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Plan Perfecto pt.2

Buen día, creo que abandoné el fic en el tiempo correcto, y volví en un tiempo todavía más sabio. La vida tiene la peculiaridad de ser constante e impredecible, la curiosidad nos empuja a abrir varias puertas y como ser humano siempre he deseado superar mis expectativas, mi alma lo desea así, y por ello he tenido un recorrido vivencial bastante mágico y emocional este último año.

Fueron unos meses bastante interesantes y emocionalmente agobiantes, aprendí un buen número de lecciones amorosas y amicales que deseo plasmar en este libro, ¿qué mejor manera que plasmarlos por medio de la escritura y el amor por esta maravillosa obra de animación?

Bienvenidos a este nuevo capítulo de una pareja que amo mucho y me ha enseñado a cómo imaginar más allá de lo establecido. Todo sentimiento que plasmo aquí viene desde el fondo de mi muy amada alma, y cuando amo algo, lo amo con todo mi ser.

Espero estén disfrutando del fandom. Por favor siéntanse cómodos y libres de expresar inquietudes, preguntas y recomendaciones. Disfruten de su día.

Mis más sinceras disculpas, ya que olvidé disculparme oficialmente por la gran demora en esta plataforma y prejuzgaba que nadie le tomaría mucha importancia. Ya me enteré que no es así.

Adjunto esta referencia oficial departe de Ian Jones-Quartey, creador de OK K.O.! El Profesor Venenoso saldrá solo un par de veces, el plot actual es Black Hat y sus emociones.

. . . . .

Black Hat había gastado una hora de su tiempo en una rutina que, antes de haber enfermado, tan solo le tomaba segundos. Sin necesidad de ducharse luego de aquel accidente, se había cambiado a un atuendo limpio y se tomaba largos ratos contemplando a la nada y girando en su propio sitio, pensando e intentando abandonar de su cabeza lo sucedido por su calentura.

De vez en cuando entraba a su baño y se empapaba el rostro con agua helada. Sin importar cuantas veces, sus pensamientos seguían, y su rostro se coloraba cuando ya pensaba que estaba libre.

Se desplazó a su escritorio de trabajo con esa desesperación y ese sentimiento que no lo dejaban entrar en su usual estado de amargura, decidió más bien enojarse de sí mismo por andar así.

Sus sentimientos acumulados le molestaban, hacían que sus manos tiemblen- pero claro, ODIABA esa debilidad que mostraba ahora. Claro que seguía siendo el mismo demonio de todos los días, y necesitaba evidenciarlo.

Con un gruñido azotó la puerta de su baño y con un tiro desaflojó por completo la manija y la sostuvo en sus manos, percatandose de que aún contaba con su fuerza sobrehumana.

-¡PÚDRETE!¡¡QUÉ MÁS DA!! - Gruñó disgustado entre sus puntiagudos colmillos, aventando con todas sus fuerzas la manija a uno de sus cuadros más dóciles, el de él acariciando a su caballo de fuego.

Aspiró agitado, cada vez más y más desesperadamente mientras caminaba en un circulo y sus pies se prendían en llamas pequeñas, se le venía a la mente la desesperación de estar enfermo por siempre o de tener semejantes fantasías hacia su subordinado. "¡¿Por qué?! ¡¿POR QUÉ?!" Se preguntaba ansiosamente en su cabeza.

El cuarto se llenaba de a pocos de humo a causa del fuego que plantaba en su caminar, hasta que se le ocurrió algo. Una solución rápida.

Sin pensarlo más caminó por su oscura habitación de manera cada vez más agitada y desesperada cuanto más cerca estaba de llegar a su escritorio. Su ventana del frente reflejaba como brillantina la candela que había dejado en su recorrido, y se notaba aún más con el cambio de clima que había ocasionado por su aura de maldad, el cielo era de cada vez más y más oscura, y su impaciencia cada vez más y más--.

-Debo-No, NECESITO encontrarlo. ¡¡¡PERO YA!!!. - vociferó con un hilo de saliva escapando de sus colmillos y el fuego en la habitación creciendo tres veces más alto. Con un gruñido y un pie encendido, empujó su escritorio al suelo, el sonido de este chocando estruendosamente al suelo se perdió por el trueno que escapó del cielo infausto hacia su ventana, destruyendo por completo el vitral.

El ensombrerado ahora jadeaba desesperado mirando al suelo sin siquiera percatarse o importarle lo ocurrido, solo le importaba una cosa.. bueno, dos.. pero nada más. Aquello era lo suficiente para desesperarlo y hacerlo concentrar su inmaculada y todo poderosa energía en ello.

