015.
Jimin estiro el cuello hacia atrás para ayudar a recibir la polla que lo embestía mucho más adentro de su ser.
Cuando las personas normales están tristes se encierran en sus respectivas habitaciones a ver netflix mientras de atragantan con un montón de comida esperando desaparecer al menos unas horas del mundo. Antes Jimin hacía eso, pero hace años descubrió una forma de desahogar la frustración y esa era a través del sexo.
Se le hacía muy fácil encontrar a alguien dispuesto a follarlo y durante al menos unos veinte minutos se olvidaba por completo de los problemas que le aquejaban ya que estaba tan concentrado en lo monótono del acto que en su mente no había espacio para seguir pensando.
Ya llevaba dos semanas practicando ese método. Esta vez se encontraba en su casa con un chico de ultimo año o eso creía. La verdad era que a Jimin le importaba bastante poco quien fuera el sujeto, mientras supiera como usar lo que le colgaba entre las piernas para el estaba bien.
Jimin sintió como el chico trataba de tomar su mano mientras lo penetraba y el lo apartó de un golpe. No le interesaba hacer ninguna cosa romántica con ese desconocido, además de que eran detalles como esos los que le hacían recordar por qué estaba en esa situación.
Siguió recibiendo las embestidas y cuando el chico dijo que se iba a venir el rápidamente lo saco de su ser para terminar todo con un handjob. Tampoco estaba dispuesto a que se vinieran dentro de el y siempre ocupaba condon sin importar de quien se tratase.
Esa rutina se repetiría al día siguiente, al subsiguiente y hasta que pudiese sacarse a Jungkook de la cabeza.
Exactamente habían pasado dos semanas desde que el menor le contó que iría al baile de primavera con Hani y todo dentro de Jimin está revuelto. En el momento le dijo que era fantástico pero por dentro tenía el corazón hecho añicos porque el quería ir con Jungkook.
Pero era muy tonto pensar que el menor iba a dejar esa oportunidad con Hani para ir con el al baile. Se suponía que desde el principio Jimin sabía que Jungkook era un chico enamorado de otra persona y sí, los primeros momentos juntos el lo tenía bastante claro pero conforme pasaban los días el escurridizo niño se metía bajo si piel sin permiso alguno.
Pero no podía permitirlo.
Hacerse expectativas era una muerte segura así que debía obligarse a si mismo a olvidar que alguna vez había tenido contacto con Jungkook. Había mandado a la mierda el plan, el menor era un chico que estaba fuera de su alcance y debía aceptarlo.
En ese momento su teléfono comenzó a vibrar encima de la mesita de noche. Empujo al chico para colocarse sus pantalones y sostener el aparato en la mano. La pantalla estaba iluminada informando que Yoongi quería hacer FaceTime con el. Sin importarle que el chico a su lado aun no se vistiera, acepto la llamada de su mejor amigo.
Cuando la conexión se estableció lo primero que vio fue la cara enojada de Yoongi y supo que estaba en problemas.
– Hola, Yoon... –No alcanzo a saludar porque de inmediato su mejor amigo lo interrumpió.
– Saca a quien quiera que sea de tu habitación –dice con voz grave–, debemos hablar.
Jimin tenía claro que cuando Yoongi hablaba de esa forma no era para nada bueno así que sin cortar la llamada echo al chico a medio vestir de la habitación y le indico rápidamente la salida.
– ¡No entiendo! –Gritaba el chico mientras Jimin lo empujaba hacia las escaleras.
– Solo cierra la puerta cuando te vallas, Hansito.
– Es Hansol –lo corrigió el chico y Jimin revoloteó los ojos.
– Como sea, Hanz.
Cerró la puerta y se recostó en la cama listo para escuchar el sermón que Yoongi le tenía preparado. En su mente ya estaba ideando algún tipo de excusa para calmar las cosas.
– ¿Qué pasa Yoongi? –Pregunta haciéndose el desentendido.
– Qué mierda te pasa a ti, mejor dicho.
