Capítulo 88
Hoy será la gran noche. La noche en la que la más grande Academia de héroes caerá. La noche en la que los ideales de la Liga se extenderán por todo el país y harán eco en todo el mundo: la justicia cambiará totalmente.
Creí que a Shigaraki le tomaría más tiempo organizar todo esto, pero han pasado nada más tres días y ya está listo para atacar con todo.
Es casi medianoche. Me coloco mi traje y bajo cautelosamente las escaleras.
—Todavía es momento de retirarse —advierte Mic.
—¿Bromeas? —río, estoy tan emocionada que casi parece mentira.
Me deslizo para tocar unos segundos los edificios y congelarlos totalmente. Uno a uno, dejándolos sin sálida alguna. Una vez finalizado el trabajo los observo con orgullo. Solo he dejado descongelado el del A-1, que son con quienes quiero luchar realmente.
El apagón ocurre. La seguridad se ha ido. La puerta principal se destruye totalmente, y da paso a total a la Liga de Villanos. ¡Todo esto es tan cool! ¡Es como en una película! ¡Totalmente asombroso!
—Despiértalos —ordena Tomura a Mic.
Él suspira fuertemente.
—Wake up! —exclama en dirección al único edificio descongelado, rompiendo los vidrios.
La emoción inunda mi cuerpo entero. Me preparo de inmediato, congelando mis brazos.
Uno a uno los alumnos empiezan a asomar. Al principio lucen confundidos, seguramente a causa del sueño. Pero todo les cobra sentido cuando miran la Liga.
—Ryōsoku-san, y Present Mic... con la liga de villanos —susurra Midoriya.
—Esto es... una broma, ¿verdad? —tartamudea Ochako-chan.
—Si eso es, es una horrible broma —susurra Kirishima.
—¡Sea una broma o no, todos ustedes morirán! —advierte Bakugo, impulsándose a mí con sus explosiones. Me preparo para recibirlo y lanzarlo al piso.
—¡Bakugo, espera! —advierte Sero, alejándolo con una de sus cintas— Estos sujetos, todos ellos... son realmente sorprendentes.
—Debemos buscar la ayuda de los pros —sugiere Tenya.
—Hey, me están aburriendo —advierto, chocando mis congelados puños—. Si no vienen a mí yo iré a ustedes.
—No si yo puedo evitarlo —advierte la voz masculina que conosco perfectamente. La forma en que mis brazos se descongelan poco a poco me hace sonreír ampliamente.
—Shōta —río—, ¡qué bien! ¡Estaba ansiosa por que te unieras a la fiesta!
—Encárguense de descongelar el resto de edificios —indica a los muchachos—. Yo me encargaré de ella.
—Deténganlos a toda costa —ordena Shigaraki.
—Pero dejen a Eraser fuera de esto —advierto, abriendo mi boca lo más que puedo, él es mío.
—¡Te apoyamos, Ryōsoku! —anima Toga, aplaudiendo llena de emoción— ¡Hazlo! ¡Mátalo y hazlo sangrar mucho! ¡Hazlo!
—No es necesario que lo pidas dos veces.
Sus vendas se dirigen a mí y sujetan mi cuerpo. Elevo mis manos para que no sean atrapadas, lo que me permite tirar de él hasta mí. Sin embargo, se suelta y se impulsa desde el suelo para darme una patada en mi punto ciego. No dudo sujetarle la pierna y lanzarlo al suelo con fuerza.
—Nee, no pienses subestimarme esta vez —advierto, levantándolo del piso y sacando mi lengua para lamerle la mejilla y hacerlo sangrar antes de arrojarlo con fuerza lejos de mí—. ¡Vamos, Shōta, esfuérzate! ¡No quieres que tus alumnos mueran! ¿Verdad?
—Tú... me mentiste todo este tiempo —jadea, poniéndose de pie y limpiando la sangre de su mejilla.
—¿Ah? ¿No era obvio? —río, viéndolo acercarse a mí. Sus ataque empiezan a ser más rápidos que los míos, por lo que me es imposible sujetarlo y debo conformarme con esquivarlos torpemente— Vamos, ¿no me digas que te creiste esa mierda del romance? ¡No has sido más que mi marioneta, grandísimo idiota!
