Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Palabra con A pt.1

✨ facebook.com/AlyFerral/

Una parte de este precioso arte sale en este capítulo 

. . . . .

—¡¡NONONONONononononono!!— Black Hat de inmediato se incorporó con apuro y descuido, sus garras, ahora afiladas, se agitaban en el aire en negación mientras retrocedía, a lo que su robot imitó en pasos para evitar chocar.—¡¡ESO ES--ES-ESTO NO--..!!

Su doctor giró la cabeza incrédulo y con ese nuevo aire a "me irritas mucho, pero también me gustas mucho" que traía como medalla; sus cejas levantadas y párpados hasta la mitad de sus googles llevaban paciencia y ternura adentro, y solo le quitaron de vista en el segundo que otorgó su guante y libro a Cam-bot.

Sus blancas pupilas lo observaban con tanto cariño, era más de lo que podía soportar su gélido corazón. —¡TÚ-.. HICISTE ESTO!— tragó duro e inconscientemente se empezó a desaflojar la corbata en nervios para dejar de verlo a los ojos. Flug se aguantó una risa mientras apretaba los ojos en estupefacción, abriéndolos al segundo.

—PFFT Qu- ¿qué hice, jefecito?..

—ME--D-DE SEGURO...—empezó, sus ojos viajaron rápido por el piso, buscando respuesta y no encontrando excusa que no fuese lo obvio, finalmente alzando la mirada para agitarle un dedo acusatorio a Flug.— ¡DE SEGURO ME ENVENENASTE! O ME INYECTASTE ALGO, O-- O TAL VEZ.. —, sus pasos seguían en retroceso a los pasos del genio maligno, el humo de la taza que sostenía suave se mezclaba con el humo que emanaba el avergonzado demonio.

A su subordinado, tras verlo así, le despertaba más dulzura que nada. Su jefe tenía esa presencia maligna y enfuriada de siempre, con el entrecejo tan puntiagudo como sus colmillos de daga, más llevaba consigo el rubor que ahora imposibilitaba tomarlo en serio. Por lo que el doctor que lo observaba no pudo evitar dejar escapar una pequeña risa antes de responder.

—¿O tal veeeez te gustaría ver las cámaras de seguridad ubicadas en TOOooda la mansión?—acarició el borde de su taza de forma provocativa, sus pasos aún siguiendo a los de su contrario.—¿o te gustaría una copia de la cinta para verla con mayor detenimiento? ¡oh! oye Cam-bot--

—¡¿NO?! ¡¡VI SUFICIENTE!!—vociferó, recibiendo respuesta de inmediato.

¿De veras? Qué bien...—abrazó su taza, su voz era considerablemente dulce y calmada, sus pies seguían el apresurado retroceso de su jefe de manera automática. Black Hat no podía pensar en nada más que en alejarse y agachar la vista a los zapatos ajenos, o hacer algo, cualquier cosa que no sea la estúpida idea involuntaria de usar su boca para silenciar el descaradamente confiado parloteo. —...Porque yo también creo que vi suficiente.

—Flug... —tragó saliva, sintiendo como su respiración se calmaba con cada paso que daba, como si posar sus viles ojos en los sneakers rojos lo apaciguaran. —...es---CAM-¡¡CAMBOT!! —exclamó apenas sintió su sombrero y espalda chocar con su robot, volteando bruscamente.

—¡¡AY PERO BUENO, YA VETE!!— Flug se dirigió con agravio al bot, dió su taza de vuelta y sin cuidado abrió la puerta con la que habían chocado para empujar a su creación dentro, evidenciando al montón de Hatbots que llevaban apostando su tercera partida.—¡Ahora SÍ! entooonces.. ¿me decías, jefecito?

—Espera... espera solo un segundo.

El doctor pestañeó tímido, encogiéndose de hombros. Solo bastó con mirar cómo su jefe apretaba la mandíbula y ojos en ira a la puerta para saber lo que planeaba, por lo que de inmediato se quitó a fin de que este la abriera de un manazo, y lo hizo.

¡¡¡AHORA MISMO ME EXPLICAN QUÉ ES TODO ESTO!!!Bien, al parecer su jefe no se iba a poner cariñoso hasta descartar todo recurso para enojarse.

Flug tragó saliva, puesto que no sabía qué le esperaba a los bots, en especial —¡¡TÚ!!.— al que se encontraba detrás del enorme pizarrón de apuestas vergonzosas, con un manojo grande de cartas y hatcoins en ambos costados. —¡¿QUÉ SIGNIFICA ESTA TONTERÍA?!

