020.
– El traje esta echo con tela de la india y los brillos fueron colocados a mano por nuestro sastre. No tenemos otro igual en la tienda. –Explicaba el encargado a Jimin y Yoongi mientras el primero no ponía atención alguna.
– Dios, lo necesito. Tiene que ser mío –decía Yoongi mirando con devoción la chaqueta para luego darse vuelta hacia Jimin–. ¿Crees que puedas encontrar algo que combine?
Pero Jimin estaba en otro planeta pensando en Jungkook y la odiosa de Hani así que su atención a Yoongi era nula. Su mejor amigo se dio cuenta de lo raro que estaba (aunque fue lo bastante despistado como para ignorar el encontrón que tuvo con el cara de rata) así que comenzó a mover la mano sobre su cara para sacarlo del trance.
– Planeta zorra llamando a Reina zorra madre –dice Yoongi y Jimin revolotea los ojos– ¿Ahora que te pasa, tarada?
– Que tu plan para hacerme sentir mejor es un completo fracaso, Yoongi.
– ¿De qué hablas? Mis planes siempre funcionan.
– Claro, por eso me trajiste justamente a la tienda de trajes donde Jungkook estaba de lo más despampanante con Hani.
– ¿Eskiusmi?
Rendido, Jimin tira de la camiseta de su mejor amigo para arrastrarlo hasta el costado derecho de la tienda donde se escondieron tras un colgador de camisas. Allí tuvieron que agacharse hasta que detectaron al enemigo tres metros delante de ellos. Jimin señaló a Jungkook y en la boca de Yoongi se formó una gran letra "o".
– Agradece que los penes no vuelan o ya te hubieses atragantado con tres –rechista Jimin.
– ¿Envidia por mi garganta profunda, igualada?
– Tu sabes que yo soy la reina de las mamadas, Yoongi.
– Y la de las estupidas también.
Siguieron peleando un poco hasta que se fijaron en una anciana que los miraba con cara extraña. No era recurrente ver dos chicos escondidos y gritándose entre ellos como dos niñas chillonas.
– ¿Qué? –le pregunta Yoongi a la señora– ¿Quiere peleita?
Con esa absurda amenaza la mujer desapareció rápidamente de su vista. Jimin se pasó su mano por la cara con cansancio, definitivamente su mejor amigo era un idiota sin remedio.
– Quiero irme, Yoongi –le pidió al chico.
– No seas cobarde, por favor. Compraré el traje más fabuloso que ha existido y luego nos iremos. Si ya te vio no puedes darle a entender que estás sufriendo por su miserable pescuezo, ¿entiendes?
– Pero, Yoongi...
– Nada de peros. Quiero verte digna y sonriendo en todo momento o juro que te dejare de prestar mi cuenta Netflix.
Si algo había aprendido después de mucho años de amistad era que con Min Yoongi no se podía discutir así que Jimin asintió en silencio para que luego ambos salieran de su escondite directo a comprar el traje que el mayor había visto.
Jimin trato de no alejar su mirada del suelo para no toparse nuevamente con Jungkook quien seguía eligiendo corbatas al lado de Hani. El pecho le ardía en celos y también tristeza, el debería estar ayudándole a Jungkook con su traje, no esa chiquilla que era una copia barata de Blair Waldorf.
Tuvieron que esperar unos minutos para que Yoongi se tomará las medidas y ajustarán el esmoquin a su cuerpo. El encargado los condujo hasta los probadores mientras hacían los cambios así que Jimin comenzó a jugar en su teléfono para pasar el rato mientras que Yoongi se probaba unas camisas blancas.
– ¿Esta o la que tiene el cuello negro? –pregunta su mejor amigo y Jimin alza la vista.
– Ponte la que tiene el cuello negro para ver como te queda con la chaqueta.
Obediente Yoongi entra al vestidor mientras que Jimin vuelve a bajar la vista al celular. El rubio estaba muy perdido imaginando varios escenarios en donde se deshacía de forma "misteriosa" de Hani para quedarse con Jungkook que ni siquiera se dio cuenta cuando otro encargado metió a unos nuevos clientes al sector de probadores.
Siguió jugando el maldito Candy Crush hasta que escucho la voz chillona y molesta de una chica a menos de un metro de distancia.
– Tienes que probarte todo, Kookie –decía Hani sonriendo–. No me gustaría que nos llevásemos el traje completo y después no te quedará.
Ya, Jimin tenía la peor de las suertes y el único plan de emergencia que existía en ese momento era seguir pegado a la pantalla de su móvil jugando Candy Crush hasta pasar el nivel en el que se había estancado o hasta que Jungkook se fuese con su odiosa pulga. Lo que sea que sucediese primero.
Pero no podía concentrarse en rescatar a los ositos de goma porque sentía la mirada de Jungkook sobre el.
– Te estaré esperando afuera –le escucha decir a Hani–. Me avisas como te ha quedado todo, Kookie.
