002.
Jimin siempre había sido abiertamente gay y cuando digo siempre, es siempre.
No tenía más de cinco años cuando se plantó frente a sus padres para informarles que le gustaba un compañero del jardín de infantes. Los señores Park al principio no tomaron en cuenta lo que decía Jimin, pensaban que era una fase o algo por el estilo.
Pero mientras pasaba el tiempo aquella "fase" jamás se fue, solo se hacía más notoria. La madre de Jimin siempre supo que su pequeño era especial y por eso hablo con el señor Park para que quedara claro que sin importar nada apoyarían a su hijo.
Eran buenos padres.
Así que la sexualidad de Jimin jamás fue un problema en su hogar, pero en la escuela no era lo mismo. Sus primeros años fuera del closet fueron un asco total, recibía insultos y hasta agresiones físicas de parte de sus compañeros quienes lo veían como un ser inferior por el solo hecho de ser gay.
A pesar de todo Jimin era un chico feliz, quizá en la escuela la mayoría lo odiaba pero en su casa recibía el amor y cariño que necesitaba para enfrentar su realidad cada día.
Eso hasta el accidente de sus padres.
Jimin tenía trece años cuando aquello sucedió y marcó su vida hasta el día de hoy. Perder a sus padres fue la gota que rebalsó el vaso en cuanto a la salud mental de el, también fue el empujoncito para un cambio de actitud radical.
Después de un mes sin ir a clases a causa del luto llego a retomar su rutina. Apenas puso un pie en la escuela sus compañeros empezaron a molestarlo ignorando de forma olímpica la tragedia que había pasado. Jimin normalmente dejaba que dijeran lo que quisieran y tampoco respondía los golpes que le daban, pero ahora era distinto porque ya no tenía aquel apoyo que tanto le ayudaba a sobreponerse frente a la situación. Así que ese día rompió la nariz de tres compañeros y lo echaron de la institución.
Ahí nació el nuevo Jimin.
Se convirtió en un chico tosco, nadie podía pasar a llevarlo ni de la más mínima forma, se comportaba como si fuese el dueño del mundo y eso le ayudaba a que nadie se metiese con el.
Luego llegó la pubertad y Jimin floreció al igual que sus hormonas. Después de perder la virginidad con su mejor amigo de su ciudad natal el rubio se convirtió en lo que las personas llamarían: una zorra.
Jimin disfrutaba del sexo tanto como un buen masaje de pies cuando haz tenido un largo día y no se avergonzaba de ello. Era joven, guapo, inteligente... Osea el chico soñado para cualquiera. Se aprovechaba de esas cualidades para tener un buen polvo.
Así que apenas vio al chico de su clase supo que sería su siguiente víctima.
Jimin podía ser una zorra pero era bastante selectivo al momento de decir a quien le prestaría el culo. No se metía con idiotas petulantes y mucho menos con heteros que solo buscaban una aventurilla. Debía cuidarse a sí mismo, no le interesaba ganarse un problema a causa de un revolcón.
Siguió con su vista perdida en el chico de adelante cuando escucho la voz de Hyesun llamándolo.
– Eh, Jimin –dijo la chica– ¿que miras tanto?
Jimin despabila y se hace el desentendido.
– Nada, nada.
– ¿Eres gay? –pregunta Taehyung cambiando el tema radicalmente.
Jimin se ríe.
– ¿Se me nota mucho? –pregunta y Taehyung niega con la cabeza.
– No, por eso he preguntado –contesta el chico– pero mi radar gay nunca se equivoca.
– Conmigo si –objeta Hyesun.
– Bueno, sí –admite Taehyung mirando a la chica– nunca sospeché que eras una tortillera hasta que te vi en la fiesta de Jin metiéndole la lengua hasta la tráquea a la estudiante de intercambio.
– Que puedo decir, se camuflarme.
Jimin nuevamente dejo de tomarle atención a la conversación de sus compañeros de asiento para perderse observando las ligeras expresiones que el chico de adelante ponía cada vez que la profesora explicaba alguna cosa.
– No me digas que estás mirando al ñoño de Jeon –pregunta Taehyung y Jimin lo mira.
– ¿Quien es Jeon? –pregunta el rubio.
– El chico que estás mirando hace rato –contesta Hyesun– se llama Jeon Jungkook y es el ñoño de la clase.
Jimin saboreo su nombre, definitivamente le quedaba muy bien a aquel chico.
– ¿Es gay? –preguntó inmediatamente y Taehyung se rió.