Ahora el doctor suspiró y se cruzó de brazos, apoyando su espalda en la esquina de la puerta y un pie que daba pisadas impacientes en su sitio. Mientras su jefe, ya encendido en 3 metros de fuego, gritaba lo de siempre cuando sanciona a terceros por su propio despiste. —¡¡¿ACASO CREÍAN QUE NO ME IBA A DAR CUENTA?!! ¡¡¿¿ME TOMAN POR UN T O N T O ??!!!

A pesar de que los temblorosos bots se abrazaban mutuamente, apenas escucharon la última oración no pensaron dos veces en abandonar al líder de apuestas y resguardarse bajo la pizarra. Cam-Bot se avalanzó encima y armó de valor para proteger al desprotegido, enredándolo entre sus enormes brazos igual de tembloroso y encogido que el otro. —BIEN, ¡¡¡PUES YA VAN A VER CÓMO VOY A--!!!

—¡AA- A MANDARLOS AL RESORT!— el doctor interrumpió sus palabras y su campo de vista, abriendo sus brazos para proteger a sus creaciones.

Black Hat se quedó con la quijada abierta, filosas garras lo apuntaban, más su fuego se hizo un metro menor. Y su vista asesina se suavizó solo con ver a Flug. —¡¿Pero quÉ DIABLOS?!

—¡¡Sí, sí, ya se!! es que.. —el doctor aspiró, jugando sin miedo con los dedos. —Me parece que ya sería bueno que el resort no sea solo para las víctimas ¿no crée? es decir —ya para esto, las llamas de su jefe desaparecieron, dejando solo un gruñido largo y ojos curiosos mirándolo. —, es que yo tenía hace tiempo la idea de hacer que el resort sea exclusivo para los bots que causan estorbo-¡oh! ¡incluso estaba pensando en hacer una cámara de masajes con una máquina de presión hidráulica gigante!

Iba a seguir, pero ya su jefe traía encima la misma sonrisa de emoción que vio al descubrir sus discos, y habló con la misma pasión malévola. —¡Una máquina de presión hidráulica!— rió para dicha de su científico, y desdicha de los bots que intercambiaban miradas asustadas de jefe a otro jefe—¡¡ME ENCANTA!! ¡y podríamos llenar la piscina de ácido también!

—¡OH, OH! ¡Y hacer un video promocional!

—¡¡Y ABRIR LAS PUERTAS A TODAS--!!

"¡¿--AQUELLAS ESCORIAS QUE CAUSEN ESTORBO?!" dijeron en unísono, para nueva sorpresa de Black Hat. Flug no pudo evitar desviar la vista en ternura y emoción, riendo dulce y encogiendo su vista al suelo.

Y del mayor, como si hubiese oído todas las cosas lindas que había dicho Flug de él en su mente, regresó su bochorno y desaflojó su corbata en lo que miraba para cualquier otra dirección que no fuese su subordinado.

Carraspeó antes de hablar y sin más empezó a caminar a la salida. —Yo solo ESPERO que luego no causen más conflictos.— los bots dejaron de temblar solo al sentir la última pisada de su jefe partir de la habitación, dejando a Flug con la mitad del cuerpo afuera, susurrando "Ya hablamos de su castigo luego, perdóoon..." cerrando con delicadeza.



—¡¡OOSOOO, DESPIERTA!!—chilló Demencia, samaquando al azulado de su sueño angelical. Ya llevaba su traje de siempre, y el osezno su habitual somnolencia. Esta vez estaba en uno de los lugares donde dormía cuando no llegaba su papá para arroparlo: en un rincón de la oficina de su otro papi. —¡¡Tenemos que preparar el desayuno más bonito de todos los tiempos!!

505 acarició sus amplios ojos, mojando sus labios con su lengua. —¿Rorr? —le preguntó en bostezo.

—¡SON MÁS DE LAS 9 DE LA MAÑANA! —alzó sus brazos, cargando después el brazo del animal para tratar de arrastrarlo con toda su fuerza.

—YA-PA-RA-TE-DE-U-NAAA-¡VEZ! —, cayó al suelo en su última palabra, levantándose por fuerza de los brazos del cachorro, sonriendo y sacudiendose. —¡BIEN, VAMONOS!

505 asintió contento, cargó a la muchacha para que esta estuviese sobre su cabeza y caminó. —Tengo una receta que vi en internet, es un pastel hecho con waffles, cereal ¡y muuuUUcha crema por todos lados!!—preguntó con delicadeza y emoción, sus dedos entrelazados entre la barbilla del oso, este asintiendo con la lengua afuera y una sonrisa igual de grande que la suya.

—¿Sabes algo del ñoño y su novio el guapo?— entraron a la cocina y 505 le negó con la cabeza, emitiendo un gruñido dulce. Demencia le siguió suspirando con anhelo y disgusto, su mejilla sobre el pompón de cabello sobre su cabeza azulada. —Sisi, yo también quiero que estén juntitos ya.

