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1. Tercera advertencia.

Capítulo 1: Tercera advertencia.

[Criss en multimedia]

El fin de semana pasó rápido. Tan rápido como puede pasar un fin de semana en el que te dedicas a desempacar cajas y ordenar tu cuarto o ayudar a tus desastrosos hermanos menores a hacerlo, cuidando de no lastimarte la mano vendada por el puñetazo que le diste al sexy odioso de tu vecino.

No había visto a Kaev desde el puñetazo y estaba bien por mí porque todavía quería llenarle de puñetazos su hermosa carita, pero mis nudillos estaban destrozados. Además de que nunca había asistido a escuelas de karate o algo parecido, así que lo mío no era dar golpes por la vida.

Sin embargo, que llegara el lunes era peor porque "no había tiempo que perder" según mi madre y era urgente que Ariana, Nate y yo entráramos a la escuela para ponernos al día con el programa.

Así que ahí estaba yo, el lunes por la mañana, saliendo de la casa junto con papá, Ariana y Nate. Él nos dejaría antes de irse a trabajar. Primero a mí y luego a mis hermanos.

Aunque papá no quería aparentarlo, estaba feliz con su nuevo trabajo. Como, un buen trabajo. Uno de los mejores casas de arquitectos confió en su trabajo y lo contrató, así que según él, esto nos haría poder empezar de nuevo y dejar de depender de la herencia de mi abuela.

Pero sobre todo, eso significaba que mamá no tendría que volver a la casa de los Grayson. Nunca volver a la casa de los Grayson. De hecho, mamá y Noah estaban muy nerviosas respecto a eso, porque si los Grayson se enteraban que habíamos vuelto a Cosswood serían capaces de amenazar con poner falsa evidencia de asesinato contra nuestra familia sólo para que volviéramos a huir a otro estado.

Eso no iba a suceder.

Es decir, yo quería que sucediera, pero Noah decía que no. Que era hora de enfrentar las cosas y si Nash Grayson estaba entre esas cosas, pues que así fuera.

Noah era valiente y parecía que no le tenía miedo a lo que le dijeran o pudieran hacerle y la admiraba por eso. Los Grayson le hicieron mucho daño a Noah y a mi familia pero nunca dejó que eso la acobardara.

—Dame mi teléfono, Ari —le reprendió Nate a mi hermana menor entredientes y con los ojos entrecerrados. Ari se rió, burlona.

—¡Tú lloras!

Nate tomó una gran inspiración de aire.

—¡Tú lloras! —atacó él, alzando la voz.

Fue cuando rodé los ojos. Aquí venía la guerra del quién podía decir "¡Tú lloras!" más fuerte. El tú-lloras fue inventando por Ari cuando era pequeña y todos habíamos coincidido en que significaba algo como "no pienso llorar por las cosas feas que me acabas de decir, así que llora tú y déjame en paz".

Algo como lo que yo quería decirle a Keev todos los días hasta que murise o hasta que los Grayson desaparecieran místicamente a mi familia para torturarnos, claro.

Decidí no intervenir en el tú-lloras esta vez porque aún no llegaban a la parte de lanzar miradas de odio, por lo que los golpes con mochilas estaban lejos de suceder. Nate y Ari no podían pasar mucho tiempo en la misma habitación.

A menos que quisieras que empezara la Tercera Guerra Mundial.

—Te bajas aquí, Criss —indicó papá dándome una sonrisa. Me giré para darle un beso en la mejilla y despeiné los cabellos de mis hermanos, quienes soltaron quejidos, haciéndome reír.

—Adiós, familia.

Claro que para la familia faltaba que mamá, Kayla y Noah estuvieran aquí, pero no cambiaría mi despedida habitual porque los demás miembros estuvieran ocupados justo ahora.

Cerré la puerta tras de mí y el auto salió disparado. Me reí. Papá iba atrasado y lo sabía. No podía llegar tarde a su primer día de trabajo en Cosswood Arquitectos.

