14
Felix desde que fue diagnosticado sintió su vida atada a un precipicio donde un solo hilo lo mantenía con vida, recuerda perfectamente cada momento después de su primera quimioterapia.
Donde su vida comenzó a perder sentido, Miyeon se graduó y por su culpa, su mamá no pudo asistir a un evento tan importante. Esa misma noche su enfermedad llegó a un punto que debilitó sus pulmones, causándole un paro respiratorio.
Siguió doblando alguna de sus camisas para meterla en la caja, Miyeon recién se había llevado una caja con varias de sus pertenecías ahora solamente esperaba que Hyunjin llegará para contarle.
Felix muchas veces se arrepiente de la actitud que tomó, daño quizás a sus padres por un año entero, a sus hermanos y a Chan. El tema de Chan era algo que aún era incómodo para él, que su vida cambiará de un día para otro. Nunca supo cómo tomarlo.
Lo lastimo pero fue la mejor decisión que pudo tomar, aunque le duela no podía estar con una persona que ya estaba acostumbrado a la rutina que tenía antes de su enfermedad, Chan estaba acostumbrado a una persona que ya no estaba.
Quizás nunca le iba alcanzar la vida para pedirle perdón.
Necesitaba hacer nuevos cambios en todo, tenía que empezar con pequeños cambios que lograrán poco a poco devolverle su vida. Ya tenía una rutina pero debía comenzar a tener una nueva.
Avanzamos en la vida como un camino, en el camino hay más calles que tomar, decisiones que son como hilos que unen uno solo, nunca sabremos cual es el correcto pero con tomar un nuevo camino cambiamos hasta la vida completa.
Despejo su mirada de sus cosas al escuchar la puerta de su habitación ser abierta, era Hyunjin. Sonrió al verlo dejando de lado aquella camisa qué siguió doblando.
— Hola lindo —Saludo con una sonrisa—. ¿Qué es todo esto?
Inquirió una vez se acercó a Felix, el rubio sonrió al verlo cerca. Ver a Hyunjin siempre será algo lindo.
— Hola Hyunjinie, solamente haré nuevos cambios —Suspiro llenando sus pulmones de un aire nuevo y refrescante, algo que hace mucho no sentía.
Volvía con su familia y ahora sus sonrisas eran incontables, cuando antes forzaba hacer hasta dos sonrisas en su día, a veces no sonreía.
Suena simple y estúpido, ¿No? Eso era lo que Felix pensaba antes, ahora era diferente, fue diferente cuando recordó la pequeña magia de algo tan cliché como una sonrisa.
— ¿Vuelves a casa? —preguntó sorprendido, su misma expresión lo delataba, estaba más que sorprendido.
— El día que vi a mi mamá, lo sentí un poco diferente, hace mucho no la extrañaba —Agachó su mirada—. Así que decidí irme a casa.
Hyunjin quien estaba separado de él por una camilla, camino rápido para quedar frente a él. Ahí fue donde Felix se dio cuenta que el alto aún vestía con su uniforme.
Hyunjin se detuvo justo al frente del rubio.
— ¿Puedo darte un abrazo? —Inquirió, con sus ojos siendo un mar de estrellas con su sonrisa regalando un vista hermosa.
Felix solo asintió, posteriormente a eso solo sintió el cuerpo cálido de Hyunjin envolverlo en un abrazo, tan único, un abrazo tan único que logró sentir hasta el más mínimo movimiento de Hyunjin junto al suyo.
Hasta que sus respiraciones se complementaban y se volvían una armonía, se quedó parado un momento sin saber qué más hacer, correspondió el abrazo recostando su mejilla en el pecho de Hyunjin.
— Eres increíble y valiente, tomates una gran decisión —Su voz resonó de Hyunjin resonó cerca del oído de Felix—. Estoy tan orgulloso, gracias por ser tan valiente.
El rubio se hundió en los brazos de Hyunjin sintiendo el confort que tanto le costó encontrar en años, aquel sentimiento lo envolvía, después de tanto tiempo se sintió bien.
Se sentía bien.
— Gracias a ti por estos pequeños cambios.
[ Chat de Felix ]
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