– ¡Por fin te dignas a llamarme! –Jimin escucha el grito enojado de su mejor amigo y se ríe.

– Relájate, Yoongi –dice– he tenido muchas cosas que hacer, ya empece en la nueva escuela y hay muchas cosas interesantes...

– Por favor no me digas que ya le echaste el ojo a alguien, ¡apenas llevas un día!

Jimin no puede evitar carcajearse porque Yoongi lo conocía más que el mismo. Había estado pensando el resto del día en Jungkook y su tierno escape del baño.

– Algo así... –admite mordiendo su labio.

– Del uno al diez en la escala de esta follable, ¿cuánto?

Hace más o menos dos años Jimin y Yoongi habían inventado una escala para calificar a los chicos que les gustaban, así el otro se haría una idea de que tan guapo eran. Se trataba de una estupidez de chicas pero les servía, sobre todo ahora que Jimin había dejado la ciudad y su mejor amigo no podría conocer al chico que le había llamado tanto la atención.

La escala que hicieron era la siguiente:

0 : ¿Estas de joda?, jamás.

1 : Ni en sueños me lo follaría.

2 : Aún así, definitivamente no.

3 : Ni con diez cervezas encima.

4 : Podría suceder... Con cinco cervezas.

5 : Definitivamente sucederá si estoy borracho.

6 : Con este no necesito alcohol.

7 : Lindo pero no para volverse loco.

8 : Guapetón, dame tu número.

9 : ¡Eres la cosa más sexy que he visto!

10 : ¿Qué haces ahí?, ¡follame duro contra el muro AHORA!

Así que Jimin sopeso sus opciones mientras pensaba en los asombrosos brazos de Jungkook más el recuerdo de la erección que tuvo cuando el se restregó descaradamente contra su paquete.

– Un diez –soltó distraído.

Y Yoongi grito muy fuerte haciendo que el oído de Jimin doliera, ya que este último jamás le había puesto un 10 a ningún chico.

– Debes estar jodiendo –dice Yoongi cuando termina su grito de colegiala– el tipo debe estar mucho más bueno que G-Dragon.

– Mucho más –contesta Jimin– si lo vieras, es un niñato pero definitivamente no tiene el cuerpo de uno.

– ¿Niñato? –el rubio se recuesta en la cama mientras sigue escuchando la voz confundida de su mejor amigo– ¿te vas a otra ciudad y ahora se te da la pedofilia?

Jimin se carcajea ante el comentario, Yoongi a veces era muy exagerado.

– Son solo dos años, no es tanto.

– Cuando te suban a la patrulla podrías gritar eso por la ventanilla.

– Con tal de que me folle aceptaría gustoso –el rubio sonríe divertido.

Y era verdad, Jungkook era tan guapo que un pequeño viaje a la estación de policía estaría bien si eso significa tenerlo en su cama por una noche.

– ¿Y ya te lanzaste, puta barata?

– Algo así... Pero es muy tímido, perra loca –responde Jimin.

Mientras se insultan el rubio comienza a sentir aquel vacío de no tener a su mejor amigo con el. De seguro si Yoongi hubiese estado ahí cuando persiguió a Jungkook al baño su amigo habría sido el encargado de cerrar la puerta para que pudiese ser follado por el chico tímido sin ninguna interrupción.

Yoongi era un amigo excepcional.

– ¿Tímido? –Su mejor amigo hace un sonido de reproche– ¿tímido tipo hetero?

– Por lo que me han dicho le gusta una chica...

Yoongi se ríe apenas las palabras salen de su boca.

– ¡Ahí sí que estás perdido, Jimin! –el nombrado frunce el ceño ante la burla de Yoongi.

– Cosas tan banales como esas jamás me han detenido y lo sabes.

– No te metas en problemas, ¿está bien? –Yoongi sonaba preocupado– que ya no estoy cerca como para proteger tu culo de pasiva.

– Obvio, mamá.

Si había algo que Jimin odiaba de haberse cambiado de ciudad era estar lejos de Yoongi, su único amigo en el mundo. Se conocían hacía más de 10 años, prácticamente se criaron juntos ya que sus familias eran muy amigas. Cuando los padres de Jimin fallecieron el y su hermana fueron adoptados por la familia Min como familiares directos, el rubio siempre estaría agradecido de todo lo que hicieron en esos tiempos tan difíciles.