– Jungkook es la cosa más inocente qué hay, dudo que haya visto otro pene además del suyo.
– Más que inocente –agrega Hyesun– es como un bebé que no tiene idea de la vida.
– ¿Entonces es hetero? –Jimin estaba confundido por lo que decían sus compañeros, el solo quería saber si tendría una oportunidad con aquel chico para que follasen.
– Supongo –dice Taehyung– pero es muy inocente hasta para tener novia, el pobre chico no tiene idea de nada.
Jimin mira al susodicho y no puede creerlo. Alguien con semejante cuerpo y rostro no podía ser tan inocente, ¿no?
– ¿A que te refieres exactamente con inocente? –Hyesun alza una ceja.
– Entonces si estabas mirando a Jeon.
– Quizá un poco... Es guapo.
– Sí –concuerda Taehyung– pero lo que tiene de guapo lo tiene de tonto.
– No lo juzgues, Tae –dice Hyesun– apenas tiene 16, es normal que sea un poco más lento en lo que se refiere a la sexualidad humana.
– ¿Lento? –Taehyung coloca una mano en su cara de forma exasperada– ¡No tenía idea de qué era un condon! Tampoco sabía que se podía tener relaciones antes del matrimonio.
– Lo criaron en casa por años, es normal que no conozca el mundo.
Jimin estaba confundido por muchas cosas que sus compañeros decían así que decidió preguntar.
– ¿Como puede tener 16 y estar en nuestra clase?
Hyesun fue la encargada de responder.
– Jungkook es un niño genio, estudiaba desde su casa y gracias a sus calificaciones lo ascendieron dos grados. Llego apenas el año pasado a estudiar aquí...
– No se ve menor –susurro Jimin y Tae lo escucho.
– Lo mismo pensé cuando lo vi –dijo el chico– pero apenas hable una vez con el y pude notar que la inocencia brotaba por sus poros. Llega a ser un tanto estresante, por eso nadie habla con el.
Jimin no podía creer aquello, apenas llevaba un día ahí y ya quería hablar con el tal Jungkook... Además de querer un polvo con el, claro está.
– ¿Entonces esta soltero? –preguntó último.
– Si planeas acostarte con el –dice Hyesun– tendrás un largo trabajo por delante para convencerlo.
– ¿Por qué?
– Primero esta la timidez de Jungkook, no creo que sea capaz de llegar y acostarse con alguien que apenas conoce. Segundo, el chico se encuentra jodidamente enamorado.
Jimin frunció el ceño, eso le complicaba demasiado las cosas para acercarse al castaño.
– ¿De quién?
– De Jung Hani –responde Taehyung– la hija del director.
– Son amigos –agregó Hyesun mientras miraba su teléfono– pero se nota de lejos que Jungkook babea por ella, aunque sus sentimientos no sean correspondidos.
Jimin empezó a divagar en su cabeza. Si Jungkook sufría de amor no correspondido podría acercarse a el más fácilmente con esa excusa. El rubio sonrió pícaro, ya había decidido que quería a Jungkook entre sus piernas y haría lo posible para que eso sucediera.
Entonces, que comience el juego.
• • •
Era verdad lo que Taehyung y Hyesun decían sobre Jungkook con aquella chica.
Salieron a almorzar y Jimin se sentó junto a sus nuevos amigos. En ningún momento despegó su mirada de Jungkook quien estaba sentado solo, en una mesa ubicada en la esquina del comedor, bueno, eso hasta que una chica llego a sentarse con el.
Era muy hermosa.
Tez blanca, cabello largo y negro, labios carnosos pero no grotescos, ojos hipnotizantes, cuerpo esbelto con curvas y nariz respingaba. Un bombón para cualquier hetero.
Y se podía ver de lejos como al castaño le brillaban los ojos al mirarla mientras ella lo trataba como un simple amigo. Por un momento Jimin sintió pena por el chico, si había algo que dolía era el amor no correspondido, por eso el rubio le tenía una fobia al compromiso. Lo suyo eran los encuentros casuales y no preocuparse de nadie más que el mismo.
Volviendo a Jungkook, Jimin aún no desistía de la idea de que follasen. Es que no podía dejar que se desperdiciara tremendo semental por más "inocente" que la gente dijese que era. Así que apenas vio que el castaño se levanto despidiéndose de la chica para irse, Jimin se disculpó con sus amigos y fue tras el.
Cuando el rubio abandono la mesa Taehyung miro pícaramente a Hyesun.
– Diez mil wons a que nunca van a follar –dice el chico.
– Será un gusto aceptar tu dinero, Tae.
• • •
Jimin siguió a Jungkook por los pasillos de la escuela hasta que este entró al baño para chicos.
Si esa no era una señal divina para que follaran, no sabría que otra podría ser.
Antes de entrar se miro en la pantalla de su teléfono para ver el reflejo y que todo estuviese en orden. Luego abrió la puerta del baño.
No vio a Jungkook por ninguna parte así que supuso que estaba en uno de los cubículos. Se quedó frente al gran espejo que había peinando su cabello mientras esperaba que el chico hiciese aparición.
Jimin ya había follado en baños así que asco no iba a tener. Además le parecía jodidamente sexy la adrenalina que pudiesen sentir de si alguien los encontraba en pleno acto.
Mojo un poco sus manos y las paso por su cabello cuando Jungkook hizo aparición. El chico iba vestido con una camisa de franela abotonada hasta el cuello más unos Jeans ligeramente ajustados. Se puso a un lado de Jimin para lavar sus manos.
Era hora de actuar.
– ¿Tu vas en mi salón de historia, no? –pregunta el rubio captando la atención de Jungkook.
El castaño alzó la mirada y sonrió amablemente.
– Tu debes ser el chico nuevo, todos están hablando de ti.
– Ya me lo han dicho –Jimin rió y estiro su mano– soy Park Jimin, un gusto.
El castaño estrechó su mano.
– El gusto es mío. Me llamo Jeon Jungkook.
El rubio pensó que se iba a derretir delante de aquel chico. Y es que teniendo aquel cuerpo tan cerca de él alborotaba sus hormonas casi de forma instantánea.
– ¿Te puedo pedir un favor? –pregunta Jimin.
– Claro... ¿Que necesitas?
Jimin se dio vuelta dando la espalda al castaño antes de hablar.
– Creo que me golpeé la espalda y debo tener un moretón, ¿puedes revisar por mi?
Jungkook parecía ajeno a la situación ya que asintió como si no fuese la gran cosa.
– Déjame ver –dijo el castaño.
Jimin sintió como Jungkook estiraba el cuello de su camiseta para ver por dentro. Aquel tacto le provocó una corriente eléctrica en la espina dorsal al rubio, más no dijo nada.
– Yo no veo nada –hablo Jungkook.
– Quizá este más abajo, levanta la camiseta.
El castaño hizo lo que pidió y justo en este momento Jimin dejo caer "accidentalmente" su teléfono al piso. Jungkook observó lo sucedido y quizo ayudarlo pero el rubio se agachó primero.
Restregando su trasero contra la pelvis de Jungkook, obviamente.
Estaban tan cerca el uno del otro que cuando Jimin se enderezó con el teléfono en sus manos pudo sentir como el bulto crecía en los pantalones de Jungkook. Sonrió victorioso, estaba a un paso de obtener su polvo con el chico tímido de la escuela.
– N-no... no tienes nada –dijo el castaño tartamudeando seguramente por la erección que Jimin le había provocado.
El rubio se dio vuelta encontrándose con la imagen más tierna que sus ojos hubiesen visto. Jungkook miraba el piso avergonzado, tenía sus mejillas rojas como tomate y entrelazaba los dedos de sus manos de forma nerviosa. Aquella actitud del castaño no hizo otra cosa que aumentar el alboroto en las hormonas de Jimin.
– Gracias, Jungkook –susurra y da un paso hacia el.
El castaño nota la cercanía por lo que retrocede un poco.
– Y-yo –dice– d-debo irme.
Y prácticamente salió corriendo del baño dejando a Jimin solo en este. El rubio se apoyó en la pared soltando un suspiro.
– Demasiado tierno –concordó para sí mismo.
– ♡ –
Nota: QUINTA VEZ EN EL DÍA QUE TRATÓ DE SUBIR ESTO, wattpad te detesto. Lo siento por las notificaciones pero el pinche wattpad me ha borrado el capítulo cada vez que lo subo.
En otras noticias;
ME SIENTO FELIZ POR EL PINCHE COMEBACK!!!!✨ Todos se veían perfectos, las coreografías estaban fabulosas, como los vistieron... MORIRÉ SJSLDKAK
Esta historia a tenido una increíble respuesta por lo que he pensado en enfocarme más en ella :v
Eso, los amos y les dejo el Jikook moment más perfecto del comeback💖
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