Con todos sus papeles ya en el suelo se echó de rodillas a buscar eso que deseaba, sus manos le seguían temblando y todo el papeleo que tenía en su oficina volaba por el aire con tal vez un par de hojas encendiéndose por las chispas de fuego que salían de sus manos cual carbón.. u olla al cocinar.

Sus filosas garras descartaron cualquier papel que tapaba a su objetivo en bolas de fuego que sin querer creaba al arrugar papel con sus dos manos. Los ojos del demonio parecían botar humo al mirar la fina loseta carmín de su piso ahora repleto de chispeantes bolas de fuego y hojas consumiéndose lentamente, todo era iluminado color naranja y ocre y la habitación siendo ya oscura con el entrar del cielo presuntamente anochecido. Los ojos fruncidos del ensombrerado y sus labios mostraban enojo..a la vez de un muy sutil, aunque tal vez menos que sutil, miedo.

Por primera vez en mucho tiempo le invadía una frustración tan inmensa, tanto como el desorden frente suyo. Le exasperada que sus poderes ni le funcionaran en lo mínimo de su capacidad, siquiera para transportarse a la cima del monte más gélido del mundo y allí maldecir mientras dejaba al intenso frío apaciguar su fuego y de paso ahuyentar alpinistas de la zona.

Black Hat estaba irónicamente atrapado en la mansión, SU mansión. Hoy, resguardada por una- lo que sea que fuera Demencia- y un azul invento fallido que no paraba de chillar junto a ella. Por suerte de ellos BH estaba concentrado en dos cosas y no era en matarlos.

El demonio sólo podía recurrir a una persona inteligente--AH,claro, que no fuera su-..que no fuera ESE-

ESE maldito científico...

Alguien que fuera inteligente y lo suficientemente hábil, serio, con conocimientos en bioingeniería y botánica.

Uno de sus clientes preferidos y al que había ayudado anteriormente, adeudando un favor: el Profesor Venenoso.

Pero claro, todo ese lío en su habitación era tan solo para encontrar--

-¡¡¡DEMENCIA!!! - Gritó para arriba, un segundo trueno acompañandole afuera. Abrió sus filudas garras e intentó con ellas abrir un portal al inframundo en el suelo, sin éxito. Siendo esto la gota que lo colmó.-¡¿¿DÓNDE MIERDA ESTÁ MI LIBRETA??!POR LOSMILMALDITOSDEMONIOSDELKSKJRKLMALDITOINFRAMUNDOAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHH---

. . . . .


-¡DEMENCIA!, ¡SÁCATE!- Gimoteó Flug, quitándose de la mano ajena. Su compañera le había llevado hasta la cocina a empujones y jalones, el cabello verde de lagartija le cubría los ojos y no le dejaba ver nada.

-¡Ya eres libre, boooobo! - Le dijo con dulzura, soltando una risilla y descubriendo los ojos ajenos. -¡ TA- DA ! -Cantó agudamente y el científico solo alcanzó a emitir un jadeo de espanto.

-¡¿Qué?! ¡¡¿¿QU-QUÉ??! ¡¿KHE?! - Dijo el científico soltando sus brazos para los lados, sacudiendo sus manos.- ¡¡¿QUÉ ACASO PERDISTE LO POCO QUE TE QUEDABA DE CORDURA?!!

La cocina estaba llena, pero REPLETA de dibujos de Flug y Black Hat pegados con corazones de papel de todos los colores. Era tierno...claro, tierno si estas en un manicomio y deseas decorar tu cuarto blanco acolchonado. --"Tal vez debo meterla allí más días del mes" pensó Flug.

Luego las decoraciones en la lámpara de araña, llenas de colgantes de estrellas y corazones que chispeaban cual bola de disco. La habitación se iluminaba con mil luces encima de cada papelito y corazón en las paredes. Y por último la mesa: Rosa y llena de dulces de halloween, con el pastel que había preparado hace unos días pero ahora mordisqueado.

Demencia se meció en una silla mientras 505 traía unos sombreritos de cumpleaños, poniéndose uno él mismo, luego a Dem, y otro a Flug. -¿Te gustaaaaaaa~?. - Le preguntó la muchacha al perturbado joven en frente suyo.

Flug miraba para todos lados y- sí, no había lugar en donde no haya por lo menos una hoja de papel con los dibujos de la loca.

Estaba pensando en cuánto tiempo le tomó decorar, y las luces de disco no ayudaron a desviar la vista de todo alrededor. Otro día hubiese salido corriendo a traer a los bots a limpiar y a traer una manguera para encerrar a Demencia, pero ya sin BH monitoreando, era más solo una travesura que tenía solución.

-Aaahmmmm, m-me...yo eh, me encuentro-...- El científico, a punto de manifestar su incomodidad, miró a Demencia sostener una caja enorme de arco iris con su nombre encima.

Los ojos de Flug brillaron como estrellas, no pudo evitar tapar su boca en un chillido emocionado, no había recibido un regalo en literalmente años. Se sentó rápido al lado de ella y ya apunto de abrirlo, Demencia lo detuvo.

-AGUANTAAAAA.- Chilló ella, quitando la caja de al frente suyo justo cuando Flug se le avalanzó encima para cojerlo, haciendo que Flug caiga al suelo. - ¡ES PARA LA PIJAMADA!

El más débil de los dos se levantó de una y refunfuñó con las manos en puño encima de su cintura. -¡¿Era en serio eso?!

-Si uh, ¿duh? Soy malvada pero no mentirosa.. bueno, sí, pero.- Dijo entre una risa inocente, tambaleandose en su asiento y moviendo su cabeza de lado a lado. -¡No suelo cancelar fiestas nunca! Y somos amigos, ¡asi que sin excusas!

505 tomó la caja y con un guiñó entre él y Demencia, se lo llevó y silvó al salir, dejando a Flug con la curiosidad.

-Ah Dem, no sé.. -Le respondió tímidamente y jugueteando con los dedos.- Es que no tengo..--

-¡AAburrido! - Exclamó, sacando de quién sabe qué parte de su cabello un kigu de la talla del doctor. - Te compré está pijama de osito~.

-PERO QUÉ MA--¡¿¿ES EL MEJOR TRAJE DE LA VIDA??! -Flug susurró para sí mismo echándose las manos al pecho de ternura, pero lo dijo con suficientemente fuerza como para sacarle una risa a la amiga que había descubierto. Ninguno percatandose del estruendoso clima afuera.

. . . . .


-¡¡¡DÓNDE, LUCIFER!!! ¡¡¿DÓNDE?!! - Exclamó el jefe de la mansión entre llamas que le llegaban al cuello, pateando sus papeles y pisoteando lo que no le servía. Casi llegando a la fina línea entre demonio y niño haciendo rabieta.

En una de esas pisando algo más resistente.

La ansiedad se lo comía vivo pero en ese entonces, allí encontrando lo que deseaba, todo el fuego se desvaneció en un humo que flotó como una gran bomba invisible sin causar más daño.

Apresuradamente tomó el teléfono de escritorio que yacia en el suelo y con movimientos ansiosos abrió su libreta en la primera página, una tarjeta blanca entre otras de sus mejores villanos lo esperaban.

Suspiró aliviado y sosteniendo una de las tarjetas marcó el número del villano de piel morada.

-Si no contestas, te juro que quemaré tu- ¡¡AH!!, ¡¡VEN!! ¡¡mi más leal y fiel comprador!!. -Exclamó a su cliente, caminando por la habitación como si nada hubiese ocurrido ya.

El caballero hablándole se encontraba en la cama, greñudo y sobándose los ojos de sorpresa al escuchar la voz del villano, pero disimulando muy bien estar en la posición más profesional del mundo.

-¡Señor Black Hat! Pero si es un gusto escucharlo.. casi siendo las, oh, 1 de la tard--. -Dijo el profesor, siendo interrumpido casi de inmediato.

-Sí lo que sea, necesito que vengas a mi mansión de inmediato ¿necesitas transporte? ¿avión? ¿helicóptero? ¡trae a tu pequeña escoria si deseas! solo dime qué necesitas y empaca tus tonterías de ciencia Y VENTE YA.

Venenoso abrió sus ojos como dos platos al escuchar que lo querían en media hora. "¡¿CÓMO QUE-?!" Se dijo mentalmente. Era imposible decirle que no, pero debía hacer lo posible por hacerlo cambiar de idea.

-USted uhm, señor Black Hat. ¿Algún percance? ¿una pista para saber qué empacar, señor?- Le preguntó con calma, Black Hat por suerte no le respondió insistente, ya que era de suma importancia que el profesional le de un alcance.

-¡AH, NI LO MENCIONES! -Empezó, articulando todas sus palabras con gestos y desplazadas. -¡Una COCHINA planta! fue esa ESTÚPIDA rosa blanca- Y enviada por ese-- ese villano de pacotilla, Figura Sombría. ¡Estoy más que seguro que me ha envenenado ! La mandé a quemar pero pfft, desde que la tuve conmigo siento ehm--m-me desmayé y eehh, dormí por un día entero, soñé tonterías qué- y--yo.. .- Jadeó, avergonzado de sí mismo al recordar las "tonterías" que le había pasado, y lo patético que era encontrarse así.

Solo un segundo pasó para que el profesor le contestara. -¿Figura Sombría? Ya veo. - Respondió el otro doctor con calma, sentándose en la colcha y jugueteando la punta de sus pies contra sus pantuflas. Sabía lo que pasaba pero deseaba que el villano oscuro prosiguiera.

-¡¡SÍ!! ¡¡DEMONIOS, SOLO DIME CUÁNTOS MALDITOS PASAJES DE AVIÓN NECESITAS!! 

-No hará falta. - Contestó casi de inmediato.- Conozco a Figura Sombría, le diré que vaya a su mansión, ¿le parece?

-...¡¿Pues que venga de inmediato?!. - Replicó amargo, pero con mucho alivio encima.

-Acabo de mandarle un mensaje, señor, está en camino y ¿cómo se encuentra su científico, el doctor Flug? - El profesor se levantó, poniéndose sus zapatos y esperando a una respuesta hasta notar que el demonio le había colgado ya hace unos segundos.

-¡¡MALDITA SEA!! - Black Hat empezó a dar vueltas en su habitación de nuevo, dándose golpes en la parte inferior de su sombrero para su frente. -¡¡YA DEJA DE PENSAR EN FLUG, ANIMAL!!, ¡NO ERES TÚ! ¡¡NO TIENES CORAZÓN!! -dijo llevando sus garras a su enrojecido rostro y soltando un fuerte estornudo. - ¡¿Y ESTA ESTÚPIDA ALERGIA, CUÁNDO PIENSA LARGARSE?!

Se acordaba de esos pensamientos obscenos que tuvo hacia su subordinado, y esos suaves sentimientos, esa sensación de calidez en su pecho y el fuerte palpitar que notaba más fuerte cada vez que pensaba en el doctor.

-Debo estar volviéndome loco de remate.. nh, necesito una cura, necesito... tal vez, ¡ALCOHOL! -Exclamó como si de la lotería se tratase, retirándose de su habitación a pasos apresurados y con desesperación en sus movimientos y respiración, pegando un portaso lo suficientemente fuerte para ser escuchado por todo rincón de la mansión.

-¡¡¡VOY A LA COCINA!!! -Literalmente, advirtió con un grito. Sus zapatos finos sonaban más fuerte que de costumbre en el mármol del suelo. -¡¡¡SI VEO A ALGUIEN ALLÍ, JURO QUE LOS MA---!!!

-¡AMOOOOOOORRRRR! - Gritó Demencia al salir de la cocina como entrando a presentar en frente de una audiencia. Dirigiéndose al extintor estratégicamente ubicado al lado de la puerta de entrada a la cocina.

-UY, ¡¿a qué no sabes?! -Dijo, dándole un giñó a su jefe.

-SI TE ME ACERCAS JURO POR TODO QUE TE VOY A---.

-¡¡¡QUE ESTAS QUE ARDES!!! -Chilló, prendiendo el extintor no solo en frente del rostro del jerarca sino también cerrando la entrada a la cocina. Tirando para adentro el artefacto para luego huir por la ventana de la habitación más cercana.

Black Hat se quitó de encima la espuma de los ojos con un tremendo desinterés. Típico de las maldades y su tratar de la lagartija. Hasta decidió quedarse con la espuma encima sin notar que le dibujaba barba, bigote, peluca y traje.

Le faltó unos segundos para llegar a la cocina para AL FÍN servirse algo. Abrió la puerta-


Y fue...

golpeado por una 


sartén en la cara.

Ahora con la cualidad de quedarse inconsciente.

505 movió su colita de manera triunfante y le dedicó una sonrisa al científico, sin ser correspondida.

Flug estaba al frente de su oso con los brazos cruzados, con la espuma volando por la gravedad de su jefe cayendo lentamente al suelo hasta caer de cara. El menor subió su mirada a su cría  sin levantar la cara y con una pose de padre soberbio. -No sabes lo orgulloso que estoy de ti, pero es la última vez que te permito hacer eso, 505.

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