– Claro, Hani –responde el castaño.
La chica sale en compañía del encargado y Jimin se coloca el doble de nervioso de lo que ya estaba. Sabía que en el momento que levantara la mirada caería nuevamente por Jungkook, porque sin importar cuanto lo negara tenía el pulso acelerado a mil gracias a la presencia del chico. Por un segundo deseo poseer toda la fuerza de voluntad del mundo para lograr ignorar al castaño con éxito.
– Hola... –dice Jungkook y Jimin es incapaz de no mirarlo.
Ya, bien. Su fuerza de voluntad era un asco. Sino podía ignorarlo tendría que comenzar con su actitud de perra malvada, la cuál era la ultima estrategia que le quedaba.
– Hola –le saluda de vuelta y de inmediato vuelve la vista al celular.
Jimin estaba enojado, aunque en el fondo sabía que no tenía mucho derecho de estarlo. El problema era que los celos más la tristeza de ser abandonado en mitad de la noche estaban cegando su buen juicio.
Jungkook le miraba perdido, Jimin no quería que con esa mirada de cachorro herido le ganase el corazón así que siguió tratando de pasar el nivel salvando los ositos de goma.
– Umh... ¿Como estás? –La pregunta suena forzada y Jimin siente unas inmensas ganas de golpearlo.
– Perfectamente –le contesta el rubio con voz tosca.
Jungkook se frotaba las manos con los nervios a flor de piel. Seguía siendo el chiquillo tímido de siempre, incapaz de explicar todo lo que tenía atorado en su mente. Jimin no quería decir que le parecía tierno, se lo prohibía a sí mismo rotundamente.
– Entonces... –divaga Jungkook rascándose la nuca– Supongo que irás al baile con tu novio...
Por unos segundos Jimin quedó en el aire sin entender hasta que recordó lo que le dijo a Jungkook el día anterior para que se fuese de su casa. Pensó en decir la verdad, confesar que lo había inventado todo pero Jungkook se le adelantó interrumpiendolo.
– Cuando me dijiste pensé que sería alguien de la escuela... No tu mejor amigo, aunque supongo que hace mucho venía pasando algo...
Jimin no podía creer que Jungkook pensara que Yoongi era su novio inventado. ¿Enserio el chico no podía ver la pasividad que desbordaba su mejor amigo? Yoongi estaba comprando un traje con brillitos, por el amor de Dios...
En ese momento a Jimin se le metió el bicho de la maldad en el corazón y pensó que podría sacarle provecho a lo que decía Jungkook.
– Obviamente –le contesta sonriendo–. Estamos escogiendo los trajes combinados, ya sabes, cosas de pareja.
Vio como Jungkook frunció el ceño, bastante celoso. Cómo le gustaba verlo de esa manera por su causa. Definitivamente la rata estaba comenzando a sentir algo por el o al menos eso quería pensar para no sentirse peor de lo que ya hacia.
– Me alegro por ti, Jimin –le escucha decir a Jungkook.
– Y yo por ti. Debes estar feliz de ir con Hani al baile, ¿no?
El castaño iba a contestar pero fue interrumpido por la voz gruesa de Yoongi quien había salido del probador con la camisa y chaqueta puesta. Jimin entro en pánico apenas vio a su mejor amigo.
– Amo como quedan las dos juntas –dice Yoongi dando una vuelta para que Jimin lo mire– ¿Que crees tú?
Jungkook le mira y el rubio siente que se va a desmayar en ese instante gracias a la tensión que había en el ambiente. No quedaba otra que improvisar y rogar a Satan que Yoongi le siguiese la corriente.
– Te queda precioso, mi amor –contesta Jimin logrando que su mejor amigo se detuviese en seco mirándolo raro–. Pero que cosas digo, tú te ves bello con todo.
Yoongi le iba a preguntar qué rayos le pasaba pero el rubio logró hacerle unas señas para que el primero se diese cuenta de la presencia de Jungkook. Yoongi se le quedo mirando hasta que entendió el plan estupido de Jimin.
– Hola, cara de rata –saluda a Jungkook–. Soy Yoongi, el...
– Mi novio –se adelanta Jimin pasando su brazo derecho por los hombros de su mejor amigo–. Mi dulce de miel.
Jungkook quería vomitar en ese instante y echarse encima de Yoongi pero se contuvo, más que mal no podía hacer nada porque el y Jimin no tenían una relación. Tan solo follaron como el mayor solía decir.
– Se ven lindos juntos –suelta el castaño, mintiendo.
– Claro que si –habla de forma rotunda Jimin–. Soy muy feliz con Yoongi.
En ese momento el rubio se acerca hasta la cara de Yoongi depositando un beso sobre los labios de este. Su mejor amigo se le quedo mirando durante todo el proceso con los ojos bien abiertos y con unas ganas enormes de golpear a Jimin por lo idiota que era.