Ok, ya se hacia una idea de lo que Yoongi diría pero no estaba seguro si estaría de ánimo como para escuchar la cátedra de "lo que estas haciendo esta mal". Ahora en su mente solo quedaba la pregunta sobre como se había enterado su mejor amigo.
– ¿Hablaste con Iseul? –Cuestiona Jimin.
– ¿Y con quién más podría hacerlo si tu no me dices nada?
Revoloteó los ojos. Cuando su hermana llegase a casa iba a tener serios problemas. Ahora le tocaba lidiar con un Yoongi muy enojado y eso, señores, era la cosa más difícil que existía en el mundo. Conocía a su mejor amigo mejor que a nadie y antes ya le había tocado encontrarse con su lado más molesto.
– ¿Y? –Insiste Yoongi al ver que Jimin se quedo callado– ¿Me dirás por qué mierda te estas comportando de esta forma?
– Yo no he echo...
– Jimin –lo interrumpe antes de terminar–, somos mejores amigos y sabes que no puedes mentirme. Estas acostándote con todo lo que se mueve más el humor de perros que traes, ¿paso algo con el cara de rata?
Su mejor amigo tenía las palabras exactas para mandarlo a la mierda en menos de dos segundos. No quería hablar del tema porque sabía que Yoongi no entendería su método y aunque hasta el mismo debía reconocer que era demasiado bajo lo que hacía, no tenía otra manera de dejar de pensar en Jungkook y su odiosa ternura.
– Ya estoy grande para estos sermones...
– Pues no lo parece, Jimin. Te estas comportando como una niñita despechada y yo te dije que no debías seguir con ese estúpido plan tuyo de...
– ¡Basta! –Grita Jimin mirando la pantalla– ¡No te metas en lo que no entiendes!
– ¿Qué no me meta? ¡Eres mi mejor amigo, joder, me preocupo por ti!
– ¡Pues no lo hagas!
– ¡No seas idiota!
– ¡No me grites!
– ¡Te dejaré de gritar cuando admitas que te gusta el cara de rata!
Jimin se quedo callado y evito mirar la pantalla. No, no iba admitirlo, ni loco. Aquello era solo encaprichamiento con el chico, nada más. Estuvo a punto de admitirlo así mismo hace días atrás pero ahora ni muerto lo haría, Jungkook debía dejar de existir en su vida, por su propio bien.
– Estúpida –suelta Jimin y Yoongi alza una ceja.
– Sabía que era eso, ¿acaso te rechazo?
– ¡Claro que no! –miente– Yo me aburrí.
– ¿Por qué no me cuentas, acaso ya no confías en mi?
Jimin se mordió la mejilla porque odiaba con todo el alma mentirle a su mejor amigo, pero se sentía tan indefenso gracias a todo lo que estaba sintiendo por Jungkook que actuaba de la forma más estúpida del mundo. Yoongi lo seguía mirando a través del teléfono y Jimin soltó un suspiro resignado dispuesto a decirle la verdad.
– Hay un baile aquí en la escuela –empieza–, la cosa es que yo me acorde de las muchas veces en que nosotros hacíamos los preparativos de esas cosas y no sé, como no estas aquí comencé a pensar con quien podría ir...
– El cara de rata –habla Yoongi.
– Sí, el cara de rata. Iba a invitarlo pero cuando fui a hablar con el me contó que ya se lo había pedido a la chica que le gusta... Y pues yo...
– Quieres sacártelo de la cabeza dejando que te folle cualquier cosa que tenga pene, ¿no?
Jimin asintió apenado. Esa era una de las razones por las que no quería decirle a Yoongi, porque en el momento en que le explicaba las cosas realmente parecía un ataque de celos y según Jimin esa no era su intención.
– Debí hacerte caso –susurró.
– Claro que debiste hacerme caso, zorra sin cerebro, pero nunca tomas en cuenta mis consejos.
– Cállate, imbécil.
– Imbécil tu que te encanta meterte en problemas. Por lo menos admite que estás embobado con el niñato ese.
– ¡Eso no es cierto!
– Jimin...
