía porque este último babeaba por ella, eran bastante parecidos. Bueno, obviando el tema de que Hani parecía no estar tan interesada en Jungkook como el en ella.

– Oh, claro.

La voz de Jungkook era lastimera y Jimin quería abofetarlo allí mismo. Se preguntaba a si mismo si el menor siquiera había ojeado una revista de chismes, hasta en esas cosas decía claramente que no debías demostrar tanto interés por una persona porque la podrías espantar. Jungkook simplemente era un caso en un millón.

– ¿Te veo en Inglés? –pregunta Hani.

Con este espionaje Jimin estaba sacando mucha más información que la que Jungkook había soltado hasta el momento. Aparte de verse en el almuerzo los tortolos se veían en una clase y quizás más.

– Claro...

– Excelente, el Profesor me dijo que haremos el trabajo en pareja, como siempre cuento contigo como compañero, ¿no?

– Sí, sí. Claro, Hani.

Jimin rogaba porque el menor dejase de ser tan arrastrado y darle en el gusto a la enana. Le molestaba de sobremanera como estaba dispuesto a hacer cualquier cosa que ella dijera, de seguro si a Hani se le ocurría que se dejara caer de un puente Jungkook ya estaría saltando.

– Entonces te veo más tarde, Kookie.

Jimin escucho las sillas moviéndose de seguro era Hani tratando de abandonar el comedor principal. Se iba a girar para mirar a Jungkook pero justo este le hablo a la enana.

– Hani –le llamo.

– Dime, Kookie.

Jungkook se quedo callado, Jimin paso su mano por la cara exasperado, ¿qué iba a decir ahora el menor?

– N-no... Nada.

– ¿Seguro?

– Seguro... Te veo en Inglés.

– Esta bien. Adiós, Kookie.

La chica se fue y Jungkook quedo estirado en la mesa con la cabeza escondida entre los brazos. Aquella era la pose de un hombre derrotado según Jimin y no soportaba ver al menor así por una chica como Hani. Se levanto de su escondite para caminar hasta la mesa de Jungkook y sentarse a su costado derecho. Este último dio un respingo del susto al sentir a Jimin cerca.

– Definitivamente eres un asco en esto –dice el rubio riendo y Jungkook frunce el ceño.

– No estoy de humor, Jimin.

– Se notó, hiciste el ridículo hace menos de cuarenta y cinco segundos.

Jungkook vuelve a esconder la cabeza entre los brazos para no escuchar las burlas de Jimin. El mayor no entendía por qué le afectaba tanto, Hani solo era una chica no un extraterrestre y Jungkook era uno de los chicos más guapos que había conocido en la vida, no debería ser tan difícil invitarla a salir. Si no fuera por aquella timidez y ternura que eran características de Jungkook seguro sería todo un pussy destroyer. 

– Ya, Jungkook. Deja de lamentarte.

El nombrado alza la cabeza.

– Tu mismo lo dijiste, hice el ridículo.

– Sí, pero solo porque debes hacerte más de rogar. Si ella ve que tiene toda tu atención jamás se preocupara de si la pierde, ¿entiendes?

– ¿Ósea que no debo hablarle?

Jimin revolotea los ojos, aunque ya se estaba acostumbrando a las dudas idiotas de Jungkook a veces le exasperaba.

– No seas drástico. Lo único que tienes que hacer es no estar dispuesto a cumplir todo lo que ella desee, no es tan difícil.

Jimin estaba un tanto enojado con Hani. Tenía a Jungkook baboso por ella y parecía que no le importaba en los más mínimo. Vale, el deseaba un poco de atención del menor (en el ámbito sexual, claro esta) y esta tipa se regodeaba sin siquiera mirar por sobre el hombro a los sentimientos de Jungkook.

– Jamás le gustaré a Hani...

Fue esa frase la que enserio saco de sus casillas a Jimin y la que le ayudo a tomar la decisión de si debía escuchar al angelito bueno o al demonio. No estaba dispuesto a escuchar a Jungkook acomplejarse por una imitación de barbie barata.

– No vuelvas a decir eso –lo regaño– te espero en el baño en cinco minutos.

Se levanto de la silla apurado mientras Jungkook lo miraba incrédulo.

– Pero en cinco minutos entramos a clases... –dijo preocupado el menor y Jimin bufó.

– ¿Quieres conquistar a Hani si o no?

– S-sí...

– Entonces te veo en el baño en cinco minutos. Ella te ve como un niño pequeño y yo no dejaré que siga siendo así.

– ¿Qué haremos, Jimin?

El rubio sonríe lascivamente.

–  En general te convertiré en el fuck boy de la escuela y para eso voy a empezar terminando lo que dejamos pendiente en mi casa.

Lo decía enserio. Jimin ayudaría a Jungkook a desinhibirse y, obviamente, también saciaría algunos deseos propios. 

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Nota: Mil disculpas, bebés. Se suponía que este capítulo lo subiría más temprano junto con uno de Tentación y joderrrrr, estaba casi listo, cuando voy a terminarlo abro wattpad y no lo encuentro... WATTPAD DE MIERDA ME LO BORRO. Y no solo ese, sino todo lo que había escrito el día anterior (parte de un capitulo nuevo de Tentación y Agridulce). Creo que eche mil puteadas porque me cuesta escribir los capítulos y no tenía tiempo de reescribirlo porque debía irme al preu. Todo mal, pero llego el capitulo. Eso es bueno(?

LLEGUE A LOS 800 SEGUIDORES, ME DARÁ UN INFARTO.

Les tengo un avisillo bien avisoso, ahre. Estaba pensando en que cuando llegase al 1k de seguidores como agradecimiento hacia el inmenso apoyo que me dan haré un maratón de tres capítulos de las dos ff que más les guste de mi perfil (? Se que no son muchos capítulos pero de por si yo escribo bastante, sobre todo en Tentación y Ternura, así que si lo comparan con el maratón normal de otro escritor serían unos cinco capítulos. En el caso de que Sr. Payaso o Agridulce ganen el maratón será de cuatro capítulos. So, haré una votación en "theparkjimin's bloggg" (el blog más inactivo del planeta). En el próximo capítulo les avisaré cuando la votación se abra.

Eso es todo, un beso y recuerden que los amo.