Bajó del oso y empezó su tarareo, buscando en la nevera de forma insistente. Más solo encontró muchos envases de leche expirada, la torta que no había terminado de comer y varios dulces. —Eeehm, bueno, tenemos que ir a robar la tienda de nuevo.




La oscuridad del laboratorio era aún considerable, y Black Hat solo tenía como propósito salir del umbral, a la luz del pasillo, y luego ya vería qué rayos hacer para ignorar las mil cosas que habían pasado.

—Black Hat... —pero su subordinado se la hizo difícil. Lo siguió y osadamente tomó su brazo, haciéndolo voltear con un gruñido pequeño. Aún muy apenado y terco. —¡NI LO MENCIONES!

—¡Pero es que--!

—¡¡AY PERO YA SATANÁS!! —sus brazos se alzaron para desprender el agarre, estrujando los ojos tan fuerte como sus garras en puño. — ¡¡¡DILO TODO Y CÁLLATE DE UNA VEZ!!!

—¡¡ESTÁ BIEN, ESTÁ BIEN!! — Flug le respondió en un grito igual de alto y fastidiado, cubriéndose el rostro en pena. Black Hat le regresó la mirada sorprendido por el tono. —Yo..y-hm yo..es que. —aspiró hondo.—Ví-v-ví en unas cintas...queHizoCositasCochinasPensandoEnMí.

Ya para cuando Flug abrió los ojos, el de sombrero se encontraba encendido en fuego y a un segundo de abrir la estación de los bots —¡NONONONONO ESPÉRESE PORFIS! —dijo el secuaz, haciendo que su jefe rompa la perilla y la desintegre con un estruje.

—¿¡¿¡¡YA QUÉ MÁS QUIERES, FLUG, ENTERRARME DE LA VERGÜENZA!!?!? —volteó enfuriado, sus llamas volando por todo punto cardinal.


—...

—¡¿?!


A Flug no le atemorizaba la intensidad de sus llamas, o su endemoniado tono de voz, o sus garras tan cerca suyo. Solo se concentró en su mirada, y en la quemadura de una chispa de candela que había posado, sin querer, en su mano.

De inmediato Black Hat refunfuñó, desviando la vista a la puerta, y de vuelta a Flug. Acercándose a pasos lentos hasta bajar por completo sus llamas. —¿No habrás programado a tus bots para calumniarme, verdad?—se paró a un paso del contrario, su vista al suelo y brazos cruzados por detrás.

—No, claro que no jefecito. —el científico trató de no reír de nuevo, bajando la vista para acariciar su propia quemadura. Cerró sus ojos en un suspiro aliviado, y los abrió de golpe al sentir la mano del ser más vil de todos sostenerlo con delicadeza.

Creyó que estaba alucinando, por lo que parpadeó varias veces para evidenciar la interacción, se llevó su mano contraria al pecho antes de desplazar la vista a los ojos del más alto.

Este, por supuesto, no lo estaba viendo de frente, llevaba la mirada a un lado con su habitual mueca de disgusto, aunque no le sumara ningún punto en maldad, pues, llevaba consigo un rubor que cubría toda la zona inferior a sus ojos, pronto cerrados en concentración.

El corazón de Flug saltaba descontrolado, no sabía qué hacer, y muy poco lo ayudó que su jefe acaricie su mano con ambas suyas.

—Lo siento. —murmuró este, desprendiéndose del agarre al momento que escuchó al otro jadear conmocionado. Su sombrero ahora cubría casi por completo sus ojos fruncidos, y la mueca de fastidio en sus labios desprendía un aire de ternura.

Cruzó sus brazos por la espalda, terminando de desviar su mirada hacia la izquierda. —Ahora ah, te toca decir o hacer algo igual de vergonzoso para compensar esto.

"Ah...qué facil."

Los ojos del doctor se ensancharon, no pensó en la insensatez de su respuesta y solo habló.—Tam-tammbién yo... —, su voz se hizo un frágil hilo conforme avanzaba, sus ojos se posaron en sus ansiosas manos, jalando tímido el guante que seguía en una. —Ehm, m-me.. hice ese tipo de cositas también pensandoenus-ted... —tragó fuerte, guardando nervioso el guante en un bolsillo interno.

—¿DISCULPA?

Black Hat abrió los ojos de golpe, dirigiéndose con una ceja levantada a su subordinado. Flug ahora era el que no podía verlo, y todos los colores se le fueron al rostro antes de balbucear. —SÍii y--¡y! y-yo.. le apuesto q-que....lo habré hecho unaass aaah, calculandolo sin exactitud.. ¿cieeentas de veces?......—su voz se hizo pequeñísima, abriendo uno de sus ojos, pues, tenía que ver por sí mismo como su jefe reía con el rostro todo enrojecido.