– Bueno –susurró–. Tal vez un poquito.
– ¡Lo sabía!
Jimin se sentía muy idiota. Cuantas veces se dijo a sí mismo que lo que pasará con Jungkook solo sería una follada pero no, como el gran tonto que es le empieza a gustar el chico que se sonroja cuando dice pene.
Definitivamente estaba pendejo.
– No jodas, Yoongi.
– Si jodo, jodo todo lo que quiero porque te lo advertí y no quisiste escucharme –Jimin revoloteo los ojos enojando más a su amigo–. Y no me hagas esa puta cara porque sabes que tengo razón.
– Estás siendo muy dramático.
– Ese eres tú que porque un chico no te hace caso te transformas en una zorra sin escrúpulos. ¡Si vas a ser puta que sea con criterio y no te metas con lo primero que encuentras!
– ¡Yo no hago eso!
– ¡Claro que lo haces, ni siquiera te sabías el nombre del chico!
– ¡Eso no tiene nada que ver!
Jimin estaba cansado de discutir pero en el fondo lo hacía solamente para llevar la contra. Sabía que Yoongi tenía razón y que estaba traicionando uno de sus propios mandamientos, el cuál era: "Seré zorra pero selectiva."
– Eres un idiota, Jimin. Estás muy asustado porque te gusta ese chico, ¿por qué no solo le dices y eres feliz?
Porque tenía miedo de enamorarse, una vez lo hizo y sufrió demasiado. Yoongi lo sabía así que ni siquiera tuvo que responder porque escucho el suspiro de su amigo avisando que había comprendido su silencio.
– No puedes vivir siempre con miedo –dice Yoongi–, tu burbuja de protección en algún momento se va a reventar.
– Aún quiero creer que esa burbuja existe, Yoongi...
En ese momento el timbre de su casa sonó y Jimin alzó una ceja porque su hermana llegaba mucho más tarde y el no esperaba visitas. Miro a todos lados hasta que dio con una billetera que no era suya tirada en el piso, seguro le pertenecía al chico con el que había follado hace un rato.
– Debo irme –dice mirando la pantalla–, hay alguien la puerta.
– Está bien. Te llamaré esta noche para ver cómo sigues, ¿sí?
– No estoy enfermo, Yoongi.
– Se que no estás enfermo, perra desagradecida. Pero estás triste aunque no quieras admitirlo y es mi deber de mejor amigo estar ahí para ti en esos momentos. Así como tú lo estuviste cuando mi dildo favorito se rompió.
Jimin se rió al recordar la situación. Debía admitir que hablar con su mejor amigo lo hacía sentir un poco mejor, eran como hermanos de madres distintas que sabían que decir para levantar el animo del otro.
– Hablamos más tarde, estupida.
– Adiós, zorra mal teñida.
La llamada se termino y Jimin sin ponerse la camiseta todavía tomo la billetera en sus manos para luego bajar las escaleras de forma rápida. Apenas quedase solo nuevamente iba a tomar un baño de tina para quitar las tensiones que llevaba ese día.
Cuando llegó al primer piso y abrió la puerta principal no se encontró con la cara del tal Hanz buscando su billetera, sino una imagen mucho más increíble.
Frente a él había un chico con una canasta llena de chucherias en la mano y un globo en forma de sol que decía "lo siento". Si a Jimin le hubiesen dicho que se lo encontraría de esa forma frente a su puerta jamás se lo hubiese creído.
– ¿Jungkook?
[ ♡ ]
Nota: Como cuando tu bias es Hansol y lo metes en tu fanfic aunque sea por dos segundos ajskska.
Escribí este capítulo en el trabajo y mi jefa me dijo que quería leerla;-; Le conté más o menos de lo que se trataba y me dijo: Que bacán, mándame el link. Así que si me está leyendo, hola Anita, rájese con un chocolate vegano pls:(.
La siguiente ff que actualizare será Agridulce por si alguien la lee ajsksk. Eso, un besito, bai.
Esta es la cara que ponía Yoongi cuando Jimin niega que le gusta Jungkook:
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