— Buenos días Kim — Saludó un energético pelirrojo caminando al lado de Namjoon quien se dirigía a su oficina, listo para dar inicio a su trabajo sobre su caso. — ¿Estas emocionado por la noticia? — Preguntó este sonriendo divertido a lo que el moreno lo miró intrigado.

— ¿La noticia? — Le preguntó Namjoon de vuelta. — ¿De que estás hablando Hoseok? — Si bien sabía que a pesar de su sentido del humor tan peculiar, el pelirrojo era uno de los más dedicados a su trabajo, la sonrisa en su rostro empezaba a inquietarlo.

— ¿Así que no lo sabes? — Su rostro se iluminó y el moreno frunció en ceño deteniéndose justo frente a su puesto de trabajo. — Tendrás un nuevo compañero, un novato te ayudará en tu preciado caso.

— ¡¿Que?! — Todos a su alrededor los miraron sorprendidos pero no tardaron mucho en volver a su trabajo con la seria mirada que les dedicó. — Iré a hablar con Taeyong, esto no era así.

— Mmhm, suerte con eso. — Rió rió Hoseok continuando con su caminata.

El moreno dejó sus cosas en su escritorio y no tardo en salir con dirección a la oficina de su superior, a quien encontró en medio de una llamada, que por su ceño fruncido parecía importante.

— Si comandante, lo entiendo perfectamente. — Hablaba el pelicobrizo indicándole al castaño que se sentara frente a su escritorio. — Correcto señor, como usted diga, adiós. — Terminó de decir soltando un suspiro y por la forma en la que apretó sus labios, Namjoon supuso que no le había agradado nada la orden que recibió. — Detective Kim, que bueno que esta aquí, tengo que informarle que ha habido un par de modificaciones en su caso.

— Sobre eso señor, según recuerdo el trato era que solo tendría la intervención de otro detective fuera de mi equipo si yo mismo lo consideraba necesario y...

— El trato señor Kim, es que resuelva el caso lo más pronto posible, y creame que no dudo de sus facultades. — Aclaró el jefe del otro lado de su escritorio. — Eres uno de mis mejores elementos, por eso accedí a tu petición pero tal y como esperé, una vez la noticia llego arriba, recibí más de una... Contradicción.

— ¿Me sacaran de mi propio caso? — Preguntó Namjoon con la voz ronca, el entendía que el contrario solo recibía ordenes de los superiores pero le pareció poco profesional que ahora le dijera esas cosas.

— ¡Whoah! Detente ahí soldado, no llegamos a esos extremos.

El castaño fruncio el ceño confundido, ahora estaba mas confundido. — ¿Entonces?

— Seguirás a cargo del caso, pero tendrás un compañero asignado, recién transferido de Busan. — Informó concediéndole verdad a las palabras del pelirrojo. — Aunque con su grado de novato, es mas bien un aprendiz.

— ¿Un novato? Con todo respeto señor pero la gravedad de este caso no es apta como para... — Empezó a decir el moreno deteniéndose al ver la expresión interrogante del contrario. — No creo que esto sea buena idea señor.

— Yo no creo que la neumonía infantil sea buena idea Kim, pero ¿Adivina que? Eso no evita que exista.

— Pero señor, yo ya tenía todo preparado para...

— Kim, no insistas, no puedo hacer nada mas por ti, en serio. Fue una orden directa, que ambos debemos acatar, además no creo que sea tan malo que al fin tengas un compañero, puedes mirarlo de este modo, al fin tendrás un pupilo formado a tu imagen y semejanza, y todos ganaremos con eso.

Y en vista de que no tenía mas opción el moreno suspiro asintiendo lentamente antes de levantarse. — De acuerdo, de acuerdo.

— Una cosa mas Kim. — Dijo el pelicobrizo haciéndolo detenerse junto a la puerta. — No lo atemorice.