"Ya te tengo." Sí. Y aunque Black Hat llevaba una mano cubriendo parte de su malvado rostro, podía ver claro como este sonreía bobamente, negando ligero y los ojos bien cerrados, tan dulce, que hizo al científico sentir que había bebido un sorbo gigantesco de felicidad y confianza.

—Pueeesss... —Flug respingó, relajando sus hombros. Era una locura, ¡pero tenía que probar de esa oportunidad que le estaba dando su jefe: de ser inapropiadamente atrevido!.— ¿Es que cómo pensar en otro que no sea mi jefecito chulo..?

La sonrisa de Black Hat se volvió una línea en nervios, sus ojos se abrieron para dejar ver un punto de pupila en su ojo bueno, tragando lento.


—...Si él es tan atractivo...



—Es-espera, Flug, ¡FLUG! —empezaron desde cero, esta vez solo retrocediendo un poco antes de chocar con la puerta. —¡¡ESTO ES, es- no se puede...!! su vista ahora estaba fija en su secuaz malvado, tratando de convencerse a sí mismo de lo contrario a lo obvio.

Uy, ¿ah que no? —el menor se llevó un dedo a la punta central de su bolsa, incitando. —¿Está prohibido? Porque tengo entendido que los villanos no siguen reglas.

—¡¡PERO---!! —Las palabras del ente fueron cortadas por el tacto del contrario en su pecho.

"DEMONIOS." Si antes no estaba lo suficientemente ruborizado, ahora lo estaba.

Pestañeó, mirando la palma humana tocar por completo la región de su corazón, sobre su latente camisa carmesí. —Ay no.. Black Hat musitó jadeante, la pequeña risa del doctor se hizo notar, y en vez de tratar de empujar sus manos contra las suyas, lo sostuvo.

Y aquello solo hizo que las atrevidas manos del doctor dejen su posición inicial y empiecen a deslizarse lento por la esquina de su corbata, hasta chocar con la parte superior del chaleco gris.

Flug esto, esto va-... musitó rápido va en contra de la-- la re--... la respiración del demonio iba con su susurro, grave y débil como nunca antes. Sentía que se iba a derretir entre su tacto, ¿cómo era eso posible?, ¿por qué lo hacía sentir así?.

—¿La regla 10v3, esa que yo escribí y que ahora no sirve, hmm?

—¿AaaAH? —Flug le rió suave a su torpe contestación, abriendo todavía más interrogantes en su mente.

Sshh, ya luego le cuento, señor. empezó a torturar a su jefe esta vez, recordándole la debilidad que le causaba el sentirlo juguetear con un dedo sobre su pecho, dibujando suaves círculos que lo enloquecían en recuerdos.

Con una suave exhalación de rendición, dejó sus propias manos posar tímidamente contra las caderas del menor, invitándolo a que se acerque aún más.

Flug suspiró con cariño al juntarse, aprovechó el momento para rodear su mano libre entre la espalda ajena, apoyando su cabeza contra el hombro del ser más malévolo del mundo... quien no hizo más que disfrutar de sus caricias y el semi abrazo que estaban compartiendo.

Su respiración mezclándose tan bien con los ronroneos que emitía indeliberado.

¿Qué se siente romper una de sus reglas, jefecito?se atrevió a susurrar.

En ningún momento te he dicho que la rompí. refunfuñó de forma rápida y automática, y para su mala fortuna, este le respondió igual de veloz.

¿Y le tienta?.

Black Hat gruñó sobre su cabeza, mordiendo su labio inferior. No le ayudaba que estuviesen tan cerca, o que sus malvadas manos no se dignaran a despegarse de la cadera de su lacayo.

Lentamente, un fino dedo empezó a trazar de arriba a abajo sobre su corbata, de manera tan suave y pícara como su tono de voz.

Digo, ya es bastante emocionante romper una regla tan importante — Yy sí, sí que lo tentaba—, más será estar así... a escondidas.

Le emocionaba tanto su sagacidad, y su travesuriento ser.

Mientras otros villanos no disfrutarán de esto, pues, se abstendrán de sentirse así de bien para no desobedecerlo.

Y su maldad, lo seducía descaradamente.

Hmm... es una lástima, y una tortura tan malvada, el no actuar ante lo que siente tan agradable sobre su pecho, ¿no le parece, mi lord?.

Flug le demostraba una vez más su lado osado, era desesperante, y lo peor era...

que así mismo le gustaba.

Y mucho.



Demencia sacó unas cuantas bolsas de basura negra de la cocina y con agilidad las metió en sus bolsillos, trepando después a la espalda de su secuaz animal.