Un puñetazo ridículamente fuerte impacta mi rostro. Me tira al piso y todavía me arrastra por el concreto antes de que sea capaz de aferrarme a él con mis dientes y manos. El sabor es asqueroso, pero ahora mismo no cuento con mi hielo. Escupo los restos de grava que han quedado en mi boca, y entonces veo al responsable del golpe: Midoriya, claro.
—¡Ah! ¡Mas que un instinto heroíco tienes uno suicida! —halago, poniéndome de pie y aplaudiendo con sarcasmo— Sin embargo, el 15% de tu One For All no es suficiente contra el 100% de mi come-todo.
—¿Qué? —susurra, sorprendido por todo mi conocimiento.
—Ya deberías saberlo, ¿no? ¡Con lo listo que eres! Soy una observadora profesional de quirks, Deku. Así que, vamos, ¡dame otro golpe de esos! ¡Veamos cuántos aciertas antes que te corte el brazo!
Y con ese instinto suicida del que me hace unos momentos me burlé, se impulsa a mí. Sin embargo, un puñetazo a medio viaje lo obliga a alejarse.
—¡Kurai! —exclamo, alegre de su presencia.
—¡Midoriya! —se preocupa Shōta.
—Hey, no puedo creer que empezaras la diversión sin nosotros —ríe Ryū—. ¿Quieres que termines con este sujeto ahora o te divertirás con él?
—Déjame divertirme. Aparte, puede anular nuestros quirks, lo importante ahora es distraerlo. Ahora está distraido bloqueando el de Kurai para que no lastime a Midoriya. Aunque, claro, creo que no sabe que lo peor que le va a pasar es que se maree un poco.
—¿Qué haremos?
—¡Ryōsoku!
Esa voz.
Me apresuro a apartarme para poder sujetar correctamente el brazo de Bakugo.
—¡Ahora, Kaminari! —exclama.
—¡Ryū!
La electricidad de Denki y la de Ryū chocan.
—¡Ja! ¿Qué es esto? ¿Un juguete para bromas infantiles? —ríe mi buen amigo, mientras yo arrojo a Bakugo lo más lejos que pueda— ¡Intenta de nuevo, niño! ¡Puedo soportar 500 veces más que esto!
—¡Jirou!
El quirk de Jirou...
Si me revienta los tímpanos estaré jodida. Solo con que logre aturdirme un poco bastará.
Toco el cuello de Ryū para congelarle los tímpanos. Con los de Kurai casi no tengo suerte, pero por como apenas se inmuta veo que lo hice a tiempo. Los míos también están congelados. Los demás se aturden un poco.
Me deslizo hacia Jirou aprovechando que Shōta sigue distraido con Midoriya y Kurai. La ondas sonoras me impiden el movimiento rápido, pero logro llegar y arranco los amplificadores de sus piernas. La sujeto de la ropa y la arrojo al piso con la fuerza suficiente para dejarla inconciente de un solo golpe.
—¡Jirou! —exclama Kirishima justo al tiempo que descongelo mis tímpanos.
—Maldita sea, no sirven para nada —reclamo, pateandola suavemente. Sigue respirando.
—¡Déjala en paz! —reclama Kirishima, saltando a mí. Soy afortunada de todavía poder congelar y derretir mi cuerpo. El suyo está endurecido, por lo que sus movimientos son lentos.
—Hey, cálmate, no pienso asesinar mierda inútil como ella —río con burla, esquivando sus ataques fácilmente—. ¡No soportó ni siquiera un pequeño golpe! El golpe que le di ni siquiera fue fuerte, pero seguramente bastó dejarla tan dañada que cuando se despierte no recordará ni el nombre de sus padres, ¡una lástima!
Y entonces, para sorpresa de nadie, mi punto ciego me traiciona. El fuerte hielo de Todoroki Shōta impacta contra mi cicatriz, la sangre fluye en mi mejilla.
—Ya veo, con que quieren pelear en serio —río, limpiando la sangre con mi mano—. Bien, ¡entonces vamos a pelear en serio!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro