Capítulo 4: Crissy.

—Va a venir a verme, Criss. —Noah se pasó las manos por el cabello, con las enormes gotas de lágrimas inundando sus mejillas. Me tragué el nudo que se formaba en mi estómago y seguí abrazando a mi hermana mayor—. Criss, él no puede venir a buscarme. Nash... él va a casarse.

—Pero no la ama, Noah.

Esas palabras hacen que mi hermana se doble en sus sollozos y tenga que poner más empeño para no soltarla. Noah nunca iba a poder superar completamente a Nash Grayson, y Nash Grayson nunca dejaría ir para siempre a Noah Holt. Los dos eran tan tercos y estaban tan enamorados... que eso no formaba una buena combinación.

—Lo siento, Noah. —Me mordí el labio inferior mientras le pasaba un poco de agua. Ella lo bebió y intentó secar sus mejillas, pero en vano, ya que no tardaron en salir más—. Si hubiera sabido que Blake sólo se acercó a mí por eso... Fui tan tonta pensando que había un bueno entre los F5.

Por increíble que parezca, eso pareció hacer sonreír ligera y dolorosamente a mi hermana.

—¿Los F5? ¿Quiénes han provocado tanto odio para que los apodes así?

—Los amigos de Kaev —respondí, agradecida de poder hablar de otra cosa que no fuera el hecho de que acabábamos de encerrarnos en una habitación esperando no escuchar toques y gritos afuera de la casa del ex de mi hermana—. Son unos divos de pies a cabeza. Kaev, Blake, Ashton, Gray y Matt. Los cinco se creen dioses griegos o yo qué sé —hice una mueca y Noah volvió a sonreír—. Me han puesto una etiqueta de "Tercera Advertencia" amarilla en el casillero y no sé qué significa.

—¿Tercera Advertencia? —frunció los labios y me miró con algo de diversión—. Alguien quiere guerra, hermanita.

—Cállate —espeté, burlona mientras le lanzaba una almohada que atrapó a la perfección. Mangos, ella y sus perfectas habilidades naturales.

—Bajaré por más agua —dijo y parecía un poco más relajada. Asentí con la cabeza y ella salió de la habitación. Después de una hora de intentar tranquilizarla, por fin Noah parecía estar despejada. O al menos eso parecía.

Suspiré y recorrí la habitación de Noah con la mirada. Mi hermana tenía muy buenos gustos, nadie podría negarle eso. Siempre dijo que soñaba ser con diseñadora de interiores de las casas de los ricos, así que cuando le tocó ir a la mansión Grayson con mamá para... No, no pensemos en eso. En esta casa está prohibido recordar esos seis meses.

Noah había pintado su habitación de un suave morado esta vez y había hecho enormes dibujos que parecían en 3D de castillos a lo lejos donde una damisela esperaba. O de chicas que calgaban sonrientes. Noah parecía desahogarse entre las paredes de su habitación y me encantaba eso de ella. Siempre encontraría una forma de expresarse.

Tomé mi teléfono cuando escuché que un mensaje me llegó.

Número desconocido.

Sabía que tu hermana era Noah Holt.

Apreté mi mandíbula, furiosa y de cierta forma, traicionada. Creí por un momento que Blake se había acercado a mí porque en realidad era diferente a los demás, pero después de todo, era igual y se acercó para saber el secreto de mi familia. ¿Quería echarme? Como nuevo integrante de los Grayson, ¿quería que nos fuéramos de la ciudad?

Estoy afuera. Necesito hablar contigo, Criss.

Sí, como si fuera a hablar con él. Quizá toda su familia estaba ahí, preparados para atacarnos con sus lenguas venenosas y avergonzarnos en televisión nacional.

No sería la primera vez que lo hicieran, tampoco.

Criss, es muy importante. Es por el bien de tu hermana.

¡Usaba a mi hermana en esto! ¡Él estaba metiendo sus narices en los problemas de su hermana que su nueva familia había causado!

Blake siguió mandando mensajes una y otra vez, pero todos fueron olímpicamente ignorados. Esta tarde no era para Blake, o para mis nuevos problemas escolares, era para mi hermana. Para que ella se olvidara del chico que arruinó su oportunidad de volvera enamorarse.

. . .

—Hola, Criss —saludó Sam deslizándose en el asiento a mi lado en la clase de Filosofía. Le sonreí, agradecida, principalmente porque no había nadie —de verdad, nadie— a mi alrededor, porque todos parecía que seguían escondiéndose de la chica con la etiqueta amarilla.

—Hola —respondí, sonriéndole. Sam hoy se veía radiante y aunque muchos evitaban voltear hacia donde estaba yo, las miradas lascivas de los chicos no se hicieron de esperar.

¿Cómo había sido tan tonto Kaev para tratar de aquella forma cruel a Sam?

—¿Alguna noticia? Ya sabes, ¿nadie ha intentando avergonzarte, humillarte por internet, lanzarte del quinto piso o echarte agua hirviendo?

Solté una carcajada, esperando ocultar el miedo que creció en mí cuando me pregunté si era posible que esta escuela llegara tan lejos. ¿Iban a lanzarme agua hirviendo? ¿Iban a tirar de mi cabello? Oh, Dios. De ahora en adelante traería colas con trenzas. Aunque eso me haría ver como una palmera... ¿En qué se supone que estoy pensando?

—No me quejo. Como balanceado, volteo a los dos lados antes de cruzar la calle, duermo la siesta. ¿Y me disciplinan duro?

Es el turno de Sam de soltar una sonora carcajada, provocando que más miradas se centren en nosotros.

—Los diálogos de esa película son geniales, ¿a qué sí?

Sonrió, justo cuando el profesor entra para empezar la clase.

. . .

Que me llamaran a la dirección un día después de haber entrado a una nueva escuela con una etiqueta amarilla de bienvenida... no se veía como un inicio prometedor para ser la que diera el discurso de graduación. En medio de la clase de Filosofía, por los altavoces habían llamado mi nombre, donde según esto, me solicitaban "urgentemente" en dirección.

No sonaba bonito.

Sam me lanzó una mirada nerviosa. El profesor entornó los ojos como si quisiera analizar el rostro de su nueva estudiante problemática y los alumnos empezaron a murmurar. Bien, poco a poco iba aprendiendo que esta era una escuela chismosa.

La burbuja de mis pensamientos se rompió, cuando sentí que una mano me tomaba por la muñeca y tiraba de mí hacia el cuarto de conserje.

Aparte de todas mis desgracias anteriores, debemos sumarle el hecho de que empezábamos con el cliché del cuarto de conserje.

Traté de resistirme a la mano que tiraba de mí, pero era demasiado fuerte y pronto ya estaba dentro de un cuarto lleno de escobas y trapeadores a oscuras con un chico muy fuerte. Tragué saliva, haciendo una rápida lista de las formas en las qué podría salir. Por ahora llevaba ninguna. La única manera de salir era por la puerta principal... o dándole una linda patada en las partes nobles de este chico con instintos secuestradores.

Aunque no podía ver nada, me aseguré de ocultar mi miedo.

Consejo #4 de Dinah: Jamás te acobardes frente a la gente que cree que puede herirte. El único capaz de herirte eres tú mismo. No le temas a los demás.

—¿Quién eres?

Sentí tanto alivio al escuchar mi voz firme y casi amenazante.

—Tengo que hablar contigo.

Bufé sonoramente. En cierto momento había esperado encontrarme al Traidor queriendo darme una explicación, pero me sucedió algo peor. Kaev Jonas acababa de meterme con él en el armario de conserje. Mi trasero con mangos me iba a quedar a ver si quería contarme una dulce historia.

—Me voy de aquí.

Quise girarme para abrir la puerta, pero bueno, tampoco Kaev podía ser tan tonto. Claro que había asegurado la puerta. Intenté quitar el pestillo, pero él me tomó por los hombros y no me dejó ir. Encendió el foco y me miró con sus ojos cafés como si fueran dagas.

Sentí mis mejillas sonrojarse y mi corazón bombear más rápido. Ahora, tan cerca de mí, podía ver el rostro de mi némesis. Sus ojos chocolate parecían casi derretidos, oscuros y llenos de una tormenta que él mismo contenía. Todo en él me indicaba que no saldría de aquí sin escuchar lo que fuera que quisiera decirme.

¿Ahora sabría de las cosas atroces que los F5 eran capaces de hacer para atormentar a sus víctimas?

Me crucé de brazos, intentando aparentar la seguridad que era inexistente y alcé el mentón para mirarle.

—Empieza a hablar, entonces. —Mi voz sonaba segura y por dentro seguía que todo mi mundo se derrumbaba. Inhala, exhala. Inhala, exhala—. Dime, Kaev, estoy escuchándote.

En ese momento, tenía tanto miedo. Miedo de él, que quera capaz de hacerme un ovillo en la esquina de este cuarto de conserje y taparme los oídos y los ojos para no saber nada de él. Le tenía un miedo paralizante al chico que destruyó parte de mi autoestima... y al parecer, todavía no terminaba.

Pero intenté, con todas mis fuerzas, intenté que no se me notara. En estos momentos, era la Criss valiente, divertida y segura que siempre andaba feliz en California.

El poder femenino, Criss. Concéntrate. Tú lo controlas a él. Al menos por ahora.

—¿No hablarás, entonces?

Por unos segundos, los dos estábamos en silencio, solo mirándonos. Yo tratando de lucir fuerte, él viéndose todo vulnerable. Me sorprendió que parecía haber dejado caer sus murallas cuando sus hombros se encogieron y enterró su rostro entre sus manos, soltando un largo suspiro como si estuviera metido en la más difícil de las situaciones.

—Criss, yo... —su voz tembló por un momento—. Dios. ¿Por qué tenías que volver, Crissy?