Su rutina para ir de 'compras' era bien simple; 505 le daba su paseo matutino con correa y soga a la lagartija, y luego se hacía el inocente cuando la alarma de la tienda sonaba y los guardias hacían preguntas, pues no podían detectar de dónde o quién había salido de allí con lo robado. Demencia siempre guardaba todo muy bien bajo su gigantesca cabellera, y solo caminaba en cuatro patas por el lugar.

Y así, con lo suficiente para la comida de la semana, regresaron a la mansión sin problemas ni distracciones. Las calles estaban revueltas de villanos y caos, nada común pero tampoco algo que los hiciera parar su camino y admirar la turbación, o siquiera preguntar por aquella.

Sin embargo, la inquietud empezó luego de que terminaran de preparar y comer el festín de desayuno que habían organizado, y darse al fin cuenta del silencio sepulcral de la mañana. Fue cuando Demencia empezó a emocionarse con lo que su mente ideaba, ¿qué hubiese podido suceder con los dos tórtolos que ni se habían dignado a bajar un lunes por la mañana?.

—¡¡¡QUINIENTOSCINCO!!! — zarandeó al oso en su asiento al lado de ella, la tierna bestia ahora la miraba con enormes ojos aturdidos.—¿¿SABES QUÉ SIGNIFICA ESTO??

—¿Arrowwrrr?— preguntó intranquilo, recibiendo un giro de ojos.

—¡AISH, claro! Si tu eres muy chiquito como para entender... —ella se paró y empezó a caminar a un punto aleatorio de la cocina, sobando sus manos en preparación para su monólogo de triunfo. —¡¡Todo salió tal cuál lo he planeado!! La película, los bots, ¡la música!, ¡¡LAS MANTITAS QUE LOS ENVOLVIERON DE CARIÑITOS!! —giró su cuerpo hacia el oso, ensanchando sus ojos.

—¿¡NO TE DAS CUENTA!? ¡¡TENEMOS QUE IR A VER-- digo ahmm, a felicitarlos por su noviazgo!!

—¡¿¡ROWW!?!



No sabes cómo detesto que seas un genio malvado ahora mismo. a eso Flug suspiró como respuesta, escabullendo con provocativa lentitud sus dedos por detrás de la corbata. Podía sentir su piel cálida al rozar con la delgada tela de su camisa, y casi, solo casi, su cruel mente diabólica lo hizo curiosear en la idea de tocar al otro de una forma similar.

Yo también lo quiero mucho, señor.



—¡AH NO! ¡¡ESO QUE NO!! — bajó la vista, intercambiando miradas a sus dos pupilas blancas, que resplandecían en la oscuridad tan, curiosos y dulces, descifrando su malévolo ser como nadie en su sucia vida. —Yo no te-..t-te..te--...

¿Por qué razón solo salían balbuceos de su boca?, ¿y por qué sentía sus manos sudar, o sus piernas temblar?.

—¿Té..? —rió con dulzura, con su cochina dulzura.¿Tesito? con suave fastidio, Black Hat le quitó ambas manos de encima y se atrevió a gruñir, nuevamente desviando la vista. Ahora quiso dejar de sostenerlo, sin éxito, pues sus manos irremediablemente se pegaron a las suyas. —No, señor, prefiero el cafesito...

Flug reía tan dulce como descaradamente, y Black Hat le replicaba un gruñido tan suave como su risa. Ah, pero no paró allí, no, su doctor deseaba más.

Sus dedos caminaron por su corbata al hablar, y fue allí en donde Black Hat ya no pudo más. Entrecerró sus ojos con una ceja alzada y un atontado fruncimiento de labios, dirigiendo su avergonzada mirada hacia las manos del muchacho.

¿Sería esa maldita sensación sobre su pecho, o el hilo de baba bajando por su labio inferior?, ¿los revoloteos, el temblor en sus piernas, la gota de sudor bajo su cuello, la calidez en su rostro?.

—....bien amargo, fueeeerte, yy.... y su dedó juguetón llegó hasta el nudo en su corbata, lentamente halándolo hacia sí. Atónico, visualizó como ambos rostros estaban a pocos centímetros de distancia. —....muuuuuuy caliente....

¿Sería, pues, aquello síntoma de que sucumbiría en ese estúpido, incontrolable, y muy imprudente deseo de--


¡¡¡PERO YA ES SUFICIENTE!!!

El menor retrocedió un paso con un minúsculo gemido, estrujó sus párpados, y lo siguiente sucedió tan rápido que ni notó lo que había pasado, solo abrió sus ojos de golpe al oír un objeto duro caer. Black Hat, en un instante, había quitado su bolsa y lentes de encima y tirado al suelo.

¿Que rayos estaba haciendo? No podía--.. solo quería mirarlo a los ojos para llamarle la atención MÁS fuertemente y hacerlo ver la seriedad del problema, ¿verdad? ¡¿VERDAD?! MALDICIÓN.

Flug llevaba sus tímidas manos en el pecho, sus hombros ya no estaban encogidos y no había ni una pizca de miedo en su mirada, solo curiosidad, expectativa, y cariño puro. El comportamiento de su doctor era y seguía siendo inconcebible, pero entonces, ¿por qué ya no quería empujarlo o castigarlo?.

Lo observaba con los mismos ojos que lo miraron la primera vez que se quitó la bolsa, los gruñidos que escapaban de sus malevolos colmillos se convertían en suaves ronroneos, pues sus labios se cerraban en concentración.

Fascinado, las pupilas del doctor se agrandaron solo un poco, y resplandecían para dicha del demonio, haciéndolo bajar una ceja en curiosidad. El ente no pudo aguantar su deseo de más, alzó sus manos y sin aviso las posó en sus mejillas de molúsculo.

Flug pestañeo sorprendido, entibiando las frías manos con su respiración. Se veía y se sentía tan frágil que pensó que se desmayaría en los brazos de su jefe. Ninguno deseaba despegar la mirada del otro y, más bien, Black Hat descendió su mano izquierda sobre el suave rostro, hasta tener uno de sus tiernos tentáculos en la palma de su mano. Trataba con todas sus fuerzas poner una mueca de fastidio, algo que evidenciara cualquier cosa menos el gusto que sentía hacia su doctor, y sin poder, más bien.. Tomó al muchacho por su espalda y acercó su cuerpo con el suyo lo suficiente.

Sus dedos estrujaron con suavidad los pequeños tentáculos que sostenía con su mano contraria, acariciandolo dulcemente. Los ojos curiosos de la adorable criatura en frente suyo se suavizaban en una nube de delicioso afecto, hasta cerrarse por completo. Su cabeza se inclinó para que su demonio siguiese, y sobó con ladeos ligeros.

Estaba tan cerca a besarlo.

Tan cerca.

Ambos lo deseaban mucho, y eso a Black Hat lo llenaba de temor a lo que podría suceder.

Y Flug, sin poderse explicar el por qué lo sabía, simplemente lo sabía. Más era incrédulo en qué otros sentimientos se habían despertado en su jefe. Siguió con los ojos cerrados, sin notar la hermosa sonrisa que ahora le dedicaba este, o siquiera que aquel ser temible ahora cerraba sus ojos con delicadeza divina, estando tan cerca de pasar sus labios por sus tentáculos, deseando descubrir lo que hubiese por debajo de estos y llegar hasta la boca del menor, y entonces...

—Black Hat, está bien.—musitó como si fuese un secreto, y fue como si hubiese despertado al demonio de un sueño. El ente se enderezó con torpeza, recordando todo lo que podría pasar, su reputación, y--

"¡¡MIERDA!! ¡SI SERÉ IDIOTA!" ¡La profecía que había dicho su cliente! ¿¡que pasaría entonces si no era-- eso verdadero, y solo un beso sin sentimiento real!?. No, espera, ¿¿a quién demonios le echaría la culpa si fuese así?? ¿y si Flug solo deseaba acostarse con él y nada más, igual que muchos otros individuos? ¿¿solo hacerlo y ya, como un asqueroso animal sin emoción alguna?? ¿lo querría hace--? No, ¡ESO NO ERA IMPORTANTE! ¿¡CÓMO RAYOS SABRÍA QUÉ MIERDA ES LO QUE SENTÍA SI SEGUÍA NEGANDO ESO QUE SENTÍA!?.

De lo que fue un susurro, su tono de voz se hizo cada vez más alto —¿Es..tá..bien..? ¡¿está bien?! — enojándose progresivamente, quitó ambas manos de encima de su lacayo y las alzó indignado. —¡¿Cómo puedes decIR QUE ESTÁ--?!

—Ya sé, ya sé, aish. —solo entonces Flug abrió sus ojos, su mirada era desafiante y cansada, pero aún así lo tomó de la mano con cariño, dejando su quijada abierta.

—Señor, escúcheme. Usted de verdad me gusta muchísimo. —aspiró suave —Y me demoraría mucho en mencionarle todas las cosas que me gustan de usted, quererlo no es algo que yo esté haciendo por beneficio propio, o por desear algo de usted. Sé que está con dudas, pero para mi es claro. —y aspiró una vez más, esta vez más hondo.

—Porque... —le acarició la mano y el demonio atendió este con la mirada, devolviendo rápido su vista fija y nerviosa hacia el doctor.— ...se que salen más que solo risas malévolas detrás de esos dientes tan temibles, y me gustaría también volver a escuchar su forma de emocionarse y de hablar de lo que le gusta.. así como cuando habló de mi hace un ratito.

Su voz era calmada y suave. Y Black Hat no deseaba que fuese de otra forma, por lo que tragó duro e hizo lo posible por imitar su volumen.

—Flug, pero no-- es que nadie se puede enterar.

—¡NOOoo! No, nonononono —lo soltó y sacudió sus manos, riendo nervioso. —, ¡ni que estuviera loco! arruinaría mi reputación, ¡y mi curriculum!

—¡¡¡¡PFFFTT!!!! — BH emitió un escandaloso sonido previo a su risa, también escandalosa. —¿¡TU CURRICULUM, DOCTOR!?

—¡OIGA! — cruzó sus brazos, observando su contraparte sostener su peso en sus piernas al reír, se había doblado sobre su estómago y ahora le daba una palmada a su rodilla.

Flug giró sus ojos y rió suave, abochornado pero enternecido ante la bestia, se agachó, devolvió su bolsa y lentes a su rostro. Black Hat siguió sus movimientos con la mirada, riendo solo un poco más pausado.

—Pero de veritas, que mis colegas me mirarían raro si supieran que estoy con usted...—sus manos viajaron hasta encontrarse y jugar entre ellas, solo entonces Black Hat empezó a calmarse.

—¡AH bueno, pues igual no te vas a tener que preocupar por eso!

Se enderezó rápido y con una enorme sonrisa acomodó su sombrero, ya como siempre, profesional y de buen ehm.. de un malvado humor. —No hay cita.

—Ajá, y Demencia sabe comer con cubiertos.

"¡¿PERO QUÉ DEMONIOS?!" —FLUG... ¡¡NI UNA SOLA PALABRA MÁS!! QUE LA PRÓXIMA VOY A-- T- TE VOY A-- ¡¡VOY A LLEVARTE A--!!

Flug giró los ojos, suspirando y cruzándose de brazos.

¿A quién quería engañar su jefe?, lo había conocido bien esos días. Sabía que lo quería, sabía que lo deseaba, solo faltaba darle un empujón y una bofetada, tal vez, para hacerlo entender que estar juntos no era un riesgo y, más bien, algo bueno y agradable para los dos. Y tal como conocía a su jefe, sabía que este se iba a poner idiota, terco, confundido, contradictorio y berrinchudo por un buen rato hasta calzar una tuerca con la otra.

—Sí sí, lo esperaré listo aquí a las seis y de allí le digo a donde quiero que me lleve. —hizo un ademán con sus manos al murmurar, acariciando las puntas de su bolsa con un dedo.

—..¿Q-QUÉ?

—Que me toca la puerta a las seis, jefecito. —sin más, giró su talón y se dirigió a su habitación, dejando al demonio con la quijada al suelo y una ceja bien levantada, mirando a la nada.

El umbral de la puerta le daba justo en frente, luminosa ante la oscuridad que rodeaba todo el lugar. Ajustó su vista en parpadeos y desde allí captó la silueta de su subordinada bicolor y el experimento azul, quienes llevaban rato mirando la escena con ojos enormes y asquerosas sonrisas.

—....¡¿PERO QUÉ?! ¿¿QUÉ??

Demencia solo tuvo suerte de emitir: —¿YA COGIE--?. — antes de resguardarse a sí misma y al oso con su cabellera. Fue allí cuando Flug intervino de nuevo y atrapó al demonio antes de que este se aventara en ataque, de forma literal. —¡¡BLACK HAT!! ¡¡E-ELLa adivinó que nos gustamos sin que yo le dijera se lo juro!! y--y 505 lleva rato dibujandonos en parejita, ya usted sabía de eso, no les haga nada porfis, señor...

Sus garras se habían retraído, su mirada era cruel, furiosa y asesina, botaba baba por la boca y fuego en ambas manos, y aún así, Flug no hacía más que hablarle con ternura y leve timidez. Susurrando para tocar en su corazón. —...¿porfis, jefecito chulo adorado de mi vida y de mi a--

¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAHHHHHHSILEENCIO!!!!

Se lo quitó de los brazos con un empujón suave y allí empezó su ritual de (rabieta inmadura) no saber qué diablos hacer con sus emociones; prenderse en fuego, ocultar sus ojos bajo sus manos y dirigirse corriendo a su habitación —¡¡¡¡NOQUIEROQUENADIESEMEACERQUE O LOS ASESINO!!!! —llegó a su puerta y pegó un estruendo cerrándola.

—BUENO pero TÚ sí estás para asesinarte — rezongó Flug, evidenciando todo su fastidio con su lenguaje corporal.— ¿¿Estas loca, Demencia?? No, ¡NI LO DIGAS! que ya se sabe la respuesta

—¡OYE OYE! ¿sabes qué hora es? ¡estabamos preocupados!

