Hipótesis
El oso entró de puntillas en el poco iluminado laboratorio. Saludó con gruñidos tiernos al robot que vigilaba y giró la cabeza para ver a su papá doctor, este le siguió desde atrás con nervios evidenciados en sus tan expresivos ojos, le recorrían pensamientos ansiosos de cómo y cuándo iba a despertar al demonio ensombrerado.
Flug tragó saliva y, antes de sostener la espalda de su jefe, se acobardó y decidió solo dar indicaciones a su retoño. 505 entendió los gestos y se dispuso a cargar a su otro papá estilo princesa.
Black Hat, en tanto, seguía con el sombrero cubriéndole ambos ojos y tenía dibujada una sonrisa calmada que hizo a Flug sentirse aún más culpable de sus posibles planes: hincarle muy fuerte, despertarlo con agua helada, golpearlo o... golpearlo, sí, eso en vez del gesto amoroso que quería dar.
El médico malvado recorrió los pasillos escarlata, cabizbajo y en completo silencio. Sus brazos cruzados por detrás para ocultar sus ansiosas manos mientras sus ojos, a diferencia de unos minutos antes, ahora estaban prendidos con angustia en las acolchadas patitas de su retoño azulado hasta llegar al cuarto donde se encontraba el invitado cuchicheando con Demencia.
La puerta se abrió y ambos callaron con una sonrisa grande y cómplice departe de Demencia. "¿Siempre debo ser el único que está agonizando por dentro?" pensó Flug mientras 505 caminaba hacia adentro.
Como si le leyeran la mente, el villano de morado lo empujó despacio hacia la salida, susurrando lo más bajo posible dijo; — Yo lo despertaré, tranquilo. — dando unas leves palmadas a su espalda.
—¡¿CREES QUE SOY TONT--?! —. Flug giró y le apuntó con un dedo amenazante antes de ser silenciado rapidamente con dos brazos. Demencia escapó de la escena echando risas diminutas.
—¡¡SSSHH!! ¡¡Te va a oír tu jefe!! —. El de capucha musitó, retrocediendo junto al doctor unos cinco pasos antes de quitarle las manos. Flug no pudo evitar empujarlo con brusquedad pero siguió el pedido y le susurró.
—Estas equivocado si crees que voy a dejarte solo allí, ¡después de lo que le hiciste!.
Los ojos del doctor de blanco no evitaron mostrar la preocupación que sentía en sus últimas palabras, tal gesto hizo al encapuchado escaparle una pequeña sonrisa, sincera y dulce al igual que su siguiente tono.
—Oh, ya veo, ¿era verdad lo que decía tu compañera? — Las manos púrpura viajaron dentro de su oscura gabardina, sacando un libro negro que desconcertó al científico; era un tomo de biología de la especie de demonio más parecido a Black Hat.
—¡¡AY VIRGENCI---!!. — de nuevo, Flug se vió interrumpido por las manos del otro doctor.
—¡¿Sabes que es posible que él nos esté escuchando?! — Figura Sombría se incorporó de nuevo, susurrando exasperadamente. Miró a ambos lados antes de abrir la página del libro en donde explica con ilustraciones el mecanismo auditivo del demonio.
Eran hojas muy antigüas de color verdoso y negro quemado en los bordes, pero se podía visualizar perfectamente su villanesco contenido como vela en la oscuridad. Aunque las ilustraciones no se parecieron del todo a su jefe, se notaba que era de la especie por la concordancia en sus garras y filosos dientes fluorescentes. Flug no pudo evitar sonrojarse ante lo que significaría haber podido ser escuchado por su jefe.. todas las confesiones que le había hecho se le vinieron encima, y con ello un bochorno enorme.
Agachó su mirada y se llevó la mano a la parte de su bolsa en donde se ocultaba su boca, recibiendo una palmada en la espalda.
—No es para tanto, la capacidad de oído canino es solo si están lo suficientemente conscientes como para utilizarlo.
—¿C-cómo consiguió esto? — Fue lo único que pudo llegar a decir, el otro le contestó con un ladeo de cabeza.
—Lo traje para hacerte unas preguntas, Flug.
—No no, las preguntas las hago yo, que a ti n-ni te conozco. — Se atrevió a responder, mostraba una vez más lo nervioso que se encontraba. El de bata blanca se paró erguido y con los brazos cruzados, dispuesto a mostrar la confianza que no le sobraba, pero que el ajeno leyó con una mueca en los labios.