Tomé aire y me giré a lo que sería mi escuela. La preparatoria de Cosswood. Era grande, de tres pisos, con muchas ventanas, paredes blancas y puerta que se parecía más a la de la escuela de Matilda que algo moderno.

Casi esperaba ver a Tronchatoro salir de la escuela con sus ojos saltones de tanta disciplina y miedo que se respiraba entre los estudiantes. Todos parecían nerviosos en cierto sentido, algo tensos y completamente alejados de ciertos estudiantes. Pero evitados al estilo que pasasban y el grupo de amigos se alejaba como si tuvieran la peste.

Intentando ignorar la muerte que se respiraba, seguí caminando hasta que entré en la escuela. Afortunadamente no tendría que ir preguntando dónde estaba dirección, porque por una vez en la vida, era una preparatoria decente y la dirección estaba justo a la entrada. Entré y una señora de cabello rubio teñido me recibió con una sonrisa más forzada que amigable.

—Emh, hola —la saludé y carraspeé, algo avergonzada, por el hecho de que el saludo sonaba tonto—. Soy Marcrystell Holt, la nueva y vengo a por mi horario y el número de mi casillero.

La señora frunció el ceño, su sonrisa forzada desapareciendo y examinándome.

—Marcrystell Holt ya ha venido por el número de su casillero y horario.

¿Qué?

—Pero si yo soy  Marcrystell Holt.

Sonaba patético que asegurara eso mientras me señalaba el pecho, porque cualquier buen mentiroso podría decirlo y no importaría de todas formas, ya que al parecer tenía un clon malvado que quería mi horario y casillero.

La señora me miró con la expresión ilegilble una vez más y tecleó a toda velocidad en su computadora. Cuando algo apareció en ella, la señora abrió los ojos como platos y me miró como si me acabara de salir una tercera cabeza.

—Lo siento, chica, de verdad lo siento tanto. —Parecía tan sincera y tan rota que por un momento pensé que me diría que los Grayson ya habían desaparecido a mi familia—. Si hubiera sabido que era un plan de los Kambg no les hubiera dado nada tuyo.

Los ojos de la señora se pusieron húmedos y fue cuando realmente me preocupé. No debería ser normal que la recepcionista me dijera que habían robado mi horario y combinación de casillero por unos tal Kbgam o yo qué sé y que se pusiera a llorar frente a mí.

—Tranquila, señora —la calmé, dándole unas palmaditas en la espalda—. Todo saldrá bien, ya, todo está bien. —La señora seguía llorando desconsoladamente, tanto, que me pregunté si ya tendría la menopausia.

Claro que ese no era un momento para preguntar.

No aún.

—Sólo imprima de nuevo el horario y combinación de mi casillero.

—No lo entiendes —se lamentó ella, pero para mi buena noticia, alzó la mirada, se secó las lágrimas y empezó a teclear en la computadora—. Los Kambg querían eso por una razón. Te pondrán una advertencia. A ti, tan linda, joven y la nueva. ¡Nunca les ponen advertencias a los nuevos! ¡Debe ser un error!

Hasta ahora estaba empezando a pensar que los Kambg eran un grupo terrorista que por alguna razón estaba enfocándose en mí.

Tal vez en realidad mi papá iba a trabajar para el gobierno secreto de los Estados Unidos y no para "Cosswood Arquitectos".

No dije nada y esperé hasta que ella me diera mi horario, número y combinación de mi casillero. Me dedicó palabras de ánimo y una mirada llena de lástima, como si fuera a ser la última vez que me iba a ver con todas las partes de mi cuerpo.

Intentando lanzar lejos de mis pensamientos a la señora llorona, empecé a figarme en los número de casillero para tratar de encontrar el mío, que era 234. Entrecerré los ojos. 230, 231, 232, 233... ¿Y por qué había tantos chicos anonados, llenos de miedo y unos cuantos llorando en frente del 234?

Una castaña que parecía sensible y de cristal lloraba sobre los hombros de una rubia. Me recordó tanto a la recepcionista... y sobre los ¿cómo los llamó? ¿Kambg?