Cuando se separaron encontraron a Jungkook mirando hacia el piso y con la cara roja de enojo. La ternura había quedado muy lejos en ese momento.
– Yo me iré con Hani –dice despidiéndose Jungkook antes de cometer una locura–. Supongo que los veo en el baile.
– Claro –contesta esta vez Yoongi mientras pellizcaba con mucha fuerza espalda de Jimin logrando que se retorciera sutilmente del dolor–. Nos vemos, cara de rata.
Jungkook da una última mirada hacia Jimin y sale de los probadores cabizbajo. Apenas el menor se pierde de vista Yoongi le da un empujón a Jimin logrando que este último cayese de bruces al piso de cerámica negra.
– ¡QUE ASCO, JIMIN! –grita para luego hacer cómo que le dan arcadas– ¡SE SINTIÓ COMO INCESTO, PERRA NECESITADA!
En el suelo Jimin hizo puchero porque se golpeó la espalda contra el piso. Jamás pensó que Yoongi se enojaría tanto por un beso tan simple.
– ¡Eres una zorra agresiva! –chilla el rubio tratando de defenderse.
– ¡TU ME BESASTE PARA PONER A LA RATA CELOSA, QUE ASCO!
– ¡Exagerado!
Yoongi entra al probador rápidamente para sacarse todo lo que iba a comprar y salir con su ropa puesta mientras que Jimin seguía en el suelo por miedo que su mejor amigo volviese a darle un ataque de ira. Cuando el mayor de los dos salió por la puerta fulminó con la mirada al rubio.
– No te enojes, Yoongi...
– ¡NO ME JODAS AHORA! ¡DESHONOR! ¡DESHONOR SOBRE TODA TU FAMILIA! ¡DESHONRADO TU! ¡DESHONRADA TU VACA!
Diciendo lo último Yoongi sale de la tienda directo a las afueras del centro comercial dejando a Jimin solo en su desgracia.
La verdad era que el mayor si se había enojado. Conocía más que a nadie a Jimin y tenía claro que el motivo de todo eso era sacarle celos a Jungkook. Lo que no sabe el idiota del rubio era que esos juegos jamás salían bien, Yoongi ya veía que en vez de acercar al cara de rata, tan solo lograría alejarlo.
Se quedó parado a las afueras del centro comercial con los brazos cruzados y haciendo pucheros. Yoongi se sentía mal consigo mismo, habían muchas cosas pasando en su vida y ahora solo podía concentrarse su mejor amigo dejase de hacer estupideces.
Mientras intentaba que el enojo saliera de su sistema logró divisar al cara de rata a una orilla de la calle despidiéndose de la chica que Jimin había apodado como: "Enana malévola hija favorita de Satanas". Vio como Jungkook le daba un beso en la mejilla para luego tomar un autobús y a la chica despidiéndose con la mano.
No diremos que Yoongi era una bruja, la cara la tenía pero los poderes no. Lo único con lo que contaba era una gran suspicacia y en ese momento le pareció raro que la chica no se fuese a su casa después de despedir al cara de rata.
La siguió observando hasta que una motocicleta se estacionó frente a ella. Parecía que el conductor era un chico aunque no pudo verle la cara gracias al casco negro que llevaba. El señor anónimo le ofreció a la enana otro casco y está subió de inmediato colocándose la protección. Luego de que intercambiarán un par de palabras desaparecieron a través de la calle transitada.
Yoongi no entendía nada pero todo le parecía sumamente sospechoso. Si esa enana andaba en algo raro de seguro le ayudaría saberlo. Quizá así Jimin dejaría de hacer tonterías y Jungkook ya no estaría tan enamorado de esa chica. ¿Conclusión? El Kookmin vencería.
Este es un caso para el detective Min Zorraanivelmundial Yoongi.
( ✧ )
Nota: Hola, babes. ¿Todo bien? Espero que sí. No saben cuanto me costo subir este maldito capítulo, lo estaba escribiendo de lo mejor ayer y cuando llego al final el computador se me apaga porque se quedo pegado (siempre me pasa;-;)... La cosa es que lo reinicie y veo que wattpad no me guardo ni una verga XD. Tuve que escribirlo todo de nuevo y casi me da un ataque de ira pero ahora estoy bien, respire y exhale varias veces.
Weno, el motivo de esta nota es para comunicarles una noticia noticiosa sobre el siguiente capítulo. Como vi en los comentarios que a muchas les gusto la llegada de Min Laperramala Yoongi decidí que este próximo capítulo sería dedicado a este hermoso personaje, obviamente narraré sus aventuras tratando de arreglar las cosas del Kookmin. Si se preguntaban que iba a hacer Yoongi mientras no estuviese con su bffazorra Jimin pues lo averiguaran en la siguiente actualización.
Eso es todo, un beso y hasta el próximo capítulo.
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