Figura Sombría emitió un quejido antes de destaparse la capucha, Flug no pudo evitar abrir sus ojos como dos platos ante la revelación de identidad de su cliente, la prenda que este tenía encima hizo que su entonces azulado cabello se viera despeinado pero elegante, dibujando una sombra sobre sus oscuros ojos.
Tal como lo sospechaba mucho antes, ahora podría llamarle doctor Venenoso: cliente doble platino, de bastante confianza y años de afiliación con la empresa.
—¡¡LO SABÍ---..!! — Gritó solo por un segundo, tapándose la boca por cuenta propia al percatar la expresión del otro—. P-pero si tu, s-si eres un buen cliente, ¿por qué quisiste dormir a--?
—Solo responderé esta y tu anterior pregunta. — respondió con un jadeo.—: Primero lo segundo, es una venganza personal, quería torturarlo un rato por haber sido ÉL, un tremendo tonto.
Flug escuchó esto último y giró los ojos antes de asentir con la cabeza. "Eso mismo pensaba."
Se llevó una mano al ceño al recordar exactamente por qué tendrían aquellos dos una disputa: BH había dado con la idea de robar todas las orbes que "Figura Sombría" usaba gratuitamente para sus poderes, hizo del lugar una tienda con Hat-bots en atención y las empezó a vender a precios de celular de último modelo. Ah, e hizo un video entero ridiculizando a su pareja, Lord Boxman.
—Sígale.
—..Segundo, este libro lo robé de una familia de brujos héroes.— Prosiguió en voz baja, posicionando el libro en las manos del otro doctor, siguió intentando ganar la confianza del otro y romper el hielo. -El papá de la casa curiosamente me recuerda a ti, ¿no serás familiar de héroes?
—Jaja, muy gracioso.— Flug añadió una mirada amenazante al final que fue recibida por otra risa, llevándose el libro al pecho sin siquiera abrirlo. Como de una cría indefensa se tratara. — No voy a dejar que sigas torturando a mi jefe, por-ah, amenos de que me prestes el libro por unos días.
Flug se volteó de su lugar dispuesto a abrir el contenido del tomo cuando de pronto miró abajo y ya había desaparecido. Venenoso se dió cuenta de que, por más confianza que tuvieran ambos, no deseaba hacer las cosas sencillas para su colega. —¿Y arriesgarme a que me lo robes, Fantasma del Museo?
—¡¡Demonios!! Está bien tú ganas, no me lo llevo. — susurró llevándose las manos al pecho para implorar. — ¿Pero me dejas ver algunas paginitas y ya?
—¿Curiosidad por la anatomía de tu jefe, Flug?
De pronto, todos los colores se le vinieron encima y Venenoso no evitó sonreír y tapar una fina risa con su dedos. — ¡OYEME, TE ME CALMAS YA! — le respondió el penoso muchacho. — ¡No voy a permitir que invadas este espacio con tus--!
—Oh bien, ¡me voy!
Flug vio a Venenoso llevarse su capucha encima con una sonrisa, dispuesto a voltearse y en eso el más bajo se tragó su orgullo, su vergüenza y su enojo. Llevó una mano al hombro del otro villano y con el movimiento hizo que este descubra sus ojos de nuevo, lo miró como un cachorro indefenso antes de hablar. —¡Es-espera! ¿Por qué trajiste el libro?, si sabes algo que yo no y de cómo curarlo en especial te agradecería muchísimo que me lo digas.
—Acércate. - sin más, se pusieron de lado y las manos púrpura navegaron las páginas del libro hasta llegar al título de sistema nervioso. —Los demonios como él tienen órganos y poderes que funcionan correctamente siempre, y sus poderes recorren por todo su sistema nervioso como si fuese una segunda sangre en todo su cuerpo — Venenoso dibujó un círculo con su dedo alrededor de la ilustración. —, solo son afectados durante sus primeras exposiciones altas al amor verdadero, — señaló con un dedo al cerebro. — Se supone que sanan rápido luego de agriparse, pero si fue lo que yo quería que pasase con él y su cerebro fue el afectado...
—..Entonces todos sus órganos también. — sus ojos se iluminaron, entendiendo parte del descubrimiento. —Pero, cómo es que el cerebro-..