El escudo que estaba intentando proteger y el que intentaba usar para escapar se fracturó por una milésima de segundo con sus palabras. Con aquél apodo que usó la vez que escuché a mis padres pelear. Fue una enorme pelea, a gritos y estaba segura que mi mamá estaba por empezar a empujar a mi papá. Ellos se amaban con locura —eso estaba claro— pero al parecer, eso no evitaba que las peleas estuvieran presentes. Pero aquella pelea fue tan ruidosa, que salí corriendo de casa y me refugié en el parque de la colonia, hecha un ovillo al lado de un árbol, llorando. Kaev llegó en ese momento y aunque pensé que era para usar sus palabras venenosas que demostraban su odio hacia mí, él se sentó a mi lado y me dijo:

—¿Por qué lloras, Crissy?

Me levanté, el miedo recorriéndome, sabiendo que no sería capaz de soportar un solo insulto de su parte y corrí lejos de Kaev. Fue la primera y última vez que me llamó Crissy.

Mi cerebro intentaba analizar el por qué Kaev me había llamado Crissy una vez más. Pero esta vez, tenía que convencerme de que no saldría corriendo. No, no lo haría.

—¿Cómo voy a lidiar contigo aquí, Crissy?

Tragué saliva, cerrando los ojos para apartar mis nervios mientras él daba un tentativo paso hacia mí. Necesitaba salir de aquí.

No correría como cuando tenía nueve años, pero no podía lidiar con este Kaev. El Kaev nervioso y vulnerable, que parecía tan buena persona cuando dejaba caer la frialdad de sus ojos. Era más fácil para mí tratar mal al Kaev grosero porque esta nueva versión era un territorio desconocido para mí y hoy no tenía ganas de convertirme en Dora la Exploradora.

—Fácil —dije finalmente, cerrando nuestra conversación mientras retrocedía un paso hacia la puerta—. No te atrevas a acercarte a mí como si tuvieras sentimientos, ¿me oíste? No vuelvas a meterme contigo en el armario del conserje y deja de fingir que te preocupas por mí cuando lo único que quieres es hacerme daño, niño egoísta.

Su respiración se atascó y algo en sus ojos cafés se rompió, pero no me puse a adivinar qué fue.

Salí del cuarto del conserje no como la niña caída y rota que siempre corría de niña cuando Kaev se acercaba, sino como una chica con una misión.

Fuera lo que fuera, al parecer la tercera advertencia de Kaev Jonas había iniciado.

* * *

Holaaaaa. ¿Qué tal? ¿Extrañaban capítulo por aquí?

Es agradable ir teniendo capítulos escritos de esta novela, prque los puedo subir con sólo ponerles la nota de autor y ya e.e ¿Les ha gustado?

Espero que  sí, pero escucho sus opiniones. Y ogian! ¿Algún dorama que me recomienden para estas vacaciones?

He aquí el adelanto del capítulo cinco:

Debía estarme comportando como una auténtica tonta, pero es que aún no terminaba de entender el por qué Kaev se había sentado frente a mí en el café, cuando había sido clara al decirle que se alejara de mí en el cuarto de conserje.

—Crissy, tengo que hablar contigo sobre el otro día.

Y también, muchos me han preguntado si habrá una historia de Nash y Noah porque es una pareja muy intrigante. Y sí que lo es, es de mis favoritas de la familia Holt porque es todo un melodrama que inspiré en el dorama The Heirs. La respuesta es sí, ellos tendrán su novela, no sé cuándo la publicaré o cuál será su nombre oficial pero sí que tengo la sinopsis:

Noah conoció a Nash cuando tenía quince años. Ambos cayeron profundamente enamorados, a pesar de que él era un rico heredero de la compañía Gray/Son Consolidation y ella la humilde hija de la trabajadora doméstica de ellos.

Aunque Noah intentó con todas sus fuerzas mantenerse alejada de Nash Grayson, enamorarse de alguien tan dulce, amable, sonriente y divertido como él surgió de forma inevitable. Y para Nash era imposible dejar de pensar en la adorable, cariñosa, cómica y algo sarcástica Noah Holt.

Cuando los Grayson descubren su secreta relación, acusan a Noah de lavarle el cerebro a su hijo mayor que tenía un "futuro brillante" manejando la empresa, una vida de lujos y sólo podría estar con alguien de "su nivel". Cosa que Noah no era. Amenazándola con hacerle daño a su familia, obligan a los Holt a escapar a otra ciudad una madrugada y no intentar comunicarse con él.

Pero ahora ella está de vuelta.

Y Nash no es el mismo. Que el amor de su vida -y el primero- la dejara aquel día, lo volvió en alguien rencoroso, insensible, frío y malvado. No es el mismo chico del que ella se enamoró, pero cuando su inevitable rencuentro llega, los dos se dan cuenta que todos los sentimientos que intentaron hacer desaparecer, siguen ahí más fuerte que nunca.

Pero ahora:

Nash está comprometido, pero decidido a conquistar de nuevo a su chica.

Noah decidida a alejarse por el bien de su familia.

Las amenazas de los Grayson continúan.

Y, sobre todo, el pasado de Nash y Noah ha llegado para quedarse.

Y eso es todo. Denme todas sus opiniones (:

Faniela, fuera.