Había un toque de burla en sus palabras pero aun así el moreno asintió y salió de la oficina del comisario con el ceño levemente fruncido y sus labios apretados, con la mandíbula mas marcada que normalmente, de seguro si su hermana lo hubiera visto en aquel momento le habría dicho que parecía uno de esos policías de las series que tanto le gustaban y fue precisamente ese pensamiento el que lo hizo calmar un poco la tensión que tenía en su cuerpo.

— ¿Será que esa hermosa sonrisa al fin tiene nombre? — Escuchó una firme voz femenina en la puerta de su oficina y levanto la vista encontrándose con la figura de una de sus mejores compañeras.

— Nada de eso Bae, sólo pensaba en... Nada. — Rió negando e invitando a la pelinegra a sentarse. — ¿Que se te ofrece?

— Tengo algo para ti, recién me entere que tendrás un nuevo camarada. — Informó Irene entregándole una carpeta, misma que contenía el expediente de su nuevo compañero.

— Jeon Jungkook... — Murmuró viendo el nombre y la foto del chico, cuyas habilidades y notas en la academia eran todas sobresalientes "Al menos es un buen soldado" pensó bajo la atenta mirada de la chica.

— ¿Todo en orden? — Preguntó ella con interés.

— ¿Ah? ¡Oh! Si, todo bien, gracias por esto teniente Bae. — Respondió sonriendo sin mostrar sus dientes.

— Nada de eso Kim, ahora me debes un café. — Bromeó esta y acostumbrado a su coqueta personalidad el castaño rió asintiendo, dejándola maravillada con los hoyuelos de sus mejillas.

— Me parece bien ¿Descremado y sin azúcar no?

— Lo sabes. — Afirmó ella señalándolo con su índice antes de salir. — Nos vemos luego Kim.

Una vez estuvo a solas, se dedico a revisar el expediente del chico mas detenidamente y con la información que obtuvo allí, de pronto ya no se sentía tan molesto por la idea de un compañero.

Según su ficha informativa el joven de apenas 23 años había entrado muy joven a la academia y estaba recién graduado, gracias a sus habilidades tanto físicas como mentales, lo que le convenía mucho al castaño.

— No esta mal para ser un novato. — Dijo para si mismo y cerro la carpeta escuchando suaves toques en su puerta. — Adelante. — Habló levantándose al instante al ver al mismo chico de la foto parado frente a él.

— ¿Es usted el detective Kim Namjoon? — Preguntó el muchacho haciendo una reverencia algo temeroso, y el castaño que miró su reloj antes de asentir lentamente lo detalló lentamente ante el silencio que se formo entre ambos.

Su ropa toda negra, que consistía en una chaqueta de cuero, camiseta, pantalones rasgados y botas militares, le daba un aspecto totalmente opuesto al concepto que Namjoon tenía de un oficial, pero claro, de seguro sólo estaba descansando de los uniformes que tenia que usar todos los días en la academia, por lo que por el momento lo dejaría pasar.

Pero lo que definitivamente no estaba en discusión era el corte de cabello que le hacia falta, y que bajo ningún concepto dejaría que permaneciera así por mucho, tanto desastre en una cabellera era algo intolerable para él.

— 10 minutos tarde. — Dijo Namjoon para romper el silencio al fin. — ¿Algo que decir señor Jeon?

Jungkook se puso mas nervioso al escuchar la seriedad de sus palabras pero aun así tomó aire antes de empezar a hablar. — Lo siento señor, es que yo... me perdí buscando su oficina. — Se esperaba que el castaño fuera así de estricto, por las referencias que recibió de él no le sorprendió mucho, pero no podía evitar ponerse nervioso ante su intensa mirada.

— De acuerdo, lo dejaré pasar hoy por dos razones señor Jeon. — Habló Namjoon rodeando el escritorio para caminar hasta él. — Porque es el primer día, y porque se cortara y peinara el cabello. — Dijo una vez parado frente a él extendiendo la mano en su dirección. — ¿Nos entendimos? — Cuestionó mirándolo con una ceja levantada y el menor asintió maldiciendo a su despertador por no haber sonado antes y haberse quedado sin tiempo incluso para peinarse.

— Entendido señor Kim. — Habló estrechando la mano del mayor.

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Saludos.