—Ya lo deberías saber bien. — interrumpió el profesor para mirarlo con incredulidad, insistiendo con los ojos hasta notar la confusión en el entrecejo de su colega. —Flug, su hipotálamo fue afectado.
Flug entrecerró sus ojos con un sonido pensativo, finalmente llevándose una mano arriba para tocar las puntas de su bolsa como si fuese una barba. —Eeeeh, sigo sin enter, doc.
—Está enamorado, bobo.
—¡OYE! — respondió en voz baja, girando su mirada hacia el libro con preocupación. — Espérame un segundo, sí puedes tener razón. — se detuvo un momento a analizar, chasqueando un dedo al concluir su idea. —La carta pudo haberle ocasionado un recuerdo pasado y esto haya sido el detonante de esas emociones amorosas, pero ¿hacia quién?.
Flug no notó su ceño fruncido, ni que tenía la mirada al piso y se había llevado los puños a la cintura, uno de sus pies pisaba de arriba a abajo con la velocidad de un cronómetro de cocina.. como si fuese a regañar a alguien por un acto indebido.
Venenoso no podía creer la negación en la que estaba el doctor, sabía que había una posibilidad demasiado grande de que el sentimiento entre el despistado genio y su aún más despistado jefe fuese recíproco, pero necesitaba explicarlo con un método irrefutable. Se llevó el libro a la cara y emitió un quejido de unos segundos antes de que una bombilla aparezca arriba de su cabeza y se descubriera con un jadeo.
—¡No es eso, son sentimientos conflictuados! — Flug lo observó con cansancio y cruzó sus brazos, invitando a que el profesor prosiga a desafiarlo con argumentos sustentados. —La ciencia detrás es que las conexiones en su sistema endocrino responsables al enamoramiento estas enlazadas con sus poderes, y un conflicto en aceptar emociones significa un conflicto en controlar sus poderes, su cuerpo reacciona como una alergia ante el amor por no aceptarlo como un sentimiento inofensivo. Como su sistema nervioso y sanguíneo están conectados con el cerebro, puedo atreverme a decir que has mostrado bastante afecto hacia tu jefe y.. — se encogió de hombros, aspirando un poco de aire antes de sonreír de lado. —¿Afecto físico tal vez?
El embolsado parpadeó estupefacto y se llevó ambas manos al rostro, su sonrojo desbordaba el papel que lo cubría. Se sentía descubierto, pero no iba a permitir que lo evidenciaran tan fácil de nuevo.— Ay no no no no y no, Demencia te-- t-te metió cosas en la cabeza y ya.
Venenoso se paró frente suyo y sacudió sus manos, susurrando lo más bajo posible. —Noo, bueno sí me dijo que estas enamorado, pero todo lo que dije es una hipótesis.
—NO estoy--...—Flug musitó, suspirando. Sus manos viajaron a su pecho, se dió cuenta que no podía ocultar su sonrojo, ni parar sus latidos. —Ya... sí, pero no es mutuo.
El profesor aspiró con una sonrisa. —Bueno, luego de la hipótesis sigue la experimentación, pero aquello requiere de un buen científico con sed de resultados. —Venenoso se encogió de hombros y ladeó su cabeza, los ojos de Flug lo miraron con un incómodo agradecimiento, acarició su nuca y bajó la vista al libro que llevaba el profesor en su pecho, rompiendo el incómodo silencio.
—¿Puedo ver la ilustración del sistema endocrino? En nombre de la ciencia.
Ambos agacharon el rostro para ocultar sus risas, estrecharon sus manos y se miraron mutuamente, con determinación en ambos ojos. El de piel morada guardó el libro en su gabardina antes de volver su capucha a su sitio. —Creo que saldré por la ventana, así que me voy despidiendo.
—Le diré a 505 que te espere afuera. — Flug se despidió con un saludo militar y el otro le imitó antes de entrar a la puerta del demonio. Asumía que aquello lo decía porque su jefe lo lanzaría por la ventana luego de despertarlo y hablar con él, pero a ninguno le sorprendía aquello.
Ambos suspiraron en unísono antes de dirigirse a sentidos contrarios. Flug vió a 505 y a Demencia asomarse afuera de la cocina y se dirigió hacia ellos, principalmente para revisar que el lugar estuviese limpio del todo.
Al llegar, Flug pidió a 505 que juegue en el patio y se quedó con Demencia, la miraba como una mamá mira a su hija antes de golpearle con una chancla.
—¡¡ÉL ME PREGUNTÓ, lo juro!! — cruzó sus dedos en equis sobre su pecho, alzando una mano y sonriendo. Flug no le creyó, pero desistió de llamarle la atención.
♡
Black Hat se destapó los ojos de a pocos al notar como el rostro del muchacho se acercaba al suyo, su corazón se sentía apunto de estallar. Imaginaba lo que pasaría y, aunque no le desagradase la idea, no estaba listo para dar su primer beso. Quería que fuese mucho más perfecto que la "horriblemente melosa" escena en la que se encontraban... pero aún así deseaba que sucediera, deseaba que entre la oscuridad y las tenues luciérnagas se probaran ambos labios hasta perderse en la emoción y sellar su afecto en algo mucho más íntimo que las palabras o los besos.
Quería tan solo empezar con ese beso, lo anhelaba más que anhelaba el poder universal.. mas no tenía un plan de conquista para esto. E incluso si lo tuviese, era el único momento en su larguísima vida de espectro del mal que se sintió de la misma forma que cualquier héroe en su presencia: acobardado y sin palabras.
Tan solo estrujó sus ojos y, por aquel atesorado segundo, sintió unos apacibles labios tocar con enorme delicadeza su mejilla. Se sentían tan bien, tan cálidos, tan suaves.. llenos de ese sentimiento dedicado a robarle un suspiro.
Sintió su propia sonrisa desbordar en lo que llenaba su oscuro corazón, su príncipe se había incorporado de la vergüenza y dudó antes de dirigir su dulce mirada hacia la del demonio una vez más.
El rey sabía que estaba en un sueño y no le importaba, pero en ese instante quería devolver el gesto y no podía, ¿era así como se sentía una parálisis de sueño humana?. Pero claro, incluso si se pudiese levantar no tendría la valentía de robar un beso, aunque fuese en la mejilla.
Miró al de menor rango con nostalgia en su sonrisa, era obvio que lo deseaba mucho y este a él también, más solo podía apreciar sus gestos y lo cerca que estaban. El príncipe se arrodilló con un anhelo tan grande como el del contrario, ¡acercándose AÚN más!. Y no...nada, solo se acomodó de la forma más tierna posible sobre la colcha, y su dulce voz tarareaba con la canción de fondo.
—¡¡JA!! Cualquiera diría que te mueres por besarme ya mismo pero te acobardas. — el rey se atrevió a decir con arrogancia, un milisegundo pasó antes de observar sus palabras y parpadear con una mueca de lo tonto que se sintió.
—DIGO, no es que seas cobarde, tsht —mencionaba entre risas nerviosas, sin poder evitar tartamudear y bajar su tono hasta hacerse un hilo. —, solo que-c-creo toma valentía y-igual me vas a besar y eso, ¿no es así? — su voz se alzó al final, casi en forma de orden. —¡ESTÁ BIEN! ¡yo desde luego lo haría! solo que--
Abrió su boca para aspirar aire, armándose de (valor) una idea brillante antes de continuar su altanero discurso, cuando de pronto.. no pudo evitar dirigir su mirada hacia los guantes dorados que viajaban en dirección a su pecho, el dedo índice de su príncipe chocó contra su cuerpo e hizo una acción que lo dejó perplejo: empezó a dibujarle círculos en el pecho.
Aquel pequeño movimiento, tan íntimo y tierno, tan provocativo pero fino como un pincel, solo multiplicaba por diez el intenso cosquilleo que ya llevaba formándose en el torax del acalorado demonio. Por más que las prendas apartaran ambas pieles, lo percibía de una forma tan intensa que por un buen segundo sintió una chispa de electricidad correr por su espina dorsal, y podía jurar que ese círculo tan solo era un vortex para que su corazón escapara en cualquier segundo de lo mucho que latía.
Black Hat estrujó sus párpados antes de emitir un gruñido bajo, pero intensamente suplicante. En su sueño, tomó ambos costados de su almohada y con sus filosas garras presionó el cojín contra su rostro... para ocultar no solo sus ojos, sino también el inmenso sonrojo que se imaginó tener.
—SOLOQUETeQuisieraInvitarAsalirPrimeroAntesDeBesarte.
"¡Estupendo!.." pensó con alivio, "..quedé como un caballero y no como un cobarde tont--."
—Te quiero muuuuucho mucho, te cuidaré, sanarás. Seguirás siendo el mejor villano despiadado de todos los tiempos y el mundo.
—¡¡BÉSAMEEEE!! MALDITA SEA, SOLO HAZLO Y YA.— suplicó, aventando sus manos al aire.—¡¡QUIERO QUE ME DIGAS QUE SOY MUY EXIGENTE CONTIGO!! PERO QUE AÚN ASÍ ME APRECIAS, Y ESTARÁS SIEMPRE A MI LADO PORQUE TÚ ME-- T-tú... yo te--.
Y tragó saliva, su príncipe jugueteó durante sus últimas palabras, inclinando su sombrero de tal forma que ahora cubría sus ojos.
Se imaginó que allí sería cuando se diesen un beso, que le admitiría un sentimiento que ambos conocían y que dormirían juntos si su corazón no le estallaba de la emoción. Sintió la dulce caricia de las manos ajenas sobre su rostro, relajando todo su cuerpo sobre la colcha y su sonrisa embobada no daba signo de querer decir más. Solo esperaba sentir los ajenos contra el suyo mientras un suave tarareo lo amodorraba cada vez más y más, hasta quedarse dormido sin consciencia de su alrededor.
. . . . .
Venenoso ahora se encontraba con sus maletas y sus manos sobre la mesa, observando fijamente al demonio.
Esperaba que se diese cuenta de su presencia, pero no, en vez de eso... babeaba demasiado y su sonrisa desbordaba con la lengua afuera cual cachorro contento, su ronquido era constante y grave como suaves rugidos, su pecho se movía de arriba a abajo con cada respiración y aquello tranquilizaba al otro villano: significaba que no sospechaba que lo despertaría pronto.
Los guantes oscuros del de capucha tocaron la mesa como redoblando tambores, aspiró aire y alzó sus manos para desprenderse de uno de sus guantes. Venenoso estaba nervioso, pero sabía que era la única oportunidad que iba a tener de vengarse y no podía desperdiciarla.
Tomó un impulso con su guante y lo alzó temblorosamente contra la mejilla ajena, calculando la distancia entre su mano y el rostro.. como bate de golf apunto de golpear.
Alzó la mano con guante en 90 grados al aire, su mano libre la dejó reposar detras de su espalda y una gota recorrió su rostro antes de--. Así es.
Darle una bofetada de guante negro al villano más despiadado del mundo.
Black Hat desde luego volvió en sí, lo había golpeado tan fuerte que de la sorpresa y su flagilidad en estado de sueño se cayó de forma desesperada, se aferró de lo más cercano y eso fue su silla, el cual cayó junto a él al suelo.
Venenoso se tapó la boca antes de botar la inmensa carcajada que estaba apunto de escapársele. Solo un instante después, el ente se aferró de la mesa. Primero con una garra temblorosa, luego otra.
Y no era un temblor de nervios o de dolor lo que tenía, era ira y el humano mutante lo podía percibir. Lo podía escuchar en el endemoniado gruñido que teñía el aura de la habitación a un rojo vivo.
El roble crujió lentamente, uno por uno sus garras rasguñaban, como pequeños cuchillos uno tras otro, cada cual cortaba la madera más fuerte que la anterior. Y en el centro de ambos rechinidos, el demonio se incorporaba al acecho de su víctima. Sus oscuros párpados temblaban en rabia, su ceño tan filoso como sus garras, y de su sonrisa solo quedaba su baba y colmillos que mostraban sed de sangre en sus encías.
El villano de morado temblaba y se encogía de hombros cada vez más con lo que el dueño de la mansión se levantaba, la silla que estaba antes en el piso levitó hasta erguirse por completo, lo cuál evidenciaba que los poderes del demonio volvían en momentos de intensa ira. El profesor empezó a rezar para sí mismo por un segundo antes de que dos garras lo tomen por el cuello y empiecen a sacudirlo de la forma más cómica posible, la que amaban las redes más grandes de villanía.
—¡¡¡PE QUE ÑO DE MO NIO!!!! — Estrujó en cada letra, Venenoso gritó ahogadamente mientras era agitado de atrás para adelante, como un niño malcriado y siendo ahorcado por un padre de poco coeficiente.