Las pocas piezas del rompecabezas que tenía empezaron a hacer "clic" y me lancé contra la multitud, apartándola a empujones para llegar a mi casillero.

Allí, en todo su esplendor, se encontraba una pegatina amarilla que decía "Tercera Advertencia". Una simple pegatina que parecía ser el desconsuelo de todos los estudiantes. En mi casillero.

¿Qué pepinillos estaba pasando? ¿Podía existir una escuela más extraña?

De pronto, los lloriqueos, jades de sorpresa y palabras de apoyo, cesaron y la multitud comenzó a partirse como el Mar Rojo mientras cinco chicos caminaban hacia mí con las manos en los bolsillos y sonrisas prepotentes.

Cinco guapos chicos.

Cinco chicos tan sexys que por un momento pensé que estaba en el cielo...

Hasta que vi a Kaev y recordé que seguía en el infieron con este monstruo sin corazón.

¿Qué pasaba con Kaev y su inusual grupo de amigos que hacían que la multitud me mirara con lástima a mí y miedo a ellos? Las pocas chicas que no los miraban con miedo, se los comían con la mirada y les hacían ojitos.

¡Me complace en presentar a los increíbles, tontos y muy arroganteeees, F5!

—Marcrystell.

Un escalofrío me recorrió cuando escuché mi nombre, no mi apodo, y de forma más amenazante que mi mamá cuando se enojaba.

Y eso ya era mucho decir, sabes.

Ni siquiera tuve que alzar la mirada para ver a Kaev, porque en ningún momento dejé de mirarle a los ojos, lanzándole tantas miradas fulminantes como me fuera posible

—Jonas.

Kaev alzó la ceja al escuchar su apellido, pero no le tomó importancia. Al contrario, se apoyó contra mi casillero y sonrió de lado, esa sonrisa tan tenebrosa como un asesino en la noche.

—Supongo que ya viste tu advertencia en el casillero, ¿no? —Dejó de mirarme a los ojos, para observar la pegatina. Por un momento me pareció ver que quería pulverizar más a la pegatina amarilla que a mí.

Y eso ya era mucho decir, sabes.

—Linda —dije yo, encogiéndome de hombros—. Pero he visto mejores pegatinas. Y con frases más inspiradoras. La tuya es... aburrida.

Los ojos de Kaev salieron disparados hacia mí y los de todos a mi alrededor. Sobre todo los de su grupo de guapos amigos, quienes parecían confusos y estupefactos, mirándose entre ellos como si les acabara de revelar que soy Clarka Kent.

—¿Nadie le ha dicho lo que significa? —preguntó uno de los chicos de cabello negro y ojos azules. Podría traer un babero si no fuera porque sus palabras eran tan frías que iban a congelar mi baba y eso no tendría sentido.

La multitud a mi alrededor se miró entre sí, como si no supieran qué decir. Uno de los amigos de Kaev de cabello oscuro y ojos del mismo color, resopló como si todo se acabara de ir al mango.

—¿Cómo pepinillos pensaban asustarla si no sabe lo que significa?

—¿Qué? —pregunté, con curiosidad—. ¿Qué significa? Porque defintivamente no es una frase motivacional.

Por un segundo, por un destello de luz, por un milagro divino, creí ver a Kaev sonreír. Sonreír como una sonrisa genuina y no esas macabras sonrisas suyas que le daba a todo el mundo antes de dar un golpe físico o psicológico.

El único rubio en el grupo estalló en carcajadas.

—¿Algo gracioso, Blake? —preguntó el que había preguntado como es que yo no sabía lo que significaba. 

—¡Sí! —espetó él, aún entre las carcajadas—. En ese momento nos hemos de ver tan intimidantes para ella como Mike Wasaoski.

Quise fulminarle con la mirada, decirle que el pobre Mike Wasaoski siempre soñó con asustar, pero tuve que admitir que dio risa, de forma que pronto, el tal Blake y yo reíamos como focas retrasadas contra los casilleros.

Al contrario de todos los demás, que parecían estupefactos e indignados.

—¡Basta, Blake! —rugió un chico de... ¡Adivinen! ¡Cabello oscuro, ojos oscuros y cuerpo de dios griego!

—Vamos, Gray, sonríele más a la vida, hermano —se burló Blake dándole una sonrisa tan tierna a su amigo que escuché los suspiros de las chicas a mi alrededor—. La tal Criss no tiene ni idea. ¡No nos tiene miedo! Es la primera vez que no vemos a un Chihuahua temblando, sino a un Doberman ladrando! ¡Y eso acaba de rimar!

Volví a carcajearme de las tonteras que decía el tal Blake y supe que si iba a tener un amigo en esta escuela, no me importaría que fuera alguien tan alegre y divertido como él, aunque no entendiera la mitad de lo que sus palabras.

—No tiene miedo —declaró el de cabello negro y ojos azules—, porque no sabe lo que eso significa. —Puso los ojos en blanco y me miró con el rostro pétreo y sus ojos ligeramente entrecerrados—. Ahora, chihuahua —dijo girándose a mí y remarcando la palabra "chihuahua"—, ¿quién de nosotros quiere que te explique lo que tu pegatina con frase para nada motivacional significa?

Sus palabras eran tan cortantes como un cuchillo, pero no me acobardé, sino que alcé el mentón, decidida a ser como Noah, enfrentar las cosas y reírme de las desgracias cuando fuera necesario.

—Alguien con un poco más de coeficiente intelectual que tú, tal vez —escupí.

Todos se quedaron sumidos en un silencio, hasta que el tal Blake estalló en carcajadas de nuevo. Estaba enamorándome secretamente de ese rubio.

—¡Amo a esta chica! —declaró Blake, secándose una verdadera lágrima de risas—. ¿Por qué le pusimos una tercera advertencia, de todas formas? —se giró hacia otro chico de cabello oscuro, ojos oscuros.

—Porque, acuérdate, avergonzó y le dio un puñetazo a Kaev —le susurró de vuelta, pero no lo suficientemente bajo, ya que todos escucharon y jadearon con sorpresa y terror.

Lo decían como si fuera el crimen del siglo cuando al chico de acero no le había dejado ni una marca en lo más mínimo.

—Pero, Ash, eso es todavía más divertido —susurró Blake de vuelta y volví a explotar en carcajadas. ¿Por qué todos parecían temerle a este grupo si había alguien tan carismático y divertido como Blake?

Kaev se giró hacia el rubio y le dio una mirada fulminante, aunque eso no hizo que Blake dejara de sonreír burlonamente.

—Como sea —habló Kaev por primera vez en la conversación—, mejor que ella lo descubra sola. Vámonos.

Su grupo de amigos asintieron con la cabeza y se giraron con estilo y elegancia, desapareciendo por el pasillo izquierdo. Todos excepto Blake, quien se quedó mirándome con algo extraño en sus ojos y la sonrisa más tierna que me habían dedicado en toda mi vida.

—Ya necesitábamos a alguien que pusiera a Kaev en sus casillas, ¿no?

* * *

Bueno, aquí está el capítulo uno! (: Me alegra tanto que ya tengamos más de 300 visitas si prácticamente acabo de subir esta novela. He recibido buenas críticas con el prólogo, así que espero que les haya gustado este capítulo también.

Ahora, tengo dos capítulos más escritos. Justo ahora quiero escribir otro, pero cuando se acaban los que ya tengo escritos, pues tocará esperar mi "inspiración" y que tenga tiempo, ya que mi mamá fue operada ayer y estará en cama algo de tiempo, por lo que mi hermano, mi papá y yo tendremos que hacer más cosas de lo normal.

Espero entiendan (:

Por cierto, wattpad está promocionando una app llamada "Tap". Yo la descargué y hasta ahora me gusta, así que pienso subir una historia ahí. Para quienes no saben, las "historias" se dan por mensajes, es como si fuera una historia corta así que seguro subiré algo de humor por ahí próximamente. Mi user es el mismo que aquí, pero apenas estoy aprendien do a usar la nueva app así que tal vez esté un poco perdida xd.

Faniela, fuera.



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