Así que tener a Yoongi, la perra loca que lo hacía reír con su mal humor por las mañanas, lejos se le estaba haciendo jodidamente difícil.

– ¿Todo bien en la escuela? –pregunta Jimin tratando de cambiar de tema.

– Ya sabes, lo normal... –Yoongi suspiro cansado– todos están preparándose para estresarce, apenas es el primer día y los idiotas de los profesores nos mandaron tres investigaciones.

Jimin hace una mueca ante tanto trabajo al que su amigo se refería. Pero en el fondo tenía claro que no debía preocuparse, Yoongi era un maldito genio y siempre sacaba el primer lugar de la clase.

Mientras su mejor amigo seguía quejándose sobre la escuela Jimin recordó algo que no lo estaba dejando concentrarse en lo que decía.

– Yoongi... –dice contra el micrófono del teléfono.

– ¿Sí?

– ¿Lo viste en la escuela?

Yoongi supo a quien se refería y por eso suspiro de forma pesada antes de contestar.

– Sí –dice un tanto cabreado– el idiota no ha dejado de mirarme durante todo el día, aún no sabe que te haz ido.

Jimin queda mirando un punto fijo, no quería que le importara pero lo hacía.

– Mejor así –suelta por fin el rubio– menos problemas.

– Espero que no se le ocurra acercarse a mí para preguntar dónde estás –Yoongi hablaba muy serio, Jimin conocía ese tono de voz– hace mucho tengo ganas de golpear a ese idiota.

– No te metas en problemas con el por mi culpa, Yoongi...

– Tranquilo, me aguantare.

Siguieron conversando de cosas triviales para dejar el tema atrás aunque la mente de Jimin seguía pensando en ello. Es que se le hacía muy difícil, aunque estuviera en otra ciudad a miles de kilómetros, dejar atrás el motivo por el cual escapó de todo.

•   •   •

Al otro día llego a la escuela bastante temprano. Divisó en la entrada de esta sentados a Hyesun y Taehyung así que se acercó a ambos.

– Hola –los saluda sonriendo a ambos.

– Hola, tigre –saluda de vuelta Hye– ¿como te ha ido con el ñoño ayer?

Jimin se ríe ante la pregunta, al parecer no había sido tan sigiloso como pensó.

– ¿Tan obvio fui? –preguntó y esta vez respondió Taehyung.

– Saliste corriendo prácticamente, así que no.

Jimin se sienta en el piso frente ambos con sus piernas cruzadas y apoyado con sus manos para estirarse hacia atrás.

– ¿Y? –insiste Hyesun– ¿no nos dirás?

– No hay mucho que contar –contesta el rubio– fue como ustedes dijeron, demasiado tímido... Pero le provoque una erección.

Hyesun y Taehyung se miran.

– Te dije que era demasiado inocente –sentenció Tae mientras comía una barra de cereal que había sacado de su mochila.

– Por ahora –recalcó Jimin.

– ¿No te darás por vencido? –Hyesun soñaba sorprendida.

– Cuando me fijo en algo lo obtengo, además si no le gustasen las pollas no se le hubiera parado.

Y Jimin lo decía enserio, ya había puesto su ojos en aquel chico así que no pararía hasta conseguir su objetivo, por muy difícil que pareciese.

– Pero Jeon está enamorado de Hani –le recordó Taehyung– el no tiene ojos para alguien más.

– No necesito sus ojos –responde Jimin con una sonrisa pícara– solo su pene.

Hyesun estalla en risas por el comentario de Jimin.

– De todas formas –insiste Taehyung– para un chico como Jungkook estar con alguien más sería como serle infiel a la chica.

– Una aventura es más divertida si huele a peligro –canturrea Jimin.

Hyesun dejó de reírse y dijo:

– A mí me parece bien, además Hani solo ve a Jungkook como un amigo.

– ¿Y tú que sabes? –interroga Taehyung levantando una ceja.

– Es lo que se ve, Tae, ella tiene a Jungkook como su perrito faldero, me da pena el chico.

Jimin hace una seña para darle la razón a Hyesun, Taehyung medita un poco y luego asiente.

– ¿Y qué piensas hacer? –le pregunta al rubio– ¿lo invitaras a salir?

– No soy de los que salen –recalca Jimin– tan solo quiero que me folle un par de veces.

Hyesun sonríe de forma maléfica y le susurra algo en el oído a Taehyung.

– Está bien –comienza la chica– esto será divertido así que te ayudaremos, ¿te parece?

Jimin asiente, nunca había necesitado ayuda con alguna conquista pero Jungkook era un caso aislado así que necesitaba cubrir todas sus opciones.

– ¿Como me ayudaran?

– Dándote las ideas que jamás se te ocurrirían, Playboy –Hyesun hace que los tres se coloquen en círculo para planearlo todo– esto es lo que vas a hacer...

•   •   •

El almuerzo había terminado y eso significaba que era hora de entrar a la última clase del día la cual para Jimin era historia.

Durante el receso estuvieron planeando junto a Taehyung y Hyesun los pasos a seguir para que Jungkook cayese a sus pies. La verdad es que Jimin estaba demasiado entusiasmado con todo eso del plan, ya quería ver la reacción del niño tierno al ver todo lo que tenía preparado.

No lo había visto durante todo el día y Hyesun dijo que quizá estaba en la biblioteca estudiando lo que puso a prueba su autocontrol para no ir a buscarlo allí mismo.

Camino por los pasillos de la escuela para luego entrar al aula, aún nadie había llegado porque quedaban unos minutos del almuerzo, así que solo estaba la profesora ordenando algunos papeles.

La oportunidad perfecta.

Jimin se acerca al escritorio y saluda a la mujer regordeta sentada allí.

– Buenas tardes, Profesora –dice llamando la atención de ella.

– ¿Park Jimin, no? –pregunta acomodando las gafas que llevaba– el chico nuevo.

– El mismo –contesta sonriendo el rubio– la verdad es que venía a hablar con usted sobre un problema.

– Dime, estoy aquí para ayudar a mis alumnos.

– Lo qué pasa –ahí fue cuando comenzaron a florecer las aptitudes de actor de Jimin– es que creo que en mi anterior escuela iban más atrasados que aquí en Historia, ayer cuando usted explicó lo que veríamos durante el semestre no entendí nada...

– Es normal cuando te cambias de escuela, Jimin –responde ella sonriendo amigable.

– Lo sé, pero no quiero atrasarme y luego sacar bajas calificaciones –hizo un puchero además de poner ojos de perrito– me preguntaba si podría ponerme a algún compañero como tutor, no conozco a nadie así que no sabría a quien pedirle... Por favor.

La mujer lo mira y Jimin pensó que no funcionaría hasta que hablo nuevamente.

– Claro, querido –asiente la profesora– y creo que conozco al indicado para ayudarte.

En ese momento la puerta del aula se abre dejando entrar a un chico por esta. Jungkook iba mirando el piso así que cuando vio a Jimin hablando con la maestra detuvo su marcha y abrió los ojos de par en par.

Además de sonrojarse, claro.

– Jungkook –lo llama la profesora– justo al chico que quería ver.

– ¿Q-que necesita, Profesora? –pregunta el chico tratando de ignorar la presencia del rubio.

– Necesito que seas el tutor de Jimin en Historia –le informa la mujer como si nada– es nuevo y necesita de nuestra ayuda para ponerse al corriente.

Si Jungkook estaba rojo ahora se estaba poniendo morado de la vergüenza, Jimin no pudo evitar reírse un poco gracias a eso.

– Y-yo –tartamudea el castaño–N-no sé...

– Jungkook, eres el más inteligente de la clase –dice la maestra– si alguien puede ayudar a Jimin eres tú. No me decepciones.

Acorralado Jungkook asiente y Jimin celebra su pequeña victoria interiormente.

El timbre sonó por lo que la profesora se levanto de su asiento para comenzar a anotar algo en el pizarrón. Jimin decidió que debía ir a sentarse así qué pasó por el lado de Jungkook quien seguía quieto e incómodo. No pudo evitar colocarse a su lado para luego estirarse hasta llegar cerca del oído derecho del castaño.

– Creo que pasaremos mucho tiempo juntos, Jungkookie –susurra en tono seductor.

El menor tiembla ligeramente ante la voz tan cerca de el y Jimin aprovecha que la profesora no está mirando para dejar un pequeño beso en su mejilla.

"Que empiece el juego", pensó Jimin para sí mismo.

– ♡ –

Nota: Mientras escribía este capítulo vi el video donde a Jungkook se le rompe la camisa, su carita cuando se da cuenta es exactamente como me lo imagino en este ff:') Es un bebé pequeño ese Jungkook💕