—¡¿¿CÓMO TE ATREVES A ENFERMARME Y LUEGO DESPERTARME ASÍ??! COCHINA E INFELIZ CRIATURA HUMANA DEL MAL. — siguió agitandolo y apretando su cuello, pero no lo suficiente como para dejarlo sin vida. Necesitaba que este viviera si quería curarse de la tonta enfermedad que lo "hacía sentir".
Lo sacudió para arriba y lo dejó caer al suelo como un saco. Venenoso aspiró aire como un pez de nuevo en el agua, su capucha descubrió su identidad sin quererlo y se volteó sin siquiera pensarlo, se había formado fuego alrededor del demonio y sus garras ahora reposaban sobre las maletas que había traído.
—Doctor Venenoso, pero qué agradable sorpresa. —dijo en tono de burla. En su boca se formó su signatura de sonrisa maligna. —¿Vienes para ver como asesino a tu contraparte más malvada? ¿O vienes a curarme?
Venenoso se levantó con dificultad y agitó sus manos para limpiar y acomodar su gabardina, adquiriendo fuerzas de quién sabía dónde. Lo miró fulminante y con determinación.
—No.
—¡¿QUÉ?! — Black Hat respondió, si Venenoso no hubiese respondido al INSTANTE, este hubiese muerto con tan solo eso.
—Esto es por Boxman, mi esposo. — Sacudió su guante negro, echándolo de forma arrogante a la mesa. Black Hat bajó la mirada e hizo una mueca asqueada a lo que creía que tenía en sus manos, luego se encogió de hombros y sacó la lengua por lo que vio: Un anillo dorado de bodas entre su dedo.
Inmediatamente el fuego a su alrededor se esfumó y tuvo que sentarse a su silla con ira y asco. Se tapó con el brazo un estornudo antes de alzar la voz. —¿TODO POR UN ESTÚPIDO VIDEO?
—¡LO HUMILLASTE! — El doctor alzó sus manos y agitó un dedo acusante con una sonrisa y semblante maligno. —¡AH! Pero no sabes lo que te espera ahora.
Black Hat se llevó una garra al rostro, gruñendo con pesadez de lo tonto que le parecía el asunto. Miró para abajo, como haciéndose recordar que el doctor tenía la cura de su mal a rápido alcance, y necesitaba hacerlo cooperar o el proceso sería con...Flug. —Estoy tan, pero tan intrigado. — dijo con el sarcasmo más grande del mundo, sacando un pañuelo para sonarse sus casi invisibles fosas nasales.
—¿Extrañas teletransportarte? — Venenoso se llevó ambas manos a su espalda, su cobardía se le desvaneció y solo mostraba su villanesca actitud. Black Hat suspiró con pesadez ante la enormemente estúpida muestra de villanía. Ya llevaba como veinte errores en su lista de críticas.
—Que tal, ¿chasquear un dedo y traer cualquier cosa a tu alcance? — continuó el de morado.
—Y QUÉ TAL si llegas al punto y no me haces perder el tiempo con tu patético discur--..
Venenoso lo interrumpió. —Tu alergia seguirá, hasta que admitas el amor que sientes hacia esa persona,--
En ese instante, Black Hat pudo conocer el verdadero terror.
Su sangre se heló, dirigió la mirada hacia el doctor que caminaba por su lado y empezó a musitar muy bajo, pero este no iba a parar su discurso por nada. —NOoonononononoononono--......
—, tus poderes volverán, pero...
—NO NO NO NONONONONONONONO--
—...solo con un beso de amor verdade-¡IHGAHGH!.
Black Hat usó sus tentáculos para estrujar TODO el cuerpo del villano, cual boa constrictor, y no esperó ni un solo segundo para alzarlo y tirarlo con todas sus fuerzas.. hacia la ventana.
El encapuchado voló por los aires hasta caer en los brazos acolchados del tierno oso de la casa, quien lo recibió con ojos de cachorro intrigado.
Venenoso respiró aire con un alivio desbordante, se quitó el sudor de la frente y empezó a buscar desesperadamente el celular que llevaba en su gabardina.
—¡¡¡CONSIDERA TU PATÉTICA FÁBRICA DE CAJAS FUERA DE MI LISTA DE SUBSIDIARIAS!!! — gritó el dueño de la mansión tan fuerte que rebotó por toda la calle.
Venenoso alzó la vista pero no vió al ente maligno asomarse por la ventana, lo cuál agradeció. Si viese que seguía intacto, no hubiera dudado en doblar todos sus huesos por fuerza de sus tentáculos.
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