—¡¡AY QUE ESTABAS!!

—FLUG ¿QUÉ VERGA? ¡¡NO ME HABLES ASÍ, YO TE AYUDÉ!!

—SÍ y- ¡y pues ya no sé! ¡¡pero es posible que lo hayas deshecho todo!! solo escucha

Los tres voltearon, 505 ocultándose y con el rostro apunto de estallar en llanto, en la mansión se escuchaban gritos endemoniados, ahogados por las paredes, y varios objetos caer y romperse. Los subordinados se miraron por un largo rato para luego encogerse y apretar sus ojos en un último estruendo, un objeto grande, posiblemente de la oficina, rechinando por el suelo hasta chocar con vigor infernal sobre el pavimento de la calle. —¡AY ya ves! ¡Si no hubieras llegado su berrinche hubiese sido menor! ¡¡de seguro ya ni quiere estar conmigo jamas!! ¿qué no entien-?

El discurso de Flug fue interrumpido por el llanto del más pequeño, sus pezuñas corrieron rápido dentro del laboratorio para luego ocultarse en uno de los cuartos.

—¡YO TAMBIÉN ME LARGO, PERDEDOR! —se giró prepotente y por fuerza del viento su cabellera le dió un bofetón.

—AU- ¡NONO, ESPERA! —el inventor, afligido por su cría, la tomó del brazo— ¡¡Per-perdón no quería decir eso, tienes razón, me ayudaste!! sería un idiota si no te lo recompensara

—¡BIEN! —con una sonrisa y semblante perverso empezó a contabilizar con los dedos —Quiero un cobertor nuevo para mi celular, el internet más rápido del mundo a donde vaya, y una refrigeradora propia que sea enoorme yyyYYYY ¡¡que me dejes grabarlos cuando hagan cositasY NO ACEPTO UN NO!!

—¿PERO--?

—¿Lo conociste ayer o qué? ¡Llevas AÑOS con él, babotas! —alzó sus brazos —¡A Black Hat le gustas! CASI te besa, ¡¡y él ODIA dejar algo inconcluso!! ¡también odia no saber de algo que desconoce! y además, cuando a Black le gusta algo o quiere algo pero muuucho mucho requetemuuchoooo.......

—...Nunca se detiene hasta conseguir lo que quiereOH.—titubeó sorprendido, con los ojos pestañeando en asombro de su perspicacia.

—Exacto, nerd. Es difícil hacerlo cambiar de opinión con su terquedad, ¡pero más es hacer que le deje de gustar algo que quiere y lo pone contento! solo recuerda cómo fue que inició la organización. —posó sus nudillos sobre su cadera, anunciando feliz. —Adivino que saldrá en un rato, irá a su carro y conducirá hasta un lugar equis para lueeeeeego volver con tareas y preguntas del trabajo blah blah blah, y luego saldrán a su cita.

—¡Demencia! ¡¡PERO SI TIENES SESOS EN TU CABECITA!! —la abrazó, rápidamente recordando los miles de gérmenes que llevaba por arrastrarse, y se quitó asqueado.—AAAahh, ¿acaso haces más rápido que yo los cálculos matemáticos? tendré que tomarte examen uno de estos días. —titubeó.

—¡TSSHT no gracias, ni que fuera ñoña como tú! ......yateenterarásalgúndía. —murmuró, esponjando su cabello y retirándose en silbido.

—Pero qu- ay, AY NO, ¡OLVIDÉ A 505!

Sin más, corrió despavorido, encendió la luz del laboratorio y empezó por buscar en la habitación de operaciones, encontrando a su cría temblando y llorando en el armario.

La mansión estaba en silencio de nuevo, y mientras se agachó para acariciar a su oso, este descubrió uno de sus enormes ojos y lo observó lagrimeando. Con cariño de padre posó toda su mano bajo el enorme parpado que cubría su cristalina, y quitó por completo las lágrimas de su pelaje.

—Ya chiquito ya, Dem y yo ya nos amistamos, perdón por gritar así de feo. — acarició su pelo desde las mejillas, hasta llegar al mechón de cabello que rozaba con su flor, recibiendo un ronroneo aliviado.

Lo abrazó, suspirando al escuchar el sonido del garaje cerrarse y el carro de Black Hat rechinar de viejo, acelerando hacia quién sabía dónde. "¿Ah caray?...de verdad que subestimo a Demencia".

—Hijito, —acarició—¿te parece si te corto un poquito el cabello y me acompañas desayunando y trabajando, por el resto del día?





.


Cuadros al suelo, trofeos, recuerdos heroicos, rasguños en todas las paredes. Fuego cubriendo el suelo entero en la inmensidad de su habitación, y ahora seguía su oficina. Era un desastre infernal no solo por fuera, sino también, por dentro.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro